La Tercera Opinion

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Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Monday, September 29, 2025

 Son ellos contra nosotros…(I)


El actual presidente de nuestro país, Uruguay, y cuando aún no era presidente, sino Intendente, por el Departamento de Canelones, declaró en su momento, refiriéndose al asesinato de una mujer ocurrido en Neptunia, su territorio, que “Son ellos contra nosotros”. Lo cual le valió una crítica por parte de un compañero de su propio partido político. Más tarde, en otra entrevista, reiteró el tema sigue siendo entre “ellos y nosotros”. “La buena gente y la mala gente. El que cree que puede decidir sobre tu vida o tu muerte es el peor de los malandros”.

Es muy triste que tengamos que reconocer, de una forma u otra, que esta es una realidad que ha ido en aumento, en nuestro pequeño y hermoso Uruguay. Pero es así. Y hay que aceptarlo. Pienso que en las últimas décadas, los uruguayos hemos vivido en una especie de  Laissez faire, con respeto a la brutal incidencia, y aún reincidencia, desde el mundo del delito. Entre nuestros gobernantes, unos por aferrarse a un modelo demasiado humanista (o socialista) que le dio buenos réditos en materia de desarrollo económico con inclusión social, durante tres períodos; y luego otros que, para volver a rescatar un éxito electoral luego de sus fracasos, no se atrevieron a implementar algunas de sus más famosas y más conquistadoras frases como “Se acabó el recreo”, por miedo a volver a fracasar. Y que, en definitiva, era un reclamo a voces, de la sociedad.

¡Es que como que los uruguayos hubiéramos aceptado el matarnos entres nosotros mismos, con tal de valorarnos entre nosotros mismos! Y nos hacemos un harakiri, (el modelo japonés para expiar sus culpabilidades) para tratar de excusarnos, por nuestros errores.  Si; lamentablemente, parecería que - consciente o inconscientemente -asistimos a nuestra propia extinción.  Y es que, esta nueva pandemia de delincuencia ha hecho metástasis en toda la nación. Y estos son los mensajes que le estamos dando a nuestras próximas generaciones, fundamentalmente, a las menos incluidas, económica, e intelectualmente. Y ahí han estado nuestras mayores falencias.

Los medios de prensa informativos, uruguayos, nos informa que en menos de 24 horas se registraron seis homicidios en tres departamentos de Uruguay; Paysandú, Canelones y Montevideo. Las víctimas incluyen a un joven con antecedentes por narcotráfico, un hombre de 50 años con pasado vinculado al suministro de drogas, un adolescente de 15, y dos hermanos atacados a balazos en Casabó, además de un nuevo crimen en Cerro Norte. Y otro por ahí por El pinar, donde un adolescente de 15 años falleció y un joven de 21 resulto herido.

En Paysandú, la víctima era un joven residente de esa zona y tenía varios antecedentes penales por delitos vinculados al narcotráfico. Y una vez más, seguimos sacrificando la juventud -que tanta falta nos hace -comprometiendo nuestra existencia como sociedad.  Finalmente, al día siguiente, un hombre fue asesinado de un disparo en el tórax mientras viajaba en su auto. Realmente, ¡esto se ha convertido en un teatro de la delincuencia!

El caso más sonado, y quizá el más emblemático, de las falencias de nuestra justicia, nuestra política, y nuestra sociedad, está en ese personaje llamado el Pelón, quien, con 32 años de edad, ¡registra más de 36 requisitorias judiciales! ¿Qué tal?  El último, hace apenas unos meses, el de una joven enfermera de 26 años, quien estando simplemente estacionada en la rambla de su ciudad (una de las atracciones turísticas del país) junto a una pareja, fue asaltada violentamente por este excremento social, y su tío (vaya familia) y al no acceder a sus demandas para entregarle su vehículo y sus pertenencias, la asesinó.

Con ésta, y otras dos a continuación, ya son nueve los homicidios perpetuados por este compatriota identificado como “el Pelón”. Un fulano que hoy se da el lujo de figurar entre los mayores hechos vergonzantes que enriquecen los espacios de nuestros medios de comunicación; un personaje siniestro, que avergüenza y degrada, nuestra sociedad.  

Y que últimamente andaba libre y disfrutando de su vida, luego de tener la enorme suerte (gracias a errores de nuestra rescatable (pero humanamente falible, justicia) de que, en 2010, supuestamente, por insuficiencia de pruebas presentadas por la policía, un juez decidió liberarlo, y de ahí en adelante, ¡cometió tres asesinatos más, que pudieron haberse evitado! ¡O sea, un total de nueve!  ¡Vaya! ¡Que la policía parecería ser menos confiable que la delincuencia!

¡Y el tipo se dio el lujo de difundir un video, haciéndose conocer, y expresando sus opiniones!  Este fulano es un verdadero “emprendedor, influencer, o empresario”, como los califica la prensa sensacionalista. Comenzó su vínculo con el delito a los 16 años, cuando fue conducido por primera vez por cometer una rapiña.  De ahí fue escalando hasta que, con 17 años, asesinó a tres personas.

Y no me extrañaría que, dado la avidez del mundo del espectáculo por este tipo de personajes, al estilo del colombiano Pablo Escobar, o el Mexicano Chapo Guzmán, se convierta en el protagonista de una nueva película. Lo cual, dentro de su ámbito de amigos y referentes, alimentaría su fama, hasta el punto de ungirlo como un nuevo héroe entre quienes han hecho del delito, su forma de vida, en un mundo de resentidos sociales.

Y ahora, al finalizar este artículo, la prensa nos informa que estos antisociales acaban de ingresar, en la madrugada de este domingo, al domicilio de una de las principales referentes de nuestro sistema judicial; la fiscal subrogante de Corte, Mónica Ferrero. Bueno; ¡esto ya es digno del mejor espectáculo delincuencial.   Dispararon algunos tiros, y marcaron su presencia, al mejor estilo Pablo Escobar, en Colombia, para tratar de advertir, y atemorizar, que ellos tienen un lugar privilegiado en nuestra sociedad. ¿Qué tal?

De paso, les recuerdo que nuestros brillantes y abnegados representantes políticos, de unos u otros lados partidarios, hasta el día de hoy no han logrado ponerse de acuerdo -ya desde hace varios años -para designar a la máxima figura del Poder Judicial. ¿Qué tal?

Es triste reconocerlo, pero debemos aceptar, que como lo dijo nuestro actual presidente, ¡son ellos contra nosotros! Mientras nosotros nos seguimos cuestionando, ellos siguen actuando.

