La Tercera Opinion

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Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Sunday, February 21, 2021

 Estados Unidos y su vergüenza republicana.


La vergüenza de vietnam. A inicios de 1964, el presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, (republicano) dio su visto bueno para que Vietnam del Norte fuese bombardeado por las tropas norteamericanas, dando inicio a la salvaje guerra de Vietnam. La cual sería continuada y finalizada más tarde por el trigésimo séptimo presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon (también republicano) cuando el 18 de diciembre de 1972 ordenó la Operación Linebacker II, en la que 207 bombarderos B-52 lanzaron más de 15.000 toneladas de bombas sobre Vietnam del Norte, a pesar de que los pilotos no lo aprobaban.

Además, los aviones tácticos arrojaron 75 millones de litros de un herbicida, el “agente naranja”, arma química especialmente prohibida por las convenciones internacionales de guerra, que causó todo tipo de enfermedades y deformaciones, y cuyas secuelas siguen afectando a miles de niños. (Si; la temida arma química que luego Estados Unidos usó como pretexto para demonizar e invadir a Iraq, pero que nunca fue encontrada allí) Esta operación, condenada abrumadoramente por la prensa estadounidense e internacional por lo innecesario del ataque cuando solo restaban tres años para la finalización del conflicto, dio lugar a lo que el «The New York Times» titulaba como: «Vergüenza mundial» que provocó Nixon en Vietnam.

Y el 28 de diciembre de 1972, el mismo día que se ordenaron parar los ataques desde la Casa Blanca, el «Washington Post» definió la Operación Linebacker II como «el acto de guerra más salvaje y absurdo jamás cometido por un pueblo soberano contra otro». Mas de 1 millón de vietnamitas muertos, la mayoría civiles. Sin contar los miles de soldados norteamericanos.

En Alemania, en el diario «Die Zeit» podía leerse: «Incluso los aliados deben calificar esto de crimen contra la humanidad». Y en Gran Bretaña, «The Times» opinaba que aquel bombardeo «no era propio de un hombre que desea la paz con fervor», en referencia al presidente de Estados Unidos, mientras que el «Daily Mirror» titulaba: «Diluvio de muerte de Nixon por Navidad». El 23 de enero de 1973, Nixon asumiría el fracaso de EE.UU. en Vietnam: un golpe duro a la autopercepción estadounidense, ya que significó asumir que el gigante del norte no era invencible, y sintiéndose engañados por sus líderes políticos. Ya no eran confiables.

Mas tarde, intentando prohibir la difusión de un Informe sobre la participación de Estados Unidos en Vietnam, Nixon protagonizó el famoso escándalo del Watergate, y mientras la Cámara de Representantes resolvió abrir el proceso de enjuiciamiento acusándolo de obstrucción a la justicia, abuso de poder y desacato al Congreso, en una carta dirigida al Secretario de Estado Henry Kissinger, Nixon se despidió de la Casa Blanca: "I hereby resign the Office of President of the United States". El republicano Nixon se convirtió, así, en el único presidente de Estados Unidos en dimitir del cargo, y Vietnam quedó manchando la historia, como un gran fracaso

La vergüenza financiera. Pero recordemos también la vergonzosa herencia de otro presidente republicano: George W. Bush, en el año 2001, y los desastres financieros recién iniciando su gobierno, con el estallido de la burbuja de las punto.com, y una lista de calificadoras, auditoras y consultoras, todas sumidas en el mismo estiércol (los vergonzosos escándalos de Enron, Arthur Andersen, y otros que vendrían poco después (Worldcom, etc.)

