La Tercera Opinion

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Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Monday, March 29, 2021

 Mercosur, paredón y después…


Al conmemorarse los 30 años de existencia del MERCOSUR, vuelve a replantearse la vigencia y la conveniencia del tratado de Asunción, proceso de integración regional instituido inicialmente por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay al cual en fases posteriores se incorporaron Venezuela* y Bolivia, ésta última en proceso de adhesión. Algunos intelectuales coincidían en señalar que, desde las luchas de la independencia, no sucedió nada más importante en América Latina que la creación del Mercosur, el cual es considerado como una potencia económica, con un PIB de 4 580 000 000 000 dólares, lo que representa el 82,3 % del PIB total de toda Sudamérica, y cuenta con más de 275 millones de habitantes (cerca del 70 % de América del Sur). Siete de cada diez sudamericanos son ciudadanos del Mercosur.

Porque no ha sido fácil esta consagrada unión de voluntades, ya que, además de marcadas asimetrías, se jugaban posiciones empresariales muy competitivas dentro de los dos hermanos mayores del bloque, Brasil y Argentina, agravadas por las frecuentes desestabilizaciones políticas, producidas por sus distintas fuerzas, concepciones, y sus luchas intestinas.

Algo a lo cual tampoco escaparía el resto de los países del bloque. Recordemos que en junio de 2012, como respuesta al juicio político que removió al presidente Lugo, en Paraguay, y en cumplimiento del Protocolo de Ushuaia sobre el compromiso democrático, se decretó la suspensión de Paraguay de las decisiones del Mercosur hasta que fueran efectuadas nuevas elecciones democráticas, levantándose la suspensión recién el 13 de julio de 2013.

Recordemos también que Venezuela, quien firmó el Protocolo de Adhesión al Mercosur en 2006, completando el proceso en 2012, también sería suspendida, el 1 de diciembre de 2016, tras reclamársele el cumplimiento de las exigencias del Mercosur, y al comprobarse una “ruptura del orden democrático”; y no volvería a ser aceptada dentro del bloque.

¡Hoy Venezuela está sumergida en la peor crisis económica, alimentaria, sanitaria y de derechos humanos de su historia, constituyendo la mayor vergüenza para Sudamérica, y sin embargo el gobierno argentino, en un gesto de respaldo al dictador Maduro - acusado de crímenes de lesa humanidad por la ONU - ha anunciado su retirada del Grupo de Lima, compuesto por 13 países y creado en 2017 para acompañar a la oposición venezolana en la búsqueda de una solución a su brutal crisis social, política y económica. Según el presidente argentino “aislar al gobierno de Venezuela no ha conducido a nada”; suponiendo pues, que habrá que seguir apoyándolo en sus barbaridades para conducir a algo.

Recordemos también los enredos institucionales de nuestra hermana Bolivia, cuando el hermano Evo Morales engolosinado por sus tres gestiones de gobierno quiso perpetuarse en el poder, y luego de que a través de un referéndum constitucional (2016) sus compatriotas NO apoyaran una nueva reelección, el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de ese país emitió un controversial fallo a favor de las intenciones del mandatario (*).

Se realizaron las elecciones, Evo Morales fue proclamado vencedor con solo un 0,57% de diferencia, y como  el informe de los observadores de la OEA alertó sobre irregularidades en el proceso, vino el odio tras el amor, con el secretario Luis Almagro, y luego de violentas manifestaciones populares, a través de una ley consensuada entre el gobierno provisional y el Movimiento al Socialismo de Evo Morales, se anularon los comicios del 20 de octubre para iniciar un proceso de urgencia hacia nuevas elecciones. Y Evo Morales fue obligado a renunciar.  

Mientras Bolsonaro, en Brasil, en medio de la pandemia y en momentos que Brasil se acerca a las 300.000 muertes por COVID-19 y supera los 12 millones de contagios, acusa ante la justicia a los gobernadores y alcaldes del país que se resisten a sus caprichos e inconsciencias negando la gravedad de la crisis sanitaria, y en lugar de ofrecerles el apoyo gubernamental los deja librados a su suerte, y a tomar medidas restrictivas para restringir la movilidad.