 

Wednesday, September 24, 2025

 A nuestros hermanos cubanos…


Cada día son más los inmigrantes que llegan a nuestro pequeño paisito, Uruguay. El crecimiento de la población inmigrante se ha impulsado principalmente por llegadas de Venezuela y Cuba. ¡Bienvenidos! Nosotros no los humillamos, no los apresamos, no los vejamos, no los deportamos, porque somos un país de migrantes e inmigrantes. Y lo reconocemos, y lo aceptamos. Nuestra sociedad uruguaya le debe mucho a aquellos inmigrantes que llegaron a nuestro país, mayormente en barcos, muchos con tan solo una modesta maleta de viaje, y muy poco sustento personal.

Porque el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, las privaciones, y la dedicación y convicción para empezar una nueva vida, les dio su premio; su merecido premio. Ahorrando mucho, y privándose de mucho, trajeron al resto de sus familias. El trabajo, lo puede todo, y nos dignifica a todos.

Es difícil, sino imposible, ver en nuestras calles indigentes españoles, venezolanos, o cubanos. Los indigentes son nuestros; son uruguayos. Y son un debe de nuestra sociedad. Los migrantes uruguayos, a su vez, que siempre los ha habido, los hay, y sin duda los habrá, van en busca de mejores condiciones de vida; para conocer otras realidades, para enriquecerse con otras culturas y conocimientos. Nuestro país es pequeño, y a pesar de los enormes avances tecnológicos para el aprendizaje, y la preparación personal, tiene sus limitaciones respecto a los más desarrollados.

Pero Uruguay premia el esfuerzo y el trabajo personal. Tanto de los connacionales, como de quienes deciden vivir entre nosotros, aportando su lucha, para mejorar entre todos. ¡Y les damos a los inmigrantes, las mismas dignas condiciones de vida, que a nosotros mismos! Por ello me dan pena (por no decir bronca) las estúpidas decisiones del inmaduro presidente de los Estados Unidos (¡otro país hecho en base a inmigrantes!) destratando, persiguiendo, humillando por igual, a inmigrantes esforzados que contribuyen a la sociedad, por el solo hecho de ser inmigrantes, en un furor nacionalista circense, para captar las simpatías de su grupo de radicales.

Como también, a su vez, me da mucha pena (o bronca) el ya legendario y permanente estado de empobrecimiento de la sociedad cubana, en manos de unos inútiles, representantes de un régimen ideológico, que ha perpetuado un modelo socioeconómico fracasado y comprobado, por el sólo hecho de mantenerse en el poder -gracias a la limosna y las dadivas de países más desarrollados - a los cuales les sirve el mantenerlos invalidados en sus derechos soberanos.

Cuba es una bella isla, pero un país que no produce nada. Es un Estado fallido. Ni produce, ni permite producir a sus habitantes, interviniendo en el lógico proceso de aportes y beneficios al resto de la sociedad. Parecería que el concepto fuera: “yo no produzco nada, pero tú tampoco; yo no me enriquezco, pero tú, menos. ¡Vaya! Y entonces; ¿de qué vivimos? Pues vivimos de las regalías y dadivas que nos proporciona nuestra ideología, apoyados por quienes, con muchísimos más recursos que nosotros, repudian a otro país que también tiene también muchos más recursos que nosotros. Es una guerra entre ellos. Los perdedores son los cubanos.

¿Y nosotros que? Se preguntan hoy muchos de ellos: Cómo simples ciudadanos que hemos celebrado y aceptado, ese intento de ejemplo de dignidad para el resto del mundo ¿por qué seguimos empobreciéndonos, y no disfrutando nada de aquellas maravillosas promesas revolucionarias? ¿Por qué nuestros profesionales son enviados a otros países, como si fueran meretrices, trabajando para un Estado explotador, que se queda con los mayores beneficios, sin mejorar en nada las condiciones de vida de nuestras familias, y nuestros hermanos? 

O sea; más allá del que el Estado no se hace cargo de nada; tenemos peor sistema de salud con hospitales pauperizados; no tenemos medicamentos al servicio de los más necesitados; nuestros techos y edificios se caen a pedazos, por deteriorados; no tenemos servicio estable de energía, ni para nuestros hogares ni para nuestros pequeñísimos emprendimientos comerciales; no tenemos suficientes alimentos ni para surtir esa mísera canasta básica, condicionada por una vergonzosa libreta de racionamiento; no tenemos derecho a elegir lo que queremos comer, ni con lo que queremos alimentar a nuestros hijos; no tenemos un buen mínimo transporte, porque a su vez, no tenemos combustible para sustentarlo; ya ni el turismo nos regala nada, y lo peor de todo; ¡no tenemos libertad, ni para trabajar, ni para expresarnos, exigiendo lo que como ciudadanos nos corresponde!  ¿Qué somos entonces, frente al resto del mundo?

¿Unos robots creados con inteligencia natural, negando -incluso -a la inteligencia artificial, que responde con las experiencias, conocimientos, y vivencias, de la humanidad en su conjunto?   No lo entiendo; porque esto de que un país se mantenga -no en base a lo que produzcan sus ciudadanos (lo más elemental) -sino por las ayudas de beneficencia, es como una especie de apoyo a la indigencia nacional, alimentada por la dádiva de unos hermanos ideológicos que se aprovechan de nuestro “estado de necesidad”.

"No venderé el rico patrimonio de los orientales al vil precio de la necesidad", afirmaba nuestro prócer, José Gervasio Artigas, expresando su firme compromiso de no permitir que los recursos y la tierra de las y los orientales, fueran vendidos o cedidos debido a la necesidad, o la presión económica. En Uruguay, los inmigrantes son bienvenidos. No los vamos a perseguir, ni a humillar, ni los vamos a confinar en unas miserables carpas en un"Alligator Alcatraz”, cercados y atemorizados por los caimanes, la brutalidad y la indignidad. Simplemente los recibimos, aceptamos, e incluimos, con el único compromiso, de que sean buenos ciudadanos.    

 

Monday, September 15, 2025

 Los hijos de puta.

Esta afirmación, tan utilizada comúnmente para descalificar a un adversario, es realmente, cruel, desproporcionada, injusta, y fuera de lugar.  Porque, ¿qué culpa tienen las madres de los siniestros personajes (políticos corruptos, genocidas, asesinos, o delincuentes) nacidos de la natural evolución de los animales, que hoy, en pleno Siglo XXI, avergüenzan a toda la sociedad? ¿Acaso ellas los concibieron, los planificaron, los imaginaron, o los soñaron, con ser esos protagonistas de tanta maldad? Porque entonces, la bronca o desprecio hacia determinadas personas, por los motivos que sean, terminamos descargándola, en sus madres. ¡Las insultamos a ellas, en lugar de a ellos.

