La Tercera Opinion

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Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Tuesday, December 26, 2006

El día en que nos decodificamos.


Poniendo al ratón en su lugar..

Si usted se siente superior a su vecino, o su vecino superior a usted, sepan que ambos tienen la misma cantidad de genes: 30.000. Y que la misma cantidad, la tiene también un simple y vulgar ratón.

A través de la decodificación del genoma humano, el Homo sapiens ha deslumbrado a sus semejantes con descubrimientos que implican, por un lado, la posibilidad de corregir o prevenir mutaciones genéticas, malformaciones, o enfermedades hasta ayer incurables, y por otro, reavivar conflictos en la misma razón de la existencia y la supervivencia de la especie.
El solo hecho de haber completado a mediados de abril del 2003 casi en su totalidad el mapa genético que explica la composición de la vida humana –a lo cual algunos llaman el “libro de la vida” –nos plantea enormes interrogantes.

Si ahora sabemos que todos los seres humanos tenemos la misma cantidad de genes (alrededor de 30.000) y que la diferencia entre unos y otros es de apenas el 0,001 por ciento, debido a que de los 3.000 millones de letras que tienen dentro de cada célula solamente codifica el tres por ciento, no es menos sorprendente comprobar que la diferencia a su vez, con un ratón común, es de apenas 300 genes. Si; un simple ratón común tiene tantos genes como cualquiera de nosotros, y la diferencia real entre el ser humano más encumbrado y el ratón más encumbrado, es el 0.001 por ciento multiplicado por el 3 por ciento. Absolutamente mínima, ¿verdad?

Lo más asombroso de esto es comprobar, por ejemplo, que pese a sus enconadas diferencias George Bush tenga la misma cantidad de genes que Saddam Husseín, y los dos, a su vez, la misma cantidad que un ratón común. ¿Explicará esto las barbaridades de uno y otro?
Por otra parte, ¿se imaginan ustedes el peligro que significa para la humanidad entera que alguno de estos señores –después de los ejemplos que nos han dado -pudiera tener la posibilidad de manipular el mapa genético de los demás, sintiéndose dioses salvadores de la especie humana?

Recordemos lo que pasó y cual era el sueño de Adolf Hitler, en su insana ambición por depurar la raza germana.. Definitivamente, este descubrimiento podría haber colmado la locura del insigne Führer del III Reich, atentando contra la diversidad biológica y reinstalando la cultura de una raza superior. O podría también ser la fórmula ideal para acabar con la pesadilla norteamericana de los habitantes del “eje del mal”..!

La información contenida en los genes ha sido decodificada y permite a la ciencia conocer mediante tests genéticos, qué enfermedades podrá sufrir una persona en su vida; pero lo que no permite conocer, es cuales son las barbaridades a las que puede llegar por su insana ambición de poder. Sin dudas que las posibilidades para hacer el bien son infinitas; pero infinitos son también los riesgos a que estamos expuestos ante “seudo –líderes” que han demostrado ser –como diría mi mejor amigo –mas peligrosos que un mono con una hojilla de afeitar. El conocimiento pues, está servido; el conflicto ético-moral también.

En todo caso sería bueno recordar que son nuestros actos, y no la cantidad de genes, los que pueden diferenciarnos de un simple y común ratón! (Una interrogante final: ¿habrán ratones “terroristas”..?)


Datos de interés:
• Los seres humanos compartimos el 99,8 por ciento de nuestro material genético y es apenas un 0,2
por ciento lo que convierte en único a cada uno de nosotros.
• Hay tres billones de letras en el código del ADN.
• Si colocasen las secuencias del ADN de un ser humano una tras otra, se podría ir y volver al sol más
de 600 veces.
• Las cuatro letras del alfabeto del ADN (A, C, G y T) contienen las instrucciones del funcionamiento del
organismo. Cada código de la doble hélice de ADN, formado por cuatro bases adenina (A), citosina(C),
guanina (G), timina (T), y toda la vida, sea humana, de un ratoncito o de un árbol de plátanos, se
codifica de la misma manera.
• La gran mayoría (el 97 por ciento) del ADN humano no tiene una función conocida.
• La diferencia de ADN entre los humanos es sólo del 0, 2 por ciento y es igual al de los chimpancés en
un 98 por ciento.
Nota: Quizá ahora entiendo porqué, dentro de las instalaciones del Instituto Pasteur recientemente inaugurado en Uruguay, fueron acondicionadas tres habitaciones especiales para albergar a 4.500 ratones transgénicos: ¿será por si siguen fallando los políticos..?

Argenta
argentaster@gmail.com
Diciembre, 2006

Sunday, December 24, 2006

El año en que no fuimos felices.

La ONU fue avergonzada por UNO.