Y los eventos posteriores, hasta la crisis financiera Global de 2008,  desatada de manera directa debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en el año 2006 (otro regalito de la Great América Again) la cual provocó la llamada crisis de las hipotecas subprime, y cuyas  graves repercusiones contagiaron primero al sistema financiero estadounidense, y después al internacional, teniendo como consecuencia una profunda crisis de liquidez, y causando, indirectamente, otros fenómenos económicos, como una crisis alimentaria global, diferentes derrumbes bursátiles (la crisis bursátil de enero de 2008) y la crisis bursátil mundial de octubre de 2008)

En conjunto, una crisis económica a escala internacional conocida como Gran recesión. Y lo que fue peor, sumiendo en el mismo estiércol a millones de familias trabajadoras, e integrantes de la generación estadounidense de posguerra, que vieron sus ahorros para el retiro simplemente confiscados por una sucia jugarreta del mercado de especuladores. ¡Millones de personas que compraron sus viviendas con las turbias hipotecas de alto riesgo, perdieron sus casas! Y las repercusiones fueron mundiales. 

La vergüenza de Irak. Lo de Irak se transformaría, a su vez, en otra vergüenza mundial para los Estados Unidos. El 20 de marzo de 2003, una coalición liderada por Estados Unidos junto a países aliados como Reino Unido y España, dio inicio a la invasión de Irak. La principal justificación para esta operación fue la afirmación de que Saddam Hussein poseía y desarrollaba armas químicas de destrucción masiva. El líder iraquí fue derrocado; y ahorcado. Pero nunca se encontraron las armas químicas que Estados Unidos sí, utilizó para envenenar Vietnam, violando las convenciones internacionales de guerra. El medio alemán, Deutsche Welle, lo resumía así: “Hoy es innegable que la Guerra de Irak se basó en mentiras, mató a cientos de miles y dejó al Medio Oriente sumido en el caos”.

Las fotografías de un prisionero siendo torturado conectándolo al cableado eléctrico por manos y genitales, la de un prisionero amarrado con collar para perros sostenido por la soldado Lynndie England, las de un prisionero con su cara completamente cubierta de heces y otras que recorrieron el mundo entero, denunciaron los numerosos y vergonzosos casos de abuso y tortura de prisioneros encarcelados en la prisión de Abu Ghraib en Irak por el personal de la Compañía 372 de la Policía Militar de los Estados Unidos, agentes de la CIA, y contratistas militares. ¡El presbiteriano Secretario de Defensa y accionista de Laboratorios Roche, Donald Rumsfeld, se llevó parte de la gloría!

La vergüenza del Capitolio. Y para finalizar, hablemos del último presidente republicano (hoy ex) Donald Trump, y su patética y payasesca farsa de intento de invadir el Capitolio, incitando para ello a una horda de alienados supremacistas y otras especies, que eyacularon su odio y su resentimiento ocupando el Congreso y produciendo un espectáculo circense con unos pocos muertos. La gloriosa Constitución estadounidense, sus leyes y su democracia, fueron utilizadas de papel higiénico.

El republicano Trump defecó en las instituciones y los valores que fueron siempre orgullo de los estadounidenses; acusó de fraude a todo el mundo y se negó a reconocer la victoria de su adversario demócrata, protagonizando el papel de “El Aprendiz de presidente”, totalitario y caprichoso, en un show mediático barato que para algunos ansiosos de fanatismo fue como si hubiera resucitado el Mesías. Se peleó con Xi Jinping, se besó con Putín, abandonó los tratados internacionales de Protección al Medio Ambiente y la Organización Mundial de la Salud, etc.etc.

Su legado incluye dos impeachment durante un mismo periodo de gobierno, haber alentado una vergonzosa insurrección, un prometido muro sin construir, la vergüenza de evadir sus impuestos, el manejo fallido de una pandemia que ha matado a casi medio millón de estadounidenses, e incontables mentiras y corrupción comprobadas. Así como Nixon fue el primer presidente en dimitir su cargo, Trump es el primer mandatario estadounidense en ser sometido dos veces a un juicio político. Sin embargo, fue absuelto nuevamente en su segundo impeachment en el Senado de Estados Unidos.

Faltaron 10 votos en la Cámara Alta estadounidense, para que el expresidente fuera condenado por "incitación a la insurrección". ¡Por lo menos, Nixon tuvo más vergüenza que Trump; aunque fuera por evitar un juicio adverso! Por ahora, el pueblo norteamericano ha señalado que el protagonista de El Aprendiz, “está despedido”; pero con las referencias históricas que ha aportado el partido republicano al resto del mundo, la letalidad del coronavirus me parece un chiste!