Porque puta es sinónimo de prostituta, meretriz, furcia, ramera, zorra, fulana, pelandusca, sodomita, (Real Academia) O sea, personas de baja calidad humana. Pero las madres no merecen ser juzgadas por los errores de sus hijos. Las madres nos dan la vida; nada menos. Y lo que nosotros hagamos de ella, frente al resto de la humanidad, es un problema intrínsecamente nuestro. Además, ¿y los padres, que?

¿Acaso no son los padres los que engendran a esos hijos…de puta…? ¿Y su papel en todo esto, dónde está? ¿Cuándo esos hijos salen una mierda humana que avergüenzan  a la sociedad, ellos simplemente se lavan las manos, como Pilatos? Entonces, ¿no podríamos afirmar que bajo esos conceptos degradantes socialmente (no sexualmente) esos hijos son también hijos de “putos”? Esa actitud machista de mierda que hasta la iglesia católica ha propagado, negando incluso la posibilidad humana de que María tuviera relaciones con un varón humano, para engendrar a Jesucristo -de que las mujeres son siempre las culpables de toda vergüenza y desgracia de la sociedad humana - ¡me tiene podrido!

Y bueno, como algunas voces se han alzado últimamente, en defensa del idioma inclusivo, entonces que tendríamos que referirnos a hijos de put@s, o hijos de “putes”. Y creo que debería hacerse una separación, entre todas estas definiciones. Porque los términos despectivos de furcia, ramera, zorra, etc., como generaliza el diccionario español, no creo que necesariamente defina, o identifique, a las prostitutas y meretrices, muchas de las cuales se desviven por criar dignamente a sus hijos, y soportan todo tipo de vejaciones y humillaciones, por ellos. Si las circunstancias de sus vidas les hubieran dado otras oportunidades, seguramente las hubieran aceptado. Pero no creo que sean seres malvados, sino simplemente obligados. 

Conozco casos de putas y meretrices que han asistido, orgullosamente invitadas por sus hijos, a condecoraciones y reconocimientos, los cuales, sin ellas y su actividad sexual, no hubieran existido. Y nosotros elegimos ser lo que nuestra sociedad valorará, o rechazará de nosotros. Porque, en definitiva, las madres animales, sean de la especie que sean, nunca jamás desean que sus hijos sean depredadores de su propia comunidad. Los crían con amor, con dedicación, con simple instinto de supervivencia, o con mayor educación, para que se perpetúe su legado.


NO; el problema no está en las madres. En primer lugar, está en la sociedad que las educa y las prepara, para tener ciudadanos de primera.   Y luego, está en lo que cada hijo decidirá hacer, para convivir en humanidad, a su manera. ¿Un engañador? ¿Un estafador? ¿Un ejemplo de solidaridad para con los demás? ¿Un egoísta emprendedor que solo disfruta de sus ilimitados millones de grandeza económica y financiera, empresarial? ¿Un simple obrero que con su mejor esfuerzo y dedicación sueña con alimentar y mantener a su familia, para que luego sus hijos, mejoren la sociedad? ¿Un héroe que enorgullece a su pueblo por defender su libertad? ¿Un genocida asesino que mata indiscriminadamente a mujeres y niños, en medio de una vergonzante lucha por quitarle sus territorios?

En algún momento leí, en la remera de una manifestante por los derechos humanos, una inscripción que decía: ”las putas insistimos que los políticos no son hijos nuestros”. ¡Qué gran reflexión, y aclaración! No quiero alargarme más. Simplemente me sentí obligado a hacer algunos aportes para desmitificar esos conceptos aprendidos de memoria en memoria y de boca en boca, porque así nos los han transmitido.

Creo que es hora de que, antes de reaccionar impulsivamente, repitiendo como loros enjaulados lo que les enseñan a decir, nos detengamos a pensar que “hijos de puta” son aquellos que, con su conducta, provocan el insulto hacia sus madres, y no hacia ellos.  Y de paso recordar que la mayoría de los políticos, y también los delincuentes mundiales, son hombres -padres - definitivamente tan o más más culpables, que las madres. Y también que las mujeres reciben, a lo largo de la historia, sin quererlo ni merecerlo, una pesada herencia machista.

Amen.

 

Saturday, September 13, 2025

 Les pagamos para que estudien..


Hay países donde los estudiantes deben pagar muy caro por su educación. En Uruguay, es gratis, y además, les pagamos a los estudiantes para que estudien y se preparen para enfrentar su futuro. Del cual depende el futuro de la nación.Una reciente información publicada en los medios de comunicación, nos aclara que  Se extenderán a a todos los escolares de educación pública el bono de $ 2.500, y que, este bono  inicialmente previsto para escolares de contexto vulnerable, se terminará extendiendo a todos los alumnos de primaria, de acuerdo al proyecto de ley de Presupuesto recién ingresado”.

El bono de $ 2.500 comenzó a pagarse este año, con la intención de cubrir a los escolares de los quintiles 1 y 2, que son aquellos que pertenecen a las familias de menores ingresos. Según resume El Observador, el proyecto de ley de Presupuesto, que fuera ingresado al Parlamento el pasado domingo 31 de agosto, prevé ampliar -de forma gradual- el bono para que termine abarcando a todos los escolares de la educación pública. El objetivo es que en 2028 cubra a todos los alumnos de educación inicial y primaria del sector público.

En números, el año próximo serán cubiertos 171.584 estudiantes con una inversión de $ 449 millones; en 2027 serán 229.922 los estudiantes que se beneficiarán, con un costo de $ 600 millones, y finalmente en 2028 serán cubiertos 305.798 alumnos con una erogación de $ 799 millones (19.892.016 USD) Quizá desde una mirada de países muy ricos en recursos naturales, económicos y financieros, estas cifras no son espectaculares. Pero para un país pequeño demográficamente, como Uruguay, que no cuenta con ninguno de los excesivos recursos naturales que enriquecen a tantos países hermanos (petróleo, gas, acero, aluminio, bauxita, litio, etc.,) creo que esto es un mérito enorme de su propia sociedad. 

Queda demostrado que el mayor recurso que tenemos los uruguayos, es nuestra capacidad intelectual, para crear y desarrollar riqueza humana, más allá de las limitaciones de riquezas naturales - que no nos fueron concedidas por el orden universal – y sin que tuviéramos derecho a reclamar. ¿Y acaso, anuncios como éstos, de mayor inclusión social, no deberían enorgullecer a cualquier sociedad humana? ¡Me felicito por ser uruguayo! ¡Porque mientras los mayores referentes mundiales se ocupan en resolver sus diferencias mediante guerras, armamento sofisticado, asesinatos, genocidios, y exclusiones, los problemas sociales, en Uruguay, los resolvemos entre nosotros mismos! No hacen falta despliegues militares de armas atómicas, nucleares, ni misiles especiales, nuestra única arma es la que, en definitiva, resolverá la existencia (o no) de la humanidad: “el mayor conocimiento”.