¡Mi Dios! ¡Cómo no va a andar mal el Mercosur con socios como éstos! Al decir de Nelson Villarreal Durán y Melillo Dinis do Nascimento en su artículo “¿Qué pasa en Brasil? Una pregunta a parir de la región y del mundo”, “Bolsonaro es un presidente que nunca gobernó. También nunca abandonó la campaña electoral permanente. Y esto acaba por definir la acción política de todos en el país. Es un panorama de antipolítica y colisión. Todos en la política brasileña están en una campaña electoral sin fin”. ¿Y acaso esto no es aplicable también a la Argentina?

Un fenómeno muy similar a Donald Trump, en Estados Unidos. De hecho, hay otra frase en el artículo de estos autores, que se asemeja mucho a lo que podríamos decir de Argentina: “La política externa de Brasil siente mucho la falta de un proyecto y de una visión más larga que la próxima zafra de soja. ¿Alguna duda?

Por otra parte Argentina, en medio de una muy dura negociación con el FMI, unos resultados que año a año agravan su crisis social, política y económica, con un 40% de pobreza y un riesgo país sobre los 1600 puntos, una (des)orientación política muy cuestionada y una crisis institucional alarmante, al celebrar los treinta años del Mercosur, y ocupando su presidencia, el presidente Alberto Fernández, en alusión a unas declaraciones del presidente Lacalle de Uruguay planteando la necesidad de una mayor flexibilización en el bloque -se sintió agraviado y tomándolo como algo personal,  invitó a que quien no se sienta cómodo que abandone el barco (¿? )

Y está la dicotomía Fernández/Fernández, que lo confunde todo. Mientras un Fernández asegura que se va a cumplir una cosa otra Fernández dice que no se puede. Mientras el presidente Fernández le hace promesas al FMI para asegurarle que le van a pagar la deuda, la vicepresidenta Fernández declara en público que no puede pagarla porque no tiene plata. Lo cual forma parte de la vieja receta de hacer quedar al FMI como verdugo ante la sociedad toda, si no accede a las condiciones que a ellos les convenga. ¡Pufff..!

Sur... paredón y después, dice el magnífico tango de  Aníbal Troilo con letra de Homero Manzi, y que me inspira para interrogarme sobre el futuro de este Mercosur, que, luego de tantos paredones, parates y disparates, que han hecho trizas sus mejores intenciones, sigue recordando que es el mayor productor de alimentos en el mundo,​ controla las mayores reservas energéticas, minerales, naturales, de recursos hídricos y de petróleo del planeta, y posee también la selva tropical más grande del planeta, la selva amazónica 

Pero también sigue advirtiendo que, pese a ello, muchos de nuestros hermanos hoy pasan hambre y sufren las peores crisis de su historia, debido a gobernantes cegados por el autoritarismo, la ambición de poder, la ineptitud, la miopía, y las fracasadas ideologías.  Como afirmé más de una vez -y en este caso está una vez más comprobado -un país no es rico por sus recursos naturales, sino por la riqueza humana e intelectual de su gente, y en eso, no honramos a un mejor destino para el Mercosur. ¡Nuestros paredones intelectuales no ayudan!

 

Alberto Rodríguez Genta

argentaster@gmail.com

 

(*) Muy similar a la estrategia de Chávez, en Venezuela, cuando desconociendo el mandato de una Asamblea Nacional legítimamente elegida, montó un payasesco Tribunal Supremo de Justicia, montado a su capricho para deslegitimarla, y a través del cual perpetuó todo tipo de arbitrariedades contra la Constitución.

 

 

Monday, March 22, 2021

Kant, la ilustración y los desilustrados.


