Estados Unidos y su vergüenza republicana.
Además, los aviones tácticos
arrojaron 75 millones de litros de un herbicida, el “agente naranja”, arma
química especialmente prohibida por las convenciones internacionales de guerra,
que causó todo tipo de enfermedades y deformaciones, y cuyas secuelas siguen
afectando a miles de niños. (Si; la temida arma química que luego Estados
Unidos usó como pretexto para demonizar e invadir a Iraq, pero que nunca fue
encontrada allí) Esta operación, condenada abrumadoramente por la
prensa estadounidense e internacional por lo innecesario del ataque cuando solo
restaban tres años para la finalización del conflicto, dio lugar a lo que el «The
New York Times» titulaba como: «Vergüenza mundial» que
provocó Nixon en Vietnam.
Y el 28 de diciembre de 1972, el mismo día que se
ordenaron parar los ataques desde la Casa Blanca, el «Washington Post»
definió la Operación Linebacker II como «el acto de guerra más salvaje y
absurdo jamás cometido por un pueblo soberano contra otro». Mas de 1
millón de vietnamitas muertos, la mayoría civiles. Sin contar los miles de
soldados norteamericanos.
En Alemania, en el diario «Die
Zeit» podía leerse: «Incluso los aliados deben calificar esto de
crimen contra la humanidad». Y en Gran Bretaña, «The Times»
opinaba que aquel bombardeo «no era propio de un hombre que desea la paz
con fervor», en referencia al presidente de Estados Unidos, mientras
que el «Daily Mirror» titulaba: «Diluvio de muerte de Nixon por
Navidad». El 23 de enero de 1973, Nixon asumiría el fracaso de EE.UU.
en Vietnam: un golpe duro a la autopercepción estadounidense, ya que significó
asumir que el gigante del norte no era invencible, y sintiéndose engañados
por sus líderes políticos. Ya no eran confiables.
Mas tarde, intentando prohibir
la difusión de un Informe sobre la participación de Estados Unidos en Vietnam, Nixon
protagonizó el famoso escándalo del Watergate, y mientras la Cámara de
Representantes resolvió abrir el proceso de enjuiciamiento acusándolo de
obstrucción a la justicia, abuso de poder y desacato al Congreso, en
una carta dirigida al Secretario de Estado Henry Kissinger, Nixon se despidió
de la Casa Blanca: "I hereby resign the Office of President of the
United States". El republicano Nixon se convirtió, así, en el
único presidente de Estados Unidos en dimitir del cargo, y Vietnam quedó
manchando la historia, como un gran fracaso
La
vergüenza financiera. Pero recordemos también la vergonzosa herencia
de otro presidente republicano: George W. Bush, en el año 2001, y los desastres
financieros recién iniciando su gobierno, con el estallido de la burbuja
de las punto.com, y una lista de calificadoras, auditoras y
consultoras, todas sumidas en el mismo estiércol (los vergonzosos
escándalos de Enron, Arthur Andersen, y otros que vendrían
poco después (Worldcom, etc.)
Y los eventos posteriores,
hasta la crisis financiera Global de 2008, desatada de manera
directa debido al colapso de la burbuja inmobiliaria en el
año 2006 (otro regalito de la Great América Again) la cual provocó la
llamada crisis de las hipotecas subprime, y cuyas graves repercusiones contagiaron primero al
sistema financiero estadounidense, y después al internacional, teniendo como
consecuencia una profunda crisis de liquidez, y
causando, indirectamente, otros fenómenos económicos, como una crisis alimentaria global,
diferentes derrumbes bursátiles (la crisis bursátil de enero de 2008) y
la crisis bursátil
mundial de octubre de 2008)
En conjunto, una crisis económica a escala internacional conocida
como Gran recesión. Y lo
que fue peor, sumiendo en el mismo estiércol a millones de familias
trabajadoras, e integrantes de la generación estadounidense de posguerra, que vieron
sus ahorros para el retiro simplemente confiscados por una sucia jugarreta del
mercado de especuladores. ¡Millones de personas que compraron sus viviendas con
las turbias hipotecas de alto riesgo, perdieron sus casas! Y las repercusiones
fueron mundiales.