¡God save América!

 

 

 

Sunday, February 14, 2021

 ¿Capitalismo malo; comunismo bueno?


No hay capitalismo bueno, ni capitalismo malo. Simplemente hay capitalismo. Como tampoco hay comunismo bueno ni comunismo malo, simplemente hay comunismo; y cada quien con sus aportes a la humanidad.

Pero comencemos por reconocer que el ser humano, por su propia condición, es influenciable, falible, y corrompible. Y que la avaricia y el poder son virus tan destructivos como el coronavirus, la influenza, o la peste porcina.  

También reconozcamos que el Capitalismo, a su vez, es el sistema de producción que ha permitido la evolución del mundo. Tras él, sus beneficios, sus abusos, y sus inequidades. 

Trae la modernidad y el desarrollo de las sociedades y los países, con sus beneficios, pero también con sus excesos y extralimitaciones.  Porque está basado, precisamente, en las ambiciones personales de superación y también de dominación entre los seres humanos. Y la ambición y la superación personal impulsan la creatividad, la innovación, y los nuevos emprendimientos productivos.

 Y eso es muy bueno. Pero la tentación del crecimiento personal disfrutando los beneficios económicos y de bienestar, a todo costo, no pueden imponerse por sobre los límites necesarios para lograr el bienestar de toda la sociedad. Estamos condenados a convivir en comunidad. El ser humano no puede dejarse librado a su total arbitrio de habilidades y decisiones, si no se ajustan al beneficio social que hace a la identidad de las naciones. Los éxitos personales no pueden estar divorciados de los éxitos nacionales. El anarquismo es la desvirtualización del socialismo y de la vida en comunidad.

El capitalismo ha demostrado sus excesos y sus abusos y hasta su poder para fabricar pobres. Pero a su vez el comunismo, su eterno rival, ha mostrado sus limitaciones aprovechándose de ellos, y manteniéndose gracias a ellos, cada vez más pobres. El capitalismo corre tras sus ganancias económicas. El comunismo, tras sus ganancias en captación de pobres, mediante los cuáles y por los cuales se sustenta, y sustenta su razón de ser. Una de las grandes diferencias, quizá la principal, es que el capitalismo es capaz de sobrevivir y desarrollarse en democracia, mientras el comunismo exige autoritarismo y sumisión total a una única idea e ideología. Lo cual constituye la negación a la diversidad de conocimientos y aportes de la sociedad.

Otro, es que mientras el capitalismo produce los bienes y servicios para transformar la sociedad, brindando empleos y recursos genuinos para sustentar el estado de bienestar social, el comunismo tan sólo espera y distribuye (y bastante mal) lo que produce el capitalismo. Sería imposible imaginar un mundo sin capitalismo, pues este crea y alimenta hasta al propio comunismo.

Es cierto que los gobiernos que favorecen al capitalismo en desmedro de los derechos de los trabajadores, han fracasado rotundamente y han debido ir corrigiendo sus errores. Pero la misma crueldad abusiva del capitalismo que dio origen al comunismo, se vive hoy en países comunistas que siguen explotando sus trabajadores mientras desarrollan y favorecen un acelerado capitalismo. La gran fábrica mundial, China, es el ejemplo más evidente de la contradicción, negación, ya su vez aceptación, del éxito y el fracaso de ambos.

Desde China se ha producido el mayor abuso de explotación laboral que ha dado lugar a su impresionante crecimiento industrial, basado en costos de mano de obra abusivos imposibles de imitar, hoy, por el sistema capitalista. Y porque en este sentido, el sistema capitalista ha evolucionado. Y a su vez, es desde China de donde salen hoy en día la mayor parte de los empresarios multimillonarios. La prueba está en que recientemente, Pekín le ha abierto una investigación por monopolio a Jack Ma, fundador del gigante del comercio electrónico chino Alibabá, e integrante del partido comunista.

