Uruguay: ¡Soberanía Siglo XXI!
"A un pueblo con hambre no se lo alimenta con ideologías".
En la búsqueda de nuevos conceptos refrescando y recreando las viejas teorías de siempre - como el tan modernizado “Socialismo Siglo XXI” que se está extendiendo en nuestra región - sería bueno que los defensores de estos movimientos ideológicos revisaran y actualizaran también, sus conceptos sobre la “Soberanía Siglo XXI”. Esa soberanía que corresponde al pueblo, de quien emanan todos los poderes del Estado, pero de la cual el pueblo –por una u otra razón, siempre queda relegado!
En la búsqueda de nuevos conceptos refrescando y recreando las viejas teorías de siempre - como el tan modernizado “Socialismo Siglo XXI” que se está extendiendo en nuestra región - sería bueno que los defensores de estos movimientos ideológicos revisaran y actualizaran también, sus conceptos sobre la “Soberanía Siglo XXI”. Esa soberanía que corresponde al pueblo, de quien emanan todos los poderes del Estado, pero de la cual el pueblo –por una u otra razón, siempre queda relegado!
En este sentido, considero muy sensato que Uruguay haya firmado un Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones con delegados del gobierno estadounidense, desechando una moción de los grupos radicales que pretendían frenar esa posibilidad. Los sectores radicales que se oponen a ese acuerdo argumentan que es una vía encubierta para avanzar en la concreción de un tratado de libre comercio, o TLC., por lo cual los menos ilustrados deberíamos asumir que el Presidente Vázquez y el grupo que lo aprobó son una cuerda de gafos e incapaces, y que al igual que en el cuento de Caperucita y el lobo, el cánido se va a comer a cuanto uruguayo se le acerque..! Hoy es con EE.UU., mañana será con China o con Japón.. ¡Alguien nos va a comer!
¡Al fin tiene Uruguay un Presidente con las..botas..bien puestas! Y no sólo el Presidente, sino quienes, dentro de su misma fracción política miraron mas allá de sus narices y vieron, al fin, a ese pueblo con hambre que espera desde hace décadas que los genios de una u otra ideología les resuelvan el problema de sus hijos subalimentados y enfermos; viviendo en condiciones paupérrimas, muertos de frío en ranchos de lata y de cartón; hambrientos de comida y –lo que es peor -de posibilidades que les permitan enfrentar la vida con dignidad y decoro, sin depender de las limosnas o ayudas que disfrazan un derecho que se les niega como si fuera un favor que se le da. Pensaron al fin…en ese pueblo!! Eso es soberanía! Lo otro, es pura tontería!
A un pueblo con hambre no se lo alimenta con ideologías! Ni con discursos bonitos y encendidos para alimentar el propio ego y levantar un muro contra las frustraciones..
Se lo alimenta con fuentes de trabajo y buenos empleos, con educación y con condiciones de vida digna que le permitan prosperar y ser felices. Ser felices, si; ¿por qué no?
Es muy fácil vivir encerrados en el círculo de las cosas como deberían ser; lo verdaderamente difícil es enfrentar las cosas como son y tener el valor de resolverlas como deben ser. ¿Donde están esas naciones ideales que son capaces de alimentarse, educarse, prosperar y vivir con dignidad, masticando solo ideologías? Los Bolivianos mastican su coca para sobrevivir a los efectos de la puna en las grandes alturas; los uruguayos seguimos masticando a Marx y Engels (un Siglo y pico después) por no atrevernos a vivir en las alturas. ¿Hasta cuando? ¿Y por qué? Si alguien dijo que la religión es el opio de los pueblos yo afirmo que las ideologías también lo son.
Es hora de dejar los maniqueos ideológicos, tan culpables como la misma explotación capitalista, de la pobreza y la frustración de nuestros pueblos. Es hora de atreverse a dar respuestas oportunas, audaces –y también soberanas –para alimentar a esos uruguayos más postergados y desposeídos. Cuando la pobreza heredada de más de tres décadas de experimentos, dictaduras, teorías frustradas y otras yerbas, han dejado un tendal de pobres que sin beberla ni comerla siguen destinados a seguir sin comer ni beber, pues, hágase lo que hay que hacer ! ¡Eso es soberanía! ¡Soberanía del pueblo y para el pueblo!
