La Tercera Opinion

My Photo
Name:
Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Wednesday, March 28, 2007

GRACIAS, JACK..!

Argenta en Dimensión Publicitaria.
LOS TIEMPOS DE DIMENSION PUBLICITARIA

“Creo que es muy importante esforzarnos por ir más allá de nuestros límites; ser, en algunos casos, mejores de lo que pensamos”. Jack Welch

Pocos libros como “Hablando claro”, de Jack Welch, me han producido la especial satisfacción de reencontrarme conmigo mismo cuando, en esos turbulentos años 80 -y a través de mi Agencia de Publicidad en Uruguay –trataba de alertar a mis clientes y amigos empresarios sobre los imprescindibles cambios de paradigmas que deberían enfrentar, de cara a la ya implacable competencia externa, acompañada de nuevas tecnologías y una nueva concepción en la productividad empresarial.

Aviso de Dimensión Publicitaria para Caterpillar.
Recuerdo en especial la reunión de directorio a la cual fui invitado por mi amigo Rodolfo Vasen –Presidente en aquel entonces de la representación de Caterpillar en Uruguay –para transmitirles mis fundados temores ante la “invasión japonesa” con una línea de montacargas que amenazaba los espacios de la legendaria marca norteamericana. Algo había leído ya sobre el famoso método de la Calidad Total de Edwards Deming, y cómo Japón, después de quedar hecho chatarra tras la Segunda Guerra Mundial, emergía desde sus cenizas reclamando su supremacía como la segunda potencia económica mundial, e inundando con sus productos los mercados internacionales.

Mi presencia no resultó grata en aquella reunión; uno de los socios de Rodolfo, visiblemente molesto, me recordó los años y los éxitos de su representación en Uruguay, y cerró el tema asegurando que ellos poseían la cuota más importante del mercado uruguayo, y que la parte que no tenían, era porque tampoco les interesaba… No muchos meses mas tarde, Rodolfo viajaba a la sede de Caterpillar, en Illinois, para enterarse de que la producción de montacargas sería trasladada a Brasil. La movida había comenzado…

También por aquellos años –y reconozco que me había vuelto una verdadera “ladilla” para mis amigos empresarios - alertaba a Mario Fraga, directivo de Cuder S.A., la mayor fabricante de equipos de refrigeración comercial de Uruguay, sobre la invasión brasileña con productos importados, y ya armados, los cuales ponían en entredicho los 30 años de supremacía tecnológica de Cuder, y los beneficios de la mano de obra nacional. La amenaza tuvo un final feliz para la fabricante uruguaya, pero no sin antes enfrentar un proceso de reingeniería interno, incluyendo una alianza tecnológica con una similar española y un relanzamiento publicitario con nuestra Agencia, con lo cual recuperó su liderazgo enriqueciendo y ampliando su oferta, y optimizando su productividad.

Pero fueron buenos años también para quienes decidieron levantar la cabeza y mostrar algo distinto. Con Américo Deambrosi liderando la hoy denominada “Alimentos Deambrosi”, y un buen equipo técnico y de ventas y el apoyo de mi Agencia, llegamos a implementar la más exitosa línea de suplementos minerales para ganado -rompiendo los conceptos existentes – abriendo el mercado que Américo soñó, ¡y que hasta la competencia agradeció!

También fue el momento para mis jóvenes amigos de la alicaída Barraca Erro, quienes centrando sus esfuerzos en el servicio y en la satisfacción de las necesidades de los productores agropecuarios, se posicionaron a finales de la década como los mayores exportadores de granos y los primeros vendedores de maquinaria agrícola del país. Por suerte, ¡no le pidieron un solo dólar al gobierno!
Otros amigos, en cambio, confiando en las promesas gubernamentales de un dólar barato, se endeudaron montando plantas y adquiriendo equipos de alta tecnología que les aseguraban una verdadera puesta al día en sus empresas, siendo luego devorados por las maxi-devaluaciones y otras torpezas de los “genios” de las finanzas uruguayas.

Por ello el libro de Jack Welch tiene la virtud de hablarnos de los éxitos pero también de los fracasos, de un grupo empresarial enfrentado por igual a las fortalezas de su tamaño, como a las debilidades producto de la burocracia, para el cual el día a día significaba arriesgar siempre a más en un entorno mundial de alta competitividad, y ante las incertidumbres de uno de los períodos más turbulentos para el comercio mundial.