No es el mundo que deseo para mis hijos y mis nietos, ni para los suyos, ni para los de ellos.. No es así que tendremos un feliz año nuevo.

Pese a todos los deseos, las oraciones y los abrazos con que nos auguramos un buen año, no fue un Feliz Año el 2006. Fue un año vergonzoso para la humanidad. Para esta humanidad que ayer se agigantó pariendo a un Mahatma Gandhi, y que hoy llora su recuerdo avergonzada por tanta brutalidad.

Nuevamente los perros de la guerra hicieron su negocio bombardeando niños, mujeres, ancianos y desvalidos. Tienen el cuero curtido y las mentes descompuestas de tanto matar. Siguieron torturando e indignando al mundo entero con las oprobiosas imágenes de su “supremacía” mundial. Siguieron pues, “fabricando” guerras y terroristas por igual.

Los pueblos derribaron las estatuas de cemento y de cartón de los líderes que convirtieron en vergüenza su nación. En las guerras verdaderas, morían los soldados. En las guerras “preventivas” los que mueren son los niños. Los que menos defensas tienen contra los sofisticados misiles y la pavorosa tecnología armamentista que sigue enriqueciendo a los mas ricos.

Fue un año de vergüenza para la humanidad. Toda la ONU fue avergonzada por tan solo UNO. Tuvo la valentía de señalarlo el Secretario saliente Kofi Annan. Quiera Dios que su sustituto encuentre razones para desearnos a todos un feliz año nuevo..

Argenta
Diciembre, 2006

Saturday, December 16, 2006

Caruso: "la leyenda" que murió cantando.

Un brindis por "Carusiello".

El miércoles 13 de diciembre de 2006, la prensa internacional informaba que el domingo por la noche, el tenor ítalo-francés Roberto Alagna debió abandonar el escenario en medio de la interpretación de AIDA, de Giusseppe Verdi, una de las óperas mas emblemáticas de todos los tiempos.

Aparentemente, Alagna se molestó por los silbidos de una parte del público que –según él –estaba complotado para rechazarlo. Para suplirlo, su reemplazante debió salir de prisa, vestido con pantalones jean y remera negra. Feo, por parte del público ubicado en los palcos superiores de la Scala de Milán, y feo también por Alagna al haber sucumbido a los desmanes de un grupo que, seguramente, no es la mas pura representación de los asistentes a la Scala. Finalmente, feo también por parte de la Scala, el haber permitido que su reemplazante se presentara en ropa de calle, en lugar de estar preparado con la vestimenta correspondiente al Radamés de Aida. Un claro desprecio a la figura profesional del tenor francés.

Pese a mi especial pasión por la música lírica y sus grandes intérpretes, no tenía muy presente la figura de Roberto Alagna, razón por la cual –acudiendo una vez más al magnífico invento de los muchachos de You Tube –me conecté para escuchar algunas de sus interpretaciones. Pasando por los grandes tema como “E lucevan le stelle” y “Recóndita armonía”, de la Tosca de Puccini, a otros de Gounod y Bizet, y varios compartidos con su bella esposa la soprano rumana Angela Gheorghiu, me paré de golpe en La Juive de Aubert, recordando que fue precisamente con esa ópera, la última vez que el gran Caruso pisaría el escenario del Metropolitan Opera House de Nueva York, antes de morir. Y no pude resistir la tentación de escribir su nombre en el buscador de Google, para deleitarme una vez más, con su prodigiosa voz.

Sebastián: de The Punisher a Caruso.

Para mi sorpresa, mi hijo Sebastián, que tiene 11 años y estaba escuchando en su computadora su últimamente preferido tema, The Punisher, se acercó atraído por la melodía de “Una furtiva lágrima” y la potente voz del tenor napolitano. Papá, ¿quien es ese? –me preguntó –¡que tremenda voz que tiene..! Era un tenor, -le respondí - y se llamaba Caruso. Y entonces, le conté brevemente la historia de quien es considerado “la leyenda” de la música lírica de todos los tiempos. El hombre que hizo de su vocación, una pasión. Como a Sebastián le gustó oírla, me sugirió escribirla para los lectores de esta página.

Enrico Caruso, uno de los varios descendientes de una familia pobre de Nápoles, Italia, y que llegaría a ser el cantante más popular de todos los géneros en los primeros veinte años del siglo veinte, sintió desde niño una irresistible atracción por el canto. Atracción que debió vencer mil dificultades, comenzando por la resistencia de su padre, quien lo conminó a abandonar las vicisitudes del arte para ocuparse como aprendiz en un taller mecánico, a fin de obtener ingresos para la supervivencia familiar. En un principio, y con mucha tristeza en su alma, Caruso se conformó con integrar el coro de la Iglesia de su barrio. Y por más que su madrastra - al igual que su madre fallecida -lo animaba a seguir con su inmensa vocación, no tuvo otra salida que abandonar la casa paterna para dar rienda suelta a su pasión.

