Liderando la Revolución Ambiental Empresarial
Schmidheiny: el suizo que lideró la Revolución Ambiental Empresarial.
¿Recuerda usted la anécdota sobre los relojeros suizos que pone como ejemplo Joel Barker, en su libro y video ”Paradigmas”? Pues esta vez le vamos a presentar un suizo que –además de haber ayudado a salvar la alicaída industria relojera suiza invirtiendo en empresas innovadoras como Swatch –se atrevió a cambiar los paradigmas de una exitosa empresa familiar, pagando un duro precio por liderar la Revolución Ambiental Empresarial.
Para aquellos que se siguen preguntando si es posible combinar negocios rentables con iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial, en un mundo globalizado y competitivo que exige destrezas gerenciales audaces y agresivas estrategias de mercadeo, me permito presentarles a Stephan Schmidheiny, el Suizo que arraigó importantes emprendimientos en América Latina desde su inserción –y posterior deserción -en los prósperos negocios familiares de plantas de fibrocemento y asbesto ubicadas en Suiza y Brasil. ¿Quién no conoció la marca Eternit Suiza, líder en la fabricación de asbesto?
En Brasil, AVINA apoya la Fundacao Renascer
¿Recuerda usted la anécdota sobre los relojeros suizos que pone como ejemplo Joel Barker, en su libro y video ”Paradigmas”? Pues esta vez le vamos a presentar un suizo que –además de haber ayudado a salvar la alicaída industria relojera suiza invirtiendo en empresas innovadoras como Swatch –se atrevió a cambiar los paradigmas de una exitosa empresa familiar, pagando un duro precio por liderar la Revolución Ambiental Empresarial.
Para aquellos que se siguen preguntando si es posible combinar negocios rentables con iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial, en un mundo globalizado y competitivo que exige destrezas gerenciales audaces y agresivas estrategias de mercadeo, me permito presentarles a Stephan Schmidheiny, el Suizo que arraigó importantes emprendimientos en América Latina desde su inserción –y posterior deserción -en los prósperos negocios familiares de plantas de fibrocemento y asbesto ubicadas en Suiza y Brasil. ¿Quién no conoció la marca Eternit Suiza, líder en la fabricación de asbesto?
Stephan Schmidheiny -tomando conceptos de Joel Barker - fue un intruso en los paradigmas empresariales de su propio padre -cuestionándose y cuestionando a la vez, lo que más tarde se denominaría Responsabilidad Social Empresarial - en aquellas actividades cuestionadas por suponer un riesgo para la salud humana. Contrariando entonces las mas altas dirigencias de la empresa familiar –y en un giro pleno de audacia y riesgo por igual –en 1975 Stephan decidió desprenderse de un legado empresarial comprobadamente rentable, para incursionar en nuevos emprendimientos que –según sus dotes de visionario e innovador –lo alinearían con los tres principios o valores básicos que en forma sinérgica, guiarían su quehacer en lo económico, lo social y lo ambiental.
Estos tres valores, o principios rectores, que conforman la base del desarrollo sostenible, los explicaría en noviembre de 2004, ante el público asistente a la “II Conferencia Argentina de Responsabilidad Social Empresaria”, organizada por la “Fundación del Tucumán”.
-“El primero –aclara -era intentar no perjudicar a los demás al procurar obtener mis ganancias. El segundo, es que siempre pensé que iba a tener más éxito o mejores chances de éxito operando en una sociedad capaz de prosperar, que en una sociedad fracasada. Y, por ende, por mi propio bien me ha interesado contribuir a que las sociedades en las que trabajo mejoren, para de este modo mejorar mis propias oportunidades. Tercero- concluye -francamente no me siento muy cómodo comiendo un plato abundante y delicioso mientras a mi alrededor hay que gente que padece hambre,… por lo cual aspiro a que al menos la gente que me rodea también pueda comer”.
Esta vocación con mucho de filantropía, ya había llevado a Stephan a inicios de los 80 a crear FUNDES, una organización que apoya pequeñas y medianas empresas en países de América Latina, y que se ha posicionado como el referente de las PyMEs en la región. FUNDES hoy en día es una red articulada con oficinas en 10 países (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Panamá y Venezuela), con sede central en Costa Rica, y que cuenta con 200 colaboradores directos y más de 400 indirectos (consultores y facilitadores). Asimismo, los productos de los microempresarios de FUNDES han cruzado las fronteras de la red y se han exportado por medio de franquicias a otros países latinoamericanos, como Perú, y a otras regiones (África).