Como él mismo lo relata, Jack supo esquivar el “Vórtice de General Electric” (cuando los directivos pierden confianza, se dejan llevar por el pánico y caen en un espiral de dudas personales) tanto cuando los experimentos en una planta de químicos bajo su dirección hicieron saltar por los aires el tejado y los vidrios del edificio, o cuando uno de los productos estrella del mercado presentó problemas de envejecimiento obligando a una urgente reformulación, o luego, cuando el proyecto de un nuevo y revolucionario bombillo llamado Halarc - que consumió 50 millones de dólares - terminó siendo un enorme “patinazo” dado su elevado precio en el mercado.

Su espíritu emprendedor –no obstante -lo llevó a concretar miles de negocios exitosos para el grupo empresarial, cuya capitalización ascendió durante su gestión a más de 450 mil millones de dólares! Su única decepción, ya al final de su carrera, estuvo motivada por la no aprobación por parte de la Comisión Europea para la adquisición de la Honeywell Internacional, con la cual pensaba poner el broche de oro final a su magnífica gestión.

Jack Welch nos regala lo bueno y lo malo, lo acertado y lo errado de su gestión, pero fundamentalmente nos regala la enriquecedora experiencia de su actitud ante la vida, sus reflexiones, sus decisiones, sus creencias y sus valores y –para quien sepa interpretarlo –las lecciones aprendidas por uno de los líderes más exitosos en el ámbito empresarial en las últimas dos décadas. Y por si esto fuera poco, ¡cede los derechos de autor de su libro a obras de caridad! ¡Gracias, Jack!

Argenta
Marzo, 2007

Pensamientos de Jack Welch en su libro “Hablando claro”.

“Los mercados nunca se agotan; en cambio las ideas a veces si”.
“Los jefes suelen tener en su mente respuestas a las preguntas que formulan. Sólo esperan confirmarlas. Pensé que para destacar de la multitud debía ir más allá de las preguntas. No quería limitarme a dar respuestas, también deseaba ofrecer perspectivas nuevas e inesperadas”.
“Dirigíamos una fábrica de personas que producía grandes líderes”.
“Las revoluciones modestas no existen. Tampoco existen las transformaciones modestas de las organizaciones”.
“Siempre he creído que cuando la tasa de cambio dentro de una institución es más lenta que la tasa de cambio en el exterior, el fin está a la vista. La única pregunta es cuando”.
“Aprender a amar el cambio es un acto opuesto a la naturaleza de cualquier institución centenaria, pero la GE que dejo justamente vive de eso”.
“Grandes personas, no grandes estrategias, fueron lo que la impulsaron a salir adelante”.
“Pero aunque se podrá acceder a la información como nunca antes, siempre será el juicio humano el que impulsará la empresa”.
“Puede sonar algo simple, pero conseguir que una organización o grupo de personas vea el mundo tal como es y no como desearía que fuera o llegue a convertirse, no es tan fácil como parece”.
“Cuando hablamos de calidad y de excelencia, nos referimos a crear una atmósfera en la que todos los trabajadores de la compañía aspiren a enorgullecerse de cada producto y servicio que ofrecemos”.
“Creo que es muy importante esforzarnos por ir más allá de nuestros límites; ser, en algunos casos, mejores de lo que pensamos”.

Tuesday, March 27, 2007

Otra vez, Hablando claro..


Las lecciones de Jack Welch.

Desde las páginas de su enriquecedor libro autobiográfico “Hablando claro”, Jack Welch –el “ejecutivo del Siglo” que lideró General Electric durante dos décadas -nos transmite algunas reflexiones desde su visión empresarial, su experiencia, sus principios y valores, bajo el título “En que consiste ser presidente”. Son en total treinta y una; pero me he permitido extraer trece con las cuales me siento más identificado –sin prejuicio de que sean las más relevantes –y las he resumido, extrayendo los conceptos más allá de los casos puntuales. Mi propósito, en todo caso, es acercarles esta excelente obra de Jack Welch.

Integridad. La integridad me ayudó a mejorar mis relaciones con los clientes, proveedores, analistas, competidores y gobierno. Dio dignidad a la organización. Nunca tuve dos agendas. Sólo había un modo de proceder; el correcto.

La corporación y la comunidad. Creo que la responsabilidad social empieza en una compañía competitiva y fuerte. Sólo una empresa en buen estado puede mejorar y enriquecer la vida de las personas y de sus comunidades. Si una compañía es fuerte, no sólo paga impuestos que ofrecen servicios importantes, también construye instalaciones de primera que reúnen o superan los estándares de seguridad y respeto al medio ambiente. Las empresas fuertes reinvierten en las personas y en los centros de trabajo; ofrecen puestos de calidad y seguros que otorgan a sus empleados tiempo, recursos, y beneficios espirituales, lo cual repercute de manera importante en sus comunidades.