Aún menor de edad, se dedica a cantar canzonetas napolitanas en cafés y tabernas para ganarse su sustento. Ello sería suficiente, sin embargo, para que la estrella que definitivamente lo había marcado desde su nacimiento, comenzara a brillar ganándole apodos como “Carusiello y aún el “pequeño divo”, y para que un maestro de canto le ofreciera sus servicios a cambio de un porcentaje de sus ingresos. No faltarían más obstáculos, ya que a los 21 años de edad es llamado a integrar las filas del ejército de su país, debiendo dejar su ciudad natal. Pero nuevamente su estrella de la suerte lo rescataría, dado que su comandante del decimotercer batallón de artillería –dando muestras de lo que significa el arte para el alma de los italianos - después de oir una actuación suya en una cena ofrecida por los altos oficiales a la tropa, lo excusa de las obligaciones militares para que regrese a seguir cultivando el canto. ¡Sólo los italianos pueden hacer algo como esto!

Una vez regresado a su ciudad comenzó a cantar óperas en los teatros locales hasta que comenzaron a contratarlo desde otros países como Rusia, Londres, y los grandes teatros del mundo, siendo contratado finalmente por el Metropolitan Opera House de Nueva York, donde se quedó a cantar por los siguientes diecisiete años. De aquí en más, Caruso sería uno de los tenores mas solicitados y mejor pagados del mundo ganando cifras millonarias en dólares y siendo uno de los primeros en grabar sus canciones en los novedosos fonógrafos de la RCA Víctor, los cuales le permitieron difundir su voz por todo el mundo.

La leyenda de Caruso fue tomando cuerpo y recogiendo anécdotas, como una que refiere a una noche en la cual estando en Bruselas, escuchó por el balcón de su habitación del hotel las voces de una multitud de gente que se quejaba por no haber podido conseguir entradas para su actuación. Sin pensarlo entonces dos veces, abrió de par en par las ventanas del balcón y comenzó a cantarles desde allí las principales arias de la opera que debía representar. Estas acciones, unidas a un especial carisma y a un gran espíritu solidario que lo llevó a auxiliar económicamente a muchas familias, producía verdaderas aglomeraciones callejeras a la entrada de los teatros donde iba a actuar.

Pero Caruso fue ocultando por un tiempo y como pudo, los fuertes dolores en el pecho producidos por una pleuritis que fue ganando en intensidad, hasta que una noche, en una de sus ultimas actuaciones en un escenario de Brooklin comenzó a sangrar por la boca y - por no querer abandonar el escenario -cayó desvanecido.. Como parte de la leyenda, hay quienes aseguran que murió esa noche al reventársele las cuerdas vocales. Sin embargo, historiadores más rigurosos aseguran que Caruso –obsesionado por aquella interrupción -volvió a cantar por ultima vez en el Metropolitan, la noche del 24 de diciembre de 1920 – precisamente, La Juive de Aubert - y que la muerte lo sorprende luego, viajando de Nápoles a Roma para operarse de un riñón infectado por la enfermedad.

Pese al característico rasguño de fondo producido por la púa del tocadiscos sobre el disco de pasta de 78 revoluciones de la RCA, la voz de quien fuera el “pequeño divo” sigue asombrando a las nuevas generaciones! Caruso amaba el canto como nadie. Nació para cantar, vivió y murió cantando. Y aunque pudiera haber llegado a ser un buen mecánico o un buen militar, Dios –al igual que su Comandante del Regimiento del decimotercer batallón de artillería -no se perdonaría nunca haberse privado de su voz!

Al finalizar este 2006, te ricordaré “Carusiello”, uniéndome a ti –aunque mis vecinos piensen que estoy loco –para compartir el hermoso brindis de “La Traviata”. Libiamopues -, ne´lieti calici..!

Argenta
Diciembre, 2006

Tuesday, December 12, 2006

Desde Uruguay, Latinoamérica se integra al Instituto Pasteur de París.

Un polo de desarrollo científico para la región..

“Hay países expulsores, como el nuestro, y los que apuestan a la sociedad del conocimiento, definen políticas y destinan recursos. Tenemos que terminar de lamentarnos por los que se fueron, desarrollar acciones sistemáticas para disminuir la expulsión, y buscar la forma de sacarle provecho a toda esa "inteligencia uruguaya" dispersa por el mundo". Dr. Fernando Lema, investigador del Instituto Pasteur de París.