En 1990, Schmidheiny fue nombrado consejero principal del Secretario General para el Comercio e Industria de la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas (UNCED), para la Cumbre de la Tierra, que se realizó en Río de Janeiro, en 1992.
Estos tres valores, o principios rectores, que conforman la base del desarrollo sostenible, los explicaría en noviembre de 2004, ante el público asistente a la “II Conferencia Argentina de Responsabilidad Social Empresaria”, organizada por la “Fundación del Tucumán”.
-“El primero –aclara -era intentar no perjudicar a los demás al procurar obtener mis ganancias. El segundo, es que siempre pensé que iba a tener más éxito o mejores chances de éxito operando en una sociedad capaz de prosperar, que en una sociedad fracasada. Y, por ende, por mi propio bien me ha interesado contribuir a que las sociedades en las que trabajo mejoren, para de este modo mejorar mis propias oportunidades. Tercero- concluye -francamente no me siento muy cómodo comiendo un plato abundante y delicioso mientras a mi alrededor hay que gente que padece hambre,… por lo cual aspiro a que al menos la gente que me rodea también pueda comer”.
Esta vocación con mucho de filantropía, ya había llevado a Stephan a inicios de los 80 a crear FUNDES, una organización que apoya pequeñas y medianas empresas en países de América Latina, y que se ha posicionado como el referente de las PyMEs en la región. FUNDES hoy en día es una red articulada con oficinas en 10 países (Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Panamá y Venezuela), con sede central en Costa Rica, y que cuenta con 200 colaboradores directos y más de 400 indirectos (consultores y facilitadores). Asimismo, los productos de los microempresarios de FUNDES han cruzado las fronteras de la red y se han exportado por medio de franquicias a otros países latinoamericanos, como Perú, y a otras regiones (África).
En 1990, Schmidheiny fue nombrado consejero principal del Secretario General para el Comercio e Industria de la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo de las Naciones Unidas (UNCED), para la Cumbre de la Tierra, que se realizó en Río de Janeiro, en 1992.
En Argentina, AVINA colabora con las kollas
cumplir con su misión, Stephan crearía un foro mundial para líderes empresariales; un lugar donde reunirse y discutir sus propuestas para lograr el equilibrio entre la protección del medio ambiente y el desarrollo. Poco tiempo después, este foro se transformó en el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sustentable (World Business Council for Sustainable, WBCSD) - una coalición que hoy reúne a las 160 corporaciones internacionales más importantes del mundo – y de la cual Stephan Schmidheiny fue nombrado presidente honorario. Ha sido también miembro de los directorios de ABB, Nestlé, Swatch y UBS.
En 1994, superando los altos costos del cambio de paradigma que hicieron trastabillar la cuarta generación familiar, Stephan decidió vender sus negocios con base en Suiza y concentrar sus actividades en América
Latina. Fundó entonces el holding GrupoNueva y la Fundación AVINA, dando exitoso inicio al torrente de iniciativas represadas. GrupoNueva, el brazo ejecutor comercial del proyecto Latinoamericano, daría paso a Amanco, una empresa dedicada a producir y comercializar tubos y sistemas hídricos para el manejo del agua; a Masisa (fusión con la exitosa Terranova de Chile) especializada en plantaciones de pino y negocios de la madera a nivel internacional; y a Plycem, desarrollo de sistemas de construcción livianos para viviendas. Un holding industrial comprometido con América Latina y el desarrollo sostenible. GrupoNueva tiene su sede corporativa en Santiago de Chile; realiza operaciones en 16 países, cuenta con 40 empresas y 30 fábricas, y ocupa a unas 17.600 personas.
AVINA, mientras tanto, representa sus actividades sin fines de lucro, y está asociada con líderes de la sociedad civil y del empresariado que trabajan para el desarrollo sostenible en América Latina, participando también en proyectos que promueven nuevas actividades económicas, que apoyan a pequeñas y medianas empresas, o impulsan la responsabilidad social empresarial (RSE) y la ecoeficiencia (que significa agregar más valor a un bien o servicio usando menos recursos, causando menos contaminación y emitiendo menos residuos). (Concepto similar al de la Calidad Total..) Para impulsar las actividades de AVINA, Stephan inyectó a la Fundación un aproximado de USD 300 millones. AVINA apunta a crear y poner en práctica un nuevo concepto de filantropía, que combina los objetivos de las actividades sin fines de lucro con métodos y herramientas del mundo empresarial.