¿Cómo se entiende que el protagonista del mayor éxito del comercio electrónico que ha puesto a China al nivel del impresionante Amazon, del billonario estadounidense Jeff Bezos, ahora sea cuestionado precisamente por su éxito chino? ¡Vaya; es muy difícil de entender esto del comunismo que pretende imitar al capitalismo! Porque el mismo Den Xiaoping, quien logró hacer viable este modelo socio-capitalista, hoy vigente, fue desterrado de las líneas del partido comunista en más de una oportunidad.

Otro ejemplo, y quizá el más representativos de los totalitarismos cometidos en nombre del comunismo, es el de Venezuela. Que uno de los países más ricos del mundo en reservas naturales petroleras, acereras, de aluminio, oro, y otros minerales, esté expulsando hoy a más de 6 millones de sus connacionales por falta de elementales condiciones de calidad de vida; alimentación, salud, servicios esenciales como el suministro de agua y electricidad, y la mínima dignidad, entregando la nación  a mercenarios revanchistas de ideologías fracasadas en el mundo occidental, es la prueba más evidente de los abusos totalitarios de una degradación nacional.

Y otro, es la reciente decisión del comunista gobierno cubano, copartícipe hoy del gobierno venezolano, quien como parte del “perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia (privado)”, “elimina el anterior listado donde se recogían las 127 actividades que hasta ahora los cubanos podían ejercer legalmente, y lo amplía a “más de 2.000”. ¡Vaya cambio, para no cambiar nada! ¿¡Así que hay que tener permiso del gobierno para poder trabajar y colaborar con la sustentabilidad del resto de la sociedad?!

Y esto con la complicidad de una serie de países que, por cierto, no están sufriendo las mismas condiciones degradantes de los venezolanos; como Rusia, o China, quienes se han plegado al juego de la mosqueta utilizando a los venezolanos como carne de cañón de apetencias geopolíticas que nada tienen que ver con la voluntad de los venezolanos. Todos vimos, durante las transmisiones del mundial de fútbol Rusia 2018, la belleza y modernidad de las distintas ciudades que fueron sede de los encuentros. Y esa Rusia, no tiene nada que ver con la miseria de las ciudades capitales de los estados de Venezuela. ¿Será otro comunismo?

Pero es en base a ese autoritarismo abusivo sustentado por deleznables maniobras ilegales sin fundamento democrático, y sustentado por esos intereses extranacionales, que han hecho hoy de Venezuela, la más degradante experiencia comunista. ¿Qué le ha aportado a Venezuela el castro comunismo Chavista? ¡Que alguien me lo explique, por favor!

A Rusia debería preocuparle estar apañando una vergüenza social humanitaria degradante y humillante, ante la comunidad mundial. Por su parte a China, y ese actual presidente a quien no me permito juzgar, pero que creo está consolidando verdaderas reformas estructurales en beneficio de su inmensa población, debería preocuparle que, así como hoy lidera la colaboración para el desarrollo de los países latinoamericanos, debería cuidar muy bien su imagen para no ponerla al servicio de las más degradantes políticas, que él mismo, está hoy abandonando. ¡No sea cómplice, presidente Xi Jinping!

La historia ha demostrado el peligro existente cuando determinados protagonistas a nivel personal, abusando de la confianza que les han otorgado sus connacionales para gobernar, en democracia, se han adueñado del poder de decisión y aceptación de los intereses comunitarios. Dictaduras en lo político, en lo económico, y en lo social. Pérdida de identidad y sumisión a una única autoridad que invalida y embrutece la mente ciudadana. Ya lo decía el Gran Simón Bolívar: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él a mandarlo, de donde se originan la usurpación y la tiranía”.

Bueno; ni capitalismo malo ni comunismo bueno; para eso están los gobernantes a quienes sus compatriotas confiaron la responsabilidad de su bienestar, y quienes, debidamente asesorados, elaboran las políticas destinadas a frenar los abusos sectoriales en detrimento de los beneficios nacionales. ¡Ni tanto capitalismo malo, ni tanto comunismo bueno! Y fundamentalmente, ¡ni tanto gobernante mediocre y corrupto!

