La Argentina que no pudo ser..
Me llamó mucho la atención un reciente artículo de Javier Carrique, Director Comercial de Red Hat, titulado ¿Qué es el código abierto, la nube híbrida y por qué son las claves del éxito empresarial?,por su tremenda incidencia en el futuro de las empresas y las naciones por igual. Y porque además, curiosamente, habla de un ejemplo en esa Argentina tan polemizada, tan politizada, y tan degradada, por sus noticias, acusaciones, descalificaciones, corrupciones, y desgobierno. En esa Argentina de hoy en la cual yo no creo, porque siempre creí y creo, que hay otra Argentina.
“Para
atender las nuevas demandas de sus clientes, las compañías alrededor del mundo
están aumentando sus inversiones en tecnología” -aclara el artículo. Los líderes en TI aseguran que la clave se encuentra en la nube
híbrida. La nube híbrida es el corazón de la
estrategia que llevan adelante las compañías para administrar diferentes cargas
de trabajo, por su flexibilidad, integración, capacidad para reducir costos,
nivel de seguridad y potencialidad para adaptarse a las necesidades específicas
de los clientes. De ahí que esta tecnología, aunada a la tecnología de código
abierto, sea cada vez más trascendente para las empresas en el mundo
post pandemia- afirma Javier Carrique, Director
Comercial de Red Hat.
Y aquí viene
la sorpresa a la cual me refería inicialmente. “Por citar un ejemplo -especifica el autor - el Banco Hipotecario, una de las entidades bancarias más reconocidas de
Argentina, es uno de los ejemplos más destacados de los últimos tiempos.
Gracias a su éxito en la implementación de este tipo de tecnologías, y como
consecuencia de la necesidad de actualización en su infraestructura de middleware tradicional, el banco redujo
en un 30% los costos de desarrollo y mantenimiento y mejoró la experiencia
online del cliente logrando que el onboarding
sea 100% digital”.
Bueno, quizá como
para mí, para muchos de ustedes hablar
en estos términos y con estos términos, es como tratar de hacer un dulce de
leche, sin leche, yo - siendo un total analfabeto tecnológico -no me resigno a
tragarme sin digerir esos nuevos términos y definiciones, y me permito
compartir con ustedes la búsqueda de definiciones que me sentí impulsado a
realizar.
Código abierto es el software cuyo
código fuente y otros derechos que normalmente son exclusivos para quienes
poseen los derechos de autor, son publicados bajo una licencia de código
abierto o forman parte del dominio público. Middleware es software que se sitúa entre un sistema operativo y
las aplicaciones que se ejecutan en él. A veces, se le denomina “plumbing”
(tuberías), porque conecta dos aplicaciones para que se puedan pasar fácilmente
datos y bases de datos por una “canalización”.
Onboarding, a su vez, es
una práctica que busca acelerar la incorporación del capital humano a la
institución o empresa. Está centrado en la orientación de los nuevos
colaboradores a fin de ayudarles a adaptarse y adentrarlos al 100% a la cultura
empresarial.
Y es que se me
ocurrió a su vez que lamentablemente,
Argentina,
siendo el país sudamericano que dispone de enormes riquezas naturales y aún de capital intelectual humano, utiliza un código abierto
para situar un software middleware (de tuberías) a través del cual conecta
aplicaciones para pasar datos (chismes y puteríos políticos) por una
canalización (medios de prensa) a través de la práctica onboarding, para ayudar
a los ciudadanos a adaptarse al 100% de una mediocre realidad nacional.
Y es que me
pregunto si frente a los desafíos cada vez más exigentes -y a su vez más
excluyentes -de ese nuevo mundo tecnológico que está cambiando y amenazando el
futuro de empresas y naciones por igual, tendrá la Argentina de hoy una ligera
idea de a dónde va su destino, más allá de seguir engañando a su pueblo con discursos,
descalificaciones, y negaciones a su frágil orden institucional. Basta ver los
programas de opinión y los informativos argentinos para darse cuenta de que por
aquí, es como que no pasara nada; como que el mundo siguiera por otro lado..
Argentina sigue siendo chisme, espectáculo, entretenimiento, enfrentamiento y
corrupción.. Del futuro a nadie le interesa nada.. Y el presente, se lo juegan
a la “arrimada”..
¿A quién dentro
del parlamento y los representantes políticos de la Argentina, le importa este
nuevo y amenazante mundo de la nube híbrida, del código abierto, del middleware,
o el onboarding, frente al enfrentamiento del kirchnerismo y el poder judicial,
o una oposición que, si bien quiso escribir una historia diferente, no supo
llegar a esa mayoría olvidada de su gente?
“Sea
en Argentina o en Estados Unidos, ambos conocemos a gente joven e inteligente.
Los vemos y pensamos: "¡Wow! ¿Por qué no se postula ella para
presidente?", "¿Por qué no está él compitiendo?". ¿O no? Pero
ambos sabemos la respuesta: porque involucrarse en política es muy tóxico, es
muy feo“. Y agrega: “No
hay duda de que otro subproducto de las redes sociales es el aumento en la
toxicidad de entrar en la política”.
“La gente puede decir cualquier cosa sobre
vos, puede destruir tu vida. Entonces obtienes una selección negativa. Es lo
que estamos obteniendo en todo el mundo. Obtienes a [Jair] Bolsonaro, obtienes
a [Vladimir] Putin, a [Rodrigo] Duterte en Filipinas. Son las únicas personas
que pueden hacer frente al destrato y a las difamaciones que conllevan una
carrera política”. Y hace otra
afirmación que, a su vez, mucho tiene
que ver con la realidad argentina: “Cuando presionas, presionas y sigues
presionando y dejas a la gente con la sensación de que le estás cambiando las
reglas de forma permanente y que nunca podrán revertirlo, realmente estás
cortejando la violencia”.
Sin duda, Argentina es un ejemplo acabado de
todo ello. Pero también deberíamos hacer la aclaración de que, para que esas
cosas que pueden destruír tu vida lo puedan hacer - es porque mayormente responden
a hechos, verdades, y aún a oscuridades, generadas por los involucrados. Como
también deberíamos aclarar que en el sucio juego de la política electoral, cuando
las verdades y los hechos y las oscuridades son develadas e iluminadas con
acciones y razones fundadas, ni los misiles más sofisticados pueden
penetrarlas!
A quién le
importa el futuro de esa Argentina que,
teniendo entre otras maravillas nada menos que tres premios Nobel en Ciencia;
un Papa; al magnífico y humano cirujano Favaloro, al más genial de
los ciegos que veía la vida mejor que nadie, como Borges, y otros
tantos científicos, investigadores, emprendedores, etc. etc., hoy nadie le
cree, ni le presta plata, ni quiere invertir y hacer negocios en ella!
“¿Quién
diablos querría emularnos hoy? -se pregunta Friedman refiriéndose a los Estados Unidos. “Hoy no
somos el país que creemos que somos, ni somos el país que el mundo creía que
éramos”. Y remata con esta afirmación: “Estados
Unidos o la Argentina, mejor que estemos construyendo cimientos realmente
sólidos porque el mundo será más inestable de lo que era”.
Amen.
Alberto Rodríguez Genta argentaster@gmail.com