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Saturday, February 10, 2024

 Las cosas raras de nuestro mundo raro..


Hay cosas raras en este mundo ¿no? ¡Y verdaderamente extrañas! Porque, por ejemplo, que en nuestra Ameríca Latina hayamos elegido presidentes comunistas, guerrilleros, socialistas, cantantes, humoristas, presentadores de televisión, como a su vez militares fascistas,  charlatanes oportunistas, reivindicadores populistas, y quizá otras definiciones, no sería de extrañar. Supuestamente, hemos sido parte del tercer mundo, y el patio trasero del primer mundo, ¿no? También hemos elegido, a unos, demasiado jóvenes, y a otros, demasiado viejos.

En algunos países, tener una cierta edad es un requisito para postularse a presidente. Por ejemplo, en Ecuador, 35 es la edad mínima. Otros países como España solo requieren que un candidato sea mayor de 18 años. Hoy, Gabriel Boric (Chile), Daniel Noboa (Ecuador) con 36 años, serían los presidentes más jóvenes de Latinoamérica. Pero hay otros que aún no llegan a su cuarta década, como Nayib Bukele, de El Salvador, con 37 años. En contraposición, en 1994, al asumir su segunda presidencia en Venezuela (con apoyo del Chiripero) Rafel Caldera tenía 78 años, y la finalizó con 83.

Pepe Mujica, el excéntrico exmandatario (ex guerrillero) uruguayo que ganó la presidencia entre el 2010 y 2015, con 74 años, la terminó con 78, y sin mayores éxitos a contabilizar, en 2019 estaba otra vez en la primera fila de la campaña para las elecciones presidenciales, afirmando "Tengo 84 años, pero todavía no estoy lelo". ¡Ah, bueno, eso ya es algo, ¿no? ¡Cómo les encanta el protagonismo una vez que lo probaron! Basta con no estar lelo, para triunfar políticamente, en Uruguay.

El Gran presidente Tabaré Vázquez, a su vez, quien desde su primera presidencia comenzó a transformar al pequeño Uruguay, creando las bases para convertirlo en un ejemplo de inclusión social, innovación empresarial, cambio de matriz energética sin igual, y una revolución tecnológica que nos asegura la supervivencia, comenzando desde los más jóvenes, dejó el cargo con 80 años. Y hoy, en Uruguay, para refrescar nuestra histórica tendencia y dependencia, tenemos un presidente elegido, con 46 años, el más joven después de Máximo Tajes, con 33 años, y Baltasar Brum, con 35.

A su vez, el principal país potencia económica y militar de este mundo: EE.UU. de Norteamérica, un país que, el día de este Año Nuevo, tendrá una población de 335,8 millones de habitantes, se encuentra deliberando frente a una nueva elección presidencial, entre dos viejos de 78 y 83 años para conducir otro período de ¿éxitos? O ¿fracasos? Pero no es esto, todo lo curioso.

Donald Trump, el expresidente, la vergonzante expresión, y a su vez el reverenciado Mesías y nuevamente candidato presidencial del famoso partido republicano, a quien la justicia le imputa cuatro cargos: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstruir un procedimiento oficial, y conspiración contra los derechos de los ciudadanos, cuenta con 78 años de edad, y pudiera pasar el resto de su vida en la cárcel en caso de ser declarado culpable en alguno de los cargos. En menos de cinco meses, enfrenta 91 cargos penales, que van desde la falsificación de registros comerciales en Nueva York hasta intentar subvertir las elecciones presidenciales de 2020.

Pero Estados Unidos, es un país muy peculiar. Y más allá de un problema de edad, o aún de moralidad, ”Ni la Constitución estadounidense, ni las leyes estatales, impiden presentarse a elecciones a pesar de tener antecedentes penales, estando imputado o en prisión”. O sea que Donald Trump, o cualquiera otro con sus cochinadas, ¡tienen permiso constitucional para delinquir! Curioso ¿no? ¡Qué personaje!

Joe Biden; Un informe sobre el manejo de documentos clasificados, por parte del hoy presidente de Estados Unidos, cuando era vicepresidente, refleja serias dudas sobre su memoria y capacidad cognitiva, y ante un nuevo año electoral, los votantes han expresado su preocupación por la avanzada edad del presidente, que tiene 81 años. Tiene que ver con lo que Biden recuerda o no. El actual presidente ha dejado en público discursos, que hacen cuestionar su memoria, confundiendo al secretario de Salud, con el de Seguridad Nacional, en un acto en la Casa Blanca.   Ha confundido a Francia con Alemania, y también erró al identificar a Macron con uno de sus precursores en el cargo, François Mitterrand, que lleva muerto desde 1996.

¿Es posible que no haya en ese enorme territorio, y en esa enorme y diversa sociedad humana, alguna savia nueva, que decida (o lo decidan) a proponer nuevas ideas, para una necesaria generación de relevo ante tantas inconsistencias? ¿Sólo dos viejos cuestionados, representando a los dos viejos y desgastados partidos políticos tradicionales, son la única opción de ese enorme y diverso universo de más de 335 millones de habitantes, y en el cual ha habido y hay gente tan brillante en otras actividades?

Curioso ¿no? Quizá está faltando, una tercera opción.

 

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