Dura carta a Cristina, a Kristalina, al FMI, y a todos los cretinos que gobiernan la Argentina.
¿Por qué escribo ésto, siendo que me estoy adentrando en aspectos de soberanía de un país hermano? Bueno, en primer lugar precisamente por eso; por ser la Argentina un país hermano de mi querido Uruguay. Porque además somos socios del Mercosur, y otras cosas. Pero fundamentalmente, porque los dos países somos integrantes aportantes al FMI. Y el FMI hoy está en peligro, por los reiterados -y cada vez mayores - préstamos, a la Argentina.
Y porque recientemente,
el bloque de senadores nacionales del Frente de Todos, que conduce Cristina Kirchner, le envió una dura
carta a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en medio de
las negociaciones del organismo con el gobierno, por la deuda de Argentina. El problema es que de tantos préstamos pedidos, y de
tantos fracasos no asumidos, los argentinos tienen desde hace tiempo un amor-odio
con el FMI. Y yo también con mi tarjeta de crédito, pero lamentablemente la
necesito, y el culpable de mis abusos -cuando ocurren -soy yo mismo y no el
emisor de la tarjeta.
Y qué bueno
sería que esta vez, la señora Kirchner fuera más Kristalina, y la señora
Georgieva más Cristina! Fíjense ustedes el mayúsculo descaro que significa que
la bancada de legisladores oficialistas le reclama a la misión del FMI,
que "se abstenga de exigir o condicionar las políticas económicas de la
Argentina para los próximos años", tratando, el cristinismo, de marcar la cancha a la
negociación que lleva adelante el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el
FMI. Al mejor estilo Trump, que aun cuando ya los hechos de su derrota
son tan evidentes, sigue asegurando su triunfo y acusando de fraude al
oponente. ¡Es de circo, y de payasos!
Pero es que entre
otras cosas proponen, además, un programa de refinanciación "De
modo tal que las erogaciones anuales no tornen insustentable la refinanciación
de la deuda e impacten negativamente en la economía argentina y en la vida de
su sociedad". Les confieso que debe ser de lo más indecente e inmoral
que haya escuchado en los últimos tiempos!
O sea,
volvemos siempre a la misma táctica barata, vergonzosa, indigna, de reprocharle
a quien siempre los ha salvado de las cagadas (FMI) para que ellos sigan
haciendo más cagadas! Es absurdo, es insolente, y es prepotente! ¿Cuántas veces
el FMI le salvó las barbas a una Argentina permanentemente endeudada y
desprestigiada que nunca cumplió sus acuerdos?
Recordemos por
ejemplo, que en marzo de 2000 bajo la presidencia de Fernando De la Rúa
ingresaron a la Argentina por parte del FMI 48. 000 millones, que luego
terminaron en corralitos y corralones y default de 140.000 millones y una enorme
crisis nacional. Y la renuncia de De la Rúa daría lugar a la maratón de cinco presidentes tomando y dejando el
poder, en 11 días! Y a pesar de ello, hoy tienen el tupe de echarle en cara al FMI
un nuevo préstamo, de U$S 56.000 millones (el más grande de su historia) porque
la señora Kirchner dejó al país otra vez en el precipicio.
Pero es que además de todo ello, recientemente se aprobó en Diputados un nuevo impuesto
a la riqueza, en Argentina; un país con 40,9% de habitantes en la
pobreza, y cuya economía sigue estando en recesión. Y curiosamente, uno de los
impulsores del proyecto fue el diputado Máximo Kirchner; hijo de la
vicepresidenta y exmandataria Cristina Kirchner, quien aclaró durante el
debate que "Nosotros no tenemos
ningún problema con el sector privado, necesitamos del sector privado junto al
público invirtiendo juntos. Lo que desalienta la inversión son los malos
gobiernos". (¿¿ ??)
Sí; Máximo Kirchner, el hijo de la vicepresidenta, de quien mucha gente se pregunta cómo es posible que un muchacho que ni terminó el secundario y nunca tuvo ningún trabajo conocido, pudiera acumular hoy una fortuna de 292 millones de pesos! Y digo curiosamente, porque recordemos que el gobierno de los Kirchner en Argentina viene desde el año 2003, y que además, de los 24 años gobernados por el peronismo, 12 lo fueron bajo el sello del kirchnerismo.
Suficiente tiempo, diría yo, para decir
que fue la fuerza más influyente en la democracia, desde su vuelta hasta hoy. Y
suficiente tiempo, agrego, como para
interrogarse sobre esa expresión de Máximo Kirchner de que “Lo que desalienta la inversión son los malos
gobiernos". Caramba, ¿será que como cantaba Atahualpa Yupanqui, ¡las penas son de nosotros, las vaquitas son
ajenas”?
Hoy, la
inflación en la Argentina volvió a ser la segunda más alta de la región; cerca
de 35%. El dólar juega el juego de la mosqueta: 80,09 el oficial y más de 150
el blue. La pobreza alcanza un 40,9 de la población y el 56,3% de los niños
menores de 14 años. La prima de riesgo país quebró en marzo la
barrera de los 3.000 puntos básicos, el más alto de los últimos 15 años, y sólo
detrás de Venezuela (13.000). En contraste, Uruguay tiene 202.
¡Y los
argentinos le siguen echando la culpa de sus desgracias al FMI, y el diputado
Máximo Kirchner asegura que “Lo que
desalienta la inversión son los malos gobiernos"! ¿¡Y los argentinos
siguen votando al kirchnerismo..!! Les confieso que ésto me produjo una
interrogante existencial de tal magnitud, que fui a buscar en la Internet el
origen y significado del apellido Kirchner. ¿Cuál es el secreto oculto y poderoso
de este apellido?
Resulta que hay por lo menos dos versiones
más aceptadas. Una que es de origen alemán y otra que es de origen eslavo (de origen croata). En el sitio web “Mis
Apellidos. Com”, nos aclara que Kirchner (derivado de
la palabra alemana Kirche —iglesia—) es un apellido alemán que
significa «hombre de iglesia» y refiere al sacristán de la iglesia.
Por otro lado, en el mismo sitio web también
se aclara que Kirchner
en la legua servo-croata quiere decir "ladrón
de ovejas", y posteriormente fue utilizado para definir a los usureros
que efectuaban préstamos a granjeros y robaban sus ovejas para que no pudieran
pagar los préstamos y, así quedarse con sus propiedades. ¡Caramba, que
confusión! ¿Será que Máximo es el sacristán y Cristina la ladrona de ovejas? Ahora
estoy más confundido que antes!
Y es que los
uruguayos somos pocos, pero no pendejos. Precisamente por ser pocos no nos
podemos permitir el lujo de ser pendejos. Ni tampoco admitir que unos irresponsables
dilapiden los préstamos del FMI, empobreciendo cada día más al pueblo argentino!
argentaster@gmail.com