Cuando la prensa, no tiene ética ni vergüenza..

Si hay (por suerte pocas) cosas que me avergüenzan en este hermoso paisito, que tanto de bueno tiene para mostrar y disfrutar, es el chismerío mediático y amarillista de cierta prensa; morbosa, escandalosa, chismosa, y totalmente desvinculada de la responsabilidad ética para con la información que verdaderamente aporte beneficios a la sociedad. Porque su negocio principal, a través de rating, mediciones de lectura, etc., está en lograr títulos impactantes, y chismeríos escandalizantes, de todo lo peor de lo que deberíamos avergonzarnos como sociedad.  (Y que existe en cualquier sociedad del mundo)

Dos casos relatados con deleite por la prensa en los últimos días, dan motivo a esta especial reflexión. A mediados de marzo de 2024, la Fiscalía, en Uruguay, recibió una denuncia contra el precandidato del Frente Amplio (FA) y exintendente de Canelones, Yamandú Orsi, por una supuesta agresión sexual contra una mujer trans que se desempeñaba como trabajadora sexual. Casualmente, (o causalmente) les recuerdo que Yamandú Orsi es el candidato que -además de ser el más votado dentro de su partido -es el que según las encuestas -es el más votado para la presidencia del país, a tan sólo unos meses para la elección de un nuevo gobierno.

Y casualmente también, la supuesta víctima, una mujer trans de 42 años, radicó ahora la denuncia, narrando el presunto hecho de violencia ocurrido ¡hace diez años! La denunciante dijo (y esto es muy curioso) que no reconocía al ahora precandidato del FA, y que recién a partir de la actual campaña electoral (¡Oh casualidad!)  logró identificarlo. ¡Vaya! ¡Yamandú Orsi ha sido Intendente del segundo departamento mas poblado del Uruguay, por dos períodos de cinco años! En total, diez años, durante los cuales fue frecuentemente entrevistado, consultado, publicitado, por todos los medios de prensa del Uruguay. (¿Habrá algún interés de la prensa?)

Curiosamente, además, la primera acusación contra Orsi, sobre este caso, y que publicó la prestamente la prensa, la realizó la militante también trans del Partido Nacional Romina Celeste, a través de sus redes sociales. Y Romina Celeste es, aunque le cueste, un dudoso personaje cuyo mérito está en haber denunciado por pedófilo a un senador nacional (con relaciones consentidas y pagadas por éste, cerca de 15 años atrás, en su minoría de edad) y luego haber escupido a un funcionario municipal en plena calle, por lo cual la prensa la ha convertido, convenientemente, en un objeto circense, para llenar páginas y alimentar el morbo de algunos obsecuentes.

Y se está haciendo un buen negocio legal esto de denunciar abusos sexuales de hace 10, 15 , o más, años atrás. ¡Lo grave es que, pese a estos dudosos antecedentes, y sin tener ninguna prueba medianamente consistente, la gran prensa se prestó a publicar - y a manchar el honor -de un candidato presidencial (¡de la oposición..!) a pocos meses de una nueva elección presidencial! Más tarde se descubrirían las incongruencias y los desdichos de ambas transpersonajes.

Y el segundo hecho a relatar, es el descargo de Yesty Prieto, el cantante de Karibe con K, tras hablar en una entrevista de su primera experiencia sexual, y relatando con detalles que había sido a los 13 años y con un hombre que tendría “50 y pico”. El cantante de Karibe con K se pronunció luego de la trascendencia que tomó la entrevista, y hasta se disculpó.

Y según la redacción de El País, consultado por un oyente de un programa radial donde se dio la charla, y que envió un mensaje para preguntarle si aquello no había sido un caso de abuso, expresó: "Él no abusó de mí. Nunca me obligó a nada. No fue violento. Y para mí fue una satisfacción tener todos los días 50 pesos, una cerveza y cigarros... No pasó nada traumático. Simplemente es una historia de mi vida". ¡Vaya! ¡Menos mal que nuestros jóvenes no leen prensa, ni escuchan radio, y poco menos ven televisión! ¡Qué ejemplos para imitar!

Y es que yo me pregunto si en el periodismo uruguayo todo vale, con tal de lograr la máxima atención humana, aún cuando ello signifique lograr la mayor exposición de lo más degradante de nuestra sociedad humana. No entiendo este modelo de periodismo, ni lo quiero entender…  Porque entiendo que el periodismo debería ser, parte de lo mejor, de nuestro propio ser…