La Tercera Opinion

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Tuesday, June 12, 2007

Con olor a Comunismo.

La no renovación del permiso del canal televisivo RCTV fue apenas el detonante de una serie de reacciones –esta vez por parte de los estudiantes –por demás previsibles. Y es que el problema está mucho más allá de la salida del aire del canal opositor. Primero, hay que ubicarlo en la forma en que se llevó a cabo, y luego en el entorno de una serie de anuncios y hechos gubernamentales, de tremendo impacto para la población. Porque la reacción de los estudiantes no es ni más ni menos, que una extensión de la reacción de una buena parte de la sociedad venezolana.

Además de un grueso error de antelación en el anuncio de la no renovación, lo cual dio tiempo y lugar a todo tipo de conjeturas, elucubraciones, manifestaciones y expectativas, que no fueron satisfechas con una alternativa creíble para buena parte de la población, el anuncio de los cinco motores constituyentes del Presidente, con la creación de un Estado Socialista, la socialización de los medios de producción privados, la puesta en entredicho de la propiedad privada, una nueva y controvertida ley de educación y, fundamentalmente, una Ley Habilitante para modificar otra vez la Constitución permitiendo la reelección presidencial indefinida, más la creación de un partido único socialista con la consigna de “patria, socialismo o muerte”, la recluta de ¡1 millón de reservistas! para defender la revolución, y la conformación de miles de batallones y escuadrones seguidores del Presidente, es un nuevo paradigma muy difícil de asimilar. ¡Y es que todo el sistema político, social, económico, cultural, y hasta territorial - que hasta ayer configuraba el basamento estructural de la nación - está siendo arrasado por la aplanadora de la revolución! Y eso más que a Socialismo, huele a Comunismo.!

Para tratar de entender los temores de muchos venezolanos ante tal cúmulo de cambios, baste recordar lo que nos dice Joel Barker en su reconocido libro “Paradigmas”: “Aquellas personas que ingresan a los nuevos paradigmas deben ser muy valientes para mantener el desafío, pues los nuevos paradigmas no ofrecen suficientes evidencias comprobadas para que ellos deban cambiar”.

Si a esta falta de evidencias comprobadas le agregamos las frecuentes visitas, ayudas, menciones, saludos, atenciones, reconocimientos y reblandecimientos del Presidente Venezolano ante su homólogo Cubano - declarado abiertamente marxista –leninista dos años después de afirmar todo lo contrario - el resultado ha sido que los anuncios del Presidente se mimetizaron con el modelo llamado “Castro-comunista”, entrando en frontal colisión con los principios y valores que, aunque distorsionados y menguados, buena parte de los venezolanos no están dispuestos a cambiar.

El Presidente ha acusado ahora a los estudiantes de “peones del imperialismo y de lacayos”, agregándolos a su larga lista de enemigos de la revolución, y extendiendo cada día más las permanentes descalificaciones hacia cualquier persona que no este de acuerdo con la unicidad de sus ideas, así sean compañeros políticos, curas, empresarios, mandatarios de otros países, representantes de instituciones internacionales, congresistas de países vecinos, opositores, etc. etc. El algún momento, incluso, ha llegado a afirmar que quien no este a favor de su revolución, está contra él! Cuánta similitud con las mesiánicas expresiones de su odiado par norteamericano, quien en pleno debate sobre la guerra contra Iraq, expresaba: “Quien no esta conmigo, está contra mí”. “Nosotros somos el bien…”, etc.etc.

Pero el Presidente Venezolano llegó a erigirse, en su momento, como un verdadero líder capaz de introducir los profundos e imprescindibles cambios que su país reclamaba, y más allá, como una punta de lanza capaz de sacudir la modorra de una Sudamérica sumida en sus míseras luchas intestinas, instándola a asumir el postergado cambio de paradigma que le permitiera enfrentarse, con dignidad y coraje, pero con la ubicuidad necesaria, a quienes por décadas, la trataron como su patio trasero.