Sentar las bases. La organización sigue el ejemplo de quien está en lo más alto. Siempre he dicho a los presidentes de nuestras empresas que la fuerza de su personalidad determina la fuerza de la organización que dirigen. Según lo duro que trabajen y a cuántas personas involucren determina el alcance de su influencia. El presidente establece las directrices, y cada día ha de meterse en la piel de todos sus empleados y lograr que éstos sientan su presencia.

Maximizar el capital intelectual de la organización. Gran parte de la labor de un presidente consiste en lograr que la mente de todos los trabajadores participe en la actividad. El secreto está en conseguir las mejores ideas de cada uno y transferirlas a los otros. Es lo más importante.

Las personas primero, la estrategia después. Es más importante colocar las personas adecuadas en los puestos de trabajo correctos que desarrollar una estrategia. Aprendimos a las malas que podíamos desarrollar las mejores estrategias del mundo, no obstante, sin los líderes adecuados que las hicieran suyas y las dirigieran, sólo hubiéramos contado con discursos brillantes y resultados mediocres.

Carácter informal. La burocracia estrangula, la informalidad libera. Una atmósfera informal supone una ventaja competitiva, mientras que la burocracia puede convertirse en causa del peor aislamiento. Los títulos no son importantes; no existen las charreteras ni los ejecutivos almidonados, sino un espíritu abierto donde todos sienten que pueden ir a por todas.

Confianza en uno mismo. Existe una delgada línea entre la arrogancia y la confianza en uno mismo, y ésta última, si es legítima, es un caballo ganador… Las personas con confianza no temen que desafíen sus ideas; disfrutan del combate intelectual que las enriquece y determinan en última instancia la franqueza de una organización y su capacidad de aprendizaje… No simule su forma de ser por obtener un trabajo en cualquier institución.

Pasión. Creo que ésta supera muchos pecados, y si existe una característica que comparten todos los ganadores, es el hecho de que se preocupan más que nadie por algo. Ningún detalle es demasiado pequeño para sudar o demasiado grande para ambicionarlo... Es algo que viene del interior.

Flexibilidad. Flexibilidad significa llegar más lejos de lo que uno hubiera creído posible… En un entorno flexible el equipo de la empresa debe acudir con “planes operativos” que reflejen sus expectativas: la cifra más alta que podrían alcanzar, la mayor flexibilidad…La discusión se cierne sobre nuevas direcciones y crecimiento, sobre material revitalizador… El equipo sabe que va a medirse con el resultado del año anterior y el rendimiento relativo frente a los competidores, no con una cifra interna muy negociada. La flexibilidad les permite mantener su objetivo.

Fiestas. El negocio debe ser divertido, pero para demasiada gente sólo es un trabajo. Siempre he pensado que las fiestas son un buen modo de revitalizar una organización. …Vuestro trabajo consiste en asegurar que el equipo se divierte mientras al mismo tiempo mantiene su productividad.

Estrategia. El éxito empresarial no se basa en predicciones grandilocuentes; es el resultado de la capacidad para responder rápidamente a los cambios reales a medida que éstos tienen lugar. Por esta razón la estrategia debe ser dinámica y previsora.

Gestión estricta y gestión relajada. Saber cuando entrometerse y cuándo mantenerse al margen era una decisión absolutamente visceral. La mayor parte de las veces es puro instinto… Tomé las riendas cuando tenía la sensación de que podía influir y las dejaba cuando tenía poco que ofrecer… Me entusiasmaba estar en el terreno de juego cuando creía que podía actuar, pero también aplaudir desde las gradas si no formaba parte de él.

Olvida los ceros. En una gran empresa, lo pequeño tiende a perderse. A medida que los negocios y las compañías crecen, su tamaño puede cohibir en lugar de fomentar.. Las desventajas del tamaño (comunicaciones difíciles, abogados y ausencia de informalidad) perjudican una atmósfera vigorizante. Los primeros beneficios que resultan de las pequeñas dimensiones (agilidad, rapidez, y fácil comunicación) suelen perderse en una gran empresa. …Éramos conscientes de la importancia del tamaño; lo peor que puede hacer una empresa con éste es concentrarse en gestionarlo. La envergadura ni libera ni paraliza. Cada día intentamos recordar que su principal beneficio consiste en realizar más cambios.


Argenta
Marzo, 2007
Jack Welch con John A. Byrne:
“Hablando claro”.
Marzo, 2003 –Suma de Letras, S.L.
www.puntodelectura.com

Friday, March 16, 2007

Pobreza no es “Ordinariez”.

“Moral y luces son nuestras primeras necesidades”. Simón Bolívar

Es una verdadera pena que todas las importantes obras que esta haciendo este Gobierno Bolivariano –y que el pueblo venezolano se merece -tengan que ser anunciadas con una cuota de “ordinariez” que este pueblo venezolano no se merece.