Parecería que el Presidente Tabaré Vázquez hubiera leído mi artículo anterior “¿Quo Vadis Uruguay?”, en el cual hacía mis reflexiones tratando de entender y ayudar a entender para donde va el “Nuevo Uruguay”. Como para apoyarme en mis intentos, seis días después, el viernes 8 de diciembre de 2006, los uruguayos volvían a ser noticia internacional. No era para menos: ese día el Presidente Vázquez inauguraba en Uruguay la primera plataforma de investigación en Latinoamérica -y la número treinta de su red mundial- del Instituto Pasteur de París; una de las 15 mejores instituciones académicas del mundo en biología, con ocho Premios Nobel en su haber, y considerado como la segunda empresa biotecnológica académica, no privada.

Con comprensible emoción, el Presidente afirmó: "Ojalá en mi calendario como médico y Presidente de la República hubieran más días como los de hoy".
Y es que aquello marcaba no solamente la culminación de un proceso con más de diez años de tratativas, dificultades, esfuerzos y expectativas, sino el convertir a Uruguay en un Polo de desarrollo Científico con ilimitadas proyecciones a nivel nacional e internacional.
Y así como en mi artículo anterior destacaba la importancia de Zonamérica como polo de desarrollo tecnológico, atracción de inversores internacionales, fuente de ocupación y empleo para miles de uruguayos, y definición de nuevas potencialidades para la transformación de una economía tradicional a una “Nueva Economía” basada en la tecnología y el conocimiento, ahora, el Instituto Pasteur de Montevideo, se transforma en el portaviones para el despegue profesional -y a su vez el regreso – de miles de compatriotas cuyas posibilidades se hallaban limitadas, y con su derecho a soñar en su propio país.

Repatriando “cerebros”.
Un polo que comenzaría por atraer como Director Ejecutivo, a quien durante 30 años trabajó como investigador en el Instituto Pasteur de París, llegando a ser director de la Unidad de Inmuno-hematología e Inmuno-patología: el Dr. Guillermo Dighiero. ¿Quién mejor entonces que un talentoso representante de los talentos uruguayos en el exterior, para dirigir tan formidable desafío? Desde aquellos cargos en Francia, el Dr. Dighiero estuvo al frente del proyecto del Instituto Pasteur Montevideo, conviviendo con sus primeras gestiones. Era el cordón umbilical que lo mantenía unido a su país natal. Yo pertenezco a esa generación de uruguayos que tuvo que alejarse del país por las razones que todos conocemos- expresaba en una entrevista concedida a El Espectador de Uruguay -entonces para mí siempre fue un sueño volver a Uruguay, y este proyecto es casi la concreción de un sueño, me siento muy bien, realmente me siento muy bien en el país”.

No sólo el Dr. Dighiero volvería al país; también lo haría –como consecuencia de los primeros llamados internacionales a ocupar plazas –María Bausero, una uruguaya diplomada en Ciencias de Laboratorio en Minessotta, y luego doctorada en Ciencias Biológicas en Hartford, Connecticut mediante un convenio con la Universidad de la República. María tiene como tarea desarrollar líneas de investigación en terapia del cáncer, transformación maligna del cáncer de mama, muy específicamente inmunología del cáncer. Ahora podrá hacer en su país, eso que estuvo haciendo afuera durante tantos años. Detrás de ellos, vendrán muchos más.

Y ni que hablar de la importancia que reviste para nuestros hermanos sudamericanos, y en especial los argentinos - algunas de cuyas mentes mas preparadas han comenzado a integrarse en el emprendimiento - mereciendo además el reconocimiento del Gobierno vecino, quien anunció el otorgamiento de 10 becas pos-doctorales para que científicos de ese país trabajen en el IP de Montevideo. Inicialmente, hay en total 50 personas trabajando en el instituto, y se prevé que cuando esté en pleno funcionamiento, la cifra se elevará a no menos de 150 especialistas con variadas orientaciones.

Deudas que son amores...
Pero mas allá de la deuda que pudiera tener el Uruguay con sus graduados al no poder asegurarles ,luego, las condiciones optimas para su desarrollo profesional, o la que pudieran tener éstos para con el país que les brindó gratuitamente la posibilidad de formarse profesionalmente, fue otra deuda –con su carga anecdótica –la que posibilitó la concreción de esta magnífica iniciativa.
La historia se remonta a los años 1918 cuando –después de la Primera Guerra –Uruguay suscribió con Francia unos préstamos por algunos millones de pesos en oro que, supuestamente, nunca fueron pagados. Con estos antecedentes en mano y un hábil planteo por parte de las autoridades uruguayas ante el Gobierno Francés, se logró reconvertir la suma de 5 millones de euros de esa deuda para ponerla al servicio del proyecto binacional.