La conjunción de la llegada al poder de otros presidentes con similares concepciones izquierdistas o socialistas, y con similares necesidades energéticas y financieras, abonó el terreno para que las reclamadas reivindicaciones sociales de la región pudieran –con el apoyo de los petrodólares venezolanos -comenzar a vislumbrarse como posibles. Comenzaron a abrirse entonces las ventanas enmohecidas de la inclusión, chirriando sobre las bisagras oxidadas que se rebelaban al cambio de posición. Debía ser, más que nada eso: un cambio de posición, más no otro proceso de exclusión. Algunos presidentes, han sido cuidadosos en el nuevo modelo de inclusión, exigiendo y comprometiendo, esta vez, a quienes había que verdaderamente comprometer y exigir, pero respetando aquellos valores básicos sobre los cuales todos puedan coincidir, y con los cuales todos puedan convivir.

Así lo hizo Kirchner en Argentina, frenando las apetencias golosas del capitalismo -exacerbado siempre por las mayores ganancias sin mirar el rostro humano de la necesidad social - obligándolo a compartir el esfuerzo. Así también lo está haciendo Lula, en Brasil, repartiendo beneficios a una población a la cual –además de beneficiar hay que enseñar a pescar para ganarse el pescado del mañana - y comprometiendo al sector privado en una de las mayores inversiones en infraestructura y servicios de su historia. También así lo está haciendo Tabaré Vázquez, en Uruguay, con la anuencia de los ayer temidos Tupamaros, pero sin renunciar al esfuerzo privado, y Bachetet en Chile, otro gobierno de corte socialista. Y es que no se trata de destruir; ni se trata de excluir. Se trata de aplicar la Responsabilidad Social Empresarial –pública y privada -para construir al mejor estilo japonés, poniendo los esfuerzos en lo que hay que mejorar, sin perder el tiempo en la discusión de lo que hay que descalificar.

Sin embargo, el Presidente Venezolano escuchó el mensaje equivocado, y eligió el modelo menos indicado. Teniendo a su favor todas las potestades, y gobernando de habilitante en habilitante, no ha tenido ni la paciencia ni la sapiencia para hacer de los cambios propuestos una relación ganar-ganar, partiendo de la herencia de un mal negocio para todos - como lo fue la exclusión de más de un 80% de la población que apenas podía comprar lo mínimo para su supervivencia - y que ni el más elemental principio de mercadeo era capaz de sostener. Era un modelo “perder-perder”. Lo que se imponía, pues, era encontrar respuestas que impulsaran la productividad nacional, comprometiendo al sector empresarial, y generando empleos de calidad que permitieran ir ampliando la base de consumidores, y retroalimentando un creciente estado de progreso y bienestar para la sociedad.

Sería simplista afirmar que todas las culpas han sido del Presidente; hubo una nueva y tremenda omisión de sus responsabilidades por parte de quienes lo adversaron desde siempre, sin presentar propuestas unificadoras que alentaran que otro modelo si era posible. Sus opositores se confundieron y atemorizaron pensando en lo que podían perder, en lugar de plantearse lo que podían ganar. El miedo al cambio les hizo olvidar que el modelo existente ya les había dado una clara muestra de su inviabilidad, cuando, a mediados de los años 90, produjo una crisis bancaria que arrasó con miles de industrias y destrozó los cimientos de la economía venezolana. Pero claro; esa es la forma “democrática” de la “expropiación”..!

Como resultado, el país se ha confundido una vez más en el bochinche, cuyo único mensaje ha sido remover al mandatario nacional, a como de lugar. Pero como el único que ha dirigido sus esfuerzos y los petrodólares a paliar el “hambre” -que en sus distintas manifestaciones produjo la exclusión - ha sido él, él se ha llevado los laureles y los votos.
Lo verdaderamente peligroso de todo esto, no es tanto que el Presiente Venezolano pretenda implantar un “Socialismo Siglo XXI” –el cual en última instancia y como lo demuestran las opciones de los gobiernos ya mencionados –podría convivir inteligentemente con un sistema de libre empresa capitalista, monitoreado en su contribución a la Responsabilidad Social; un gran tema que hoy acapara la atención mundial. El peligro está en repetir los ejemplos de su tutor, el líder cubano - quien en 1959 proclamaba a voz en cuello que no era comunista y que en Cuba no había amenazas comunistas – para cambiar radicalmente el discurso dos años más tarde, luego de asegurarse el apoyo ruso, confesando abiertamente que era marxista -leninista y que lo sería hasta el último día de su vida. Y eso, a mi entender, no es ni mas ni menos que Comunismo. Y Comunismo no es ni más ni menos que totalitarismo, y eso significa obedecer los mandatos de un líder único con un único pensamiento, sin contar con el derecho a la disidencia.