La
vergüenza de Irak. Lo de Irak se transformaría, a
su vez, en otra vergüenza mundial para los Estados Unidos. El 20 de marzo de
2003, una coalición liderada por Estados Unidos junto a países aliados como
Reino Unido y España, dio inicio a la invasión de Irak. La principal
justificación para esta operación fue la afirmación de que Saddam Hussein poseía
y desarrollaba armas químicas de destrucción masiva. El líder iraquí fue
derrocado; y ahorcado. Pero nunca se encontraron las armas químicas que Estados
Unidos sí, utilizó para envenenar Vietnam, violando las convenciones internacionales
de guerra. El medio alemán, Deutsche Welle, lo resumía así: “Hoy
es innegable que la Guerra de Irak se basó en mentiras, mató a cientos de miles
y dejó al Medio Oriente sumido en el caos”.
Las
fotografías
de un prisionero siendo torturado conectándolo al cableado eléctrico por manos
y genitales, la de un prisionero amarrado con collar para perros sostenido por
la soldado Lynndie England, las
de un prisionero con su cara completamente cubierta de heces y otras que
recorrieron el mundo entero, denunciaron los numerosos y vergonzosos casos de
abuso y tortura de prisioneros encarcelados en la prisión de Abu Ghraib en Irak por
el personal de la Compañía 372 de la Policía Militar de los Estados Unidos,
agentes de la CIA, y
contratistas militares. ¡El presbiteriano Secretario de Defensa y accionista de
Laboratorios Roche, Donald Rumsfeld, se llevó parte de la gloría!
La
vergüenza del Capitolio. Y para finalizar, hablemos del último
presidente republicano (hoy ex) Donald Trump, y su patética y payasesca farsa
de intento de invadir el Capitolio, incitando para ello a una horda de alienados
supremacistas y otras especies, que eyacularon su odio y su resentimiento
ocupando el Congreso y produciendo un espectáculo circense con unos pocos
muertos. La gloriosa Constitución estadounidense, sus leyes y su democracia,
fueron utilizadas de papel higiénico.
El republicano Trump defecó en
las instituciones y los valores que fueron siempre orgullo de los
estadounidenses; acusó de fraude a todo el mundo y se negó a reconocer la
victoria de su adversario demócrata, protagonizando el papel de “El Aprendiz de
presidente”, totalitario y caprichoso, en un show mediático barato que para
algunos ansiosos de fanatismo fue como si hubiera resucitado el Mesías. Se
peleó con Xi Jinping, se besó con Putín, abandonó los tratados internacionales
de Protección al Medio Ambiente y la Organización Mundial de la Salud, etc.etc.
Su legado incluye dos impeachment
durante un mismo periodo de gobierno, haber alentado una vergonzosa
insurrección, un prometido muro sin construir, la vergüenza de evadir sus
impuestos, el manejo fallido de una pandemia que ha matado a casi medio millón
de estadounidenses, e incontables mentiras y corrupción comprobadas. Así como
Nixon fue el primer presidente en dimitir su cargo, Trump es el primer
mandatario estadounidense en ser sometido dos veces a un juicio político. Sin embargo, fue absuelto nuevamente en su
segundo impeachment en el Senado de Estados Unidos.
Faltaron 10 votos en la
Cámara Alta estadounidense, para que el expresidente fuera condenado por
"incitación a la insurrección". ¡Por lo menos, Nixon tuvo más
vergüenza que Trump; aunque fuera por evitar un juicio adverso! Por ahora, el
pueblo norteamericano ha señalado que el protagonista de El Aprendiz, “está
despedido”; pero con las referencias históricas que ha aportado el
partido republicano al resto del mundo, la letalidad del coronavirus me parece un
chiste!
¡God save América!
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