 La paz; el respeto a nosotros mismos, y los aportes que podamos agregar a nuestra propia convivencia, es nuestro mayor capital humano -y nuestra mayor defensa -ante los excesos de protagonismo de quienes pretenden hacer de la humanidad, una guerra entre el armamento militar y el armamento intelectual. ¡Somos uruguayos, y somos un ejemplo! Por ello, les pagamos a nuestros estudiantes para que estudien y se formen como ciudadanos, que nos ejemplifiquen y aporten sus capacidades al resto de la sociedad. ¡‘Vaya! ¡Esta sí, que es revolución social!

En mi boletín mensual, “Buenas Noticias Uruguay” (de agosto 2025) acabo de publicar dos hechos que avalan lo acertado de nuestro sistema de educación, y que nos enorgullecen como nación.

“Equipo Urubots de UTEC ganó el desafío técnico de drones en el mundial de robótica FIRA en Corea del Sur, La competencia, conocida como “la FIFA de la robótica”, reunió a más de 1.000 participantes de todo el mundo. El equipo uruguayo de robótica Urubots, integrado en mayoría por estudiantes y docentes de UTEC Rivera, obtuvo el jueves el primer puesto en el Desafío Técnico de Drones Autónomos del mundial de robótica”.

“Delegación uruguaya ganó medalla de plata en Olimpiada Internacional de Astronomía. La edición 2025 se celebró en Mumbai, India. En diciembre de 2024 los jóvenes uruguayos volvieron a Uruguay con tres medallas, incluido el oro, y una mención de honor”.

“En el número anterior (Julio, 2025) recojo una información sobre que “El único alumno de la escuela rural de Florida, obtuvo el primer puesto en concurso de la Agencia Espacial Europea. El proyecto de Santino Irrazabal, un niño uruguayo de 11 años, quien en ese momento era el único alumno de la escuela rural N°85 de Puntas de San Gabriel, en Florida, ganó el primer puesto de la competición "Mi vida en 2050" de la Agencia Espacial Europea. El trabajo de se enfrentó al de niños de Alemania, España, República Checa y Filipinas, entre otros países”.

Estos son apenas tres recientes casos que he publicado en los últimos números de mi boletín mensual. Más atrás, y en los doce años de existencia (y de distribución gratuita) como medio de comunicación e información, hay cientos más que hablan del potencial de nuestros niños y jóvenes, de cara a un mundo cada vez más cambiante y desafiante. Y más adelante, en este proceso, relato el ejemplo de “Un uruguayo que fue elegido por la revista Time entre las 100 personalidades más influyentes en IA en el mundo”.

El listado, según Time, incluye a Alan Descoins, CEO y socio de la tecnológica uruguaya Tryolabs, quien aparece en el listado de 2025, donde también figuran empresarios de la talla de Elon Musk, Sam Altman y Mark Zuckerberg, como "los innovadores, líderes y pensadores que están transformando nuestro mundo a través de avances innovadores en inteligencia artificial".

Sin duda, más allá de lo mucho o poco que haya que corregir, tenemos un potencial humano que debemos capitalizar, alimentar, y fomentar, más allá de diferencias sociales y económicas, que también debemos mejorar. La enseñanza uruguaya -desde la primaria - donde se siembran los primeros conocimientos y valores para los futuros protagonistas del destino de la nación, tiene muchos méritos para celebrar, y muchas lecciones para compartir.


¡La vocación de nuestros maestros y maestras rurales, entre otros, a lo largo de la historia, aún en escuelas con un solo alumno que se destaca por sus aprendizajes y su voluntad de innovación, bien vale la pena apostar por un futuro mejor!  En este sentido, la Casa del Maestro Jubilado, por ejemplo, aquí en Montevideo, que asistió a tantas luchas y orientaciones para el reconocimiento y mejoramiento de la profesión, recoge innumerables historias de superación.

¡Sigamos pagando pues, e invirtiendo, como sociedad, en la educación de nuestros niños y jóvenes, para seguir alimentado ese recurso humano, más importante aún, que los ricos recursos naturales que no nos concedió la natural composición universal!

 

Monday, September 08, 2025

 Que lástima Javier..


ELECCIONES EN PROVINCIA DE BUENOS AIRES: Javier Milei: “Hemos tenido una clara derrota y hay que aceptarlo”. La Libertad Avanza sufrió una dura derrota en las elecciones bonaerense de este domingo 7 de septiembre, en las que perdió por 13 puntos de diferencia ante Fuerza Patria, el frente que reunió al peronismo bajo el liderazgo del gobernador Axel Kicillof.

Antes que nada, yo les pediría a los hermanos argentinos que de una vez por todas, me aclararen las diferencias entre peronismo y kirchnerismo. Porque muchos hablan de que triunfó el peronismo, y otros de que triunfó el kirchnerismo, en la figura del hijo mimado de Cristina Kirchner. Y recordando, por ejemplo, el audio que se filtró en 2018, de un llamado telefónico entre Cristina y su secretario, Oscar Parrilli, en el que se refería al partido  peronista de manera muy despectiva.

A los del partido los dejemos hablando solo. En absoluto vamos a ir a pelear”, decía en aquel momento Cristina, antes de completar con una grosería que se convertiría en uno de los clásicos de su biblioteca de exabruptos: “Que se suturen el orto. Aparte acá (en Santa Cruz) nunca le dimos bola al partido. Nunca”.  O cuando, el 2016, en una conversación con Antonio Cafiero, Cristina Kirchner, aludiendo a Perón aclaro: 'Yo, para ese viejo de mierda, no pongo mi firma". Y bueno, pero supuestamente hoy, ¡el kirchnerismo es el emblema del peronismo!

Pero me interesa volver al tema de la elección perdida por Milei. Acabas de perder una elección importante dentro de la Provincia de Buenos Aires, Javier. ¿Harás tu autocrítica? Porque me voy a atrever a hacer algunas reflexiones que creo puedan ser un aporte a las grandes conclusiones, detrás de todo esto.

1: Nunca desayunaste con la idea clara de que, pese a tus muchas locuras y divagues, llegaste a ser el presidente de todos los argentinos.

2: Que representabas a la gran República Argentina ante el reto del mundo.

3: Que tus ideas  profesionales, no eran el elixir de las experiencias mundiales.

4: Que no supiste oír la voz de un pueblo que te pidió desesperadamente un cambio, pero no que lo tomaras de rehén de tus propias creencias, y para hacer tus experiencias.