Si bien es cierto que hoy no somos tan infantiles como para asustarnos con el cuco de los tanques rusos pasando por encima de los cadáveres, que nos mostraba la ultra-derecha uruguaya en las campañas para las elecciones presidenciales de los años 60 y 70, lo cierto es que ni Rusia ni Cuba constituyen para nosotros, una referencia de calidad de vida mayormente atractiva. Personalmente, al par que reconozco los errores y excesos del sistema capitalista, no puedo ignorar que todos los adelantes y el progreso de la humanidad en sus múltiples manifestaciones, han venido de la mano de los emprendedores libres y de las empresas que se han rodeado de los mas inteligentes innovadores.

América Latina está viviendo hoy, un momento particularmente especial; un momento de transformaciones y oportunidades tratando de cumplir con su enorme deuda social. La unión es más necesaria que nunca, y para ello, los países deberán encontrar fórmulas de comprensión y entendimiento respetando las diversidades y centrándose en los grandes temas que los unen - que curiosamente son los mismos que los han separado -evitando los mesianismos que han llevado a fracasos anteriores. En este contexto, el Presidente Venezolano conlleva el peligro de que su país quede aislado, por personalizar un modelo que mas tarde o mas temprano su sociedad rechazará. Los venezolanos –aún los que lo apoyan hoy –no aceptarán un modelo comunista que allí donde se ha implantado solo ha generado frustración y pobreza, y que quienes lo han adoptado, hoy lo abandonan para que sus sociedades puedan progresar. El gran peligro está, en todo caso, en que al aceptar jubilosamente las prebendas del presente, estemos aceptando también una hipoteca sobre el futuro.

Argenta Junio, 2007

Sunday, June 10, 2007

¿Por qué marchan los estudiantes venezolanos?


Si ayer los medios de comunicación venezolanos debieron ocupar los espacios que los dirigentes políticos no supieron conservar, hoy el movimiento estudiantil venezolano esta dando los ejemplos que esos dirigentes políticos –y aún esos medios -no han sabido dar. Nos asombran esos jóvenes estudiantes, cada quien con su opinión, unos rebelándose ante planteos que acechan a la libertad de expresión, y a una democracia amenazada por sistemas totalitarios que nadie les consultó, y otros, manifestando su apoyo a la revolución.

También los vimos, hace un año, expresando su impotencia, su dolor, su rabia, acostados en plena avenida protestando el brutal asesinato de tres jóvenes hermanos, niños aún, y reclamando la vergüenza y la dignidad de su nación. Niños muertos por otros casi niños, dirigidos por delincuentes de la peor calaña que ha parido la humanidad. Sin duda, la sociedad venezolana esta enferma. Y enferma de gravedad. El propio Presidente de la República lo ha reconocido. Pero esta enfermedad no puede curarla con médicos cubanos; ni norteamericanos, ni alemanes, ni suizos. Tendrá que tratarla con los venezolanos.

Hoy, el Presidente acusa de manipulados a los estudiantes que no están de acuerdo con sus decisiones, y acusa a quienes los quieren manipular; y él a su vez trata de manipularlos porque de eso viene el juego. Prueba de ello es que –en lugar de llamar a una gran concertación nacional en torno a aquellos temas que deben unir y no separar a los estudiantes –sigue fomentando la radicalización, alentando la posibilidad de que sus seguidores habitantes de los “cerros” bajen nuevamente en su defensa. En realidad el juego es asqueante. Entre dirigentes oficialistas y opositores por igual. Pero los jóvenes venezolanos, no contaminados aún por la malicia de los grandes apetitos en juego, se guían por la convicción de unos ideales que –cocinándose aún en el fuego lento de la olla a presión –ya son suficientes para permitirles paladear el guiso que sus mayores, de ambos bandos, les quieren montar. ¿Que algunos estén manipulados? ¡Vaya novedad en un país de manipuladores!

