Disenso, Vox, y otras voces.
La derecha la ha cagado, y la izquierda ha fracasado.
2 -Me cuido mucho de no opinar en temas y
problemas de países que ni siquiera conozco, más allá de películas y fotos, y
que, además, políticamente, han mostrado historias nada dignas de ejemplarizar.
Italia es uno de ellos. Pasando de Mussolini a las vergüenzas de Berlusconi y
los últimos gobiernos que la han sumido en una crisis económica y sanitaria sin
precedentes, sólo los italianos son capaces de juzgarse a sí mismos. Pero creo
que ni siquiera les interesa, puesto que, al igual que los argentinos, ya se
han acostumbrado a nadar en el excremento, y hasta lo disfrutan y lo asimilan
como parte de su idiosincrasia. Es cuestión de ponerse una escafandra para
poder respirar, y seguir remando para subsistir.
3 -Primera interrogante obligada: ¿quién es
la Fundación Disenso, portadora del artículo en cuestión?¿A qué o a quienes
representa?¿Derecha? ¿Izquierda? ¿Anarquista? ¿Comunista? ¿Independiente?
Bueno, como
primera conclusión, Fundación Disenso es la voz del partido político español Vox, fundado
a finales de 2013.
Su presidente es Santiago Abascal y está calificado
por especialistas como de extrema
derecha. Surgió entre los críticos de Rajoy en
el seno del PP,
erosionado por la crisis económica, y con el objetivo de «recoger el voto de la
derecha desencantada con las políticas del PP”. Abascal ha mantenido contactos
con líderes de la extrema derecha europea como Marine Le Pen (FN); Frauke Petry (AfD) o Geert Wilders (PVV).
En 2019, Vox logró el 10,26 % de los votos en las elecciones generales españolas. En septiembre de 2020, anunció la creación de un sindicato, de nombre «Solidaridad» –mismo nombre que el sindicato polaco anticomunista Solidarność– (liderado por Lech Valessa) con la intención de atraer el voto obrero a su formación, y también anunció la creación de su propia fundación, llamada Fundación Disenso. En octubre de 2020 Vox solicitó la intervención del Ejército y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para frenar la llegada de inmigrantes irregulares a las islas Canarias.
Y tras las elecciones autonómicas catalanas de
2021, la Fiscalía abre una investigación por delito de odio al
partido, tras los mensajes de “Stop Islamización” durante la campaña
electoral.
En noviembre,
2020, Abascal publicó una carta abierta denominada Carta de Madrid – entre cuyos
adherentes destaca a “el actor mexicano Eduardo Verástegui (¿?) a quien Donald Trump, nombró como asesor de la Iniciativa de la Casa
Blanca para la Prosperidad Hispana, y también sobresale el hijo de Jair
Bolsonaro, el diputado Eduardo Bolsonaro (acusado y condenado por daños morales
en perjuicio de la comunicadora Patricia Campos Mello) y hermano del senador
Flávio Bolsonaro, formalmente acusado por la Fiscalía de Río de Janeiro por los
delitos de malversación de fondos públicos, blanqueo de dinero, pertenencia a
organización criminal y apropiación indebida. En fín; referencias no demasiado
confiables como para tomar sus opiniones al pié de la letra. Pero analicémoslas.
4 – Su opinión. El periodista de
Fundación Diseño que advierte sobre “El gobierno Draghi: un
experimento peligroso (que podría exportarse)”, dice: “Con Draghi nos
encontramos ante un escenario de tecnocracia transnacional que gestionará los
recursos del país como si sus componentes fueran los jefes de una banda de
mercenarios”. (¡Muy fuerte!) “Aconsejo
a mis amigos españoles, y en cierto sentido a toda la Eurozona, a que observen
con atención lo que está pasando en Italia con la formación de un gobierno
liderado por Mario Draghi. Y es que algún día podría pasarle a ellos”.
No solo se
trata del desembarco del expresidente del BCE. También se apela a la figura de
un tecnócrata, sin pasar por las urnas, para que se ponga a la cabeza de un
gobierno que reúne a todos o casi todos los partidos, desde la “extrema”
derecha a la “extrema izquierda”, como si en España el mismo ejecutivo
estuviera apoyado a un tiempo por Vox, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, y cada
formación tuviera sus propios representantes como ministros. No es solo un
gobierno “técnico”; es un gobierno en el que la tecnocracia somete a la
política.