Sean los orientales tan ilustrados como valientes”,  fue el santo y seña que desde un pobre campamento en Purificación, donde todo faltaba,  José Gervasio Artigas, Jefe de los Orientales y máximo prócer de Uruguay y también en la Argentina, ordenó al cura  Larrañaga la creación de la biblioteca pública uruguaya. Y es que Artigas visualizó con claridad la fortaleza de una nación, que no radicaba solo en el coraje y las armas, sino en la educación y la cultura. La ilustración, pues.

"Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza", afirmaba en el mismo sentido Simón Bolívar, el otro gran Libertador. Y por ello es muy útil repasar los aportes a la ilustración de Immanuel Kant, (1724-1804) el gran filósofo prusiano, el primero y más representante del criticismo, y considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal. Kant comienza con una definición directa de Ilustración: “es la salida del hombre de su minoría de edad, de la cual él mismo es culpable. ... “Atrévete a saber”, desafía Kant; “Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento”. Pero advierte que no es fácil: la cobardía y la pereza nos mantienen en la minoría de edad.

Los pensadores de la Ilustración sostenían que el conocimiento humano podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía para construir un mundo mejor. Y la Ilustración tuvo una gran influencia en aspectos científicos, económicos, políticos y sociales de la época, siendo uno de los más dramáticos, la Revolución francesa. Y es que se le denominó de este modo por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la ignorancia de la humanidad, mediante las luces del conocimiento y la razón.

 Pero hoy, en pleno siglo XXI, por cuándo y cuánto, tanto hemos invocado la decisoria influencia de la “sociedad del conocimiento”, referida al tipo de sociedad que se necesita para competir y tener éxito frente a los cambios económicos y políticos del mundo moderno, me atemoriza la falta de ilustración, tanto de algunos personajes que se postulan para gobernar nuestros destinos, como la de quienes los elegimos.

Por ejemplo, gente que usa su poder de manipulación para enamorar a aquellos (inocentes o inconscientes) electores emocionales, violentos y resentidos, siempre inconformes con la realidad que a tantos otros les ha costado construir. Gente que ve y concibe el mundo únicamente a través de sus mezquinas conveniencias, más que convicciones. Y electores a los cuales parecería no importarles nada la ilustración, la cultura, la idoneidad, y la preparación, de quienes deben liderar los procesos de cambio para mejorar su calidad de vida, hoy tan urgentes como exigentes. Gente a la cual, por comodidad, por cobardía o por pereza, al decir de Kant, no les interesa analizar los alcances de las propuestas, para formar su opinión.

Gente anestesiada y adormecida por las ofertas banales de unos medios de comunicación, cuyo negocio en nada coincide con los valores y principios que forjan la identidad de una nación. Gente, incluso ilustrada, porque han tenido acceso a una educación, pero no la ejercen para formar su opinión. Gente de un nuevo mundo que se limita e invita, a la comodidad del no pensar, ni cuestionar. Gente alumbrada y deslumbrada por la pantalla televisiva, que cada día se adapta más a sus patrones de cultura con programas pensados para quien no lee, no entiende, no piensa, no analiza, ni le interesa analizar. La gente que le interesa a la televisión.

Que quiere simplemente que la diviertan, la entretengan, o la distraigan, aunque sea con los crímenes más violentos, con los programas y personajes más repetitivos, o con los más mediocres chismes propios o extranjeros. Todo superficial, frívolo, banal, elemental, primario, para poder disfrutarlos sin ejercitar el propio pensamiento.  Y como que todos los esfuerzos van en camino de satisfacer estas mayorías, a las cuales para nada les interesa aquello de “ten el valor de servirte de tu propio entendimiento”, al cual aludía Kant.

“Es, pues difícil, para cada hombre en particular lograr salir de esa incapacidad, convertida casi en segunda naturaleza. Le ha cobrado afición y se siente realmente incapaz de servirse de su propia razón, porque nunca se le permitió intentar la aventura.Ignacio González Barbero, Kant y Schiller) Por esta razón, pocos son los que, con su propio esfuerzo de espíritu, han logrado superar esa incapacidad y proseguir, sin embargo, con paso firme”.

