Por una
nueva Argentina..!
Es evidente que,
aunque un poco tarde ya, ciertas cosas medulares comenzaron a cambiar en la
Argentina en las últimas décadas. Por ejemplo, anteriormente para fundar un
partido político, si o si, había que identificarse peronista. Y entonces había
(y todavía hay) peronistas moderados, peronistas radicales, peronistas
alocados, y todo tipo de personas que, de una u otra forma pretenden
capitalizar el culto de una parte muy importante de la población, a la impronta
del viejo General. Y es que sin duda, en su momento, esa política
reivindicativa de las necesidades de las clases obreras y los más marginados,
dieron espacio a un nuevo estamento social.
Estamento que buscó
más tarde su representación, en gobiernos que no encontraron la receta para
combinar lo social, con lo productivo, con lo cultural, y con los
indispensables valores humanos que interpretaran un sentido común dentro de los
argentinos. Y desembocó en que, tras esa pérdida de identidad y de valores y de
rumbo económico y moral, en 2001 se produjeron los vergonzosos manotazos para
tratar de sentar en el sillón presidencia al más confiable de los argentinos. Potenciando
una revuelta popular generalizada bajo el lema "¡Que se vayan
todos!". Porque, entre otras cosas con una tasa de desempleo oficial
cercana al 20%, los trabajadores se habían hartado. (Hoy, en plena crisis de
endeudamiento, anda en 9,1%)
Y renunció
Fernando de la Rúa, y se turnaron cinco presidentes en una semana, en
medio de una locura de inestabilidad
política sin precedentes!. Por otro lado, recordemos que la inflación siempre
ha sido la maldición de nuestros países sudamericanos, llegando a la brutal
situación de que Argentina en 1989 padeció una inflación superior al 3.000%, y
Brasil tuvo la suya de 2.000%. Y ahí surgió, casi siempre surgen, un nuevo
Mesías que esta vez sí, prometió recuperar la dignidad y hasta los ahorros de los
argentinos, desafiando el poder del imperio financiero y doblegándolo a que
aceptara, en pago por los préstamos recibidos, unos pocos patacones, ante de
quedarse sin nada. ¡Claro, más adelante vendría la venganza de los “fondos
buitres”!.
Y el nuevo movimiento
que se atrevió a desafiar el legado peronista, tuvo nuevo nombre y apellido: el
Kirchnerismo! ¡Vaya! Ya era algo
prometedor! Pero luego de doce años de gobierno tratando ser simpáticos y
cultivar la simpatía de los más necesitados, lo que nadie esperaba que
sucediera una vez más, volvió a suceder. ¡Los pobres sirvieron nuevamente, para fabricar mas ricos! Y luego, una vez que desparramaron (fíjense que por
respeto no digo dilapidaron) los pocos o muchos reales que quedaban en caja, sin
aportar ni una obra trascendente ni un legado omnipresente, obligaron a los
sucesores una vez más, a repetir el plato de la receta obligada que sirve
siempre para quemar en la hoguera, las frustraciones de los más ineptos, en su
turno: los préstamos del demonizado Fondo Monetario Internacional.
Es evidente de todas
formas, que luego de todo ésto, el pueblo argentino, a fuerza de autoflagelarse
políticamente por tantos años, decidió rebelarse una vez más, buscando la
elemental seriedad como nación, votando a Mauricio Macri, en 2015. Y exigiendo,
además de las populistas canastas alimentarias y bidones de agua diarios para
algunos, los elementales servicios de saneamiento, redes cloacales, energía
confiable, infraestructura vial para el transporte de las producción argentina, mejoramiento del
transporte urbano, contención de inundaciones para no perderlo todo, y tan
seguido, modernización de puertos y aeropuertos, y obras que empezaran a cambiar de una vez por
todas la calidad de vida, en la casa de todos los argentinos! ¡Todo lo tantas
veces prometido!
Y cómo no iba a rebelarse si, por ejemplo, el medio informativo PERFIL, en su sitio web del
7 de agosto, 2018, bajo el título “Las obras incumplidas fueron "el gran
robo" del kirchnerismo”, afirma que
“los
montos de dinero que se nombra en los cuadernos de las coimas, es muy inferior
al total que se perdió en doce años y medio. Allí dice que “tras la larga recorrida, que incluyó a los
24 estados subnacionales, encontramos que a pesar de haber contado con los
mejores términos de intercambio en 200 años; la más feroz presión tributaria en
dos siglos y que los K se quedaron con tres de cada cuatro pesos recaudados,
los "pingüinos" no podían (y hoy tampoco pueden) mostrar una sola
obra de infraestructura de relevancia que hayan comenzado y terminado”. Y
lo detalla.
1 -En Argentina, el
Frente para la Victoria no pudo
empezar y terminar un solo gasoducto. 2- No edificaron ninguna represa hidroeléctrica
de relevancia. 3- No llevaron adelante de principio a fin ninguna autopista determinante.
4- Los
incumplimientos viales fueron absolutos en los siguientes casos: (11 en total).
5- En materia de ferrocarriles nunca hicieron el tren rápido a Ezeiza, ni
electrificaron el San Martín y el Roca. No extendieron la red de subtes ni
recuperaron la red de pasajeros del interior. (Y otros..) 6- Un párrafo aparte
para la locura de cuatro trenes balas desde Buenos Aires hacia Rosario,
Córdoba, Mendoza y Mar del Plata.
7- La única central
nuclear concluida, Atucha II, es una obra que comenzó en la década de los años
noventa. 8- La energía renovable brilló por su ausencia. No hubo parques
eólicos en la Costa Atlántica ni parques solares en la Puna. 9- El déficit habitacional se agrandó. 10-
Si hablamos de carbón, gastaron cientos de millones de dólares en una usina
ubicada en Río Turbio, Santa Cruz, que aún no ha logrado funcionar.
“La lista podría extenderse hasta el aburrimiento”, finaliza PERFIL. Yo
no soy quien para opinar; pero si un medio informativo argentino hace
acusaciones tan graves como éstas, su fundamentación tendrá.
Y hoy los cambios son
notorios. Porque no se ya trata de
simples cambios de nombres y apellidos, o
de banderas y partidos. Se trata de la mayor inversión histórica argentina en
obras de infraestructura, saneamiento, energía, transporte vial y urbano, corredores
viales y viaductos cloacas, obras de contención de inundaciones, oleoductos,
puertos y aeropuertos. Y en los próximos meses, el presidente Mauricio Macri inaugurará
más proyectos valuados en miles de millones de dólares, que ya están a la
vista. Basta visitar la página web oficial de la República Argentina, para
constatar las obras emprendidas y ya
inauguradas. ¡Yo, me sorprendí!
Repito; esto no se
trata de simples cambios cosmetológicos de nombres y apellidos, o de banderas o
partidos; o de aumentar la canasta alimenticia y los subsidios, para seguir
manteniendo fieles dependientes de nuestra magnificencia partidista. ¡Se trata
de un cambio de país! Se trata de devolverles a los argentinos ese país hermoso,
esa Argentina que se merecen; que tantas
veces se la han prometido, y que hoy al fín, se está haciendo realidad!
¡Aguanten, hermanos argentinos!
Porque el sacrificio circunstancial de hoy, será el que les asegure un mejor
futuro, construido con el sacrificio de
todos! Y porque lo hicieron ustedes!