Y no solo
es una monstruosidad, sino un experimento que la tecnoburocracia de la UE, con
el respaldo de la nueva administración norteamericana, podría exportar a todos
aquellos países donde las decisiones del electorado no coincidieran con el
diseño de las tecnoestructuras de la UE y de Alemania”.
O sea, le
rechina que Draghi (expresidente del Banco Central Europeo) sea un tecnócrata, y
que haya nombrado a varios técnicos en su gabinete, como también de que
haya incluido a representantes de todos los partidos políticos. ¿Y acaso esto no
es democracia? Si en España, otro país que se ha distinguido por la poca
seriedad de su política, sus políticos y hasta sus monarcas, no han sido
capaces por años de lograr alianzas entre sus partidos políticos (incluyendo a Vox),
y ahora se asustan por sus propios fracasos, no creo que tengan autoridad moral
ni técnica para cuestionar a un técnico que fue presidente del BCE (por algo lo
habrán elegido) que está incluyendo a profesionales para su gestión (algo bien
destacable) y que además democráticamente haya invitado a todos los partidos
políticos para compartir la responsabilidad del gobierno! Pero claro, no olvidemos
que a Vox no le interesa demasiado la democracia.
5 -Otra opinión. Y por ello me resulta
indispensable, consultar a otros medios de comunicación. Por ejemplo, El
País (España), en su sección internacional, titula “Draghi presenta un
Gobierno de técnicos y políticos para capear la crisis en Italia”. Y
aclara: “El expresidente del BCE diseña una lista con personas de su
confianza en ministerios clave como Economía o Justicia, pero contenta a los
partidos con varias carteras”. ¡VAYA! ¿HAY ALGO NUEVO BAJO EL SOL? “Se dice
- continúa El País - que el miedo a un Gobierno técnico sobrevolaba estos
días las sedes de los partidos. Y que el último que vio nacer Italia fue el que
encabezó Mario Monti y terminó de la peor manera”. ¿Y qué pretenden
entonces; un gobierno populista destinado a satisfacer cuotas políticas con
individuos de ninguna preparación intelectual para los cargos de más alta
responsabilidad?
“El
Ejecutivo de Draghi, sin embargo -prosigue El País - tendrá un perfil
híbrido entre especialistas técnicos y políticos. El futuro primer ministro
quería formar un equipo de alto nivel con nombres ajenos a la órbita política.
Pero también buscaba contentar a los partidos que le han dado su apoyo unánime
(excepto la formación de ultraderecha
Hermanos de Italia). (¡Uyy! quizá esto último es lo que más
molestó a Vox). “Un equilibrismo asimétrico que se observa nítidamente a lo
largo de la lista”, finaliza El País.
6 -Mi opinión. Repito que no me gusta
opinar sobre personajes y situaciones de países que no conozco lo suficiente. Por
lo menos le rescato a Draghi dos ideas; meter a todos los partidos políticos en
el mismo saco y desafío (democracia pura), y poner técnicos allí donde se
necesita solvencia e idoneidad, más allá de satisfacer cuotas políticas con complicidades
mediocres e improvisadas. No creo en el presagio de que “la tecnoburocracia
de la UE, con el respaldo de la nueva administración norteamericana, podría
exportar a todos aquellos países donde las decisiones del electorado no
coincidieran con el diseño de las tecnoestructuras de la UE y de Alemania”.
Creo que tanto
la UE como la nueva administración norteamericana, quienes están demasiado
ocupados en resolver sus propios y graves conflictos, puedan exportar algo más
allá de lo que ya han exportado, para bien o para mal, fuera de sus fronteras. Alemania
no me inquieta; con Merkel me ha brindado confianza. Por lo menos Biden es un
presidente demócrata, por lo cual no creo que una extrema derecha como Vox y su
Fundación Disenso, puedan soportar su propio disenso (el disentimiento que
significa discrepancia y es la acción de disentir, de tener un sentimiento o
filosofía de desacuerdo u oposición, a una idea prevaleciente) porque ellos ya
han manifestado su radical posición, y sin disenso de ambas partes, no hay
democracia.
Teorías
conspirativas y dominantes, ya no. Ya hemos pasado por todas las pruebas
que los seres humanos nos hemos obligado a aceptar, sin chistar. Ahora, por lo
menos nos hemos ganado el derecho a opinar. ¡Y lo ejercemos, sin chistar!
Amen.
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