Reflexiones de un inmigrante uruguayo.
¿Quo Vadis Uruguay?
Allí, donde me recibí de Perito Agrónomo hace cuarenta y nueve años, hoy se levanta uno de los mayores Parques Tecnológicos y de Negocios del mundo, atrayendo a los principales fabricantes y productores de servicio del planeta. Era la vieja y reconocida Escuela Agrícola Jackson. Hoy, es la impresionante avanzada tecnológica llamada Zonamérica. Dos épocas, dos países distintos, que nos ayudan a entender el Uruguay del futuro..
Al poco tiempo de publicar los artículos “Uruguay y su Revolución Tecnológica” y “Uruguay festeja con su caviar”, algunos amigos me escribieron desde Uruguay: uno para decirme que aparentemente yo estaba demasiado impactado por las noticias de la prensa que muestran un Uruguay fantasioso que no se corresponde con la realidad que viven muchos compatriotas en el país. Otro, me confesaba que esta pensando seriamente en irse del país, por falta de oportunidades para mejorar su situación. Y unos terceros, para felicitarme porque a través de estas réplicas de noticias –que sin duda son reales –damos una mano para hacer conocer un poco más al paisito, cosa que siempre viene bien.
Y todo ello me llevó a escribir estas reflexiones, con el infantil afán, quizá, de brindar algunas luces para aquellos que se debaten en la búsqueda de explicaciones entre unas y otras verdades. ¿Es que hay una única verdad? ¿Es que hay una explicación única?
Pienso que no; que no hay una única verdad ni una explicación única. Y los hechos, tanto para quienes hoy están haciendo esa transformación- país más que evidente, como para quienes no se sienten incluidos dentro de sus beneficios, hablan por si solos.
Años 50: Javier Azpitarte, Miguel Russi y Argenta, en los viejos predios de la Escuela Agrícola Jackson, hoy Zonamérica.
Algo que he aprendido..
Una de las cosas que he aprendido –incluso desde otras tierras -es que jamás, los que estamos dentro de un país, apreciamos lo bueno que pueda estar sucediendo en él. Nos enteramos, si, a través de los medios de comunicación; pero no le damos la trascendencia suficiente como para “hurgar” en el hecho y ver las consecuencias o las tendencias que ese hecho puede tener para nuestras vidas. Generalmente, incluso, lo cubrimos con una capa de escepticismo, de duda, de descreimiento..cuando no de crítica fácil o intenciones mezquinas. Es más cómodo aceptar la derrota personal que tratar de entender el éxito de los demás. Quizá, a punta de soportar estafas, mentiras y frustraciones, los latinoamericanos hemos hecho un icono del escepticismo..
Otra de las cosas aprendidas, es que nunca respondemos a los indicios ni a las señales de alerta que generalmente nos dan quienes han vivido o aprendido mas que nosotros. Somos hijos de la catástrofe: reaccionamos cuando el techo se nos vino encima..Hasta que las realidades no nos golpean e impactan en nuestras vidas, nadie cree en serio en la necesidad del cambio en serio..Nos tomamos cómodamente nuestros tiempos, como si los tiempos estuvieran a nuestro servicio, esperando pacientemente por nuestras decisiones.
La promoción del 57: Escuela Agrícola Jackson.
Abajo, izquierda: Argenta
Buscando el “nuevo modelo..”
Durante mucho tiempo los uruguayos hemos debatido en las charlas de café y aún en los despachos de los planificadores, sobre la necesidad de establecer un nuevo modelo-país: de replantearnos la estrategia ¿quiénes somos? ¿donde estamos? ¿para donde vamos?, confiando en que sean los gobiernos quienes nos den las señales del camino a seguir. ¡Craso error! Los caminos a seguir, dentro de cada nación y cada realidad, los hacen sus emprendedores y los innovadores, que son en definitiva los creadores de la riqueza que produzca esa nación. Son ellos los que marcan las pautas a seguir por el resto de la sociedad, e inclusive por los gobernantes de turno.
