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Monday, September 15, 2025

 Los hijos de puta.

Esta afirmación, tan utilizada comúnmente para descalificar a un adversario, es realmente, cruel, desproporcionada, injusta, y fuera de lugar.  Porque, ¿qué culpa tienen las madres de los siniestros personajes (políticos corruptos, genocidas, asesinos, o delincuentes) nacidos de la natural evolución de los animales, que hoy, en pleno Siglo XXI, avergüenzan a toda la sociedad? ¿Acaso ellas los concibieron, los planificaron, los imaginaron, o los soñaron, con ser esos protagonistas de tanta maldad? Porque entonces, la bronca o desprecio hacia determinadas personas, por los motivos que sean, terminamos descargándola, en sus madres. ¡Las insultamos a ellas, en lugar de a ellos.

Porque puta es sinónimo de prostituta, meretriz, furcia, ramera, zorra, fulana, pelandusca, sodomita, (Real Academia) O sea, personas de baja calidad humana. Pero las madres no merecen ser juzgadas por los errores de sus hijos. Las madres nos dan la vida; nada menos. Y lo que nosotros hagamos de ella, frente al resto de la humanidad, es un problema intrínsecamente nuestro. Además, ¿y los padres, que?

¿Acaso no son los padres los que engendran a esos hijos…de puta…? ¿Y su papel en todo esto, dónde está? ¿Cuándo esos hijos salen una mierda humana que avergüenzan  a la sociedad, ellos simplemente se lavan las manos, como Pilatos? Entonces, ¿no podríamos afirmar que bajo esos conceptos degradantes socialmente (no sexualmente) esos hijos son también hijos de “putos”? Esa actitud machista de mierda que hasta la iglesia católica ha propagado, negando incluso la posibilidad humana de que María tuviera relaciones con un varón humano, para engendrar a Jesucristo -de que las mujeres son siempre las culpables de toda vergüenza y desgracia de la sociedad humana - ¡me tiene podrido!

Y bueno, como algunas voces se han alzado últimamente, en defensa del idioma inclusivo, entonces que tendríamos que referirnos a hijos de put@s, o hijos de “putes”. Y creo que debería hacerse una separación, entre todas estas definiciones. Porque los términos despectivos de furcia, ramera, zorra, etc., como generaliza el diccionario español, no creo que necesariamente defina, o identifique, a las prostitutas y meretrices, muchas de las cuales se desviven por criar dignamente a sus hijos, y soportan todo tipo de vejaciones y humillaciones, por ellos. Si las circunstancias de sus vidas les hubieran dado otras oportunidades, seguramente las hubieran aceptado. Pero no creo que sean seres malvados, sino simplemente obligados. 

Conozco casos de putas y meretrices que han asistido, orgullosamente invitadas por sus hijos, a condecoraciones y reconocimientos, los cuales, sin ellas y su actividad sexual, no hubieran existido. Y nosotros elegimos ser lo que nuestra sociedad valorará, o rechazará de nosotros. Porque, en definitiva, las madres animales, sean de la especie que sean, nunca jamás desean que sus hijos sean depredadores de su propia comunidad. Los crían con amor, con dedicación, con simple instinto de supervivencia, o con mayor educación, para que se perpetúe su legado.


NO; el problema no está en las madres. En primer lugar, está en la sociedad que las educa y las prepara, para tener ciudadanos de primera.   Y luego, está en lo que cada hijo decidirá hacer, para convivir en humanidad, a su manera. ¿Un engañador? ¿Un estafador? ¿Un ejemplo de solidaridad para con los demás? ¿Un egoísta emprendedor que solo disfruta de sus ilimitados millones de grandeza económica y financiera, empresarial? ¿Un simple obrero que con su mejor esfuerzo y dedicación sueña con alimentar y mantener a su familia, para que luego sus hijos, mejoren la sociedad? ¿Un héroe que enorgullece a su pueblo por defender su libertad? ¿Un genocida asesino que mata indiscriminadamente a mujeres y niños, en medio de una vergonzante lucha por quitarle sus territorios?

En algún momento leí, en la remera de una manifestante por los derechos humanos, una inscripción que decía: ”las putas insistimos que los políticos no son hijos nuestros”. ¡Qué gran reflexión, y aclaración! No quiero alargarme más. Simplemente me sentí obligado a hacer algunos aportes para desmitificar esos conceptos aprendidos de memoria en memoria y de boca en boca, porque así nos los han transmitido.

Creo que es hora de que, antes de reaccionar impulsivamente, repitiendo como loros enjaulados lo que les enseñan a decir, nos detengamos a pensar que “hijos de puta” son aquellos que, con su conducta, provocan el insulto hacia sus madres, y no hacia ellos.  Y de paso recordar que la mayoría de los políticos, y también los delincuentes mundiales, son hombres -padres - definitivamente tan o más más culpables, que las madres. Y también que las mujeres reciben, a lo largo de la historia, sin quererlo ni merecerlo, una pesada herencia machista.

Amen.

 

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