En 2004 el Parlamento uruguayo aprobó por unanimidad el proyecto, y en 2005 comenzó la construcción del instituto, en un predio de 23.000 metros cuadrados, la cual demandó 12 meses y 8 millones de dólares entre obra civil y equipamiento especializado. Concentra la mayor tecnología de América Latina, disponiendo de 3.500 metros cuadrados de construcción, y con posibilidad de extensión a un total de 8.000.

De esta forma, el Instituto Pasteur de Montevideo integra la Fundación Amsud -Pasteur; funciona bajo normas de derecho uruguayo, y es administrado por un Consejo de Administración compuesto por cuatro representantes de Uruguay, y tres del Instituto Pasteur de París. Sin duda, una forma creativa de reconvertir deuda del tercer mundo, que de alguna manera había sido ya planteada por los países latinoamericanos en las negociaciones con los organismos multilaterales, como una buena solución “ganar –ganar”.

Una red con proyección mundial.
El Instituto Pasteur de París es una institución científica con una muy larga tradición; fue fundada por el propio Louis Pasteur, con la vocación de combatir las enfermedades que afectan a la Humanidad. En particular, había centrado su esfuerzo durante largos años en las enfermedades transmisibles, infecciosas, y con el tiempo se transformó en un gran instituto de investigación biomédica, trabajando en áreas muy diversas y con un particular sesgo no sólo hacia la investigación básica, sino a todo lo que son aplicaciones, transferencias tecnológicas y desarrollo industrial. Es también un centro de formación de científicos al más alto nivel internacional. Tiene 29 centros instalados en Europa, Asia, Africa y Estados Unidos.

El Programa AMSUD-PASTEUR, a su vez, surgió como una iniciativa de cooperación científica y tecnológica entre Instituciones académico-científicas de países de América del Sur y el Instituto Pasteur de París. El Programa tiene como objetivo general el desarrollo de un polo biológico, biomédico y biotecnológico que contribuya a impulsar la integración de Universidades e Institutos de Investigación de Brasil, Uruguay, Paraguay, Argentina y Chile con Institutos de Investigación europeos, particularmente el Instituto Pasteur de París. Esta asociación incentivará y favorecerá la formación de recursos humanos de alto nivel científico-técnico en la región, así como la promoción de programas regionales de investigación y dedesarrollo biotecnológico de alto impacto y excelencia científica.

El Instituto Pasteur de Montevideo es el número 30 de esta red mundial, y el único en Latinoamérica. Tiene como uno de sus pilares básicos las plataformas tecnológicas de última generación. Entre sus objetivos figura desarrollar un centro internacional de investigación biomédica y de entrenamiento de investigadores, lanzar programas de investigación y educación, y constituir asimismo una comunidad internacional de científicos residentes, propiciando el regreso de investigadores a la región.

Entre ratas, ratones y difractómetros.
Solamente en equipos –únicos en la región – hay más de cuatro millones de dólares en el Instituto. Entre ellos -ubicado en el laboratorio de creación de cristales de proteínas - un difractómetro de rayos X, de apariencia psicodélica y que semeja una máquina futurista, cuya cotización esta ubicada en 500.000 dólares. Más allá, un espectrómetro de masa, con un costo superior aún al medio millón de dólares, que es una de las tecnologías de punta a nivel de la investigación fundamental y de la industria farmacéutica. Otro de los puntos altos lo constituye un citómetro de flujo o clasificador de células, absolutamente esencial en la biología. Un aparato muy sofisticado, con un láser, que permite separar células, y muy importante para nuevas tecnologías, como la hoy muy comentada tecnología de células madre.

Y mientras escribo este artículo, deben estar llegando las ratas y los ratones "transgénicos" y los “knockout”, para experimentación; también absolutamente indispensables en biología.
Si a usted le resulta tan curioso como a mi, esto de los transgénicos y los knockout, trataré de resumirle -según unas explicaciones del Dr. Dighiero - que son animales que ya vienen libres de organismos patógenos específicos, e imprescindibles para analizar las patologías a través de la genómica y la posgenómica, permitiendo determinar que rol cumple un gen, a través de la creación de un animal en el cual se sobre-expresa ese gen o se anula su expresión. De allí que, en el argot científico, se los denomina “knockout”.