En estos días, el 31 de mayo, pretendieron endosarle a su marcha el vergonzante y abominable asesinato “por encargo” de una estudiante de 24 años, a manos de una joven de 18 años y un cómplice de 26, ordenado por una “dama” descendiente de una prominente familia venezolana. ¡10 millones de bolívares costó la faena! ¡En 10 millones de bolívares se cotiza la vida de una estudiante en Venezuela, incluyendo la corrupción de una joven de 18 años!!! ¡Sin duda, la sociedad venezolana está enferma!

Y como un ejemplo de este intento de manipulación, el diario emblemático de España, El País.com, en su edición digital, cayó gratuita e irresponsablemente en el juego de la perversión montado por la autora intelectual, atribuyéndolo a “círculos bolivarianos del gobierno, defendiendo la dictadura castro-comunista”. El mismo día, tragándose las letras, tuvo que rectificar. ¿Hasta dónde llegan la veracidad y la honestidad, en un “paladín” de la comunicación, al servicio de la “complicidad de expresión”?

Por todo ello y por segunda vez, los estudiantes bajaron a los políticos de sus tarimas y rechazaron las banderas partidistas que los querían arropar. El profesor e historiador Elias Pino Iturrieta” en un artículo titulado “Esplendores y azares del movimiento estudiantil” –El Universal, 04.06.07, expresa acertadamente: “Sonamos las cornetas cuando pasan a nuestro lado las oleadas de liceístas y de discípulos de las universidades echando el resto por unos valores que no hemos defendido con acierto. Nos vemos reflejados en su espejo, movidos por una mezcla de admiración y envidia al comparar lo que están haciendo con la carga de nuestras omisiones y con la vergüenza de nuestra comodidad”. Valiente reconocimiento a verdades innegables que duelen, pero que es necesario enfrentar.

A su vez el diputado Ismael García - oveja negra dentro de la revolución roja que se niega a integrar el redil único que el Presidente pretende crear - en una entrevista realizada también en El Universal, y en la misma fecha, asegura: “Estos estudiantes no pueden ser descalificados. He oído compañeros que dicen que son hijitos de papá y mamá porque se ponen una camisa Regata o una Chemisse. Bueno, los hijos de nosotros también se ponen una Chemisse o una Regata. ..( ) No creo que en el Country Club vivan 4 millones de oligarcas que no votaron por el presidente Chávez”.
Pero la miopía de la radicalización llega al punto tal, que tras un llamado a debatir sus ideas en la Asamblea Nacional, y luego que un grupo identificado como de oposición realizó su exposición y se retiró del hemiciclo sin entrar en el debate, el mandatario nacional acusó a estos estudiantes (también a ellos) en cadena de radio y televisión, afirmando: "Yo tenía la información de que estos jóvenes iban a ir con un show a la Asamblea Nacional, así me dijeron esta mañana fuentes de inteligencia y montaron un show que creo les salió muy mal, porque ellos aun cuando digan y redigan, no son sino peones del imperialismo". ( ) "el imperialismo tiene lacayos en todos los países del mundo".

La presidenta de la Asamblea Nacional, haciéndose eco de las reiteradas denuncias del Presidente (cualquier similitud con la expresión de “loros repetidores” que le endilgó el Presidente al senado brasileño es pura casualidad..) afirmó hecha una culebra que el retiro muestra que detrás de las protestas estudiantiles "hay un plan macabro, nefasto (...) para seguir desestabilizando “. “Es una grosería. Vinieron a formar un show mediático aquí. Querían ridiculizar a alguien y quedaron en ridículo ellos mismos”
¡Bonita forma por parte de autoridades tan encumbradas, de tratar a los estudiantes de su país cualquiera sea su pensamiento! Los estudiantes, desde sus distintas posiciones, han dado un ejemplo: no se han agredido, no se han insultado, no se han destratado; han sido sí, enérgicos en exponer sus puntos de vista conceptuales, y en defender sus ideas y sus razones frente al muy difícil nuevo paradigma que el Gobierno quiere imponer a la nación. Desde ambas partes hemos escuchado encendidas exposiciones, racional y emocionalmente cargadas de sentimientos, fundamentos y deseos. En todo caso, muy por encima está cualquiera de sus exposiciones, de la torpeza e intolerancia esgrimida por los mas encumbrados representantes del oficialismo y de la oposición.

