Irán, Israel; contestando a Thomas Friedman.(I)
En un reciente artículo de Thomas L. Friedman/The New York Times, replicado en El País de Uruguay el 15.04.2024, y referido al ataque de Irán sobre Israel, el periodista sostiene que “esfuerzos diplomáticos internacionales deben enfocarse en que los iraníes no vuelvan a atacar, para que los israelíes no tengan razones para represalias”. Reconozco que Friedman ganó dos premios Pulitzer en la década de 1980, seguido de otro en 2002, y que además es columnista destacado del The New York Times. Buen currículum, sin duda.
Aunque, según
Wikipedia, “Su trabajo posterior como columnista político ha sido criticado
tanto por su estilo de escritura débil como por su inclinación hacia posiciones
de moda”. Y entonces, antes de ponerme a analizar este artículo suyo debo
recordar, en primer lugar, que Thomas es…Friedman, y en segundo lugar que vive
en EE.UU. O sea, sin desmerecer, pero un judío que vive en EE.UU., tendrá sin
duda razones para sensibilizarse con la causa de con quienes convive.
Y por ello me
voy a permitir disentir sobre algunas declaraciones del reconocido periodista. Dice Friedman, por
ejemplo, que “Sin una iniciativa global encabezada
por Estados Unidos para imponer sanciones a Irán y aislarlo
aún más en el escenario mundial, el comportamiento de Irán se normalizaría
tácitamente, en cuyo caso lo más probable es que Israel tome represalias del
mismo modo, y estamos en camino a una gran guerra en Medio Oriente”.
Y yo
retrucaría, a su vez, que “sin una iniciativa global (difícilmente
compartida por Estados Unidos por ser su cómplice) para imponer sanciones
a Israel, y aislarlo aún más en el escenario mundial, el comportamiento de Israel
se ha normalizado, tácitamente, a través de la incesante invasión a las tierras
palestinas, y asesinatos masivos a mujeres y niños, en cuyo caso lo más
probable es que Irán y otros aliados
tomen represalias del mismo modo”, y estamos en camino a una gran guerra en
Medio Oriente”.
¿Acaso no son suficientes las declaraciones
del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, sobre el
comportamiento de Israel, tras el brutal ataque de Hamás, asegurando que "Los
agravios del pueblo palestino no pueden justificar los horribles ataques de
Hamás"? Pero agregando, asimismo, que “Es importante reconocer
también que los ataques de Hamás no ocurrieron de la nada. El
pueblo palestino ha sido sometido a 56 años de ocupación asfixiante”.
Añadiendo que los palestinos “han visto sus tierras constantemente
devoradas por los asentamientos y plagadas de violencia. Su economía
fue asfixiada. Su gente fue desplazada y sus hogares demolidos. Sus esperanzas
de una solución política a su difícil situación se han ido desvaneciendo”.
Y claro;
ofuscado y ofendido, el embajador de Israel ante Naciones Unidas, Gilad
Erdan expresó “Le pido que dimita inmediatamente. No
tiene justificación ni sentido hablar con quienes muestran compasión por las
más terribles atrocidades cometidas contra los ciudadanos de Israel y el pueblo
judío. Simplemente no hay palabras”. Cuando en realidad, lo que no tiene
justificación ni sentido, es la muerte de más de 35.000 palestinos en Gaza, a
manos de Israel, incluyendo a miles de civiles inocentes; enfermos en los
hospitales, médicos, miles de mujeres y niños en su mayoría. Y posteriormente, a 7 voluntarios
humanitarios internacionales de la ONG World Central Kitchen (WCK), mientras
entregaban una ayuda humanitaria en alimentos y otros suministros, lo cual
debería a avergonzar a todo el pueblo israelí. (Más tarde, reconocerían su
error)
El chef y
filántropo español José Andrés, promotor de la organización WCK, que
se dedica a proporcionar comida en lugares en conflicto, publicó en su cuenta
de X:"Perdimos a varios de nuestros hermanos y hermanas en un ataque
aéreo de las FDI en Gaza. Estoy desconsolado y afligido por sus familias y
amigos y por toda nuestra familia de WCK. Estas son personas... ángeles...
Serví junto a ellos en Ucrania, Gaza, Turquía, Marruecos, Bahamas, Indonesia.
No son anónimos... No son anónimos. El Gobierno israelí debe poner fin a
esta matanza indiscriminada. Tiene que dejar de restringir la
ayuda humanitaria, dejar de matar a civiles y trabajadores humanitarios y dejar
de utilizar los alimentos como arma."
¿O acaso es
menor el detonante inmediato al bombardeo por parte de Israel, el 1 de
abril al consulado iraní en Damasco, Siria, que resultó en la muerte de
comandantes iraníes de alto rango? Sin
duda, Irán interpretó este acto como una violación grave de su soberanía, lo
que llevó a una respuesta militar directa. ¡Definitivamente, el genocida Benjamín
Netanyahu está avergonzando a Israel! Y lo está condenando, a no tener una paz
duradera.
(Continúa
en II)
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