5: Que por tu sed de protagonismo personal, y de acuerdo a aquellos principios de Peter (*) puedes haber llegado al límite de tu incompetencia, para ser presidente.

6: Que por tu orgullo personal, deshumanizaste las expectativas y necesidades reales del pueblo argentino.

7: Que de acuerdo a todo esto, los Intendentes, y alcaldes, etc., que son quienes conviven diariamente más cerca de sus realidades sociales -las cuales tú has querido ignorar neciamente, para mantener tu proyecto - no podían votarte, porque sería suicidarse.

8: Que esto no significa que el pueblo argentino te haya repudiado ni negado: simplemente, en una instancia especial, y muy regional, te envió un mensaje para reclamarte que ya es hora de “un crecimiento económico con inclusión social”, que fue el gran mérito de los uruguayos.

9: Que es necesario, Javier, que bajes las revoluciones macroeconómicas, para valorar y potenciar el enorme esfuerzo y la enorme contribución de las microempresas, que son – más allá- las que producen más trabajo genuino para mejorar la sociedad.

10: Que no te deslumbres ni alcahuetees, los liderazgos tan descabellados como el  de Trump en Estados Unidos, y el genocida Netanyhau, en Israel; están muy lejos de nuestra sensibilidad latinoamericana. ¡Tu política exterior es un desastre!

11: No se si tu perro Conan te está aconsejando mal: pero yo te sugeriría que contrates a un especialista en comunicación y mercadeo.

12: Más allá de estas modestas sugerencias, te deseo toda la mejor suerte que el pueblo argentino se merece, y que tu le prometiste. Sería un suicidio volver a lo anterior.

13: Finalmente, que no olvides que los jubilados, los discapacitados, y los más necesitados, no son números, sino compatriotas, que dependen de la dignidad de su nación, y sus gobernantes.

 

Nota: El principio de Peter (Libro de Laurence Peter, y Raymond Hull, 1969) establece que una persona competente en su trabajo obtendrá un ascenso a un puesto que requiere habilidades diferentes. Si la persona ascendida carece de las habilidades requeridas para el nuevo puesto, será incompetente en el nuevo nivel y no volverá a ascender.

Saturday, September 06, 2025

 Y le pagaron para matar gente..

“Y salimos a matar gente, se titula el libro que en 2007 publicara el sacerdote y analista social venezolano Alejandro Moreno, Universidad del Zulia, cuyo título es seguido de una precisa explicación: “Investigación sobre el delincuente venezolano violento de origen popular”. En un capítulo especial, el Padre Moreno nos habla de varias entrevistas realizadas a jóvenes de 15 años, relacionados con el delito, la muerte, y sus motivaciones. Y uno de ellos aclara y declara que ”salimos a matar gente para que nos respeten”.
Y hoy me pregunto desde Uruguay, si será el mismo fenómeno que está destruyendo nuestra sociedad.

"Aquí se caen muchos mitos -aclara el libro - Y uno es que la pobreza no tiene nada que ver con la delincuencia. Es decir, tiene que ver en cuanto a que son pobres, pero no es por pobres por lo que delinquen. ¿Por qué lo hacen? Delinquen porque quieren sobresalir, quieren adquirir lo que ellos llaman respeto. Y respeto es imposición, miedo". Para ello, y según sus testimonios, salen a matar gente.
Claro, la pobreza, en estos casos no es tanto económica, sino intelectual; que es peor que la económica; pues depende de un proceso de educación y formación humana en principios y valores, para lo cual es necesaria la gestión de quienes deben administrar los recursos de la nación. Un ser humano sin respeto a principios y valores comunes, es un peligro para la sociedad. Y para el mundo entero. Recordemos que todas las armas de destrucción humana, fueron creadas por la mente humana.
Por ejemplo; el diario El País, en su edición del 31/08/2025, nos informa que “Imputan a adolescente de 16 años por homicidio en Malvín Norte: solía juntarse con la víctima y le pagaron para matar”. Y prosigue aclarando que “el fallecido era hijo de un líder criminal de la zona que controla la venta de drogas en la zona desde hace varios años, y tenía antecedentes vinculados a estupefacientes". Los investigadores presumen que una banda rival ofreció dinero para darle muerte”, en el complejo de viviendas INVE, en Malvín Norte. El menor, de 16 años, esperará la acusación fiscal recluido en una de las instalaciones del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa).
Los ejemplos importados. O sea, sí, tenemos las previsiones institucionales adecuadas, para internar a estos pequeños monstruos humanos, una vez que ya cometieron sus delitos. Pero aparentemente, no las adecuadas para prevenirlos. También se aclara que fue una moto la que apareció repentinamente, y desde ella uno de sus ocupantes disparó. ¡Mi Dios! ¡Esto me hace recordar las épocas de Pablo Escobar, en Colombia, o del Chapo Guzmán, en México! ¡Pero no es en Colombia ni en México, es en Uruguay! ¿Cómo podemos haber permitido que esta brutal violencia y degradación humana haya llegado a nuestra sociedad?
La mayoría de nosotros hemos visto – y hasta disfrutado como entretenimiento -los violentos métodos de exterminación por medio de sicarios motorizados (una nueva técnica llegada a Uruguay) a través de películas como “Sicario”, y las series sobre Escobar y el Chapo.
A través de estas películas, muy premiadas por cierto en los principales festivales cinematográficos, hasta estar propuesta para un Oscar, y otras, se muestra cómo, en qué condiciones, y por qué, las mafias criminales organizadas reclutan y preparan jóvenes con expectativas inciertas, dentro de un modelo criminal que -supuestamente -puede brindarles reconocimiento social inmediato, riqueza y fortunas ilimitadas sin necesidad de gran sacrificio laboral, y satisfacciones y placeres impensados. ¡Carajo; la verdad que la oferta es interesante!
En Uruguay, mucho de esto lo aprendimos, mayormente, de los colombianos; a su vez, la explotación de los cajeros automáticos de los chilenos; a organizar grandes operativos de robos contra bancos y financieras, de los brasileros; algunas técnicas y jodas de estafas y corrupción de los argentinos; también recibimos intentos de asalto a nuestros mejores hoteles punta esteños por parte de mexicanos; y algunas otras de ese turismo no deseado que recibimos, por ser un país tan amable, y receptivo, que con mucho esfuerzo, y aprendiendo de nuestros propios errores (pagados con nuestra propia sangre) nos cobran un PIB (en este caso “Producto a la Ineficiencia Bruta”) como sociedad humana.
Entonces debemos preguntarnos: ¿es que no hemos hecho lo suficiente para evitarlo? Y en este sentido, me interesa destacar un esclarecedor artículo de Leonardo Pereyra, en El Observador; quien destalla en su artículo “La lucha contra el crimen y los sospechosos de siempre”, los respectivos esfuerzos (o por lo menos sus intenciones) a través de los últimos gobiernos, en cuanto al tema de la seguridad. “Hace ya más de diez años que la principal preocupación de los uruguayos dejó de tener relación con la marcha económica del país, con el empleo o con los salarios -nos aclara Leonardo. “El avance de la delincuencia logró que el miedo se instale en buena parte de la sociedad y que la posibilidad de ser asesinado o de ser víctima de un asalto cause más desvelos que la plata con que se llega a fin de mes”.
“Los políticos han sacado apunte sobre este cambio reflejado en las encuestas y los últimos tres gobiernos, más allá de sus diferencias ideológicas, han tratado de lograr acuerdos en temas vinculados con la inseguridad. Pero es válida la sospecha de que esta búsqueda de acuerdos tiene que ver menos con la necesidad de políticas de Estado y más con la intención de licuar responsabilidades”. ¡Genial! ¡Lo aplaudo! Porque, además, tomárselo más en serio, implicaría una revolución social impredecible, en medio de nuestra pacata, golpeada, sacrificada, y a su vez beneficiada política sobre “derechos humanos”, que no siempre responde a las expectativas de los “humanos más derechos”.
Todos nos hemos equivocado. En este sentido, las diferentes administraciones, en lugar de realizar una autocrítica de lo actuado, convocan a comisiones o mesas interpartidarias con poco y/o, ningún resultado. Recordemos que el Frente Amplio, previendo la derrota, sacrificó en su último año a un joven, y serio profesional, Gustavo Leal, quien hizo un excelente trabajo destapando maniobras delictivas y enfrentándose incluso, cara a cara, con los protagonistas del delito. Pero ya era tarde.
Más tarde lo hizo renunciar a una comisión propuesta por Lacalle, también en su último año de gobierno, avizorando que tras la invitación al diálogo se escondía un manotazo de ahogado. Y actualmente hay otra convocatoria, esta vez por parte del presidente Orsi, en el inicio de su gestión. Entonces -nos interroga Leonardo Pereyra - ¿estos diálogos son instrumentos genuinos de búsquedas de consensos o tan solo una válvula de escape de gobiernos que necesitan compartir costos políticos?, ¿se trata de gestos institucionales o de confesiones de impotencia?
Porque es evidente que, en estos supuestos diálogos, o encuentros sociales, cada quien viene con su modelito partidario, ya elaborado, para poner encima de la mesa, condicionado por intereses, conveniencias, o posiciones sectoriales. Y esto es muy grave. Y urgente. Porque más allá de un insuficiente desarrollo demográfico, estamos perdiendo la gente joven, que debería ser el principal capital de una nación.
Analicemos las implicaciones de este último macabro caso: “Se trata de un menor de 16 años, que solía juntarse con la víctima, y a quien se presume que una banda rival ofreció dinero para darle muerte. Además, el fallecido era hijo de un líder criminal que controla la venta de drogas en la zona desde hace varios años, y tenía antecedentes vinculados a estupefacientes". ¡Dios! ¿Cómo hemos llegado a todo esto, en medio de tanta información conocida, que ya presagiaba estos desenlaces?
¿Hasta cuándo bandas delincuenciales enfrentadas, y ya identificadas, se adueñan intelectualmente de nuestros jóvenes, y pagando un flaco servicio por eliminación de los hasta ayer, convivientes, se apoderan de un barrio, o una zona, para destrozar vidas jóvenes y familias, y avergonzando a la sociedad?