Lo que está sucediendo hoy en Uruguay con su Revolución Tecnológica es una respuesta a esas viejas interrogantes de la planificación estratégica..Y aunque la transformación no hubiera llegado en forma tan violenta o exitosa, de todas formas ningún uruguayo debería haberse quedado fuera de esta realidad. ¿Desde cuándo se viene alertando sobre el indetenible avance de la tecnología informática? Hay ríos, océanos de paginas escritas sobre el futuro de una actividad que se retroalimenta y se transforma y crece día a día, y que demanda vorazmente gente capacitada en todos los continentes..
Es cierto que nadie podría predecir que fueran precisamente los uruguayos, con su tradición agropecuaria, quienes mejor iban a responder a las exigencias de esta sofisticación tecnológica estando a miles de kilómetros de distancia de los centros de investigación y desarrollo..! ¡Y quienes iban a producir las mejores respuestas para un mundo ávido de soluciones. Ni que fueran los uruguayos quienes ocuparan los privilegiados espacios perdidos por los productores de caviar del Mar Caspio, penetrando los sofisticados recintos gastronómicos de Europa y EE.UU…! Pero así son las cosas, y así son los uruguayos entre todas sus cosas..
Los emprendedores e innovadores.
Si la gente de ARTech –que creo son hoy los mayores exportadores de software de Uruguay -o De Larrobla y Asociados, o la del Laboratorio Uruguayo de Producción de Software, se hubieran planteado la “utopía” de hacer de Uruguay el tercer exportador de software del mundo –o si Walter Alcalde y su esposa y sus hijos, la de hacer de Esturiones del Río Negro los mejores exportadores de caviar de granja del mundo, yo me imagino la risa que pudieran haber despertado en la mayoría de nuestros compatriotas!!
Y lo mismo vale para ese puñado de hombres: Rozman, Dovat, Tucci, que tuvieron la visión enorme de proyectar y hacer posible una Zonamérica que es hoy uno de los más atractivos polos de atracción mundial para las multinacionales que buscan un desarrollo moderno, seguro y confiable, donde asentar sus centros de servicio para atender a sus millones de clientes de todo el mundo. Es que ¿tenemos una idea los uruguayos de la proyección que estos emprendimientos significan para el paisito?
Un paisito que poca gente sabe donde está, como planteo al inicio de mi artículo “Uruguay y su Revolución Tecnológica”, y que gracias a emprendedores como estos, dos por tres se da el lujo de saltar a los principales titulares internacionales –no para decir esta vez que ganamos otro mundial de fútbol –sino para anunciar que ahora somos campeones mundiales del Software y del Caviar..!!
Si la gente de ARTech –que creo son hoy los mayores exportadores de software de Uruguay -o De Larrobla y Asociados, o la del Laboratorio Uruguayo de Producción de Software, se hubieran planteado la “utopía” de hacer de Uruguay el tercer exportador de software del mundo –o si Walter Alcalde y su esposa y sus hijos, la de hacer de Esturiones del Río Negro los mejores exportadores de caviar de granja del mundo, yo me imagino la risa que pudieran haber despertado en la mayoría de nuestros compatriotas!!
Y lo mismo vale para ese puñado de hombres: Rozman, Dovat, Tucci, que tuvieron la visión enorme de proyectar y hacer posible una Zonamérica que es hoy uno de los más atractivos polos de atracción mundial para las multinacionales que buscan un desarrollo moderno, seguro y confiable, donde asentar sus centros de servicio para atender a sus millones de clientes de todo el mundo. Es que ¿tenemos una idea los uruguayos de la proyección que estos emprendimientos significan para el paisito?
Un paisito que poca gente sabe donde está, como planteo al inicio de mi artículo “Uruguay y su Revolución Tecnológica”, y que gracias a emprendedores como estos, dos por tres se da el lujo de saltar a los principales titulares internacionales –no para decir esta vez que ganamos otro mundial de fútbol –sino para anunciar que ahora somos campeones mundiales del Software y del Caviar..!!