Los otros beneficios.
Además de los ya enumerados, que no son pocos ni menos importantes, el Instituto tiene previsto -al igual que los grandes centros científicos del mundo -generar contratos importantes de investigación para ser presentados ante las agencias internacionales; generar patentes para la elaboración de nuevos medicamentos, y establecer contratos de servicios con la industria farmacéutica nacional e internacional, aprovechando las plataformas tecnológicas. Se contempla también, que algunas de ellas puedan establecerse en un sector especialmente creado dentro de sus alrededores, conformándose así un parque industrial, un polo tecnológico, y un polo académico -aprovechando la sinergia con la Facultad de Ciencias -cuyo potencial académico es sumamente reconocido.
Resumiendo entonces los grandes objetivos del Instituto Pasteur de Montevideo, citamos:

1º. -La creación de plataformas tecnológicas sumamente sofisticadas concentradas en un
solo lugar, que permitan realizar los experimentos más modernos en la biología y
disponer de las nuevas tecnologías.
2º. -Crear un ambiente que permita el retorno de científicos a la región.
3º. -Crear un centro de enseñanza en el cual se enseñen las nuevas tecnologías y los nuevos
conceptos de la biología.
4º. -Participar en el desarrollo de las biotecnologías en Uruguay; una asignatura pendiente y
esencial para desarrollar un país productivo.
Creo que los uruguayos debemos reconocer el hermoso gesto del país galo por fijar sus ojos y depositar su confianza en el “paisito”, haciendo posible este formidable emprendimiento y distinguiéndonos especialmente, al hacernos parte de la selecta comunidad científica del Instituto Pasteur de París. En todo caso, este es otro ejemplo para tratar de entender a donde va el “Nuevo Uruguay”, a través de los emprendedores e innovadores que, con su dedicación y esfuerzo, han madurado un sueño hasta hacerlo realidad! Yo por mi parte, me despido con un “¡Vive la France!”, “¡Vive l´Uruguay!”

Argenta
Diciembre, 2006

“Aquellos que dicen que no se puede hacer, no deben interponerse en el camino de los que lo están haciendo”. Joel Barker: “Paradigmas”.

Instituto Pasteur de Montevideo: www.pasteur.edu.uy
Fotos: espectador.com
El País digital

Saturday, December 02, 2006

Reflexiones de un inmigrante uruguayo.


¿Quo Vadis Uruguay?

Allí, donde me recibí de Perito Agrónomo hace cuarenta y nueve años, hoy se levanta uno de los mayores Parques Tecnológicos y de Negocios del mundo, atrayendo a los principales fabricantes y productores de servicio del planeta. Era la vieja y reconocida Escuela Agrícola Jackson. Hoy, es la impresionante avanzada tecnológica llamada Zonamérica. Dos épocas, dos países distintos, que nos ayudan a entender el Uruguay del futuro..

Al poco tiempo de publicar los artículos “Uruguay y su Revolución Tecnológica” y “Uruguay festeja con su caviar”, algunos amigos me escribieron desde Uruguay: uno para decirme que aparentemente yo estaba demasiado impactado por las noticias de la prensa que muestran un Uruguay fantasioso que no se corresponde con la realidad que viven muchos compatriotas en el país. Otro, me confesaba que esta pensando seriamente en irse del país, por falta de oportunidades para mejorar su situación. Y unos terceros, para felicitarme porque a través de estas réplicas de noticias –que sin duda son reales –damos una mano para hacer conocer un poco más al paisito, cosa que siempre viene bien.

Y todo ello me llevó a escribir estas reflexiones, con el infantil afán, quizá, de brindar algunas luces para aquellos que se debaten en la búsqueda de explicaciones entre unas y otras verdades. ¿Es que hay una única verdad? ¿Es que hay una explicación única?
Pienso que no; que no hay una única verdad ni una explicación única. Y los hechos, tanto para quienes hoy están haciendo esa transformación- país más que evidente, como para quienes no se sienten incluidos dentro de sus beneficios, hablan por si solos.

Años 50: Javier Azpitarte, Miguel Russi y Argenta, en los viejos predios de la Escuela Agrícola Jackson, hoy Zonamérica.

Algo que he aprendido..

Una de las cosas que he aprendido –incluso desde otras tierras -es que jamás, los que estamos dentro de un país, apreciamos lo bueno que pueda estar sucediendo en él. Nos enteramos, si, a través de los medios de comunicación; pero no le damos la trascendencia suficiente como para “hurgar” en el hecho y ver las consecuencias o las tendencias que ese hecho puede tener para nuestras vidas. Generalmente, incluso, lo cubrimos con una capa de escepticismo, de duda, de descreimiento..cuando no de crítica fácil o intenciones mezquinas. Es más cómodo aceptar la derrota personal que tratar de entender el éxito de los demás. Quizá, a punta de soportar estafas, mentiras y frustraciones, los latinoamericanos hemos hecho un icono del escepticismo..


Otra de las cosas aprendidas, es que nunca respondemos a los indicios ni a las señales de alerta que generalmente nos dan quienes han vivido o aprendido mas que nosotros. Somos hijos de la catástrofe: reaccionamos cuando el techo se nos vino encima..Hasta que las realidades no nos golpean e impactan en nuestras vidas, nadie cree en serio en la necesidad del cambio en serio..Nos tomamos cómodamente nuestros tiempos, como si los tiempos estuvieran a nuestro servicio, esperando pacientemente por nuestras decisiones.