“El sabio puede cambiar de opinión; el necio nunca”, afirmaba Kant, como corolario de las capacidades de los hombres ilustrados. Y he aquí pues, el resultado de tantos fracasos en la elección de nuestras autoridades. Porque, aunque la mayoría quiere cambios, nadie quiere cambiar de opinión.  Y aunque pretenden ser ilustrados, proceden como desilustrados. Y esto es lo que produce fenómenos como los Castro en Cuba y los Chávez y Maduro en Venezuela, pero también los Trump en EE.UU., y los Bolsonaro en Brasil. Personajes equivocados según el diario del lunes, pero que por algo fueron elegidos el fin de semana pasado. Y ahora, nuevamente rechazados.

Claro; no es tan fácil juzgar sin haber estado en la piel del otro; y fundamentalmente, en sus necesidades, sueños y esperanzas, circunstanciales. Y repito, “circunstanciales”. En todo caso, deberíamos recordar siempre lo que nos advertía el Mahatma Gandhi. “Si hay un idiota en el poder, es porque quienes lo votaron se sienten bien representados”. Y es que nadie nos puede negar el derecho a sentirnos representados, ilusionados, y hasta decepcionados, en este ejercicio diario de la existencia y la supervivencia humana.

¿Acaso hay un mejor ejemplo dentro de este universo de preferencias emocionales y personales que el ser adherente a un club de fútbol, y que aún cuando pierda buena parte de los campeonatos, ligas y competencias, sigue logrando nuestra adherencia personal?  ¿Será nuestro derecho a una cuota de masoquismo individual?

Conclusión: Por suerte para quienes han aprendido el lucrativo y pervertido arte de la manipulación humana, somos producto de nuestra primitiva desilustración, de “la (no) salida del hombre de su minoría de edad, de la cual él mismo es culpable” al decir de Kant. Aunque nadie puede advertirnos sobre los límites de esa salida de la minoría de edad intelectual, porque nadie puede predecir el mundo cambiante que aún no conocemos, y al cual tendremos que adaptarnos.

¡Bienvenidos pues al permanente cambio, que nos asegura que -para bien o para mal -nunca el presente, podrá impedirnos el futuro!


Alberto Rodríguez Genta 

argentaster@gmail.com

Wednesday, March 03, 2021

 Bullrich y Pichetto; un nuevo modelo para la Argentina.


Debo confesar que al fin he escuchado un mensaje claro dentro del túnel del embotellamiento político, empresarial, y sindical, de la Argentina. Embotellamiento conflictivo, divisionista, mediocre y destructivo, que ha sumido  a ese hermoso y rico país de Sudamérica en una especie de gigante atontado, impotente,  donde todos se golpean y se pelean -no para imponer ideas, planes, programas, aportes y razonamientos constructivos para desarrollar la nación -sino más bien para que todo siga igual, para que hayan cambios pero que no cambie nada, para no intentar llegar a ningún lado porque dentro de este paradigma equivocado, hay quienes se las han ingeniado, para engañar y vivir del engañado. Año tras año. Gobierno tras gobierno.

Y en este sentido, he leído atentamente las recientes declaraciones de la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, y el auditor General de la Nación, Miguel Ángel Pichetto, participando de una conferencia que constituyó la Confederación de Trabajadores y Empleadores (CTE), bajo la consigna "Menos planes, más trabajo", en donde, con representantes de gremios y cámaras empresariales, plantearon alcanzar un aumento del trabajo formal a través de la flexibilización de las condiciones laborales, y abogaron por una reforma laboral y el fin del asistencialismo en manos del Estado.