Amen.

 

 

 

Tuesday, February 02, 2021

 Bolsonaro, los presidentes puteadores, y la prensa de mierda.


Si luego de haber escuchado insultar y putear a personajes emblemáticos dentro de la política mundial, usted tiene dudas sobre hacia dónde va nuestra educación en tiempos de exigencias y competencias, yo lo entiendo. Y ME SUMO A SUS DUDAS. Es más, yo me interrogo hasta dónde es necesario y valioso hoy, ser educado. Porque resulta que los referentes que más deslumbran al resto de nuestra humanidad, son los que menos demuestran algo de educación.

Y porque “educación” -según definición de la Real Academia Española, además de incluir una larga serie de conceptos generales, incluye también: “Cortesía y urbanidad”. Y la WikIpedia es más explícita: significa “Formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen”. Y en este sentido, ahora el presidente brasileño Jair Bolsonaro acaba de darnos una lección personal de cortesía y urbanidad, capacidad intelectual, moral, afectiva y cultural, exhortando a los representantes de la prensa a que “se vayan a la puta madre que los parió”. Y como si esto fuera poco los tildó de “prensa de mierda”, tras conocerse un informe que notificaba irregularidades en compras de alimentos por parte del gobierno.

No conozco la formación de conocimientos destinada a desarrollar la capacidad intelectual, moral y afectiva, de cortesía y urbanidad, recibida por el presidente de Brasil, quien pronunció sus insultos en un evento privado en un restaurante en Brasilia, recogidos en un video en medio de ovaciones, y publicado en las redes sociales por varios de sus seguidores. Y lo más increíble aún es que en el evento estuvo presente, incluso, el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, quien se sumó a quienes lo aplaudieron alborozados y divertidos. Y vuelvo a la definición de Wikipedia: “de acuerdo con la cultura y las normas de convivencia de la sociedad a la que pertenecen”.

Creo lamentablemente, que nuestro mundo humano – a pesar de los mayores avances en comunicación, investigación, tecnología, y conocimientos -está cayendo a los peores niveles de educación y transmisión de valores. O nos están llevando a ello. Y una de las cosas que más me siguen atemorizando hacia nuestro futuro, es la dependencia absoluta de nuestra emocionalidad, por sobre nuestra necesaria racionalidad.

Las últimas experiencias en cuanto a la elección de autoridades en varios países de nuestra América, y sus resultados, me dan la razón. Y temor. Dicen que los seres humanos somos producto de nuestras “circunstancias”. Y yo lo creo. Y entonces, en base a esas circunstancias y por diferentes razones, votamos para gobernarnos a personas que prometen satisfacer fácilmente nuestras expectativas emocionales, como Trump, Bolsonaro, Chávez, Maduro, Mujica, los Castro, etc. ¡Todos insultadores y puteadores profesionales!

El expresidente de Uruguay José Mujica, por su parte (el hombre que insistía en la educación, educación, educación) trataba a los periodistas con su cariñoso y habitual “no sea nabo”, y durante una entrevista para el diario español El Mundo, cuando se le preguntó qué sucede en Latinoamérica con Brasil y Argentina, excretó: "Están cagando arriba de la mesa los vecinos. La puta que los parió. ¡Qué desastre! Parecen dos repúblicas bananeras”. Si; y un grupo de catedráticos alemanes, lo propusieron para el Premio Nobel..

Chávez, a su vez, comenzó por llamar "ignorante" a Bush, alegando que no sabía mucho de historia ni de nada. "Una gran ignorancia es lo que tú tienes", le dijo. "Eres un burro, Mr. Danger", repitió Chávez, interrumpido por los complacientes aplaudidores de oficio que asistían en directo a su programa semanal de televisión de casi 10 horas de duración, "Aló Presidente". También lo llamó "cobarde, asesino, genocida", además de "borracho" e "inmoral" y "asesino". También fue propuesto para el Premio Nobel.

