Uruguay; ¡herencia
bendita!.
¡Y es que el Frente Amplio es como Gardel! Se va después de haber alcanzado la gloria y los
máximos reconocimientos mundiales, complaciendo a sus compatriotas! Y así como de
Gardel nos quedaron por siempre sus grabaciones, su prestancia, y su inconfundible
voz, del Frente Amplio - cuando la
historia cuente lo suyo - quedarán las mejores obras transformadoras a favor de
su pueblo, que nadie podrá olvidar. ¡Y volverá hecho leyenda!
A mí no me preocupa, ni me ocupa, quien tenga una visión distinta a la del
Frente Amplio. Pero lo que sí me ocupa y me preocupa, es que se recurra a la
mentira, para ignorar logros que son del país todo, y por los cuales el mundo
nos reconoce a todos! Porque si bien son logros que se han obtenido en estos
quince años del Frente Amplio, son -más allá - logros obtenidos por los uruguayos.
¿O acaso el Frente Amplio no es parte del Uruguay? Yo no pretendo convencer a
nadie, pero tampoco quiero que los opositores nos confundan!
Ernesto Talvi, el
excandidato del Partido Colorado (¡otro
excandidato del Partido Colorado fracasado..) abrazado y en pleno romance ahora, con Luisito Lacalle, aseguró a la
prensa que "Vamos a recibir un país
muy complicado, que nadie les venda espejismos". En su
gira por el interior, dijo que las administraciones del FA "dejan un país que se está endeudando a un
ritmo insostenible". Y a mi no me molestan ni las críticas ni las
autocríticas ni la diversidad de opiniones; porque en definitiva es los que nos
enriquece -o empobrece -a todos, en una sana democracia. Pero lo que sí me
molesta es que, para ganar unos flojos votos electorales, nos quieran tratar de
estúpidos. Y estúpidos, porque mis compatriotas siguen apostando más a las
reacciones de la emocionalidad, que a los hecho de la racionalidad y de la
realidad.
Porque, sin embargo
el economista Ignacio Munyo, Profesor de Economía y director del Centro de
Economía Grant Thornton del IEEM, catedrático de la escuela de negocios Universidad
de Montevideo, y “asesor económico”
de Luis Lacalle desde el año 2017, dijo ese mismo día en la gran pantalla que “Tenemos financieramente un país que tiene
recursos en materia de reservas para enfrentar los vencimientos de deuda, eso
da tranquilidad. Tiene acceso a financiamiento porque tiene muy baja percepción
de riesgo internacional”. Pero lamentablemente esta confusión, es parte de
la confusión que están arrojando hoy las encuestas sobre ganadores y perdedores
en la próxima elección presidencial del 24 de noviembre. ¿Acaso podrán justificarme que
los favoritos para ganar las elecciones
han hecho algún trabajo -durante estos últimos 50 años - merecedor de recibir
este reconocimiento de una mayoría de los uruguayos?
Y porque a su vez, Gonzalo
Zunino, que tampoco es ningún
estupidito, (PhD en Economía /Master en
Análisis Económico por la Universidad Carlos III de Madrid (España) /
Licenciado en Economía por la Universidad de la República (Uruguay) e
integrante de CINVE (Centro de Investigaciones Económicas) en un artículo
publicado en Uypress , y titulado “La “otra herencia del próximo gobierno”, aclara lo siguiente: “En primer lugar, la
negatividad con la que se ve la herencia es al menos llamativa ya que ninguno
de los analistas macroeconómicos habitualmente consultados por la prensa, ni
ninguno de los analistas que responden la encuesta de expectativas del Banco Central
proyectan en su escenario central situaciones recesivas o ajustes bruscos de
precios relativos u otras variables macroeconómicas a corto plazo.
“Probablemente -dice Gonzalo -esto se deba a que existe "otra herencia" de fortalezas y
buenas noticias desde el punto de vista macroeconómico con las que asumirá el
próximo gobierno sea del color que sea”.
Y allí detalla las buenas noticias que él considera rescatables. Y
finaliza, advirtiendo: “Por el contrario,
un escenario recesivo que pueda implicar retrocesos significativos en materia
de pobreza o ingreso de los hogares, está muy lejos de ser algo esperable para
los próximos años. Si un escenario de este tipo ocurriese, sin que se produzcan
mayores novedades del frente externo, pretender responsabilizar a la herencia
recibida será simplemente una forma de eludir un fracaso de la gestión
macroeconómica.
El milagro económico. En menos de tres lustros, 18
organismos internacionales se asombran del milagro uruguayo. Cabe preguntarse
cómo es posible que un gobierno que recibió un país con los más bajos índices
de América Latina y de su propia historia, sea puesto en duda comicial, cuando
solo en 14 años, ha sido reconocido por la Cepal; el BID; el FMI; el Legatum de
Inglaterra; la OECD; el influyente The Economist; el PNUD de la ONU; el World
Justice Project; el International Police Science Association; la OMS; el
Institute for Economics and Peace; la OIT;
la UIT; la Freedom House; el Foro Económico Mundial; y hasta el propio
Banco Mundial, todos organismos insospechados de izquierdismo.
¿Acaso alguien pudo imaginarse que la Organización de las Naciones
Unidas situaría a Uruguay entre los países más avanzados del mundo en gobierno electrónico,
y el único de América Latina en alcanzar la "elite" del gobierno
digital? ¿Y que pudiera ser tercero en
el mundo, después de Holanda y Corea, en la participación ciudadana en la
utilización de la tecnología? ¿Y
que llegaría a integrar el grupo D6, los seis países más avanzados digitalmente
del mundo?
Bueno pues; todo ésto, y bastante más, es lo que va a dejarle el
Frente Amplio a la oposición. ¿Lo merecen? ¿Han hecho ellos, en su larga
trayectoria política gobernando a la nación, esfuerzos y avances como éstos? Ojalá lo aprovechen ; creo sin duda que esta
vez van a recibir al fín, una “herencia bendita”, para intentar una vez más gobernar
el hermoso Uruguay, en el regreso desde sus fracasos.
Nota: No le tengo
miedo a los primeros cuatro años: les queda un país que tiene recursos en
materia de reservas para enfrentar los vencimientos de deuda; tiene acceso a
financiamiento porque tiene muy baja percepción de riesgo internacional, y -como dice Munyo - eso da tranquilidad. Además, un país modernizado en apenas quince
años como nunca en su historia y con los mejores
números, índices, calificaciones y reconocimiento a nivel internacional. Así
que, aún cuando no hagan ningún aporte de relevancia para mejorar nada, tampoco
podrán destruír demasiado. Me preocuparía si, un segundo mandato; porque ahí si
comenzarían a inclinar el reparto para sus propios arcas, y comenzaría a
revertirse todo lo avanzado con el Frente Amplio. Pero bueno; apostemos una vez
más, a la sabiduría del pueblo uruguayo.