En este esquema, GrupoNueva y AVINA funcionan de acuerdo con dos lógicas distintas: la empresarial y la social, respectivamente. Pero como lo explica Schmidheiny, “No puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas. Por ello les corresponde a ambas organizaciones, cada una en su ámbito, contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad. Para GrupoNueva –afirma -esto implica trabajar en forma rentable, incluso en un entorno económico difícil, y asumir a la vez plenamente su responsabilidad social y ambiental. AVINA, por su parte, tiene que contribuir en forma coherente y eficiente al desarrollo social”.
En lo económico, el éxito de GrupoNueva le ha dado la razón mostrando sus resultados: en el 2005 las ventas netas ascendieron a USD 1.433 millones.
Por su parte AVINA, en los últimos años apoyó la transformación de la sociedad civil con una inversión promedio anual de 50 millones de dólares. Una muestra de ello es la Fundación Contigo, de Chile, quien trabaja desde hace casi tres años con Fundación AVINA. Contigo es una ONG privada sin fines de lucro, con 15 años de existencia, fundada por dos jóvenes franceses, y creada como un "banco de los pobladores" -inspirada en el Grameen Bank de Muhammad Yunus -y en el concepto de que los pobres no necesitan donaciones sino una oportunidad financiera para emprender y mejorar sus proyectos económicos, y que la dignidad y puesta en pie de cada persona se logra con un trabajo digno.
AVINA, mientras tanto, representa sus actividades sin fines de lucro, y está asociada con líderes de la sociedad civil y del empresariado que trabajan para el desarrollo sostenible en América Latina, participando también en proyectos que promueven nuevas actividades económicas, que apoyan a pequeñas y medianas empresas, o impulsan la responsabilidad social empresarial (RSE) y la ecoeficiencia (que significa agregar más valor a un bien o servicio usando menos recursos, causando menos contaminación y emitiendo menos residuos). (Concepto similar al de la Calidad Total..) Para impulsar las actividades de AVINA, Stephan inyectó a la Fundación un aproximado de USD 300 millones. AVINA apunta a crear y poner en práctica un nuevo concepto de filantropía, que combina los objetivos de las actividades sin fines de lucro con métodos y herramientas del mundo empresarial.
En este esquema, GrupoNueva y AVINA funcionan de acuerdo con dos lógicas distintas: la empresarial y la social, respectivamente. Pero como lo explica Schmidheiny, “No puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas. Por ello les corresponde a ambas organizaciones, cada una en su ámbito, contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad. Para GrupoNueva –afirma -esto implica trabajar en forma rentable, incluso en un entorno económico difícil, y asumir a la vez plenamente su responsabilidad social y ambiental. AVINA, por su parte, tiene que contribuir en forma coherente y eficiente al desarrollo social”.
En lo económico, el éxito de GrupoNueva le ha dado la razón mostrando sus resultados: en el 2005 las ventas netas ascendieron a USD 1.433 millones.
Por su parte AVINA, en los últimos años apoyó la transformación de la sociedad civil con una inversión promedio anual de 50 millones de dólares. Una muestra de ello es la Fundación Contigo, de Chile, quien trabaja desde hace casi tres años con Fundación AVINA. Contigo es una ONG privada sin fines de lucro, con 15 años de existencia, fundada por dos jóvenes franceses, y creada como un "banco de los pobladores" -inspirada en el Grameen Bank de Muhammad Yunus -y en el concepto de que los pobres no necesitan donaciones sino una oportunidad financiera para emprender y mejorar sus proyectos económicos, y que la dignidad y puesta en pie de cada persona se logra con un trabajo digno.
En Brasil, AVINA apoya la Fundacao Renascer
En Brasil, AVINA apoya la Fundação Renascer creada por la doctora Vera Cordeiro quien detectó que los niños que salían de los hospitales volvían a enfermarse y a ser internados debido a las malas condiciones de vida de sus familias. Renascer se ocupa de brindarles a los niños atención médica poshospitalaria, lo que incluye desde cuidar su nutrición y la obtención de medicamentos, hasta ayudar a sus padres a encontrar trabajo.
En Porto Alegre, Brasil, la Fundação Projeto Pescar se ocupa entre otras cosas de llevar adelante un programa de formación vocacional desarrollado por la empresa Linck, y AVINA le brinda apoyo con el fin de que otras empresas establezcan sus propias escuelas de formación vocacional. Pescar debe su nombre a un antiguo adagio: "Regálale pescado a un hombre y le darás comida para un día, enséñale a pescar y le darás alimento para el resto de su vida".