Con Chávez, al igual que con Trump, no se salvó nadie. A Uribe y Obama los sentenció: "¡Señores Uribe y Obama vayan a lavarse ese paltó!", en otro momento de sus arranques de emotividad. (Significa “vayan a lavarse ese culo, váyase al carajo”, etc., una expresión vulgar venezolana)

El dictador Nicolás Maduro, a su vez, como respuesta al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quién invocó la Carta democrática de su organismo por la "crisis institucional" en Venezuela, le dijo "basura", "traidor", y en pleno éxtasis de ordinariez agregó: "La Carta Democrática la pueden poner en un tubito bien finito y darle mejor uso, señor Almagro. Métase su Carta Democrática por donde le quepa".

De los destratos de Trump no vale la pena ocuparse, siempre pensé que era un enfermo mental y los hechos me lo fueron confirmando. Un insultador compulsivo imitador de Chávez.  Desde los insultos lanzados contra Omarosa Manigault Newman, compañera en su reality show "The Apprentice", a quien llevó a la Casa Blanca como asistente y a quien luego despidió tratándola de "Perra", "Enloquecida", "Llorona de poca monta", hasta sus ataques contra jugadores de la NFL que se arrodillaron durante el himno nacional en los partidos de fútbol americano en protesta por la violencia policial hacia los afroestadounidenses, instando a los propietarios de los clubes a "sacar a (esos) hijos de puta del campo ya mismo".

Y también imitador de Bolsonaro en sus insultos a la prensa, cuando acusó a los periodistas de CNN de “cabrones idiotas” por sobredimensionar la epidemia de coronavirus para atemorizar a la gente y evitar que salga a votar en las elecciones presidenciales, a pesar de que Estados Unidos es el país con mayor cantidad mundial de infectados y fallecidos por el Covid!

Sin mencionar su imperdonable ofensa hacia las mujeres cuando se ufanaba afirmando: "Cuando eres una estrella, te dejan hacerlo. Puedes hacer cualquier cosa".  "Agarrarlas por el coño”. Puedes hacer cualquier cosa". El diario New York Times se tomó el trabajo de recopilar en una larga lista a las 281 "personas, lugares y cosas" a las que el republicano ha dedicado sus más de 4000 insultos en su cuenta de Twitter. Y sin embargo, este individuo fué votado por más de 74.000 estadounidenses, incluyendo mujeres, afros, latinos, y por supuesto, blancos. Deberían haberle otorgado un Oscar por su show mediático presidencial; pero su legado dejó dos 'impeachments', haber alentado una vergonzosa insurrección, un prometido muro sin construir, la vergüenza de evadir sus impuestos, e incontables mentiras y corrupción comprobadas.

No sé si ustedes me entienden; yo estoy tratando de entender algo. Hay un artículo muy interesante de la profesora uruguaya Adriana Marrero, (Grado 5 en Sociología) publicado en Uypress, y titulado “La cultura del robo (O sobre esa educación que damos todos)” que nos ilustra y advierte sobre un proceso de degradación de los valores culturales, hasta la aceptación de una nueva cultura de la “incultura”, que reniega de los valores tradicionales. ¡Y es increíble como esta nueva cultura nos va penetrando y contaminando a todos, sin que opongamos mayor resistencia, hasta tal grado de aceptación que terminamos convirtiendo a estos “intrusos en los paradigmas” (al decir de Joel Barker) en referentes de nuestras vidas y expectativas!

Quizá, más que muy interesante, debí decir inquietante. ¡O estresante! Porque asusta. Porque desnuda la fragilidad emocional humana que nos lleva, una y otra vez a equivocarnos, basados en las facilistas promesas que cumplen su elemental rol de engañar nuestra emocionalidad, por parte de quienes no soportarían un mínimo análisis en la racionalidad. Porque exige una revisión de los paradigmas más profundos. Y porque eso incomoda. Y mucho.