Einstein,
la OEA, y Cantinflas...
Y durante la
reunión plenaria con senadores de Morena (el partido del actual gobierno
mexicano) el canciller señaló que el gobierno federal tiene la intención
de salirse de la OEA por ser un “instrumento
intervencionista”. ¡Así nomás; agarro la pelota y no juego más!
Carajo; parece
que la OEA, y en especial Almagro, cuando se expresan atendiendo los mandatos
de los 34 miembros activos, y denunciando porquerías y chanchullos de baja
calidad democrática, no le conviene a nadie. Y se produce lo mismo que en los
equipos de fútbol cuando comienzan a perder y perder, y la hinchada comienza a
calentarse: ¡hay que cambiar el director técnico! ¿Y vieron como hay países que
por más que cambien sus directores técnicos (o en este caso gobernantes)
parecería que cada vez están peor?
Por ello ahora
Ebrard va más allá; y consciente de que Almagro fue reelegido como secretario
de la OEA en marzo, 2020, recibiendo el apoyo de 23 de los 34 países miembros activos
(Cuba es parte del ente, pero no participa desde 1962) y seguirá al frente del
organismo durante cinco años más, propone cambiar ¡todo el equipo! Y yo le
preguntaría al Sr. Ebrard: ¿su calentura es solo con Almagro, o con toda la
OEA? ¡Porque entonces está negando y descalificando a la gran mayoría de los 34
países que integran la OEA, y eligieron a Almagro!
Y es que, precisamente
quienes acusan a EE.UU. de estar detrás de los movimientos golpistas y
desestabilizadores en la región, y de apoyar a Almagro en las decisiones
tomadas por la OEA (ojo; por la OEA, y no por Almagro) ahora van a pedirle a EE.UU.
integrar un nuevo organismo que sea más servicial, genuflexo, y alcahuete,
callándose las injusticias, abusos y tropelías de los más radicales (y
criminales) países miembros. Ayer,
Chávez, en lo mejor de sus discursos descalificadores y agraviantes hacia
quienes no fueran sus alcahuetes, insultaba al anterior secretario de la OEA,
Miguel Angel Insulza, tratándolo de “insulso” por no tomar injerencia. Hoy, sus
herederos desaprueban a Almagro por estar demasiado salado. ¡Vaya! ¿Quién los entiende!
Bueno; en
realidad creo que no hubo ningún mandatario o autoridad en Iberoamérica a quien
Chávez no hubiera insultado groseramente. Era su estilo; provocador,
insultante, descalificante, grosero y petulante, pero a los alcahuetes de turno
los embelesaba. Y ahora que no hay otro “insulso” que se calle la boca y tolere
y meta debajo de la alfombra las recomendaciones de los técnicos de la
Institución (no de Almagro) cuando participan en los actos electorales y
denuncian las sucias maniobras e irregularidades (caso Bolivia) o los
sistemáticos ataques a los DD.HH. (Venezuela, Nicaragua, e incluso Cuba) hay
que salirse del equipo. (Por algo Cuba, siendo integrante de la OEA, no
participa desde 1962). ¿Será que no le conviene participar?
Y será hora entonces
que, ya de paso, cambiemos el organismo de las Naciones Unidas (ONU) por uno un
poco menos unido y más permisivo, y en el cual se acepten únicamente las
ideologías que satisfagan a Ebrard, a Maduro, a Ortega, y a Raúl Castro.
Recordemos que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones
Unidas, la socialista Michelle Bachelet, luego de su visita de tres días a
Venezuela, en junio, 2019, afirmó en una comparecencia ante la prensa que
"la situación humanitaria se ha deteriorado de forma extraordinaria".
Y más tarde,
en julio del 2021, Bachelet afirmó que “La oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) continuó recibiendo
denuncias creíbles de tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes,
así como informes de golpizas, descargas eléctricas, violencia sexual y
amenazas de violación, en Venezuela. Y sin embargo, países como México o
Argentina siguen aupando a estos gobiernos, sin querer ver la realidad de más
de 5 millones de venezolanos desparramados por las carreteras y caminos del
mundo, rogando un poco de caridad, y buscando un destino más digno para sus
familias.
¿Cuál es entonces
la propuesta de México? “Adiós OEA, en su sentido intervencionista,
injerencista, hegemonista; y que venga otra organización que construyamos
políticamente en acuerdo con Estados Unidos para el Siglo XXI, ya no el Siglo
XIX o el Siglo XX, la Guerra Fría”. “Alguien le tiene que mandar un oficio, o
algo, a Almagro, pero la OEA no puede seguir siendo un instrumento de
intervención”, agregó el canciller mexicano entre los aplausos de los
legisladores del partido de gobierno. ¿Será que Ebrard recibió alguna instrucción
divina que le asegure, ante un nuevo organismo, y con los mismos integrantes, que
no se repetirán las mismas experiencias?
Bueno, por
algo y al mismo tiempo, en su repaso de la política exterior mexicana aseguró
que México reactivará “la cooperación con Palestina” y que la
postura del país en ese conflicto es el “respeto a los derechos humanos”, aunque
ello genere “molestia” en Estados Unidos. ¡Así nomás; de puro macho!
Y con perdón
de los presentes me permito recordar a su vez al magnífico humorista mexicano, Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, “Cantinflas”,
cuando en la película “Su excelencia”, debe interpretar al embajador de la
República de Los Cocos ante la Asamblea Internacional, con un revolucionario
discurso destinado a enfrentar el conflicto entre los dos grandes bloques del
poder: los "verdes" y "colorados"; obviamente, EEUU. y la
URSS. ¡Hay que leerlo!
Alberto
Rodríguez Genta
argentaster@gmail.com
P:D: Jesús
ante sus discípulos; “Dejadlos. Son ciegos, guías de ciegos; y si un ciego guía
a otro ciego, ambos caerán en el hoyo.” (Mateo, XV, 12-14).