Y es que estos individuos no se parapetaron tras las dudas e incertidumbres que siempre nos paralizan a los sureños; hicieron lo que había que hacer, lo que sabían hacer y lo que podían hacer! Y la pegaron! Lo demás, vino por añadidura..
Los nuevos paradigmas.
Pero sucedieron cosas –justo antes de finalizar el viejo Siglo –que nos mostrarían las Nuevas Realidades, al decir de Peter Drucker, a las cuales deberíamos adaptarnos. Todos nuestros paradigmas acerca de la creación de riqueza y la valorización de activos empresariales de acuerdo a los resultados logrados –por ejemplo -chocaron con el paradigma de las empresas online, en las cuales jóvenes emprendedores de 25 años de edad convertían una inversión de U$S 20.000, en ganancias de mas de U$S 50 millones en pocos meses, debido a la valorización de unos resultados “esperados”.
Un ejemplo para entender este fenómeno: en enero de 1999 se realizaron dos adquisiciones multimillonarias que ilustran la dicotomía. Mediante una de ellas, la célebre Ford Motors adquirió la no menos prestigiosa fabricante de automóviles sueca, Volvo, por U$S 6.470 millones. Por otra parte, en el universo online, @Home (otra norteamericana) de Internet, compró a Excite, propietaria de una fachada virtual, visitada regularmente por millones de usuarios de Internet, en U$S 6.700 millones. ¿La diferencia?
Por menos de la misma cantidad, Ford adquirió una empresa reconocida mundialmente, fundada en 1915, que ocupa a 80.000 personas y fabrica anualmente 400.000 vehículos. @Home, entre tanto, adquirió una empresa con menos de cinco años de creada, que ocupa a menos de 500 empleados, y que ..no produce nada tangible!
Esto es parte de la nueva economía; las empresas del mundo “virtual” u online, versus las tradicionales y “reales” del mundo offline. La diferencia está en que en las primeras, el valor está determinado por la anticipación de sus beneficios futuros; mientras que en las segundas, mayormente por los resultados de su pasado.
Y hablando una vez más de uruguayos, merece una mención aparte la exitosa incursión de Fernando Espuelas, un joven licenciado en Historia y Artes, quien a sus 32 años de edad anticipó el futuro creando Star Media Network, la página electrónica en español y portugués que se convertiría en su momento, en la más popular del mundo.
El porqué de algunas frustraciones..
Sin embargo, las nuevas generaciones parecerían no haberse percatado de estas realidades, y siguiendo una tradición impuesta a base de prejuicios familiares siguen pensando que su status esta en ser Médicos, Arquitectos o Abogados, olvidando que hay una realidad que nos guste o no, se llama “mercado” y que aún cuando nos desagrade su simple enunciación mercantilista, es la que condiciona todos los esfuerzos del ser humano. Hay un mercado, que a través de sus necesidades, determina las actividades económicas de un país, y esas actividades económicas determinarán la suerte laboral de los ciudadanos del país..Hay un mercado interno que tiene sus necesidades y un mercado externo que tiene las suyas y el país tiene que estar preparado y conocerlas para saber el “quienes somos, donde estamos, y para donde vamos..” Y no es que sea malo ser Médico, Arquitecto o Abogado; lo que es malo es que después de haber estudiado como ocho años, terminen manejando un taxi..
O como bien afirma el Contador Dovat, Presidente de Zonamerica, en una entrevista “..entonces encontramos colas con 130.000 o 150.000 personas esperando turno para entrar en la Intendencia de Montevideo, pero no para entrar en un lugar en el cual se requiere una preparación un poco superior.. -y que sin duda puede darles un status superior, agrego yo –sabiendo inglés y teclear una computadora, y lamentablemente nuestra enseñanza no está acorde con eso”.