Planes Sociales. La presidenta de Pro embistió contra los planes sociales y el asistencialismo: "Hay que volver a la sociedad salarial y no asistencial: los planes sociales tienen que durar seis meses y, luego, de vuelta a trabajar". Y en el afán de aportar algo constructivo a este concepto -ya de por sí constructivo -me permito aclarar que no son los planes sociales los que desvirtúan el esfuerzo del Estado frente a los más necesitados, sino la forma clientelar, irresponsable y abusiva, de implementarlos. Los países europeos más desarrollados, por ejemplo, son los que mejor han manejado generosos planes sociales, equilibrando los alcances, los tiempos, los resultados, y el impacto sobre el resto de la sociedad.

Argentina, en cambio, ha hecho un pésimo manejo de sus planes sociales y la reducción de la pobreza. En el primer semestre del año pasado, en medio de la pandemia y la cuarentena, el 47% de los argentinos era pobre según el relevamiento de un organismo dependiente de Presidencia. El indicador, distinto al que publica el Indec es una medición “multidimensional”, que en lugar de enfocarse sobre los ingresos sigue variables como acceso a la vivienda, hábitat y servicios básicos, educación, empleo y protección social, y salud. ¡Es un salto de casi 20 puntos en un año! Y cuando se desglosa la pobreza multidimensional por rango etario se observa que en niños de hasta 3 años el 58,2% no logra cubrir el universo. Entre 4 y 17 años el porcentaje alcanza al 54,2% y entre los 18 y los 64 años baja al 47,7 por ciento.

¿Cómo se explica esto considerando las enormes riquezas naturales que posee la Argentina? Es que Argentina ha sido colonizada por las tres grandes pestes que destruyen una nación: corrupción, populismo, impunidad. No es entonces un problema de falta de recursos naturales ni de falta de recursos económicos. ¡Es un problema de recursos humanos! ¡Argentina está hoy más endeudada que nunca, y también más pobre!

Flexibilización laboral. "Necesitamos generar trabajo donde se cuida al trabajador, pero también a los empresarios", postuló la presidenta del PRO. Idea compartida por el resto de los disertantes, entre los que se encontraban representantes de sindicatos pequeños y cámaras empresariales: sin capital no hay trabajo y por lo tanto, "hay que protegerlo". ¡Y es una enorme verdad! Pero Argentina se debate todavía entre aquel peronismo radical y excluyente que reivindicó derechos de los trabajadores demonizando al capitalismo que aportó el trabajo y los recursos genuinos para sustentarlos, hasta la ignominia de recurrir una y mil veces al FMI para mendigar los recursos genuinos que debería generar la producción. Y luego, culparlo una vez más de sus desgracias. ¡Viejo comunismo perimido que dejó abierta una grieta muy difícil de reparar!

"Si no se ayuda al capital, los trabajadores tienen que ir a la informalidad y los empresarios no ganan plata porque sin empleados no pueden producir", subrayó Bullrich. Pichetto coincidió con la exministra de Seguridad: "Debemos consolidar un nuevo modelo sindical que permita el ingreso y egreso de la gente al trabajo y que vuelva a generar en la Argentina un modelo productivo".

Pienso que en estos conceptos están las verdaderas propuestas para comenzar un urgente proceso de cambios verdaderos, que le devuelvan a la argentina, tanto la sustentabilidad económica y financiera para financiar su estado de bienestar, como la credibilidad y confianza necesarias para ser respetada y considerada por el resto de la comunidad internacional.

Porque sin ir tan lejos, es bueno considerar lo logrado por su hermano menor, Uruguay, quien sin tener ninguna de las riquezas naturales argentinas (petróleo, gas, litio, etc.) se ha distinguido por tener la mejor distribución de ingresos de América Latina, y ser reconocido por sus planes asistenciales, brindándole además a toda su población una atención sanitaria de excelente calidad. Primero fue una ayuda monetaria a través del “Plan emergencia”, para luego pasar al “Plan equidad” con toda la asistencia social. 

Según los últimos estudios del Banco Mundial, el pequeño Uruguay hoy tiene el PBI per cápita más alto de América Latina (16,245 dólares), y la menor desigualdad: tiene el índice de Gini más bajo de la región (39,5). ¡Y conste que Uruguay dispone únicamente de los recursos que genera el trabajo de su sociedad para financiar su estado de bienestar social, y cumplir con los compromisos internacionales!