Concretamente el jueves 15 de marzo de 2007, el Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela no pudo resistirse a la tentación de emular a su líder cuando –inaugurando un moderno Centro de Alta Tecnología en Punto Fijo, Estado Falcón, de indudables beneficios para una gran comunidad - se refirió al sector de las Clínicas privadas, afirmando que el Gobierno no las necesita y que “pueden metérselas por donde les quepa..”

Y es que yo me permito preguntarle Dr. Jorge Rodríguez si era realmente necesaria esa ordinariez en usted –que además de ser el Vicepresidente de la República, y haber sido el Presidente del Consejo Nacional Electoral -es un profesional médico “psiquiatra” respetado en el ejercicio de su profesión..?!
Será que Usted al igual que el Presidente han arribado a la conclusión de que la forma más idónea de conectarse con los sectores más desposeídos de Venezuela es acudiendo a la ordinariez, la agresividad, la confrontación permanente, y la descalificación? ¿Será que también usted, en lugar de moderar los exabruptos de la retórica encendida del Presidente, va a seguir el camino simplista de la emulación?

Es una pena, y en eso deberían haber aprendido algo de la oposición a la cual tanto critican, pues si bien a ellos se le endosó inicialmente el “sistema” del insulto y la descalificación, ahora son ustedes, los impulsores del motor “Moral y Luces” los que nos regalan esas perlas que no tienen precisamente mucho ni de moral ni de luces..! Y es una pena, Dr. Rodríguez, pues si algo puedo asegurarle yo que tengo muchos amigos dentro de esos sectores más desposeídos, es que ellos son pobres, pero no son “ordinarios”!

Los únicos que si son ordinarios son esos borrachos que todos los días se instalan en nuestras aceras a beber caña y que –pese a las exhortaciones del mismo Sr. Presidente –se orinan en la moral y las luces que tratamos de inculcarles a nuestros hijos, dándonos su lamentable espectáculo y haciendo que nuestros espacios públicos, aceras y calles de la ciudad estén inundados de un nauseabundo olor a orines que cualquiera puede apreciar.

Caracas –la que nació para ser la bella Caracas -Sr. Vicepresidente, debe ser hoy la ciudad más nauseabunda de Latinoamérica. Además de ser una de las tres mas inseguras. Razón por la cual los mal intencionados se preguntan, si esos 15 nuevos hospitales que van a construir serán para atender la creciente demanda de los miles de heridos y muertos que nos deja la delincuencia año tras año..

No se confunda Dr. Rodríguez –es cierto que al pueblo Venezolano le han estafado sus expectativas, sus derechos y su dignidad; pero a pesar de todo sigue siendo un pueblo digno que rechaza la ordinariez, la inmoralidad, y la mediocridad.
Ya lo afirmé en otro de mis artículos, Sr. Vicepresidente, cuando usted cree tener la razón, y los hechos que lo demuestran, puede darse el lujo de ahorrarse las descalificaciones, las agresividades y las obscenidades. De verdad se lo aseguro; el pueblo venezolano no merece que sus autoridades confundan pobreza con ordinariez!

Argenta
Marzo, 2007

Friday, March 09, 2007

Cerebro “en revisión”.


Si algo sabía que se, ahora se que no se nada.. (Argenta)

Ahora sí que me jodí..! Y debo decirlo así. A mis 66 años, me entero por el Presidente Chávez que todo lo que aprendí, e incluso todo lo que enseñé a lo largo de mi vida, no sirve para nada..! Si; así como suena. Estaba equivocado, traspapelado, raspado, y fuera de base.

Quiero que me entiendan; no soy un reaccionario y a mi modo he sido un revolucionario, porque he puesto mis ideas, mi creatividad y mis conceptos, al servicio de muchos empresarios que, me consta, se han beneficiado de ello. Así por ejemplo, en plena época de crisis, en Uruguay - y mientras muchas empresas sucumbían frente a los errores tras errores de los gobernantes de turno - con algunos empresarios amigos sacamos adelante proyectos sumamente exitosos, que les permitió seguir alimentando a sus familias, cumplir con los impuestos necesarios para que el Estado pudiera hacer frente a los servicios públicos, y mantener miles de empleos de calidad para que la sociedad pudiera progresar en base a los esfuerzos y aportes de cada quien.

Como en Uruguay no hay petróleo, ni ninguna reserva natural que brotando desde el subsuelo le garantice al Estado el “quince y último” para hacer frente a sus obligaciones básicas por concepto de beneficios sociales: educación pública gratuita y de calidad, salud pública accesible a una mayoría, un sistema de previsión social -insuficiente -pero también accesible a una buena parte de la población, y otros beneficios que recaen sobre las arcas oficiales, el esfuerzo debe ser compartido entre todos quienes –empresarios, trabajadores, profesionales, etc. - con su trabajo, producen algo para la sociedad.