En Argentina, AVINA presta apoyo a la Asociación Warmi Sayajsungo, la primera asociación de mujeres Kollas, para organizar - a través de una red de promotoras y con el control de miembros de la comunidad - un programa de microcréditos, que posibilita la obtención de fondos comunales a ser invertidos en la construcción de invernaderos para cultivar verduras, la innovación en las técnicas de tejido, o mejoras en las técnicas de manejo del ganado.
Esta es solo una pequeña muestra; son innumerables las iniciativas apoyadas por AVINA dentro de la región. Lo interesante sigue estando en los fundamentos expresados por las Fundaciones Contigo y Proyecto Pescar: “..los pobres no necesitan donaciones sino una oportunidad financiera para emprender y mejorar sus proyectos económicos; la dignidad y puesta en pie de cada persona se logra con un trabajo digno”/ “No le regales a un hombre un pescado; enséñale a pescar para que él lo consiga cuando lo necesite”.
Quienes hayan leído nuestro anterior artículo sobre el Premio Nobel otorgado a Muhammad Yunus y su Grameen Bank, encontrarán las respuestas.
Pero aquí no termina la historia de este suizo controversial y con arraigos latinoamericanos: el jueves 9 de octubre de 2003 en el Instituto INCAE, en San José, Costa Rica, Stephan Schmidheiny mostró una nueva forma de promover el desarrollo sostenible, formalizando la donación de USD 1.000 millones, al Fideicomiso VIVA Trust. (VIVA nace de la conjunción “Visión y Valores”) La donación representa el valor total de las acciones de su empresa GrupoNueva. Por primera vez en la historia, la totalidad de un grupo industrial pasa a manos de un fideicomiso que ayudará a la sociedad civil, conforme a las directivas del donante y de las personas de su confianza. Con los beneficios generados por el fideicomiso VIVA, se financiará la fundación AVINA.
Los comentarios de la prensa latinoamericana respecto a este inusitado acto han sido de perplejidad, entusiasmo y elogio, sin excepción. El rector del INCAE, Roberto Artavia comentó: “Un evento histórico para el continente latinoamericano”. En tanto el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, a su vez, hizo hincapié en que no cree que los gobiernos por si solos puedan resolver los enormes problemas económicos y sociales del futuro, sino que será necesario el esfuerzo conjunto de muchas personas quienes, agrupadas en organizaciones, podrán incluir a los pobres del tercer mundo. Wolfensohn está convencido que será la sociedad civil –factor global cuya influencia ha crecido desde el fin de la guerra fría – quien marcará las pautas de este nuevo movimiento.
Y sin duda, hombres como Stephan Schmidheiny, nos demuestran que pese a las amenazas de la globalización, la competitividad y aún lo impredecible, si es posible combinar negocios rentables con iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial.
Argenta
Noviembre, 2006
Notas:
Se estima que el patrimonio personal de Stephan Schmidheiny –antes de donar sus acciones de GrupoNueva -alcanzaba los cinco mil millones de francos suizos. La publicación especializada Forbes lo ubica dentro de su lista de los más acaudalados, en el puesto 221.
FUNDES fue creada en Panamá; Schmidheiny aportó USD 3 millones con el compromiso de que empresarios locales participaran con la misma suma. Este es su principio rector.
Sekn (Red de Conocimientos sobre Emprendimientos Sociales) bajo el liderazgo de Harvard Business School y con la colaboración estrecha de la Fundación AVINA y de la empresa Cemex, publicó recientemente en inglés el libro "Gestión efectiva de emprendimientos sociales. Lecciones extraídas de empresas y organizaciones de la sociedad civil en Iberoamérica”. Esta red también ha recibido el caso del Proyecto Alcatraz, en Venezuela, descrito en mi artículo anterior “Bienvenidos a la Responsabilidad Social Empresarial-IV”.
“Las empresas no se desarrollan en un ambiente de pobreza. Si no inviertes en el tema social, serás víctima del tema social”. Alberto Vollmer, Proyecto Alcatraz.
“No puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas”. “Uno debería ser socialmente responsable porque cree profundamente que es lo correcto y luego esperar que suceda lo mejor”. Stephan Schmidheiny en la Conferencia Anual del Instituto ETHOS (junio de 2002) en San Pablo, Brasil.