Las Universidades de nuestros países por muchos años han permanecido desconectadas de las realidades de los mercados y nuestros dirigentes políticos mucho más aún. Y si no tenemos Universidades preparadas - más que para “enseñar” para “orientar” -a nuestras jóvenes generaciones, seguiremos repitiendo el mismo sermón dominical, en el camposanto.
Por ello nuestros jóvenes, quienes no sienten la urgencia de la responsabilidad hasta el día que tienen una pareja y deciden formar su propio hogar, pierden esos años sin tener claro la elección de sus profesiones y la preparación para ellas; y son años que se devuelven en frustraciones cuando, luego, los ingresos no les alcanzan para mantener las expectativas que el amor creó.
¡Yo admiro a esos uruguayos..!
Aunque reconozco que es el Uruguay que no conozco; el Uruguay que dejé atrás hace quince años y que ahora se esta vistiendo con otras ropas, se esta adornado con otras galas que yo no conocí..Y no las conocí porque tampoco podía conocerlas, porque no había llegado el tiempo de suceder, y ni siquiera había indicios de que pudiera suceder..
Me fui, viendo un Uruguay triste que se debatía entre la desesperanza de tener –año tras año –más de lo mismo: devaluaciones monstruosas, quiebras bancarias, cierres de empresas..hasta terminar regalando al país “por un puñado de dólares.”
Por eso puedo entender a los uruguayos que se fueron.. Y también puedo entender a aquellos que me dicen hoy, que se quieren ir.. Simplemente me gustaría que pensaran –y por eso escribí estas reflexiones –que quizá como a mi me pueda parecer fantasioso mirar al Uruguay desde afuera, también muchos puedan ver fantasías mirando desde el Uruguay hacia afuera.. ¡Por ello me siento orgulloso, cuando leo sobre el éxito de estos uruguayos! Y no pretendo influir en las intenciones ni en las decisiones de nadie.. Quizá algún día me decida a escribir otro artículo, contándoles por qué me fui del paisito.. Un paisito que prometía, se los aseguro, mucho menos de lo que promete hoy día.. Solo recuerden que son los emprendedores y los innovadores, los que pueden hacer el tipo de país que queremos ..Y eso sucede en el Uruguay, y en cualquier parte del planeta tierra!
Argenta
Diciembre, 2006
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Pero sucedieron cosas –justo antes de finalizar el viejo Siglo –que nos mostrarían las Nuevas Realidades, al decir de Peter Drucker, a las cuales deberíamos adaptarnos. Todos nuestros paradigmas acerca de la creación de riqueza y la valorización de activos empresariales de acuerdo a los resultados logrados –por ejemplo -chocaron con el paradigma de las empresas online, en las cuales jóvenes emprendedores de 25 años de edad convertían una inversión de U$S 20.000, en ganancias de mas de U$S 50 millones en pocos meses, debido a la valorización de unos resultados “esperados”.
Un ejemplo para entender este fenómeno: en enero de 1999 se realizaron dos adquisiciones multimillonarias que ilustran la dicotomía. Mediante una de ellas, la célebre Ford Motors adquirió la no menos prestigiosa fabricante de automóviles sueca, Volvo, por U$S 6.470 millones. Por otra parte, en el universo online, @Home (otra norteamericana) de Internet, compró a Excite, propietaria de una fachada virtual, visitada regularmente por millones de usuarios de Internet, en U$S 6.700 millones. ¿La diferencia?
Por menos de la misma cantidad, Ford adquirió una empresa reconocida mundialmente, fundada en 1915, que ocupa a 80.000 personas y fabrica anualmente 400.000 vehículos. @Home, entre tanto, adquirió una empresa con menos de cinco años de creada, que ocupa a menos de 500 empleados, y que ..no produce nada tangible!
Esto es parte de la nueva economía; las empresas del mundo “virtual” u online, versus las tradicionales y “reales” del mundo offline. La diferencia está en que en las primeras, el valor está determinado por la anticipación de sus beneficios futuros; mientras que en las segundas, mayormente por los resultados de su pasado.