¿Por cuánto matan, estos jóvenes sicarios, a otros vecinos, amigos o convivientes, como para arriesgarse a terminar en una cárcel, o muertos? ¿Por un par de dólares, unos championes de marca, o unas dosis de pasta base? ¡Qué negocio tan barato y tan redituable, a su vez, para quienes los contratan!
¡Quizá deberíamos aprender de sus métodos! ¿Es más efectiva la universidad del delito que la universidad de la república, y sus miles de oportunidades laborales? Porque en Uruguay, la educación es gratuita; ¡la pagamos entre todos los habitantes, y nos produce ciudadanos que dan orgullo a la nación!
Pero esa universidad del delito, que supuestamente también es gratis, la pagamos con vidas humanas destrozadas y una sociedad avergonzada. ¿Hasta cuándo, y cómo, y por qué, la educación ciudadana está fracasando, y produciendo monstruos humanos, en lugar de ejemplares ciudadanos?
¿Se acabó el recreo? Muy atrás quedó el “se acabó el recreo”, del cabildante Guido Manini Ríos y el proyecto de reforma constitucional “Vivir Sin Miedo” que catapultó a Jorge Larrañaga hacia el Ministerio del Interior, en el gobierno de Lacalle Pou. El recreo continúa, y el miedo en las calles, también. No estoy seguro de si es un problema de más mano dura, o más mano blanda; lo cierto es que entre un 70% de reincidencia de los liberados de las cárceles, y la toma de control de los barrios por familias de delincuentes, estamos ante una permanente reproducción del delito.
Entonces, sin duda es momento de aplicar otros métodos, otros conceptos, y otra forma de gestionar nuestra seguridad. En todo caso, y ya lo alertó algún informe de la ONU, hace muchos años, la custodia penal, la reinserción social, la capacitación laboral, y el rescate de los valores sociales, de quienes cometen delitos, no pueden seguir en el mismo Ministerio del Interior, y la policía, que es quien los identifica, los apresa, los enfrenta a costa de sus vidas, y los entrega a la justicia. ¿Acaso se sentirán, unos y otros, representados ante la sociedad?
Las bajas acaecidas en esta batalla por la vida, nos muestran que para morir, no hay distinción política, económica, ni social. Y vemos también los esfuerzos de nuestros policías desmantelando bandas de maleantes, abortando secuestros, cerrando bocas de distribución de drogas, rescatando plagiados, cayéndose a tiros y muriendo ellos también en esta batalla sin cuartel y sin sentido. El tema, mucho más allá de ser un combate policial, se convierte en una guerra social. Y esta guerra social no la ganaremos solo con las armas, sino con las ideas. Necesitamos más y mejores ideas; no sólo más y mejores policías.
Pero nadie se atreve a confesar, porque recibir la carga es muy fuerte, que tenemos un problema que depende más de educación, que de justicia.
En fin; la dejo por aquí, porque el tema es muy largo...

 ¿Fue Jesucristo un producto del marketing?