¿Que se pone en entredicho el MERCOSUR? ¿Y acaso no lo pone también la intolerancia de los hermanos argentinos trancando puentes e impidiendo el paso de personas y mercaderías, lesionando gravemente al Uruguay?. ¿Les importan a ellos los perjuicios para los uruguayos que pueden perder miles de empleos? ¿Acaso el mismo MERCOSUR no
censuró esta actitud? ¿Acaso no dictaminó el Tribunal de La Haya que no había pruebas de daños irreparables, sociales y económicos, y tampoco hay pruebas de que Uruguay violó el pacto sobre el Río? ¿Acaso el Canciller Argentino Bielsa, que firmó junto con el uruguayo Operti un protocolo en el 2004, “declarando solucionado el diferendo sobre las plantas de celulosa” no sabía lo que firmaba? ¿Acaso ellos no tienen podrido el Río de la Plata –río que también compartimos -con los desechos y porquerías que botan desde hace doscientos años en el Riachuelo que desemboca allí, y los químicos, tóxicos y lixiviados del relleno del Ceamse desde el Dock Sud? ¿Porqué no empiezan por limpiar la casa para dar el ejemplo a los vecinos? ¿Les sirve el MERCOSUR sólo cuando satisface sus caprichos?
Por suerte, no son todos los argentinos, ni es todo el Mercosur. Porque con amigos así, no necesitamos enemigos!
Fírmese y ejecútese, Presidente Vázquez, ¡porque eso es soberanía! ¡Soberanía SigloXXI!
Argenta
Enero, 2007
¡Al fin tiene Uruguay un Presidente con las..botas..bien puestas! Y no sólo el Presidente, sino quienes, dentro de su misma fracción política miraron mas allá de sus narices y vieron, al fin, a ese pueblo con hambre que espera desde hace décadas que los genios de una u otra ideología les resuelvan el problema de sus hijos subalimentados y enfermos; viviendo en condiciones paupérrimas, muertos de frío en ranchos de lata y de cartón; hambrientos de comida y –lo que es peor -de posibilidades que les permitan enfrentar la vida con dignidad y decoro, sin depender de las limosnas o ayudas que disfrazan un derecho que se les niega como si fuera un favor que se le da. Pensaron al fin…en ese pueblo!! Eso es soberanía! Lo otro, es pura tontería!
A un pueblo con hambre no se lo alimenta con ideologías! Ni con discursos bonitos y encendidos para alimentar el propio ego y levantar un muro contra las frustraciones..
Se lo alimenta con fuentes de trabajo y buenos empleos, con educación y con condiciones de vida digna que le permitan prosperar y ser felices. Ser felices, si; ¿por qué no?
Es muy fácil vivir encerrados en el círculo de las cosas como deberían ser; lo verdaderamente difícil es enfrentar las cosas como son y tener el valor de resolverlas como deben ser. ¿Donde están esas naciones ideales que son capaces de alimentarse, educarse, prosperar y vivir con dignidad, masticando solo ideologías? Los Bolivianos mastican su coca para sobrevivir a los efectos de la puna en las grandes alturas; los uruguayos seguimos masticando a Marx y Engels (un Siglo y pico después) por no atrevernos a vivir en las alturas. ¿Hasta cuando? ¿Y por qué? Si alguien dijo que la religión es el opio de los pueblos yo afirmo que las ideologías también lo son.
Es hora de dejar los maniqueos ideológicos, tan culpables como la misma explotación capitalista, de la pobreza y la frustración de nuestros pueblos. Es hora de atreverse a dar respuestas oportunas, audaces –y también soberanas –para alimentar a esos uruguayos más postergados y desposeídos. Cuando la pobreza heredada de más de tres décadas de experimentos, dictaduras, teorías frustradas y otras yerbas, han dejado un tendal de pobres que sin beberla ni comerla siguen destinados a seguir sin comer ni beber, pues, hágase lo que hay que hacer ! ¡Eso es soberanía! ¡Soberanía del pueblo y para el pueblo!
¿Que se pone en entredicho el MERCOSUR? ¿Y acaso no lo pone también la intolerancia de los hermanos argentinos trancando puentes e impidiendo el paso de personas y mercaderías, lesionando gravemente al Uruguay?. ¿Les importan a ellos los perjuicios para los uruguayos que pueden perder miles de empleos? ¿Acaso el mismo MERCOSUR no
censuró esta actitud? ¿Acaso no dictaminó el Tribunal de La Haya que no había pruebas de daños irreparables, sociales y económicos, y tampoco hay pruebas de que Uruguay violó el pacto sobre el Río? ¿Acaso el Canciller Argentino Bielsa, que firmó junto con el uruguayo Operti un protocolo en el 2004, “declarando solucionado el diferendo sobre las plantas de celulosa” no sabía lo que firmaba? ¿Acaso ellos no tienen podrido el Río de la Plata –río que también compartimos -con los desechos y porquerías que botan desde hace doscientos años en el Riachuelo que desemboca allí, y los químicos, tóxicos y lixiviados del relleno del Ceamse desde el Dock Sud? ¿Porqué no empiezan por limpiar la casa para dar el ejemplo a los vecinos? ¿Les sirve el MERCOSUR sólo cuando satisface sus caprichos?
Por suerte, no son todos los argentinos, ni es todo el Mercosur. Porque con amigos así, no necesitamos enemigos!
Fírmese y ejecútese, Presidente Vázquez, ¡porque eso es soberanía! ¡Soberanía SigloXXI!
Argenta
Enero, 2007