Argentina;
¿un problema de salud mental?
Pablo Melicchio, Psicólogo (UBA) y escritor, ha publicado un interesante artículo en el medio informativo “Perfil”, de Argentina, titulado “Al gran pueblo, argentino, ¡salud (mental)!” Y es que -según Melicchio: “El campo mental, al ser sutil y no “tan” visible, pierde valor frente al físico y se posterga. Y Sin embargo, como en el cáncer, la demora del tratamiento implica incremento de riesgos”. Y a continuación se pregunta: “¿Por qué la política debe ocuparse de la salud mental?” A lo cual, a su vez, yo pregunto: “¿Y por qué la salud mental debe ocuparse de la política? Trataré de aclarar mis propias deducciones.
“El cuidado de
la salud mental merece un mejor tratamiento -agrega el
psicólogo argentino - afirmando que “no se la valora tanto como la salud física.
También recuerda que “Hubo un tiempo en que la gente no decía que hacía terapia
por temor a ser discriminada, y considerada loca”. Si bien Melicchio, como
buen psicólogo, se refiere al estricto campo de la psicología, a “la
conciencia del valor fundamental del cuidado de la salud mental y al acceso
para toda la población”, considero que también a nivel político, son
válidas muchas de estas consideraciones.
Considero, por ejemplo,
que mucho de esto tiene que ver con el fracaso de la política y los políticos
argentinos. Hubo un tiempo en que ningún político argentino se atrevía a decir
que no era peronista, porque se lo consideraba imperialista, vende patria, oligarca,
capitalista, y algunas otras cositas más. ¡Y por eso todos los partidos
políticos se consideraban peronistas! Era como decirte que si no eras peronista,
estabas loco.
Y bueno, sin duda que mucho
de esto incidió en la salud de la sociedad argentina, durante los setenta años
de gobiernos peronistas. Y más acá, durante los más de 15 años de los
supuestamente herederos del peronismo: el kirchnerismo. El campo mental, el del razonamiento, perdió
valor frente al físico, seducido por planes sociales, beneficios, jubilaciones,
regalías y subsidios, que nadie trató de averiguar ni de explicar de dónde salían,
y cuales podrían ser sus maleficios. Y entonces mucha gente beneficiada
artificialmente por el populismo kirchnerista, hoy sienten temor a decir que
reconocen que el modelo kirchnerista no les sirve ni a ellos mismos.
Y como en el cáncer,
cuya demora en el tratamiento implica incremento de riesgos - al decir de
Melicchio - Argentina ha traspasado los límites de sus riesgos, y está hoy en una
crisis terminal. Casi un 50% de pobreza, (la infantil mayor aún, 50.9) una
inflación de un 100%, un riego país de más de 2.400 puntos, una deuda externa
convertida en eterna, ínfimas reservas, y un vergonzante narcotráfico, que ha
tomado ciudades enteras. ¿¡De qué le han servido entonces esos tantos años de inmensos
y generosos planes sociales para combatir la desigualdad, la inequidad, y la
pobreza, si con cada gobierno, y cada año, están más pobres que nunca?!
Un
nuevo informe de UNICEF sobre pobreza multidimensional, presentado al 15/ feb/ 2023, nos
indica que dos de cada tres niñas y niños de Argentina (66%) son
pobres por ingresos o están privados de derechos básicos, como el acceso a la
educación, la protección social, a una vivienda o un baño adecuado, al agua o a
un hábitat seguro. Todo esto en un país de enormes riquezas naturales, como petróleo,
gas, litio, privilegiadas tierras para la agricultura, y unas bellezas
naturales que enamoran al más sofisticado turista.
Hoy
Argentina está prácticamente quebrada, y casi en default; uno más de aquellos ocho
que le
generaron la fama del país "peor pagador". Sin embargo, Carlos Castagneto, titular de la AFIP (Administración
Federal de Ingresos Públicos) de Argentina, tras la polémica por la causa
judicial del programa “Potenciar Trabajo”, asegura que “Se podría cancelar
toda la deuda con el FMI, con lo que se recaudaría por bienes no declarados de
argentinos en EE.UU.” ¿Qué tal?
Esta Argentina hoy
sufrida, desesperanzada, corrompida, y frustrada, no tiene problemas por falta
de dólares, ni de producción exportable, ni de recursos humanos encomiables:
tiene simplemente, el “síndrome de la pobreza aceptable”, un pacto político por
el cual unos, disfrutan de los favores que les permiten seguir siendo pobres,
pero momentáneamente menos miserables; y a otros, seguir disfrutando de las prebendas políticas que
los mantenga cada vez más ricos, manteniendo a los pobres más pobres! Sin duda
un problema de salud mental.
Y ya que se aproximan nuevos eventos electorales que pueden, y deben ser, un gran momento de reflexión para marcar un nuevo destino para los argentinos, luego de tantas y repetidas frustraciones, yo le deseo, al igual que Pablo Melicchio, “Al gran pueblo, argentino, ¡salud (mental)!” para decidir su futuro!
Alberto Rodriguez Genta
argentaster@gmail.com