Esta es la Venezuela mediática y mediatizada que los dirigentes políticos les quieren endosar. Descalificándose los unos a los otros: unos para defender su libertad de “opresión”; los otros para defender su libertad de “imposición”. Y es por ello que los estudiantes salen a la calle; porque necesitan decirles a sus mayores que están poniendo la torta; que de lo que se trata es de defender la libertad de “expresión”. Que de lo que se trata es de defender la democracia, y los principios y valores de los cuales alguna vez les hablaron, pero que “no han defendido con acierto”. Por eso los estudiantes venezolanos caminan, marchan, protestan, se acuestan; les duele que les roben su país e intenten manipular su dignidad! Les duele que, una vez más, intenten hipotecar su futuro.
Argenta
Junio, 2007

Friday, June 01, 2007

MOTIVACION Y AUTOESTIMA.


Preparando un Seminario sobre “Motivación y Autoestima” solicitado por una empresa amiga, me pareció oportuno incluir como “ejemplos históricos de Motivación colectiva empresarial”, el caso de dos exitosas empresas multinacionales cuya gestión gerencial, se ha caracterizado por el compromiso con la calidad de vida de su recurso humano. Sus fundadores, provenientes de dos países enfrentados entre si en la Segunda Guerra Mundial, supieron transformar las motivaciones que los llevaron a la contienda bélica, en motivaciones para construir la paz, a través un mundo de enriquecedoras innovaciones, productos y servicios para el bienestar de la humanidad, y generando miles de empleos para sus comunidades.
Una, en un país que, quedando totalmente destruido después de la confrontación, conservó en su gente la autoestima suficiente para transformarse, dos generaciones más tarde, en la segunda potencia económica mundial. La otra, es una de las pocas sobrevivientes de estas últimas seis décadas de cambios, transformaciones, y nuevos paradigmas empresariales.

Sobre la primera, Sony, publiqué en esta página un artículo (mayo, 14) recopilando algunos de sus éxitos y sus errores, sus conceptos gerenciales, y su especial visión sobre la innovación, que desafía a crear productos mas allá de la imaginación de los consumidores.
Sobre la segunda, HP, acabo de incluir un artículo, basado en el libro de uno de sus fundadores, y que constituye una referencia inapreciable para conocer la visión de dos emprendedores, sin los cuales el mundo no sería el mismo.

Ejemplos históricos de Motivación colectiva empresarial.

Si tuviéramos que citar algunos ejemplos de lo que puede hacer la Motivación colectiva en el ser humano, y más concretamente en el ámbito empresarial, partiendo desde esa necesidad de motivación al logro a la cual se refiere Skinnen, me permitiría nombrar dos corporaciones empresariales que -venciendo condiciones de infraestructura física sumamente precarias, y una de ellas incluso hostilidades, producto de culturas distintas y hasta de retaliaciones bélicas - han llegado a los más altos desempeños del liderazgo mundial. Una, representa al país vencedor tras la segunda guerra mundial; la otra, al país vencido.

Me refiero a HP y a SONY. ¿Qué podemos encontrar en común dentro de estas dos empresas? Sony, la japonesa, en un país que quedó hecho chatarra después de la guerra; HP, la norteamericana, dentro de un país que era el único que podía producir y suministrar algo en un escenario mundial de ávido consumo, pero que no tenía ni el capital ni las ideas suficientemente claras sobre qué podían aportar.

Quizá no interese tanto, el hecho de que una nació en el limitado espacio del garaje de una casa alquilada por uno de los fundadores, en Palo Alto, California, y la otra bajo los techos agujereados por las bombas del galpón de los almacenes Shirokiya, en Tokyo. Quizá tampoco sería demasiado relevante el hecho de que en ambos casos se trataba de dos socios fundadores. Ni que más o menos en la misma época –unos años más tarde -las dos empresas colocarían sus primeras acciones en la Bolsa de Valores a casi el mismo precio de cotización: Hewlett Packard en 1957, a US$ 16, y Sony en 1961, a US$ 15, 5/8.
Como construir autoestima en la empresa.