¿Cuál ha sido la fórmula o el secreto del éxito del pequeño país sudamericano? El economista subsecretario del ministerio de Economía y Finanzas de Uruguay, Pablo Ferreri, lo cuenta en una entrevista. Además de la redirección del gasto público, Ferreri mencionó tres políticas clave: reforma tributaria, reestructuración de las políticas laborales y crecimiento del salario real, y promoción de inversiones productivas. Políticas muy similares a las que necesita implementar hoy, Argentina, y que están proponiendo Bullrich y Pichetto.

Pero a su vez, Ferreri también indicó que Uruguay ha tenido una "política muy agresiva de promoción de inversiones productivas, de bienes y servicios, que generan puestos de trabajo de calidad bien remunerados”. Argentina, en cambio, castiga, obstina, y desestimula las inversiones. Aquí están, pues, a grandes rasgos, las coincidencias con las claves planteadas por Bullrich y Pichetto, contemplando intereses de empresarios y trabajadores, en una relación ganar-ganar, que los beneficie a ellos beneficiando, además, a toda la nación.

Nota: El pueblo argentino más vulnerable sigue prisionero de un modelo tremendamente fracasado, por el cual, a través de unos denominados planes sociales, le tiran monedas, planes, canastas y subsidios para “aliviar” la pobreza, cuando en realidad el desafío es “erradicarla”. Es un paradigma maléfico, adictivo, porque acostumbra a la gente a depender, siempre, de una mediocre ayuda estatal, hasta envolverla en un conformismo, una entrega, un acostumbramiento a la miseria, sin ejercitar su propia habilidad. O sea, maniatándola, para que siga siempre, dependiendo sumisamente, de quien detente el poder. De quien le tire la moneda o le regale un pedazo de pan.

Y es que los llamados “planes sociales”, sin una planificación y un seguimiento para lograr objetivos que enriquezcan a la persona humana, son una trampa mortal y destructiva, que imposibilita el crecimiento personal, y los aportes a la sociedad de quienes deben enriquecerla. “No me den facilidades, denme oportunidades”, ilustraba un profesor a sus alumnos, incentivándolos a encontrar ellos mismos sus respuestas y soluciones, ante las dificultades.

Los males de la Argentina: corrupción, populismo, impunidad. En Argentina la corrupción es parte de la identidad nacional, es tan representativa como su folclore, el mate, el tango, y la Virgen de Luján.

Consejos: Vivan de lo que producen y no de los préstamos del FMI, que es el único que les presta, y a quien luego putearán, cuando quiere cobrar lo suyo.

Protejan al Poder judicial: un país sin instituciones sólidas es un barco sin timón, tomado por las ratas.

Alienten la producción y las inversiones: sin capital no hay trabajo, y sin trabajo no hay empleos. Y sin empleos, no hay sociedad que se sostenga viviendo dignamente.

 

Alberto Rodríguez Genta                                                                                                           argentaster@gmail.com

Tuesday, March 02, 2021

 Disenso, Vox, y otras voces. 

La derecha la ha cagado, y la izquierda ha fracasado.


1 -Recientemente he leído un artículo aparecido en el portal de la Fundación Disenso, titulado “El gobierno Draghi: un experimento peligroso (que podría exportarse)”. ¡Habla nada menos que de los movimientos intestinales políticos, que sacuden a Italia! ¡Nada menos que Italia!

2 -Me cuido mucho de no opinar en temas y problemas de países que ni siquiera conozco, más allá de películas y fotos, y que, además, políticamente, han mostrado historias nada dignas de ejemplarizar. Italia es uno de ellos. Pasando de Mussolini a las vergüenzas de Berlusconi y los últimos gobiernos que la han sumido en una crisis económica y sanitaria sin precedentes, sólo los italianos son capaces de juzgarse a sí mismos. Pero creo que ni siquiera les interesa, puesto que, al igual que los argentinos, ya se han acostumbrado a nadar en el excremento, y hasta lo disfrutan y lo asimilan como parte de su idiosincrasia. Es cuestión de ponerse una escafandra para poder respirar, y seguir remando para subsistir.

