La Tercera Opinion

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Saturday, February 26, 2022

 ¿Ucrania o Ukrania..? ¿Una letra los separa..?


¿Puede una simple letra cambiar la identidad de una nación? No; en este caso no es una letra sino lo que ellas significan como ideología predominante de esa nación. No se quiénes son los ucranianos. No sé cómo piensan ni lo que piensan. No se lo que comen, ni lo que comen, ni porqué lo comen. No se nada de sus hábitos ni sus costumbres, lo cual define en buena medida su idiosincrasia y su razón de ser.  Sólo sé, que por esos grandes intereses geopolíticos que tanto han separado y a su vez aniquilado, a buena parte de la humanidad, hay dos corrientes ideológicas encontradas, producto de una historia compartida entre prorrusos comunistas y prooccidentales independentistas.

Ucrania se convirtió en un Estado independiente el 24 de agosto de 1991, tras el intento de golpe de Estado en la Unión Soviética que condujo finalmente a su disolución, en diciembre del mismo año. Desde entonces Ucrania está en un proceso de transición, de «descomunización» hacia una economía de mercado y un Estado democrático. En la época de la Unión Soviética (1922-1991) la población ucraniana fue afectada con limpiezas étnicas como el Holodomor en 1933 (la gran hambruna ordenada por Stalin que provocó millones de muertos en Ucrania) y el idioma ucraniano fue suprimido en gran medida en los años siguientes de la rusificación, razón por la cual hay allí tantos rusohablantes en la actualidad.

Precisamente este año se cumplirá el 90 aniversario del Holomodor, y Putin no ha encontrado mejor forma de “celebrarlo” que invadiendo el país. Y es que Putín quiere recuperarlo y reimplantar la vieja Unión Soviética. La estrategia es maquiavélica. Afirmó que no iba a invadir a Ucrania, pero entonces usó su supuesta potestad para liberar e independizar a dos provincias prorrusas separatistas situadas en el este: Donetsk y Lugansk, lo cual le da supuestamente el derecho a entrar al territorio ucraniano y defender a esos habitantes que, alborozadamente (e ingenuamente) festejaron su independencia. Y lo cual le permite seguir la estrategia del cáncer; invadir por partes, como una metástasis, mientras va aniquilando las defensas militares y morales del resto de la Ucrania del oeste.

Las regiones independizadas están situadas en la cuenca minera rusófona del Donbás (este de Ucrania) y están fuera del control de Kiev desde 2014. Y el Donbás está en el centro de una batalla cultural entre Kiev y Moscú, que argumenta que la región, junto con gran parte del este de Ucrania, está poblada por rusoparlantes que deben ser protegidos del nacionalismo ucraniano. Donetsk (antes conocida como Stalino) es la principal ciudad de la cuenca minera del Donbás, así como uno de los principales centros metalúrgicos de Ucrania. Tiene una población de 2 millones de habitantes. Lugansk (antes Voroshilovgrado), una ciudad industrial, tiene 1,5 millones de habitantes.

El conflicto entre Ucrania y las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk estalló hace 8 años, a raíz de la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia. Y su independencia, proclamada en referéndum, no es reconocida por la comunidad internacional. Recordemos que Ucrania fue una piedra angular de la Unión Soviética hasta que votó abrumadoramente por la independencia en 1991; hito que resultó ser una sentencia de muerte para la superpotencia.

En entrevistas y discursos, Putín ha enfatizado su opinión de que Ucrania es parte de Rusia, cultural, lingüística y políticamente. Y si bien parte de la población de habla rusa en el este de Ucrania siente lo mismo, una población de habla ucraniana más nacionalista en el oeste (la mayor parte de Ucrania) ha apoyado históricamente una mayor integración con Europa.

La OTAN: (Organización del Tratado del Atlántico Norte) nació en 1949, y hoy son 30 los países miembros. Después del colapso de la Unión Soviética, la OTAN incorporó a la mayoría de las naciones de Europa del Este que habían estado en la órbita comunista. En 2004, agregó las antiguas repúblicas bálticas soviéticas de Estonia, Letonia y Lituania. Cuatro años más tarde, declaró su intención de ofrecer la membresía a Ucrania algún día en un futuro lejano, cruzando una línea roja para Rusia. Y Ucrania ha manifestado, en diferentes ocasiones, sus intenciones de formar parte de la Unión Europea (UE) y la OTAN.

Su objetivo medular fue dotar a sus miembros de una seguridad colectiva ante la amenaza de la Unión Soviética de Stalin. La renuncia soviética a participar en el plan Marshall junto al golpe de estado en la antigua Checoslovaquia, apoyado por la Unión Soviética, como el bloqueo de Stalin al Berlín occidental -impidiendo además a sus estados satélites el acceso a esta iniciativa – fueron algunos de los eventos que impulsaron la alianza.

Los países que la integran desde 1949 son: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Holanda (actualmente, Países Bajos), Noruega, Portugal y el Reino Unido. En 1952 entraron Grecia y Turquía; Alemania se sumó en 1955; España, en 1982; República Checa, Hungría y Polonia, en 1999; Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía, en 2004; Albania y Croacia, en 2009; Montenegro, en 2017, y Macedonia del Norte, en 2020.