Lo que nos interesa resaltar no son las coincidencias físicas ni las limitaciones, sino los valores que “construyeron” las motivaciones. Así, y como primera coincidencia, HP insistía desde sus inicios en lo que luego se llamaría el “estilo HP”, y dentro de él, compartir; uno de sus cinco preceptos fundamentales que decía: “La empresa HP cree que los mejores resultados proceden de tener el personal adecuado, confiar en él, darle libertad para encontrar el mejor camino y permitirle participar en las ganancias que sus trabajos hacen posible”.

SONY a su vez, siguiendo la tradición japonesa de empleo para toda la vida, impulsaba la creación de la red familiar afirmando su fórmula de que “empresa equivale a familia”, y ofreciendo a sus empleados toda una vida de empleo seguro y remuneración considerable, a cambio de recibir lealtad inquebrantable y máxima dedicación.

“Si preguntamos a un directivo japonés “cuál es su responsabilidad más importante?”-afirmaba Akio Morita, uno de los fundadores de SONY –de forma invariable responderá que la seguridad del empleo y la mejora de la vida de los trabajadores figuran en los primeros puestos de la lista. Para lograrlo, es necesario que la empresa obtenga beneficios, pero la obtención de beneficios nunca figuraría en los primeros puestos de la lista”.

Packard y Hewlett frente al famoso garage
donde nació HP
La segunda coincidencia en sus valores, radicaba en que Bill Hewlett y David Packard rechazaron desde un principio la idea de que una empresa existe meramente para maximizar los beneficios de sus accionistas, e insistía en su responsabilidad social ante la comunidad. En una alocución ante un grupo de directivos, en marzo de 1960, David Packard razonaba:

“Creo que mucha gente piensa, equivocadamente, que las empresas existen simplemente para hacer dinero. Hacer dinero – aclaraba –es un importante resultado de la labor de una empresa; pero para encontrar nuestra auténtica razón de ser, tenemos que profundizar más…Nos tenemos que preguntar si nuestros productos ofrecen algo único (una contribución técnica, un nivel de calidad, un problema resuelto) a nuestros clientes… Si las comunidades en las que operamos son más fuertes y las vidas de nuestros empleados mejores gracias a nosotros… Si la respuesta a alguna de estas preguntas fuera “no”, Packard y Hewlett considerarían HP un fracaso –finalizaba –por mucho dinero que les reportara a sus accionistas”.

Por su parte Akio Morita, en su autobiografía publicada en 1985, dejaba en claro su desaprobación por aquellos estilos de gestión estadounidenses que privilegiaban el excesivo interés por los beneficios y las utilidades a corto plazo, o la excesiva rapidez en sancionar a los empleados por los errores, en detrimento de los beneficios al personal, y la satisfacción de los clientes.

“Sony desea que sus productos estén tan omnipresentes en nuestras vidas que ni siquiera nos demos cuenta de su presencia” -es la visión futurista de Nobuyuki Idei, uno de los últimos Presidentes de Sony –“Llegado ese momento, Sony se convertirá en un estilo de vida”.

Una tercera coincidencia dentro de los valores imperantes en estos dos grupos empresariales, era la importancia atribuida a la innovación. El fomentar, recrear, y premiar la innovación, es un ejercicio que motiva a sacar lo mejor de cada uno, para ponerlo al servicio de un objetivo común. Para ello, es necesario arriesgar; pues buena parte de los éxitos provienen de los errores.

“Desde el principio, Bill y yo sabíamos que no queríamos ser una empresa que simplemente copiara productos que estuviesen en el mercado” –afirma David Packard en su libro “El estilo HP. Cómo Bill Hewlett y yo creamos nuestra empresa”. Y más adelante aclara: “Un flujo constante de nuevos y buenos productos es parte vital de Hewlett-Packard y la esencia de nuestro crecimiento”.

Sony, por su parte, va aún más allá:

“Cree productos y servicios que puedan parecer extraños para los consumidores. No se limite a dar a los consumidores lo que desean en el presente; cree deseos de productos nuevos, servicios nuevos, cosas que tal vez nunca han imaginado que sean posibles”.

Sony pagó y perdió mucho dinero por el error de algunos de sus empleados y aún de sus fundadores, para imponer su estilo de la innovación: “algo diferente, algo nuevo”.

Sony: aprender de los errores.