3 -Primera interrogante obligada: ¿quién es la Fundación Disenso, portadora del artículo en cuestión?¿A qué o a quienes representa?¿Derecha? ¿Izquierda? ¿Anarquista? ¿Comunista? ¿Independiente?            

Bueno, como primera conclusión, Fundación Disenso es la voz del partido político español Vox, fundado a finales de 2013. Su presidente es Santiago Abascal y está calificado por especialistas como de extrema derecha. Surgió entre los críticos de Rajoy en el seno del PP, erosionado por la crisis económica, y con el objetivo de «recoger el voto de la derecha desencantada con las políticas del PP”. Abascal ha mantenido contactos con líderes de la extrema derecha europea como Marine Le Pen (FN); Frauke Petry (AfD) o Geert Wilders (PVV).

En 2019, Vox logró el 10,26 % de los votos en las elecciones generales españolas.​ En septiembre de 2020, anunció la creación de un sindicato, de nombre «Solidaridad» –mismo nombre que el sindicato polaco anticomunista Solidarność– (liderado por Lech Valessa) con la intención de atraer el voto obrero a su formación, y también anunció la creación de su propia fundación, llamada Fundación Disenso. En octubre de 2020 Vox solicitó la intervención del Ejército y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para frenar la llegada de inmigrantes irregulares a las islas Canarias. 

Y tras las elecciones autonómicas catalanas de 2021, la Fiscalía abre una investigación por delito de odio al partido, tras los mensajes de “Stop Islamización” durante la campaña electoral.

En noviembre, 2020, Abascal publicó una carta abierta denominada Carta de Madrid – entre cuyos adherentes destaca a “el actor mexicano Eduardo Verástegui (¿?) a quien  Donald Trump,  nombró como asesor de la Iniciativa de la Casa Blanca para la Prosperidad Hispana, y también sobresale el hijo de Jair Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro (acusado y condenado por daños morales en perjuicio de la comunicadora Patricia Campos Mello) y hermano del senador Flávio Bolsonaro, formalmente acusado por la Fiscalía de Río de Janeiro por los delitos de malversación de fondos públicos, blanqueo de dinero, pertenencia a organización criminal y apropiación indebida. En fín; referencias no demasiado confiables como para tomar sus opiniones al pié de la letra. Pero analicémoslas.

4 – Su opinión. El periodista de Fundación Diseño que advierte sobre “El gobierno Draghi: un experimento peligroso (que podría exportarse)”, dice: “Con Draghi nos encontramos ante un escenario de tecnocracia transnacional que gestionará los recursos del país como si sus componentes fueran los jefes de una banda de mercenarios”.  (¡Muy fuerte!) “Aconsejo a mis amigos españoles, y en cierto sentido a toda la Eurozona, a que observen con atención lo que está pasando en Italia con la formación de un gobierno liderado por Mario Draghi. Y es que algún día podría pasarle a ellos”.

No solo se trata del desembarco del expresidente del BCE. También se apela a la figura de un tecnócrata, sin pasar por las urnas, para que se ponga a la cabeza de un gobierno que reúne a todos o casi todos los partidos, desde la “extrema” derecha a la “extrema izquierda”, como si en España el mismo ejecutivo estuviera apoyado a un tiempo por Vox, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, y cada formación tuviera sus propios representantes como ministros. No es solo un gobierno “técnico”; es un gobierno en el que la tecnocracia somete a la política.

Y no solo es una monstruosidad, sino un experimento que la tecnoburocracia de la UE, con el respaldo de la nueva administración norteamericana, podría exportar a todos aquellos países donde las decisiones del electorado no coincidieran con el diseño de las tecnoestructuras de la UE y de Alemania”.

