La Tercera Opinion

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Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Thursday, September 07, 2023

 ¡La incertidumbre, la nueva pandemia argentina!


Les juro que me duele la actual incertidumbre que viven hoy nuestros hermanos argentinos. Porque así no se puede trabajar, no se puede producir, ni invertir, ni innovar, ni siquiera soñar, ni pensar, en cómo mejorar personalmente, profesionalmente, y además, contribuir a la mejora nacional. ¡Porque se están haciendo pelota entre todos! ¡Y empobreciéndose todos! 

Y porque no es cuestión de empobrecer a los más ricos (que nunca se empobrecerán lo suficiente porque saben cómo hacerlo) para enriquecer a los más pobres (que no saben cómo hacerlo) sino que los más empobrecidos, y  aún más, seguirán siendo los más pobres. 

Claro: ¡Y es que sin duda es un gran negocio la pobreza! Porque es difícil explicarle a esos sectores de la sociedad demasiado pobres, y que en su momento se los gratificó ofreciéndoles regalías para que siguieran siendo pobres (aunque momentáneamente más felices) que la vida es un regalo de Dios, pero que ganarse el derecho a vivir de acuerdo a sus aspiraciones, es un derecho que se deben ganar, con su esfuerzo, los seres humanos. ¡Vaya! Ni es tan difícil de entender. Pero claro, es políticamente más redituable para quienes les mostraron lo contrario, seguir alimentando su pobreza, porque ya, de alguna forma, se acostumbraron a vivir dentro de esa mínima, pero confortable, por conocida, zona de confort. Y porque para ellos es siempre más arriesgado apostar a lo prometido, pero, desconocido. Y eso es parte del negocio político.

Y esto me viene a coalición porque, recientemente, según recoge el medio informativo PERFIL, de Argentina, y desde un evento que reunió a los representantes de las empresas más poderosas del país, invitados a los Premios Fortuna, uno de ellos expresó: Mirá que yo soy liberal, pero lo que viene me preocupa. La frase, de uno de los máximos referentes del círculo rojo, resonó y se hizo eco entre los empresarios, quienes admitieron que la incertidumbre ya gobierna en las decisiones de negocios y que esa sensación “es peor que la certeza de tener un mal futuro”. ¡Vaya! Una vez más, lo conocido, contra lo desconocido.

Y sucede -según el medio argentino -que Javier Milei, el nuevo líder mesiánicoque nació del riñón del establishment local, hoy se convirtió en un proyecto sin garantías de una continuidad ordenada, en un eventual gobierno libertario”. “Tiene una inestabilidad emocional peligrosa”, se asegura. ¡Malaya triste destino, al decir de Atahualpa -que todos los caballos - y también los ciudadanos, sigan el mismo camino.

Ojalá le vaya bienEstaremos para ayudarlo. Espero que se deje ayudar, aseguraron otros de los presentes. Y son entendibles estas incertidumbres, porque, entre otras cosas, cuando el iluminado prometió a gritos estentóreos su salvadora dolarización, ahora, su principal asesor económico, el economista Darío Epstein, asegura que, a pesar de que hay un plan de dolarización muy concreto, “no vamos a dolarizar si no hay dólares”, y que además quien gane el gobierno deberá reducir el gasto, porque hay que lograr el “déficit cero”. Y si no hay dólares ni tampoco quien los produzca, y hay que reducir el gasto, y un montón de ministerios y de planes sociales, ¿quién va a pagar esta factura?

Porque entonces, los ricos no tienen certezas para producir la riqueza, los pobres no tienen certezas de no empeorar su pobreza, los empleados no tienen certezas de que no vuelen sus cabezas, y es que yo, desde el otro lado del charco me pregunto. ¿quién es feliz en estos momentos, en la Argentina? Si hay alguien, que levante la mano. Lamentablemente, creo que hay una pandemia de incertidumbre. Porque al decir de aquel empresario sobre la incertidumbre, “es peor que la certeza de tener un mal futuro”.

Lamentable, para mis hermanos argentinos.