Evo; los muertos son tuyos..

“El 12 de octubre del 2014, Evo Morales fue reelegido para el periodo 2014-2020 con el 63.1% de los votos en una victoria aplastante. Dos años después perdió el referéndum cuando en el año 2016 convocó a un referéndum para permitirle presentarse a una nueva candidatura presidencial y fue derrotado con el 51.3% en contra y el 48.7% a favor. El veredicto del referéndum fue claro; sin embargo, Evo y el MAS recurriendo a engañosas maniobras supuestamente legales, desconocen ese pronunciamiento y en estas elecciones de 2019, se presenta nuevamente como candidato, luego de 14 años de gobernar el país”- relata el Tano Valenti en su artículo del 14.11.2019, en Uypress.

El 10 de octubre del 2019 se producen las nuevas elecciones donde,  en un escrutinio con serias irregularidades y con 23 horas de una sospechosa interrupción, se proclama a Evo Morales ganador en primera vuelta. Y ante una nueva negación y violación al derecho ciudadano, se desatan grandes protestas y los demás partidos no aceptan el resultado acusando fraude. El gobierno convoca entonces a una misión de la OEA (cuyo secretario general Luis Almagro había manifestado su apoyo a Morales en diversas oportunidades) para revisar el escrutinio electoral. Pero ni el propio Almagro pudo salvarlo.

El informe de la OEA denunció "irregularidades muy graves" en las elecciones, "faltas graves de seguridad" y una "clara manipulación" en el sistema informático, además los auditores hallaron "irregularidades" en actas electorales, incluidas firmas falsificadas y mesas en las que Morales obtuvo el 100% de los votos y "ni siquiera se había completado con un cero el campo correspondiente a los votos de los partidos opositores". Y después vino lo de siempre; manipulación buscando cómplices para desestimar la opinión de un organismo internacional que integramos todos los países americanos, pero que, nos sirve siempre y cuando nos convenga. La policía se amotinó en defensa del pueblo, y hasta la propia Confederación Obrera Boliviana que fue una base de apoyo social del gobierno le retiró su respaldo y reclamó su renuncia. Finalmente, los mandos de todas las fuerzas armadas recomendaron la renuncia del Presidente Morales.

Lamentablemente, otra imbecilidad mayor, pero muy similar a la utilizada por Hugo Chávez cuando en el referéndum del  2007 para impulsar un cambio en la Constitución hacia un estado socialista, el NO triunfó sobre el SI, echando por tierra sus aspiraciones reeleccionistas.

Y asegurando que “yo esa victoria pírrica no la hubiera querido”, Chávez se despachó nuevamente en groserías declarando ante los medios: "Sepan administrar su victoria, porque ya la están llenando de mierda. Es una victoria de mierda y la nuestra, llámenla derrota, pero es de coraje". Desconociendo la voluntad del pueblo, Chávez volvió a la carga anunciando una nueva ofensiva constitucional antes del fin de su mandato en 2013, con el fin de aprobar su proyecto socialista: "Nosotros vamos de nuevo a la ofensiva. Yo lo vuelvo a repetir”. Y de ahí en más, él y luego su mono predilecto, Maduro, hicieron todas las más sucias trampas legales posibles -nombrando a dedo a esbirros complacientes en los máximos órganos constitucionales - para desconocer la voluntad del pueblo venezolano, y entregarle la patria a los cubanos..! ¡Pagando además, la invasión cubana, con el petróleo de los venezolanos!

Sin duda serán recordados como la vergüenza mayor de la historia latinoamericana. Pero Evo,  en Bolivia, tuvo éxitos históricos en su gestión; con un crecimiento del PBI del 4.9% anual promedio - de los más altos de América latina - con una reducción de la pobreza extrema de 36,7 % a 16,8 % entre 2005 y 2015, y un índice Gini que pasó de 0,60 en 2005 al 0,47 en 2016. En las antípodas del desastre del gobierno de Maduro en Venezuela que destruyó su país. Evo lideró un gobierno sin duda progresista, exitoso, y estable, durante 14 años, en un país que tuvo 88 gobiernos diferentes en su vida independiente; todo un record!

Y Evo podría y debería haberse retirado, para otras batallas, con el mérito de tres buenos gobiernos, gran estabilidad, y con la frente en alto. Y con gloria suficiente -agrego yo - para repetir más adelante, una vez que el pueblo se sintiera respetado y reconocido en sus demandas. Pero se fue por la puerta de atrás. Porque estos gobiernos progresistas -muy prometedores todos en sus inicios -han tenido la virtud común de cagarse cuando sienten que pierden un combate, y ya creen que perdieron la guerra! Cosa que, por suerte, no pasó en nuestro pequeño pero riquísimo país, Uruguay, con gobiernos también progresistas.

Evo tuvo, al igual que el mono de Maduro, la oportunidad de resarcirse y volver a enamorar a sus creyentes, mejorando el sermón de los domingos, confesando sus pecados y sus errores, y despidiéndose con un sentido de grandeza; “Hasta la próxima victoria siempre”, como les gusta simbolizar, a ellos. Pero no se atrevieron a confiar en sus logros y en sus méritos, ni en sus pueblos, ni en sus propios valores. Y prefirieron jugar a la mosqueta, y burlar a sus pueblos.

Ahora Evo, consciente y muy consciente, de que fue él quien generó la discordia, la lógica reacción, el repudio y el odio a la estafa a sus compatriotas, arenga desde su exilio en México a  sus seguidores, sin importarle aumentar los muertos ni las consecuencias mayores! (¡No se cómo se lo permiten!) Me repugnan estos oportunistas -más que progresistas -de turno, que habiendo recibido todo el apoyo popular y las esperanzas de sus pueblos, terminan  siempre siendo unos pobres engañadores. Porque lo que puede venir ahora en tu querida Bolivia, Evo, puede ser peor que aquello por lo cual tu ilusionaste a tantos para sentirse -al fin - vencedores!

No evolucionaste Evo; y los muertos son todos tuyos!

Nota: Me gustaría saber quiénes son tus asesores, Evo; no me extrañan tus propios errores; siempre te consideré bien intencionado pero muy limitado. Pero sí me extraña que tu vicepresidente, García Lineras, a quien siempre consideré el profesional más destacado de tu gobierno, no te haya iluminado!