Y hablando una vez más de uruguayos, merece una mención aparte la exitosa incursión de Fernando Espuelas, un joven licenciado en Historia y Artes, quien a sus 32 años de edad anticipó el futuro creando Star Media Network, la página electrónica en español y portugués que se convertiría en su momento, en la más popular del mundo.
El porqué de algunas frustraciones..
Sin embargo, las nuevas generaciones parecerían no haberse percatado de estas realidades, y siguiendo una tradición impuesta a base de prejuicios familiares siguen pensando que su status esta en ser Médicos, Arquitectos o Abogados, olvidando que hay una realidad que nos guste o no, se llama “mercado” y que aún cuando nos desagrade su simple enunciación mercantilista, es la que condiciona todos los esfuerzos del ser humano. Hay un mercado, que a través de sus necesidades, determina las actividades económicas de un país, y esas actividades económicas determinarán la suerte laboral de los ciudadanos del país..Hay un mercado interno que tiene sus necesidades y un mercado externo que tiene las suyas y el país tiene que estar preparado y conocerlas para saber el “quienes somos, donde estamos, y para donde vamos..” Y no es que sea malo ser Médico, Arquitecto o Abogado; lo que es malo es que después de haber estudiado como ocho años, terminen manejando un taxi..
O como bien afirma el Contador Dovat, Presidente de Zonamerica, en una entrevista “..entonces encontramos colas con 130.000 o 150.000 personas esperando turno para entrar en la Intendencia de Montevideo, pero no para entrar en un lugar en el cual se requiere una preparación un poco superior.. -y que sin duda puede darles un status superior, agrego yo –sabiendo inglés y teclear una computadora, y lamentablemente nuestra enseñanza no está acorde con eso”.
Las Universidades de nuestros países por muchos años han permanecido desconectadas de las realidades de los mercados y nuestros dirigentes políticos mucho más aún. Y si no tenemos Universidades preparadas - más que para “enseñar” para “orientar” -a nuestras jóvenes generaciones, seguiremos repitiendo el mismo sermón dominical, en el camposanto.
Por ello nuestros jóvenes, quienes no sienten la urgencia de la responsabilidad hasta el día que tienen una pareja y deciden formar su propio hogar, pierden esos años sin tener claro la elección de sus profesiones y la preparación para ellas; y son años que se devuelven en frustraciones cuando, luego, los ingresos no les alcanzan para mantener las expectativas que el amor creó.
¡Yo admiro a esos uruguayos..!
Aunque reconozco que es el Uruguay que no conozco; el Uruguay que dejé atrás hace quince años y que ahora se esta vistiendo con otras ropas, se esta adornado con otras galas que yo no conocí..Y no las conocí porque tampoco podía conocerlas, porque no había llegado el tiempo de suceder, y ni siquiera había indicios de que pudiera suceder..
Me fui, viendo un Uruguay triste que se debatía entre la desesperanza de tener –año tras año –más de lo mismo: devaluaciones monstruosas, quiebras bancarias, cierres de empresas..hasta terminar regalando al país “por un puñado de dólares.”
Por eso puedo entender a los uruguayos que se fueron.. Y también puedo entender a aquellos que me dicen hoy, que se quieren ir.. Simplemente me gustaría que pensaran –y por eso escribí estas reflexiones –que quizá como a mi me pueda parecer fantasioso mirar al Uruguay desde afuera, también muchos puedan ver fantasías mirando desde el Uruguay hacia afuera.. ¡Por ello me siento orgulloso, cuando leo sobre el éxito de estos uruguayos! Y no pretendo influir en las intenciones ni en las decisiones de nadie.. Quizá algún día me decida a escribir otro artículo, contándoles por qué me fui del paisito.. Un paisito que prometía, se los aseguro, mucho menos de lo que promete hoy día.. Solo recuerden que son los emprendedores y los innovadores, los que pueden hacer el tipo de país que queremos ..Y eso sucede en el Uruguay, y en cualquier parte del planeta tierra!
Argenta
Diciembre, 2006
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