Ver página: www.stephanschmidheiny.net
En Argentina, AVINA presta apoyo a la Asociación Warmi Sayajsungo, la primera asociación de mujeres Kollas, para organizar - a través de una red de promotoras y con el control de miembros de la comunidad - un programa de microcréditos, que posibilita la obtención de fondos comunales a ser invertidos en la construcción de invernaderos para cultivar verduras, la innovación en las técnicas de tejido, o mejoras en las técnicas de manejo del ganado.
Esta es solo una pequeña muestra; son innumerables las iniciativas apoyadas por AVINA dentro de la región. Lo interesante sigue estando en los fundamentos expresados por las Fundaciones Contigo y Proyecto Pescar: “..los pobres no necesitan donaciones sino una oportunidad financiera para emprender y mejorar sus proyectos económicos; la dignidad y puesta en pie de cada persona se logra con un trabajo digno”/ “No le regales a un hombre un pescado; enséñale a pescar para que él lo consiga cuando lo necesite”.
Quienes hayan leído nuestro anterior artículo sobre el Premio Nobel otorgado a Muhammad Yunus y su Grameen Bank, encontrarán las respuestas.
Pero aquí no termina la historia de este suizo controversial y con arraigos latinoamericanos: el jueves 9 de octubre de 2003 en el Instituto INCAE, en San José, Costa Rica, Stephan Schmidheiny mostró una nueva forma de promover el desarrollo sostenible, formalizando la donación de USD 1.000 millones, al Fideicomiso VIVA Trust. (VIVA nace de la conjunción “Visión y Valores”) La donación representa el valor total de las acciones de su empresa GrupoNueva. Por primera vez en la historia, la totalidad de un grupo industrial pasa a manos de un fideicomiso que ayudará a la sociedad civil, conforme a las directivas del donante y de las personas de su confianza. Con los beneficios generados por el fideicomiso VIVA, se financiará la fundación AVINA.
Los comentarios de la prensa latinoamericana respecto a este inusitado acto han sido de perplejidad, entusiasmo y elogio, sin excepción. El rector del INCAE, Roberto Artavia comentó: “Un evento histórico para el continente latinoamericano”. En tanto el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, a su vez, hizo hincapié en que no cree que los gobiernos por si solos puedan resolver los enormes problemas económicos y sociales del futuro, sino que será necesario el esfuerzo conjunto de muchas personas quienes, agrupadas en organizaciones, podrán incluir a los pobres del tercer mundo. Wolfensohn está convencido que será la sociedad civil –factor global cuya influencia ha crecido desde el fin de la guerra fría – quien marcará las pautas de este nuevo movimiento.
Y sin duda, hombres como Stephan Schmidheiny, nos demuestran que pese a las amenazas de la globalización, la competitividad y aún lo impredecible, si es posible combinar negocios rentables con iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial.
Argenta
Noviembre, 2006
Notas:
Se estima que el patrimonio personal de Stephan Schmidheiny –antes de donar sus acciones de GrupoNueva -alcanzaba los cinco mil millones de francos suizos. La publicación especializada Forbes lo ubica dentro de su lista de los más acaudalados, en el puesto 221.
FUNDES fue creada en Panamá; Schmidheiny aportó USD 3 millones con el compromiso de que empresarios locales participaran con la misma suma. Este es su principio rector.
Sekn (Red de Conocimientos sobre Emprendimientos Sociales) bajo el liderazgo de Harvard Business School y con la colaboración estrecha de la Fundación AVINA y de la empresa Cemex, publicó recientemente en inglés el libro "Gestión efectiva de emprendimientos sociales. Lecciones extraídas de empresas y organizaciones de la sociedad civil en Iberoamérica”. Esta red también ha recibido el caso del Proyecto Alcatraz, en Venezuela, descrito en mi artículo anterior “Bienvenidos a la Responsabilidad Social Empresarial-IV”.
“Las empresas no se desarrollan en un ambiente de pobreza. Si no inviertes en el tema social, serás víctima del tema social”. Alberto Vollmer, Proyecto Alcatraz.
“No puede haber empresas exitosas en sociedades fracasadas”. “Uno debería ser socialmente responsable porque cree profundamente que es lo correcto y luego esperar que suceda lo mejor”. Stephan Schmidheiny en la Conferencia Anual del Instituto ETHOS (junio de 2002) en San Pablo, Brasil.
Ver página: www.stephanschmidheiny.net
0 Comments:
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home