¿Jesús era blanco, delgado, de ojos azules y barbudo, o moreno, bajito y de cabello recortado?
Edison Veiga - Milán, para BBC Brasil -30 marzo 2018 -Nos aclara que después de siglos y siglos de eurocentrismo —tanto en el arte como en la religión— se sedimentó la imagen más conocida de Jesús: un hombre blanco, barbudo, de cabello largo castaño claro y ojos azules. A pesar de ser un retrato ya conocido por la mayoría de los cerca de 2.000 millones de cristianos que hay en el mundo, se trata de una recreación que debe haber tenido poco que ver con la realidad. El Jesús histórico, señalan expertos, muy probablemente era moreno, bajito y mantenía el cabello recortado, como los otros judíos de su época. La recreación elaborada por el brasileño Cícero Moraes, por ejemplo, muestra que los judíos que vivían en Medio Oriente en el siglo I, tenían la piel, el cabello y los ojos oscuros.
La dificultad para saber cómo lucía Jesús viene del mismo origen del cristianismo: el Nuevo Testamento, la parte de la Biblia que narra la vida de Jesús, no hace ninguna descripción de su aspecto. "Los evangelios no lo describen físicamente, no dicen si era alto o bajo, guapo o fuerte. Lo único que dicen es su edad aproximada, unos 30 años", comenta la historiadora neozelandesa Joan E. Taylor, autora del nuevo libro What Did Jesus Look Like?("¿Cómo lucía Jesús?") y profesora del Departamento de Teología y Estudios Religiosos del King's College de Londres, Reino Unido.
Y bueno, según mi propia y atrevida visión, ya que se trata de imaginarlo en la galería de los grandes redentores de la humanidad, yo me lo imagino -más allá de su aspecto físico -tan humano como mi gran ídolo, Mahatma Ghandi, o Nelson Mandela, o Martin Luther King,(entre otros) quienes -siendo humanos engendrados y paridos por humanos -intentaron redimir lo más básico y elemental de los derechos de nuestra humanidad. Porque si no aceptamos que somos humanos, no somos nada. Y si no somos nada, este planeta tierra ni debería existir.
Pero ni Ghandi, ni Mandela, ni Luther King, lograron posicionarse en la historia de la humanidad, como Jesús. Y para humanizar y visionar más estos ejemplos, me atrevo a citar algunas presentaciones publicitarias realizadas por algunos famosos publicistas, como el brasilero Roberto Dualibi (a quien tuve la oportunidad de conocer en Punta el Este) sobre el marketing, quien considera a Jesucristo y la Iglesia como el máximo ejemplo de ello, debido a su alcance, influencia duradera y capacidad para inspirar y conectar con una gran cantidad de personas a lo largo de la historia. Es cierto, también, que son producto de épocas y circunstancias muy distintas.
La idea no es nueva, nos advierte el portal PMK (Puro Marketing) y el extraer de la figura de Jesús, lecciones de marketing, es bastante habitual. No han sido pocos los que han encontrado lecciones de marketing, en la Iglesia, y teniendo en cuenta que es una organización que acumula más de 2.000 años de vida, muy mal no han estado haciendo las cosas en cuestión de mensajes y sostenimiento de la marca. “Ten un líder carismático”, contar con una persona carismática como líder, como embajador de la marca, es casi prácticamente un seguro de que se va a conseguir triunfar, al menos a la hora de llegar a los demás”, agrega.
Y bueno, eso es lo que ha motivado históricamente, a los publicistas, a utilizar personalidades conocidas dentro del ambiente del espectáculo, para presentar y recomendar sus productos ante las grandes audiencias televisivas. Ubicar figuras de simpatía (y supuesta empatía) y credibilidad, para rápidamente conceder credibilidad a nuestra propuesta comercial. ¡Como si el producto, por sí solo, no valiera nada, hasta que lo digan ellos!
Y lo que pretenden lograr los representantes políticos de nuestros tiempos, es más o menos lo mismo. Ubicar un producto (personaje) con la suficiente credibilidad y empatía, emocionalmente, para que nos represente políticamente. Aún sin analizarlo y preferirlo racionalmente. Porque somos cómodos mentales; no queremos que nos obliguen a pensar y reflexionar. Simplemente que nos den nuevas emociones para confiar.
Y creo, hermano humano, que la burrada más grande de la humanidad, es haber transformado todo -nuestras vidas personales, profesionales, y sociales - en un gran show diario, y creciente, de protagonismo personal. Hace poco leí un artículo sobre cuales son los fundamentos de la permanente felicidad, atribuida a los países nórdicos. Allí nos habla de “La Ley de Jante: igualdad sobre individualismo”, un pilar cultural de los países escandinavos; un código tácito que desalienta el individualismo extremo y promueve la igualdad social. “Nadie debe sentirse superior ni destacar públicamente. Esto refuerza la idea de que la estabilidad social es más valiosa que la ambición personal”.
¡Vaya! Que enorme diferencia con los postulados de nuestro entorno regional, en el cual el quien eres, lo determina el cuanto tienes. Y me da por pensar en Jesús, ese hijo de mujer humana, pero a quien la Iglesia pretende ignorar como producto del elemental desarrollo de la raza humana -a través de la procreación natural -creando como padre engendrador una figura difícil de asimilar: “el espíritu santo”. Como hombre, y padre, me siento frustrado.
Conste que en esa época no existía la famosa IA (Inteligencia Artificial) con sus diversos “Asistentes virtuales y chatbots”. Y me hubiera encantado conocer a Jesús, a pesar de que no se aclara tanto sobre su vida hasta llegar a esos treinta años de su particular condena, sacrificio humano, y posterior ejecución, en la barbarie humana de una crucifixión. Porque si creo, que humanamente, debe haber sido un buen amigo en quien confiar, un compañero intelectual con quien razonar, y un ejemplo de entrega personal.
Vaya pues mi saludo a la Iglesia (yo me preparé inicialmente en la congregación cristiana salesiana, que gestionaba la Escuela Agrícola Jackson, en Uruguay, hoy convertida en un enorme polo de desarrollo personal y profesional a través de Jacksonville, y Zonamerica. ¡Como me hubiera gustado, Jesús, que estuvieras representado, más aquí, en nuestro modesto pero ejemplar Uruguay, que en las grandezas y riquezas ornamentales del Vaticano, en Roma.
Te la dejo ahí; flaco, blanco, delgado, de ojos azules y barbudo, o moreno, bajito y de cabello recortado, porque sin duda has sido un referente universal -obligado -que más se ha destacado, para conglomerar a tanta gente, tantas creencias, y tantos valores compartidos, entre tanta confusión, que no aporta mayores diferentes.
Un abrazo..

 ¿Al mundo le falta un tornillo?