La promoción del 57: Escuela Agrícola Jackson.
Abajo, izquierda: Argenta


Buscando el “nuevo modelo..”
Durante mucho tiempo los uruguayos hemos debatido en las charlas de café y aún en los despachos de los planificadores, sobre la necesidad de establecer un nuevo modelo-país: de replantearnos la estrategia ¿quiénes somos? ¿donde estamos? ¿para donde vamos?, confiando en que sean los gobiernos quienes nos den las señales del camino a seguir. ¡Craso error! Los caminos a seguir, dentro de cada nación y cada realidad, los hacen sus emprendedores y los innovadores, que son en definitiva los creadores de la riqueza que produzca esa nación. Son ellos los que marcan las pautas a seguir por el resto de la sociedad, e inclusive por los gobernantes de turno.

Lo que está sucediendo hoy en Uruguay con su Revolución Tecnológica es una respuesta a esas viejas interrogantes de la planificación estratégica..Y aunque la transformación no hubiera llegado en forma tan violenta o exitosa, de todas formas ningún uruguayo debería haberse quedado fuera de esta realidad. ¿Desde cuándo se viene alertando sobre el indetenible avance de la tecnología informática? Hay ríos, océanos de paginas escritas sobre el futuro de una actividad que se retroalimenta y se transforma y crece día a día, y que demanda vorazmente gente capacitada en todos los continentes..

Es cierto que nadie podría predecir que fueran precisamente los uruguayos, con su tradición agropecuaria, quienes mejor iban a responder a las exigencias de esta sofisticación tecnológica estando a miles de kilómetros de distancia de los centros de investigación y desarrollo..! ¡Y quienes iban a producir las mejores respuestas para un mundo ávido de soluciones. Ni que fueran los uruguayos quienes ocuparan los privilegiados espacios perdidos por los productores de caviar del Mar Caspio, penetrando los sofisticados recintos gastronómicos de Europa y EE.UU…! Pero así son las cosas, y así son los uruguayos entre todas sus cosas..



Los emprendedores e innovadores.
Si la gente de ARTech –que creo son hoy los mayores exportadores de software de Uruguay -o De Larrobla y Asociados, o la del Laboratorio Uruguayo de Producción de Software, se hubieran planteado la “utopía” de hacer de Uruguay el tercer exportador de software del mundo –o si Walter Alcalde y su esposa y sus hijos, la de hacer de Esturiones del Río Negro los mejores exportadores de caviar de granja del mundo, yo me imagino la risa que pudieran haber despertado en la mayoría de nuestros compatriotas!!

Y lo mismo vale para ese puñado de hombres: Rozman, Dovat, Tucci, que tuvieron la visión enorme de proyectar y hacer posible una Zonamérica que es hoy uno de los más atractivos polos de atracción mundial para las multinacionales que buscan un desarrollo moderno, seguro y confiable, donde asentar sus centros de servicio para atender a sus millones de clientes de todo el mundo. Es que ¿tenemos una idea los uruguayos de la proyección que estos emprendimientos significan para el paisito?

Un paisito que poca gente sabe donde está, como planteo al inicio de mi artículo “Uruguay y su Revolución Tecnológica”, y que gracias a emprendedores como estos, dos por tres se da el lujo de saltar a los principales titulares internacionales –no para decir esta vez que ganamos otro mundial de fútbol –sino para anunciar que ahora somos campeones mundiales del Software y del Caviar..!!
Y es que estos individuos no se parapetaron tras las dudas e incertidumbres que siempre nos paralizan a los sureños; hicieron lo que había que hacer, lo que sabían hacer y lo que podían hacer! Y la pegaron! Lo demás, vino por añadidura..

Los nuevos paradigmas.

Pero sucedieron cosas –justo antes de finalizar el viejo Siglo –que nos mostrarían las Nuevas Realidades, al decir de Peter Drucker, a las cuales deberíamos adaptarnos. Todos nuestros paradigmas acerca de la creación de riqueza y la valorización de activos empresariales de acuerdo a los resultados logrados –por ejemplo -chocaron con el paradigma de las empresas online, en las cuales jóvenes emprendedores de 25 años de edad convertían una inversión de U$S 20.000, en ganancias de mas de U$S 50 millones en pocos meses, debido a la valorización de unos resultados “esperados”.

Un ejemplo para entender este fenómeno: en enero de 1999 se realizaron dos adquisiciones multimillonarias que ilustran la dicotomía. Mediante una de ellas, la célebre Ford Motors adquirió la no menos prestigiosa fabricante de automóviles sueca, Volvo, por U$S 6.470 millones. Por otra parte, en el universo online, @Home (otra norteamericana) de Internet, compró a Excite, propietaria de una fachada virtual, visitada regularmente por millones de usuarios de Internet, en U$S 6.700 millones. ¿La diferencia?

