La Tercera Opinion

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Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Saturday, March 16, 2019


¡Hay que pegarle al MIDES..!

Bueno, Laccalle Pou dijo que “hay que pegarles a todos los del Frente Amplio”. Algo que, por otra parte, ya lo han venido haciendo con mucho tiempo, amor, y dedicación.

Personalmente creo que, como uruguayo, le debo una disculpa al MIDES. Confieso que luego de leer la entrevista publicada por el diario El País, el domingo 3 de marzo, 2019, a la responsable del MIDES, Marina Arismendi, y en la cual enumeró y detalló los inmensos y conflictivos desafíos sociales enfrentados desde ese organismo, y los logros alcanzados, me dije:  ¡Joder! ¡Que ovarios tiene esta mujer! Y no me importa si es comunista, o bolsonarista o Trumpista, por cuanto nunca juzgo ni descalifico a nadie por su ideología política, sino por sus  acciones, decisiones, y concreciones, a la hora de lograr el  bienestar de los compatriotas!

Y comienzo por reconocer que yo también, en su momento, fui prisionero de las percepciones ciudadanas -y con seguridad mayoritarias -de la población, acerca de  la eficiencia del MIDES. Lo aclaro, porque en algún momento yo también le pegué, denunciando incluso ante la prensa, la invasión de ciudadanos desconocidos que, en forma intermitente, han ido apareciendo en nuestros barrios durmiendo en las aceras, confundidos entre las bolsas de la basura -haciendo sus necesidades tras los contenedores, y asentándose en las ochavas de los edificios, los espacios públicos, y hasta las puertas de nuestras viviendas.

Algo muy fuerte, que alimenta el panorama de inseguridad -que tanto le gusta promocionar a la prensa y la TV, diariamente -  agudizando la sensibilidad reinante en la población. Y que atenta -además de contra ellos mismos y su dignidad --contra todo tipo de aceptable convivencia.  Pero es que esta doliente realidad que afecta a un considerable número de compatriotas, lejos de crearla ni recrearla el Frente Amplio, si, tuvo que enfrentarla urgentemente, apenas llegado al gobierno, con los pocos o muchos recursos existentes. Y que mientras recibía los palos permanentes de una oposición egoísta e indiferente, fue mostrando los exitosos resultados que nos convertirían en un país referente!

Así por ejemplo, mientras en un Editorial del año 2015, y al cumplirse los diez años del MIDES, el diario El País dramatizaba bajo el título “El Mides bajo la lupa”, “El artículo publicado este domingo (por el mismo El País) era estremecedor”. Y en ese artículo,  El País -quien nunca ha sido un fervoroso adalid en la defensa de los más pobres y los niños, afirmaba que “se narraba allí el drama de los niños que nacen en los hogares de menores recursos en Uruguay, una historia de exclusión, desidia y abandono. Y la conclusión era implacable; existe una absoluta orfandad en materia de apoyo estatal a estos niños”. Y más adelante, el adalid de los más necesitados aclara: “Con un agravante. Según los últimos datos estadísticos, casi el 50% de los uruguayos que nacen cada año lo hacen en los hogares que se encuentran en el 20% más pobre de la sociedad.
 
En contraste, voy a recordar, simplemente, algunos datos de la exposición de la Ministra Marina Arismendi, al conmemorar los 10 años del MIDES, y cuyos logros han sido reconocidos por todos los organismos internacionales. Decía la Ministra: “En el universo de 3,3 millones de uruguayos en 2005, el 2,2 % de ellos eran analfabetos, 40,8 % tenían primaria completa, 22 % secundaria completa y 9,4 % terciaria completa. También tres de cada 10 personas estaban en situación de pobreza y la tasa de empleo era de 51,4 % y el desempleo se ubicaba en 12,2 % de la población económicamente activa”.

Tras las políticas que implementó el Mides - agregaba - como el Plan de Emergencia (2005-2007), En el país de Varela, yo sí Puedo; Programa de alfabetización de adultos; la Operación Milagro; Rutas de Salida; Trabajo por Uruguay; Uruguay Clasifica; Mejoramiento del Hábitat; o la oportunidad de participar en cooperativas sociales, la realidad de muchas personas cambió. En tal sentido, recordó que en 2014 los indicadores básicos mejoraron, porque 1, 2 % de la población era analfabeta, 32,9 % había completado educación primaria, 25,6 % terminó secundaria y 10,7 % culminó la educación terciaria. Asimismo, una de cada 10 personas estaban en situación de pobreza, mientras que la tasa de empleo se ubicó en 60,4 % y la tasa de desempleo en 6,9 %. 