Es cierto que hay una buena tierra para producir alimentos, y unas cuantas vacas y ovejas que producen la carne, la lana y los productos lácteos que Uruguay exporta con relativo buen éxito, aún luchando duramente contra las políticas proteccionistas de los principales países compradores del mundo. Pero una cosa es muy clara: hay que trabajar mucho y muy duro para ganarse un dólar.. Mas de una vez me he preguntado si Uruguay, con sus apenas 3 millones y poco de habitantes, puede ser viable como mercado “rentable” para empresarios e inversionistas.

Aparentemente si; porque a pesar de las tremendas crisis “inducidas”, insuficiencia de mercado interno, debilidades frente a los mercados externos, etc. etc., mis amigos empresarios han logrado permanecer con éxito. Eran y son, buenos empresarios. Emprendedores que arriesgaron lo suyo –y vaya que lo arriesgaron! –para crear empresas, productos y servicios, que siempre aportan algo más de “satisfacción al cliente”.

Por ello hoy, cuando las tendencias nos agitan nuevamente las banderas socialistas como panacea contra la desigualdad, la pobreza y la inequidad del sistema capitalista, me pregunto si Uruguay podría desarrollar el Socialismo del Siglo XXI, tal cual lo está haciendo su socio del MERCOSUR, Venezuela. Aparentemente no; parecería ser que Tabaré se dio cuenta de que sin reales no hay socialismo, por más que él sea re-socialista.

Personalmente, pienso que es muy difícil hacer socialismo sin utilizar los recursos del capitalismo. Prueba de ello fue el socialista Felipe González, quien con los impuestos al sector privado, transformó a España en la nación mas moderna de Europa. Y lo mismo esta haciendo el socialista Zapatero. Así lo está haciendo el socialista Lula, en Brasil, desarrollando un gigantesco plan de obras con apoyo del sector privado, y no le esta yendo nada mal. También lo hizo el socialista Lagos y ahora la socialista Bachelet en Chile, y es el país mas exitoso de Sudamérica. Y estemos claros: también lo está haciendo así el peronista, justicialista e izquierdista Néstor Kirchner, en Argentina, y ya lleva cuatro años de crecimiento a más del 8% del PIB! Claro; ninguno de ellos tiene una caja chica petrolera para financiar sus emprendimientos.. Por ello han hecho lo mas acertado: ponerse a dialogar –aunque muchas veces no estén de acuerdo el uno con el otro –para desarrollar junto con los empresarios una relación ganar-ganar, sin la cual nadie ganaría nada y el país lo seguiría perdiendo todo. Fue particularmente muy dura la lección Argentina!

Por otra parte, no dejo de pensar que todos los amigos y conocidos que tengo, y que han podido progresar en su vida, lo han hecho trabajando en la actividad privada. Yo mismo, trabajando diez años para el Ministerio de Ganadería en mi país, recién pude terminar de pagar mi casa cuando monté mi agencia de publicidad. Y desde hace unos años, ya en Venezuela, varias empresas me llaman para dictar charlas y conferencias en eventos gerenciales y de desarrollo personal.

Por todo esto, me resulta muy duro tener que darme cuenta que debo borrar de mi “disco duro” todo lo aprendido y comenzar de nuevo, asumiendo que mis amigos empresarios, por ser capitalistas, son poco menos que criminales, inmorales, y que –en lugar de ser generadores de oportunidades para el desarrollo personal y profesional y para el progreso de una nación –son una lacra para la humanidad! ¡Y por supuesto que yo también, dado que he estado sirviendo a una causa maldita, pecaminosa y equivocada!

¡Pero es que no se hacer otra cosa que no sea ayudar a otros a ser exitosos generando productos, bienes, servicios y oportunidades, allí donde muchos ven dificultades!
¿Como hacer entonces para ayudarlos a aprovechar los beneficios de un Socialismo Siglo XXI –que nadie sabe de que se trata –y cuyo único sustento hasta ahora está basado en una renta petrolera que no todos los países tienen? ¿Cómo hacer para inculcar a otros que un futuro de calidad puede estar en una beca de la Misión “Vuelvan Caras”, o ser Brigadistas del motor “Moral y Luces” en lugar de prepararse duramente para las exigencias del mañana?

¿Habrá alguna Universidad que capacite en estos temas? ¿Algún libro que nos cuente experiencias exitosas? ¿Algún asesor idóneo que nos muestre sus logros?
Por favor, pido ayuda. Por ahora, declaro que mi cerebro está “en revisión..”