Por menos de la misma cantidad, Ford adquirió una empresa reconocida mundialmente, fundada en 1915, que ocupa a 80.000 personas y fabrica anualmente 400.000 vehículos. @Home, entre tanto, adquirió una empresa con menos de cinco años de creada, que ocupa a menos de 500 empleados, y que ..no produce nada tangible!
Esto es parte de la nueva economía; las empresas del mundo “virtual” u online, versus las tradicionales y “reales” del mundo offline. La diferencia está en que en las primeras, el valor está determinado por la anticipación de sus beneficios futuros; mientras que en las segundas, mayormente por los resultados de su pasado.

Y hablando una vez más de uruguayos, merece una mención aparte la exitosa incursión de Fernando Espuelas, un joven licenciado en Historia y Artes, quien a sus 32 años de edad anticipó el futuro creando Star Media Network, la página electrónica en español y portugués que se convertiría en su momento, en la más popular del mundo.

El porqué de algunas frustraciones..

Sin embargo, las nuevas generaciones parecerían no haberse percatado de estas realidades, y siguiendo una tradición impuesta a base de prejuicios familiares siguen pensando que su status esta en ser Médicos, Arquitectos o Abogados, olvidando que hay una realidad que nos guste o no, se llama “mercado” y que aún cuando nos desagrade su simple enunciación mercantilista, es la que condiciona todos los esfuerzos del ser humano. Hay un mercado, que a través de sus necesidades, determina las actividades económicas de un país, y esas actividades económicas determinarán la suerte laboral de los ciudadanos del país..Hay un mercado interno que tiene sus necesidades y un mercado externo que tiene las suyas y el país tiene que estar preparado y conocerlas para saber el “quienes somos, donde estamos, y para donde vamos..” Y no es que sea malo ser Médico, Arquitecto o Abogado; lo que es malo es que después de haber estudiado como ocho años, terminen manejando un taxi..

O como bien afirma el Contador Dovat, Presidente de Zonamerica, en una entrevista “..entonces encontramos colas con 130.000 o 150.000 personas esperando turno para entrar en la Intendencia de Montevideo, pero no para entrar en un lugar en el cual se requiere una preparación un poco superior.. -y que sin duda puede darles un status superior, agrego yo –sabiendo inglés y teclear una computadora, y lamentablemente nuestra enseñanza no está acorde con eso”.

Las Universidades de nuestros países por muchos años han permanecido desconectadas de las realidades de los mercados y nuestros dirigentes políticos mucho más aún. Y si no tenemos Universidades preparadas - más que para “enseñar” para “orientar” -a nuestras jóvenes generaciones, seguiremos repitiendo el mismo sermón dominical, en el camposanto.

Por ello nuestros jóvenes, quienes no sienten la urgencia de la responsabilidad hasta el día que tienen una pareja y deciden formar su propio hogar, pierden esos años sin tener claro la elección de sus profesiones y la preparación para ellas; y son años que se devuelven en frustraciones cuando, luego, los ingresos no les alcanzan para mantener las expectativas que el amor creó.

¡Yo admiro a esos uruguayos..!
Aunque reconozco que es el Uruguay que no conozco; el Uruguay que dejé atrás hace quince años y que ahora se esta vistiendo con otras ropas, se esta adornado con otras galas que yo no conocí..Y no las conocí porque tampoco podía conocerlas, porque no había llegado el tiempo de suceder, y ni siquiera había indicios de que pudiera suceder..
Me fui, viendo un Uruguay triste que se debatía entre la desesperanza de tener –año tras año –más de lo mismo: devaluaciones monstruosas, quiebras bancarias, cierres de empresas..hasta terminar regalando al país “por un puñado de dólares.”

Por eso puedo entender a los uruguayos que se fueron.. Y también puedo entender a aquellos que me dicen hoy, que se quieren ir.. Simplemente me gustaría que pensaran –y por eso escribí estas reflexiones –que quizá como a mi me pueda parecer fantasioso mirar al Uruguay desde afuera, también muchos puedan ver fantasías mirando desde el Uruguay hacia afuera.. ¡Por ello me siento orgulloso, cuando leo sobre el éxito de estos uruguayos! Y no pretendo influir en las intenciones ni en las decisiones de nadie.. Quizá algún día me decida a escribir otro artículo, contándoles por qué me fui del paisito.. Un paisito que prometía, se los aseguro, mucho menos de lo que promete hoy día.. Solo recuerden que son los emprendedores y los innovadores, los que pueden hacer el tipo de país que queremos ..Y eso sucede en el Uruguay, y en cualquier parte del planeta tierra!

Argenta
Diciembre, 2006