O sea, le rechina que Draghi (expresidente del Banco Central Europeo) sea un tecnócrata, y que haya nombrado a varios técnicos en su gabinete, como también de que haya incluido a representantes de todos los partidos políticos. ¿Y acaso esto no es democracia? Si en España, otro país que se ha distinguido por la poca seriedad de su política, sus políticos y hasta sus monarcas, no han sido capaces por años de lograr alianzas entre sus partidos políticos (incluyendo a Vox), y ahora se asustan por sus propios fracasos, no creo que tengan autoridad moral ni técnica para cuestionar a un técnico que fue presidente del BCE (por algo lo habrán elegido) que está incluyendo a profesionales para su gestión (algo bien destacable) y que además democráticamente haya invitado a todos los partidos políticos para compartir la responsabilidad del gobierno! Pero claro, no olvidemos que a Vox no le interesa demasiado la democracia.

5 -Otra opinión. Y por ello me resulta indispensable, consultar a otros medios de comunicación. Por ejemplo, El País (España), en su sección internacional, titula “Draghi presenta un Gobierno de técnicos y políticos para capear la crisis en Italia”. Y aclara:El expresidente del BCE diseña una lista con personas de su confianza en ministerios clave como Economía o Justicia, pero contenta a los partidos con varias carteras”. ¡VAYA! ¿HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL? “Se dice - continúa El País - que el miedo a un Gobierno técnico sobrevolaba estos días las sedes de los partidos. Y que el último que vio nacer Italia fue el que encabezó Mario Monti y terminó de la peor manera”. ¿Y qué pretenden entonces; un gobierno populista destinado a satisfacer cuotas políticas con individuos de ninguna preparación intelectual para los cargos de más alta responsabilidad?

El Ejecutivo de Draghi, sin embargo -prosigue El País - tendrá un perfil híbrido entre especialistas técnicos y políticos. El futuro primer ministro quería formar un equipo de alto nivel con nombres ajenos a la órbita política. Pero también buscaba contentar a los partidos que le han dado su apoyo unánime (excepto la formación de ultraderecha Hermanos de Italia). (¡Uyy! quizá esto último es lo que más molestó a Vox). “Un equilibrismo asimétrico que se observa nítidamente a lo largo de la lista”, finaliza El País.

6 -Mi opinión. Repito que no me gusta opinar sobre personajes y situaciones de países que no conozco lo suficiente. Por lo menos le rescato a Draghi dos ideas; meter a todos los partidos políticos en el mismo saco y desafío (democracia pura), y poner técnicos allí donde se necesita solvencia e idoneidad, más allá de satisfacer cuotas políticas con complicidades mediocres e improvisadas. No creo en el presagio de que “la tecnoburocracia de la UE, con el respaldo de la nueva administración norteamericana, podría exportar a todos aquellos países donde las decisiones del electorado no coincidieran con el diseño de las tecnoestructuras de la UE y de Alemania”.

Creo que tanto la UE como la nueva administración norteamericana, quienes están demasiado ocupados en resolver sus propios y graves conflictos, puedan exportar algo más allá de lo que ya han exportado, para bien o para mal, fuera de sus fronteras. Alemania no me inquieta; con Merkel me ha brindado confianza. Por lo menos Biden es un presidente demócrata, por lo cual no creo que una extrema derecha como Vox y su Fundación Disenso, puedan soportar su propio disenso (el disentimiento que significa discrepancia y es la acción de disentir, de tener un sentimiento o filosofía de desacuerdo u oposición, a una idea prevaleciente) porque ellos ya han manifestado su radical posición, y sin disenso de ambas partes, no hay democracia.

Teorías conspirativas y dominantes, ya no. Ya hemos pasado por todas las pruebas que los seres humanos nos hemos obligado a aceptar, sin chistar. Ahora, por lo menos nos hemos ganado el derecho a opinar. ¡Y lo ejercemos, sin chistar!

Amen.