Por otra parte, el Consejo de Asociación Euroatlántico (CAEA), que integran los 30 países miembros citados y otros 16 asociados. Además, de siete naciones integradas en el llamado Diálogo Mediterráneo con la OTAN: Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Mauritania, Marruecos y Túnez. Por último, la Iniciativa de cooperación de Estambul une a Bahrein, Kuwait, Catar y los Emiratos Árabes Unidos. También hay acuerdos de cooperación con Afganistán, Australia, Colombia, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán. 


¿Quiénes apoyan a Putín?
El gobierno del presidente Vladimir Putin tiene un solo aliado de peso en la región: la Belarús de Aleksandr Lukashenko. Y debido a ello, un gran número de soldados rusos fueron desplegados en la frontera entre Belarús y Ucrania en los últimos meses y en medio de las sanciones. Pero fuera de la región, Rusia mantiene una relación de cercanía con China, país con el cual suelen actuar coordinadamente (y cuando a China le conviene) ante las Naciones Unidas. En Medio Oriente Moscú mantiene desde 2015 una presencia importante en Siria, arrasada por la guerra civil, y en apoyo del presidente Bashar al-Aassad. Y en América Latina, Rusia cultiva fuertes lazos con Cuba, Venezuela y Nicaragua. ¡Vaya! ¡Con amigos así, no necesitas enemigos!

Conclusiones: Hoy Ucrania, cuenta con una población total estimada en 41.500 millones de personas, incluyendo a los 3 millones y medio de la región prorrusa de Donbás, que apoya a Putín.  Pese a ello, Putin, exige la "desmilitarización" de Ucrania, dejando en claro que ve la expansión de la OTAN hacia el este como una amenaza existencial para Rusia. Y en diciembre de 2021, presentó a EE.UU. y la OTAN una lista de demandas de seguridad, dentro de las cuales una garantía de que Ucrania nunca ingresará a la OTAN, y que la alianza hará retroceder su huella militar en Europa Central y Oriental, propuestas que EE.UU. y sus aliados han dicho repetidamente que no son viables.

¡Vaya! ¿Es que Putín realmente se cree dueño de Ucrania como para resolver unilateralmente su destino, sin tener en cuenta la opinión de la mayoría de los ucranianos? ¡Al más fiel estilo de las dictaduras comunistas! ¡Porque así como en su momento aseguró que apoyaba a los pueblos de Ucrania en su autodeterminación, debería respetar la voluntad de 38 millones más de ucranianos que piden ser independizados, más allá de los 3 millones y medio del Donbás!

En todo caso lo que correspondería es hacer -a través del al ONU - una gran consulta nacional entre todos los ucranianos y que de ahí, por mayoría democrática, ellos -para bien o para mal - decidan su destino. ¡Pero entre todos los ucranianos! ¿Es difícil? Bueno, el arte de la diplomacia es hacer posible lo imposible. Pero hacerlo por la fuerza no. Porque las desgracias de una guerra a ti no te van a rozar un dedo ni una uña, pero como siempre, los habitantes ucranianos, de uno u otro lado, pondrán la carne en el asador. Pero tú les tienes miedo a las mayorías democráticas,

Y la carne siempre son los civiles inocentes: niños, mujeres, ancianos, y quienes sin tener derecho siquiera a empuñar un arma para defenderse, deberán cocinarse entre las maravillas armamentistas y tecnológicas de última generación, producidas mayormente por los brillantes fabricantes de armas, mayormente rusos o norteamericanos. ¡Quienes siempre, siempre, salen ganando!

Y quedarán edificios y hogares destruidos (¡con lo que nos cuesta en América Latina comprar un modesto apartamento!) y miles y millones de ciudadanos rodando por los caminos del mundo, obligados a renunciar a los esfuerzos de toda una vida para obtener los elementales beneficios donde alojar una familia, y hoy deberán empezar una vez más, desde cero.

Y yo te pregunto Vladimir, a todo esto, ¿dónde está los beneficios que tus apoyos a nuestros países hermanos latinoamericanos han brindado? A Cuba, país donde hoy no produce nada ni disfrutan de nada, porque los acostumbraste a vivir de tus prebendas, y luego ya no supieron que hacer, ni cómo hacerlo, para producir algo. Venezuela; la fundieron, la quebraron, la vendieron por tres monedas a los países extranjeros (entre otros el tuyo) para mantenerse en el poder, y hoy sus ciudadanos huyen en bandada a buscar un plato de comida. De Nicaragua y Ortega no voy a hablar, porque no vale la pena.

¡Y por eso Vladimir, es que la mayoría del mundo occidental no podemos admitir que, por la fuerza de tus tanques y misiles y tu superioridad militar, cambies el destino de una Ucrania democrática que decide su destino, por una Ukrania despótica y autoritaria que les imponga su voluntad!

Atentamente,

Alberto Rodríguez Genta

argentaster@gmail.com