Todo ésto, mientras que con su sensacionalismo genético El País recordaba que  “según el último Congreso Nacional de Pediatría se concluyó algo tan evidente como indignante: "Los niños que nacen en hogares pobres tienen problemas educativos y nutricionales, entre otros, y no logran superarlos". Y seguía tirando golpes al MIDES, preguntando: “La gran pregunta que genera todo esto es: ¿y dónde está el Ministerio de Desarrollo Social?”
Pero a su vez aclaraba algo bien interesante, recordando ”su creación, a poco de llegado el Frente Amplio al gobierno, y tras el temporal del 2002 como forma de enfrentar la emergencia sobreviviente de la peor crisis vivida por el país en un siglo..”. ¡Ah; o sea que todas las fuerzas políticas reconocieron la peor crisis en un siglo; lo cual supone, además,  que durante el siglo hubieron otras tan graves..!

Y es también muy bueno que El País internalizara en aquel momento que “casi el 50% de los uruguayos que nacen cada año lo hacen en los hogares que se encuentran en el 20% más pobre de la sociedad”. Porque yo le preguntaría ¿desde cuándo y desde quien viene ese índice del 39.9% de pobreza y 11 de indigencia de la población uruguaya, que recibió el Frente Amplio en el 2005? ¿Cuántos pobres se fueron creando durante las anteriores décadas? Porque parecería que el Uruguay se había transformado en una máquina de producir pobres e indigentes..!

Recordemos también, una vez más,  que el Frente Amplio recién tomo el gobierno a partir del 2005, y -o casualidad - que desde allí en más todos los indicadores sociales mejoraron abruptamente. Según el Reporte 2015, sobre disminución de la pobreza, se reconoce que  Uruguay "avanzó en los últimos diez años más que en los cincuenta años anteriores". Hasta ser reconocidos por los organismos internacionales (CEPAL, por ejemplo) que en su informe bien fresquito, publicado a enero, 2019, asegura que “El país (Uruguay) registra una tasa de pobreza de 2,7 de acuerdo a la metodología de ese organismo -diferente a la del INE que la sitúa en 7,9% --y que es el único de la región que ya cumplió con el objetivo de ONU de reducir la pobreza a la mitad y la indigencia a menos del 3%”. Y que la pobreza extrema está en 0,1 %!


Destacando también que “El Uruguay es el país que más gasta en protección social -16% del PIB -solo por debajo de Chile, 16,1 %”, y que si Uruguay continúa con los esfuerzos que está haciendo, podría pronto erradicar la pobreza extrema, siendo el primero del continente. Y es que entonces tiene razón la Ministra Arismendi cuando afirma que "El Mides es la transformación de la izquierda. ¿Qué es lo que el Frente tiene de diferente? - se pregunta y pregunta la jerarca -“Lo distinto es lo que hacemos por y para la gente". Y bueno, yo creo que cuando los números hablan, los discursos se callan!

Y porque analizándolo más con mentalidad de gestión empresarial privada, y comparándolo en sus apenas catorce años de creado - con los cientos en Uruguay y miles a nivel internacional - de empresas que debieron reconvertirse, aliarse, transformarse, o cerrar sus puertas y desaparecer, valoro más aún sus resultados!  Y si me quieren convencer de que durante esta joven y exigente experiencia vivida por el MIDES, no hubieron errores…entonces sí, yo les diría que no sirvió para nada!. Porque entonces todos los grandes emprendimientos mundiales que desafían, transforman, modifican, modernizan, los desgastados paradigmas que impiden el desarrollo de la humanidad, no sirven para nada!

Hoy por hoy, reconozco que el MIDES es un Ministerio tan vital y exigente como el de Finanzas, o aún el del Interior! Porque no es, como se lo ha querido identificar, el benefactor de los “piches”, los inútiles y los holgazanes; es el sentimiento digno de un país que debe y puede, siempre, hacerse cargo de su gente y su realidad social! Una realidad social lacerante, con cientos de casos diferentes, de compatriotas humanamente arruinados, porque la sociedad pudiente no los creyó suficientes!

Claro que también hay otras opciones: siguiendo los modelos sociales de Hitler, Bolsonaro o Trump, por ejemplo, cerrando esa hermosa estructura de la antigua central de AFE -hoy propuesta como la “Estación del futuro” -y haciendo un convenio con los directivos y sindicatos de distribución del gas, en Uruguay,  podría servir como un horno de depuración de la raza uruguaya dominante!  ¡¿Ustedes se imaginan los titulares mundiales?!

No sé; digo; porque con seguirle dando palos al MIDES, tampoco hemos logrado mucho más allá, de algún show mediático para el lucimiento personal y partidario. ¡El resto, es todo paja!

Amen.