Argenta
Marzo, 2007

Sunday, March 04, 2007

Responsabilidad Social sobre ruedas.

General Motors Venezolana acaba de encender también sus cinco motores constituyentes, anunciando durante el mes de febrero del 2007 una importante inversión en iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial, con dos programas a nivel interno y tres externos, destinados a mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores, y a atender diversas necesidades sociales de las comunidades.

Una de las acciones de mayor contenido social, en el ámbito interno, lo representa la apertura de las nuevas áreas del Centro de Acondicionamiento y Rehabilitación Física de los trabajadores de GMV (CARFI), obra que en su conjunto ha requerido una inversión mayor a los mil millones de bolívares. Estas nuevas áreas de Fisiatría del CARFI ofrecerán, a los trabajadores de GMV que lo requieran, seguimiento médico profesional y rehabilitación para cualquier dolencia músculo -esquelética que presente, sin salir de la empresa, en un ambiente grato y completamente gratis, ya que el costo de todo tratamiento es asumido completamente por la empresa automotriz.

Otra de las acciones destacables lo constituye el Voluntariado Plus GMV programa que el año pasado entrenó a 206 trabajadores voluntarios, quienes han participado en 95 proyectos, consolidando donativos a través de la Fundación GM. Gracias a la labor de los trabajadores que se han capacitado como facilitadores del Junior Achievement, 430 jóvenes y adolescentes de Carabobo han sido beneficiados a través de talleres de liderazgo, superación, nutrición, nociones empresariales y gerenciales, en diversas instituciones educativas de la región.
Personalmente, y de acuerdo a mis criterios sobre los alcances de la Responsabilidad Social Empresarial o Corporativa, el programa que mas me gusta es “Academia Chevrolet- Formando Futuro”, el cual será desarrollado por GMV de manera conjunta con Hogares CREA de Venezuela, con la premisa de dar nuevas oportunidades de formación y progreso a jóvenes desertores del sistema de educación formal o en proceso de reinserción social. Este programa esta orientado a que estos jóvenes puedan alcanzar el nivel de auxiliares técnicos automotrices, para luego pasar a formar parte del recurso humano en los concesionarios y talleres especializados de la red Chevrolet en todo el país, como el primer escalón en su paulatino ascenso al progreso personal y familiar de cada uno de ellos.

Y me gusta porque implica dos factores muy importantes, tanto para la empresa, como para la sociedad. El primero es un desafío a través del cual la empresa puede mostrar su liderazgo, sus fortalezas y también sus debilidades, dando lugar a una verdadera participación, con intercambio de ideas en forma abierta y constructiva, que hasta pueden arrojar resultados sorprendentes para la misma. No estoy seguro si GM ha llevado la esencia de este programa tan allá; pero sin duda ello podría llevar a aspectos mucho mas ambiciosos que el simple dictado de cursos y talleres, convirtiéndose –en una segunda fase -en un verdadero Centro de Desarrollo de Ideas para capitalizar aportes, discusiones, e iniciativas, destinadas a mejorar tanto el producto como el servicio. Algo similar a los Work-Outs organizados por Jack Welch en General Electric.
En el aspecto social, me gusta porque va dirigido a rescatar “jóvenes desertores del sistema de educación formal o en proceso de reinserción social”. Excelente idea, que complementa otras ambiciosas iniciativas en el país, como la del mismo Proyecto Alcatraz. Estos jóvenes –al decir de Ronaldo Znidarsis, Presidente Director-Gerente de GM Venezolana -podrán insertarse en cualquier área del sector automotriz en general, e incluso podrán asociarse y abrir sus propios talleres, convirtiéndose así en verdaderos emprendedores en todas las regiones del país.
Otra interesante iniciativa – y que desnuda la cruda realidad venezolana y la poca capacidad ejecutiva por parte de sus autoridades - tiene que ver con la “Campaña de Educación Vial Chevrolet”, a través de la cual la empresa profundizará en la creación de una verdadera conciencia de los conductores para evitar el consumo de bebidas alcohólicas, lo cual es motivo de un muy elevado porcentaje de los accidentes de tránsito a nivel nacional.
Además de estas iniciativas, General Motors Venezolana ha implementado también un programa denominado “Un pupitre para tu escuela” y una contribución para la rehabilitación y construcción del “Instituto de Educación Especial Estadal Valencia”, superior a los Bs. 380 millones, y que permitirá atender una matrícula de más de 200 niños y jóvenes con necesidades especiales, no escolarizados, de la entidad carabobeña. Mediante el programa “Un Pupitre para Tu Escuela”, la automotriz cooperará con el Ministerio del Poder Popular para la Educación en la dotación de las escuelas básicas y pre -escolares con mayores necesidades en el país, a fin de minimizar la deserción escolar. El rasgo distintivo de este programa, es que todos los venezolanos podrán contribuir, ya que por la venta de algunos de sus productos, GM Venezolana donará un pupitre a las escuelas en todo el país.