A veces, entre tanta y cuanta conflictividad humana creciente, uno recurre a evocar aquellos conceptos tan simples, populares, y existenciales, de nuestra cultura popular, buscando encontrar respuestas más específicas, que científicas. Porque si bien la conflictividad humana ha sido siempre una constante, y pese a ella, o a través de ella, la humanidad ha avanzado tanto, logrando impensadas creaciones tecnológicas, revolucionarias investigaciones científicas, inapreciables medicamentos, avances para mejorar la salud humana, una cascada interminable de aplicaciones para facilitar cada día más nuestro relacionamiento, aún una parte de los habitantes de este único planeta tierra en donde vivimos los humanos (¡supuestamente sin habérselo arrebatado a nadie!) sigue empeñada en la destrucción de unos, para el enriquecimiento -y aún el lucimiento -de otros.

Y entonces, en momentos tan especialmente deshumanizantes y degradantes, se nos vienen a la memoria las letras de aquel tango argentino-uruguayo compuesto por José María Aguilar Porrás con letra de Enrique Cadícamo en 1932, “Al mundo le falta un tornillo”, cuyos versos aluden a la crisis de la década de 1930, con un formato de canción de protesta mezclada con la ineludible apelación al lunfardo: “Todo el mundo está en la estufa, triste, amargao y sin garufa, melancólico y cortao”.

Y si; no hay duda de que hay razones para que una buena parte de nuestros convivientes vivan en un mundo triste, amargados, desesperanzados, brutalmente relegados, y atrozmente cortados. A nivel mundial, hay más de 120 millones de personas desplazadas por la fuerza, incluyendo tanto refugiados como desplazados internos, según datos de ACNUR a finales de 2024. Pobre gente, y pobre humanidad; teniendo en cuenta que se invierten tantos miles de millones de dólares en guerras genocidas, asesinas, y degradantes, humanamente.

Y lo más triste es, como sigue aclarando el tango, que: “El ladrón es hoy decente, a la fuerza se ha hecho gente, ya no encuentra a quién robar, y el honrao se ha vuelto chorro porque en su fiebre de ahorro, él se "afana" por guardar”.

Y bueno, pero es que si en países como Estados Unidos, Argentina, o aún Brasil, se sigue admirando y venerando, a los dirigentes políticos que más han defraudado, burlado, estafado, engañado, y atentado contra la constitución y las leyes, de sus países (Trump, Kirchner, Bolsonaro, como los más emblemáticos, ) la verdad, creo que sí; ¡que al mundo le falta un tornillo! O más de uno. Y suplicaremos, como en las letras del tango: “Que venga un mecánico, pa’ver si lo puede arreglar”.
El nacionalista Trump, el del “Make América Great Again”, acusado en vergonzantes episodios de promover ataques al congreso de la nación, intentando desconocer los resultados de las elecciones presidenciales, y condenado a pagar millones de dólares por fraude al Estado de Nueva York, es una de las primeras imágenes de ese mundo raro, difícil de entender entre humanos. ¡Y fue electo por segunda vez, presidente de los poderosos Estados Unidos de Norteamérica, con gran porcentaje de aprobación -aún dentro de los sectores populares!
En Argentina, a su vez, los Kirchner -convertidos en los nuevos peronistas - robándole las banderas al modelo del populista General Juan Domingo Perón, hicieron de las últimas décadas los ejemplos más descarados de corrupción, engaños, mentiras, y enriquecimiento personal. Al punto tal que la Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmó la condena a 6 años de prisión y la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos de la expresidenta -y luego vicepresidenta -Cristina Fernández de Kirchner, por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado.

Lástima, porque significó un nuevo espejismo a través de algunos beneficios sociales, que luego se diluyeron en su sustentabilidad, produciendo más pobres, más inflación, más empleo informal, y encubriendo una red de corrupción, con enriquecimiento familiar. ¡Décadas perdidas para el crecimiento y enriquecimiento del grande y rico pueblo argentino, que dejaron cifras deplorables en pobreza, endeudamiento, inflación (el castigo de los pobres) y una deplorable imagen política y social!
Y hoy, la expresidenta está condenada y presa, con tobillera incluída, en su propio hogar, por respeto a su mayoría de edad.

En nuestra hermana Brasil, a su vez, la Corte Suprema decidirá a partir del 2 de septiembre si el expresidente Jair Bolsonaro es culpable de haber tramado un golpe de Estado contra el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, lo que podría llevarlo a la cárcel (15.08.2025). El fallo de los magistrados concluirá un proceso penal iniciado en marzo, contra el exmandatario (2019-2022) por supuestamente haber intentado impedir la asunción de Lula, luego de que este lo derrotara en las elecciones de 2022. Y al igual que Trump, arengó a lo más salvaje y radical de sus seguidores a tomar la sede del gobierno, destrozando todo lo que se pudiera, para que la sociedad se pudriera, y se confundiera.
Por algo Trump, hoy trata de intervenir y castigar con sus caramelos arancelarios, al país norteño que soberanamente, decide hacer justicia por sus propias leyes y valores. (¡Una payasada norteamericana!) ¡Y sin embargo, Bolsonaro sigue teniendo cientos de miles de simpatizantes, que se reúsan a creer en lo que ven sus ojos, y escuchan sus oídos!
Y es que entonces deberíamos preguntarnos; ¿por qué, si estos personajes han demostrado ser nuestro mayor engaño, nuestro fracaso como sociedad democrática, socioeconómica, y la representación de los antivalores que no permiten unirnos en nuestra existencialidad, los seguimos reverenciando, votando, y destacando, pese a sus implacables ejemplos de incompetencia y mediocridad? Sin duda sigue existiendo -aunque tantas veces repetido -el fenómeno humano entre la emocionalidad y la racionalidad. No razonamos, simplemente votamos. Y en ese grande pero a su vez pequeño acto -de no más de tres minutos -de meter una boleta en una urna, decidimos las experiencias que nos hayan tocado como nación, y lo que deseamos como aspiración.
Lo lamentable, es que confundimos nuestros legítimos reclamos racionales, con una simple manifestación emocional de nuestros sentimientos y resentimientos personales, sin considerar sus consecuencias para el resto de la sociedad. Y así, no va. Aquí nos falta un tornillo. No va a ser fácil lo del mecánico especializado que pueda ajustar algún tornillo en este mundo tan desajustado; pero siempre habrá que confiar en algún Mesías creado, que venga a tomar la posta de Jesucristo y sus discípulos. Jesucristo, por lo pronto, ya afirmó -ante quienes quisieran escucharlo y postularlo –¡que no vuelve ni resucitado!
Nuestros actuales líderes políticos y sus promesas de recetas mágicas de bienestar, están desgastados, agotados, y hasta ridiculizados. Confiemos pues, en las nuevas generaciones; quizá por ahí puedan venir los mecánicos capaces de identificar los tornillos que nos falta ajustar.
Amen.