Una anécdota curiosa para entender la filosofía particular de este par de emprendedores, refiere a que mientras SONY experimentaba el proceso de fabricación para producir en serie las radios de transistores, el director técnico del proyecto, Kazuo Iwama -entusiasmado por unos prometedores hallazgos iniciales, pero sin contar con el soporte de suficientes pruebas posteriores -modificó toda la línea de producción, fabricando miles de transistores con su nuevo método..sin que ninguno de ellos llegara a funcionar! Y SONY estuvo a punto de quebrar. Quizá la reacción occidental hubiera sido despedir de inmediato a aquel investigador que hizo perder miles de dólares y buena parte del prestigio de la nueva empresa. Sin embargo, este error posibilitó que otro investigador de SONY, Esaki Leona, produjera meses mas tarde una brillante innovación que, además de solucionar el problema y recuperar todo lo perdido para SONY, le posibilitó ganar el Premio Nobel. Kazuo Iwama, a su vez, no solo siguió desarrollando una destacada carrera profesional en SONY, concretando más adelante valiosos aportes, sino que llegaría a ocupar la presidencia de la empresa en 1976, sustituyendo al propio Morita. Con estas decisiones, no sólo le devolvió su autoestima a Kazuo Iwama, sino que sentó el precedente de que los errores que se cometen en nombre de la innovación, no deben ser castigados.

En su autobiografía de 1985 “Made in Japan”, Morita reflexiona sobre el alcance de los errores dentro de la filosofía de Sony: “En mi opinión –afirma - lo importante no es atribuir a una persona concreta la culpa de un error, sino averiguar los motivos que han provocado ese error”. Y creía firmemente que aprender de los errores, es más importante que castigar a quien los comete.

Yo, suelo plantear la siguiente pregunta: “¿Cuándo usted despide al empleado, despide al problema?..

HP: el valor de compartir.

Otra anécdota que vale la pena destacar, pues materializa los principios y valores de una visión empresarial con un compromiso claro de Responsabilidad Social Empresarial, nos lo da este ejemplo de HP, ante una difícil situación que obligaba a una reducción de personal.

Cuando en los años 70 la economía estadounidense se enfrentó a una dura crisis, con una fuerte baja en las ventas que obligaba a las empresas a recortar los costos y a despedir personal, Hewlett-Packard se vio obligado a reducir la fuerza laboral en un 10%. Sin embargo, fieles a su principio de compartir con sus empleados, la empresa optó por una solución distinta. Estableció un programa por el cual se trabajaban nueve días cada dos semanas; un recorte del 10% en el programa con un recorte del 10% en el salario, aplicado a la mayoría de sus fábricas en los Estados Unidos y también a todos sus ejecutivos –incluso sus fundadores -y al personal de oficina. Al cabo de seis meses el mercado se estabilizó, las ventas aumentaron, y el personal volvió a su trabajo a tiempo completo. Evidentemente, durante este tiempo todos tuvieron que apretarse para vivir con unos menores ingresos, pero el resultado del programa fue que todos compartieron la recesión, no se perdieron empleos en un momento especialmente difícil, y la empresa contó con toda su fuerza laboral altamente capacitada cuando el mercado mejoró.

Esta es una anécdota muy recordada en HP, que hasta el día de hoy sus empleados comentan con orgullo. Porque son estas las acciones que generan motivación, confianza, sentido de pertenencia, y mantienen en alto la autoestima de aquellos que construyen el éxito cada día..

Conclusión.

Morita e Ibuka, Packard y Hewlett; dos ejemplos de amistad y lealtad, liderando el trabajo en equipo. Sin duda son muchos los hombres que han tenido la visión, la autoestima y la motivación, para construir empresas forjadoras de éxitos que hoy disfrutamos todos. Recreando necesidades y deseos que nunca imaginamos que fueran posibles. El ejemplo que nos dejan las acciones de estos emprendedores, más allá de los valores reflejados en La Bolsa - donde se pone precio a las acciones de papel - es que hay valores que no se negocian, porque son principios, sueños, y convicciones, que traspasan cualquier papel.

La motivación y la autoestima no cotizan en los mercados bursátiles; sus resultados sí. En todo caso, esos numeritos caprichosos – que a veces son el reflejo de prácticas no muy ortodoxas –serán la consecuencia natural de lo que cada líder empresarial pueda capitalizar, agregando valor al recurso humano de su empresa.

Argenta
junio,2007