Comparto las iniciativas de GMV; pero pienso que en esta nación, con una riqueza petrolera pocas veces antes vista, estas dos últimas iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial –si bien muy loables por parte de la empresa –no responden a lo que podríamos catalogar como “una extensión, más que una desviación de sus actividades” según el concepto y definición de Peter Drucker. Que en un país que se vanagloria de ser el más solidario con las necesidades de sus hermanos, la empresa privada tenga que comprarles los pupitres a los niños para sus escuelas, me parece una vergüenza injustificable que no debería ser parte de la Responsabilidad Social compatible con las actividades de una automotora.
De todas formas, es encomiable la voluntad de GMV en comprometerse con políticas de Responsabilidad Social que coadyuven a paliar necesidades sociales, frente a un gobierno que sataniza al capital y a la empresa privada, reivindicando un modelo socialista que se sustenta –no en la riqueza que crean los emprendedores –sino en la ruleta de los altos precios petroleros que la naturaleza le regaló. Y que ningún gobierno creó. Es otra forma de hacer socialismo, sin estridencias, sin amenazas, sin necesidad de cambiar la Constitución, sino simplemente compartiendo una idea-país que nos favorece a todos.
Con seguridad estas iniciativas de GMV no la sacarán de la vitrina de los símbolos de la maldición del capitalismo; pero lo cierto es que –una vez más –la empresa privada cumple con su Responsabilidad Social, compartiendo los beneficios derivados de su actividad con sus trabajadores, sus familias, y los niños y sectores más necesitados de una sociedad a la cual –por ahora –no le llegan las bondades del Socialismo de ningún Siglo.
Argenta
Marzo, 2007

Thursday, March 01, 2007

Todo lo que se, sobre el Capitalismo y el Socialismo.

Las crisis de los “marcianos..”

66 años de vida, me han mostrado que la modernización y competitividad de un país pasa por sus empresarios.

Jack Welch, un hombre que le dedicó 40 años de su vida a la General Electric y quien durante los últimos 20 fuera su Presidente, transformando a un ejemplo de burocracia en un imperio valorado en más de 450 mil millones de dólares (varias veces mayor que el PIB de muchos países), afirmaba ante los asistentes a la promoción de su libro “Winning”, realizado en Wharton: “Al final, las empresas que triunfan son lo único que sostiene nuestras sociedades. Los gobiernos no crean nada”.

Complementando estas afirmaciones de Welch, sería bueno recordar que los grandes males sociales que aquejan a nuestros países en las últimas décadas: pobreza, exclusión social, desempleo, falta de planes de educación, salud y vivienda, provienen -no de la buena o mala gestión de los empresarios -sino de políticas equivocadas, gobernantes ineficientes, corruptos y malos administradores. Permítanme recordarles algunos casos no muy lejanos, de nuestra propia región, que tuve la oportunidad de presenciar.

En el pequeño Uruguay del cual yo vengo, sucedió en el año 1982 la más grande devaluación histórica conocida. De ahí en más, le ha costado más de veinte años recuperarse.
Eran las épocas del modelo del crecimiento “hacia fuera”, recomendado por la CEPAL, potenciando la eficiencia productiva del sector exportador como forma de disminuir las importaciones y el ahorro de divisas. El Gobierno de la dictadura militar de ese entonces, exhortaba a invertir en dólares baratos para modernizar el aparato industrial, asegurando, hasta 48 horas antes, que los que creyeran en una maxidevaluación debían ser “marcianos..”!


Cientos de empresarios –por no ser marcianos – quebraron, sin que ni siquiera fuera necesario acudir a los mecanismos legales de las quiebras, pues por disposición legal de ese país, toda empresa que pierda en un ejercicio más del 75% de su capital social, queda, de hecho, ya disuelta. En Argentina, las crisis de esos mismos años 80 produjeron la más salvaje liquidación de empresas –buenas y productivas empresas, por cierto -vista en ese país. También de esa década –a la cual por algo la CEPAL denominó luego “la década perdida de Latinoamérica” –le quedaron enormes cicatrices a Brasil; le costó inflaciones de más del 7.000 por ciento a Perú, y pare usted de contar..Y la historia no terminó ahí; pues ya en los años 90 el tequilazo de México convulsionó a toda la región; el Menenazo privatizador de Menen casi vendió hasta a las madres de mayo en Argentina, y la crisis bancaria del 94 golpeó de muerte al último y más durable baluarte de la democracia y la estabilidad latinoamericana: Venezuela.

Los marcianos venezolanos.

En un posterior informe publicado en el año 2000, CONINDUSTRIA declaraba que en el período 1990 -99, el número de empresas de la industria manufacturera venezolana (grandes y medianas) cayó en un 36%, mientras que el número de trabajadores disminuyó en un 60%..! ¿Dónde estuvo la Responsabilidad Social Empresarial del Estado en todo esto?
Ninguno de estos fracasos se le pueden atribuir al empresariado privado productivo latinoamericano
.. Y digo al empresario privado productivo porque especialmente quiero dejar de lado la vergonzosa retirada de este escenario de los representantes del sector financiero venezolano.

Yo tuve la oportunidad de estar en Venezuela en ese entonces. En 1991, fui invitado a la Convención de Ventas de una empresa que estaba implementando con gran éxito un programa de Calidad Total - buscando mayor productividad y eficiencia - y siendo premiada internacionalmente por sus logros en programas de seguridad laboral, como parte de sus programas de responsabilidad social. La empresa se llamaba, y aún se llama, Corporación Grupo Químico. Y pese a enfrentar una tremenda recesión del mercado interno y un brutal endeudamiento, producto de desacertadas políticas cambiarias y crisis bancarias, pudo superar los desaciertos y sigue siendo exitosa. Por esos mismos años conocí otro de los principales grupos empresariales venezolanos: Corimón; el cual, enfocado en estrategias de crecimiento hacia afuera - que chocaron con el tequilazo de México y su repercusión en Argentina -más las abruptas devaluaciones cambiarias ordenadas por los gobernantes venezolanos de turno, tuvo la peor crisis financiera de su historia. Se salvó, gracias a un excepcional compromiso de sus accionistas y a un duro plan de reestructuración de su deuda. Podría citar otras; fueron muchas, demasiadas. Miles de empleos se perdieron; miles de familias quedaron sin sustento; millones de dólares perdió el país.

Los Estados no quiebran; las empresas si.

Y lo lamentable de estas experiencias –como sucedió en la mayoría de los casos latinoamericanos -es que los verdaderamente golpeados, fueron los empresarios y los trabajadores. Una gran lección que debería dejarnos todo esto, es que los Estados no quiebran; los perjudicados son y serán siempre, los empresarios y los trabajadores! Quienes también son los pagan los impuestos que financian los servicios indispensables de una nación. En última instancia, los gobiernos pasan, y sus errores los paga el pueblo; las empresas permanecen más allá de ellos, y sus errores los pagan los accionistas y los empleados.. En todo caso, aquellos países que tienen malos empresarios, es porque tienen malos gobiernos..!

Mirando fríamente los hechos y la historia, y cuando hoy se levantan nuevamente las banderas nacionalistas pretendiendo reivindicar una vez más los nunca probados beneficios del sistema socialista; satanizando y maldiciendo al capital y al esfuerzo empresarial como únicos responsables de los males que nos aquejan, sería bueno recordar que si un hombre como Jack Welch supo gerenciar un grupo empresarial considerado entre los más exitosos del mundo, con 404.000 empleados y 50 de sus empresas figurando entre las 1000 de Fortune, no creo tanto en que el problema sea de “sistema”, sino de hombres capacitados para hacerlo. Y lo mismo vale para el socialismo. Lo que hasta ahora tenemos claro, es que tanto el socialismo como el capitalismo han fallado en sus promesas de garantizar un mundo mas equitativo, menos excluyente, con menos pobreza y con más oportunidades para todos.

Es indudable que al capitalismo salvaje aplicado en muchos de nuestros países, le hace falta una fuerte dosis de socialismo; pero también es evidente que al socialismo que hemos conocido, le hace falta la iniciativa de los emprendedores capaces de fabricar el éxito, para redistribuir la riqueza y no la pobreza. Otro, no hay. Personalmente, ni quiero ni deseo un mundo exclusivamente de “servidores públicos” -cuyo éxito se mide mayoritariamente por la adicción al gobierno de turno -renunciando a la posibilidad de aspirar a las mayores satisfacciones de quienes, a costa de su propio riesgo y esfuerzo, desarrollan los productos, bienes y servicios, que crean la prosperidad y la riqueza de las naciones.

La única verdad evidente a esta altura, es que pese a sus excesos, sus inequidades y sus errores, el sistema capitalista ha sido el promotor de la modernización y el progreso de la humanidad. El socialismo, al igual que los gobernantes –al decir de Welch –no ha creado nada!

Argenta
Febrero, 2006