¿Qué dijo Maslow sobre el TLC
Chile/Uruguay?
Abraham Maslow,
un psicólogo humanista, dijo
que nuestras acciones nacen de la motivación dirigida hacia el objetivo
de cubrir ciertas necesidades, según la importancia que tienen para
nuestro bienestar. Su idea era que las personas tienen un deseo innato para
autorrealizarse, para ser lo que quieran ser, y que cuentan con la capacidad
para perseguir sus objetivos de manera autónoma si se encuentran en un ambiente propicio. Y por ello propone
una jerarquía de las necesidades humanas, asegurando que conforme
se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollamos
necesidades y deseos más elevados. Entre
ellas, las “necesidades
de afiliación”, como la aceptación, pertenencia o afiliación, a un cierto grupo
social.
Esto quiere decir que
todos los seres humanos, a lo largo de su existencia, necesitan reunirse en
grupos dentro de los cuales se sientan más comprendidos, más escuchados, y
fundamentalmente más aceptados y
reconocidos. Y yo he sentido, a mi vez, la necesidad de revisarme a mi mismo, pues más allá de las decepciones,
broncas, desilusiones, etc., que nos puedan producir hechos repetitivos, como
esta nueva decisión dentro del Plenario del Frente Amplio, con respecto a diferír
para un próximo plenario la aceptación o no, de un TLC, con nuestro hermano del
Mercosur, Chile, yo me resisto a calentarme y a putear a muchos compañeros, sin
tratar de encontrar una explicación.
Lo cual no
necesariamente significa una justificación. ¡Y porque además, siempre son los
mismos! Y porque además, después de haber escuchado todas las voces profesionales
más acreditadas acerca de la conveniencia o no de este tratado, siempre caemos
en el capricho de opinadores de oficio. ¡Y les damos pelota!
Y entonces, si bien
la culpa por las consecuencias que esto pueda tener, dependerá (en segundo
lugar..) de un grupo de seres humanos que han logrado satisfacer esa necesidad
de pertenencia y de afiliación - mediante un especial show de protagonismo -
tomando de rehén a las autoridades que son quienes verdaderamente deben decidir
estos temas, que son de Estado y no de partidos, basado en la responsabilidad que
la mayoría de la población le hemos concedido, yo culpo en primer lugar al
Gobierno!! Y repito; responsabilidad que le hemos concedido, y encomendado, y
por lo tanto, lo considero primer responsable!
Porque sin duda el
Gobierno, sabedor y conocedor de quienes ejercen estas necesidades grupales,
despreciando las decisiones mayoritarias de la población que le concedió
directamente la responsabilidad de decisión, una vez más, estúpidamente, cayó
en la trampa de los radicales! Y porque entre otras cosas, yo por ejemplo, voté
a las actuales autoridades por su probada eficiencia, probidad, y eficacia,
confianza, y credibilidad, que son las razones por las cuales, este país ha
crecido y avanzado tanto, que hasta la comunidad internacional nos respeta, nos
admira y nos reconoce.
Pero nunca voté ni
acepté, que fuerzas de opinión o ideologización, aún dentro de la misma fuerza
política, pudieran decidir lo que son
exclusivos “Temas y Competencias
de Estado”! y no de grupos partidarios, por simples motivaciones y
protagonismos sectoriales! Y esta ha sido una demostración más, nos guste
aceptarlo o no, de que el Frente Amplio se sigue resbalando en su propia
mierda, tratando de levantar banderas de complicidad democrática, allí donde no
las hay! Porque ésto, no es democracia! Y
yo me voy a resistir muchísimo, si luego de haber demostrado que hemos sido gobierno para las mayorías,
ahora nos convertimos en rehenes de ambiciones para unas minorías!
Eso está dentro de
las manidas experiencias de Freud, de Maslow, y de tantos otros locos que
tuvieron el atrevimiento de pretender sumergirse en la complejidad del cerebro
humano. ¡Tienen ustedes una puta y elemental idea, de lo que es meterse dentro
del complejo mundo del ADN y los
algoritmos que componen, definen, y deciden, las acciones y decisiones de los
uruguayos? ¿Y más allá aún, de los frenteamplistas? No lo creo; si todavía se consideran seres
normales, no lo creo!
¡Y porque nosotros
somos los soberanos dueños de nuestro destino! Una bonita expresión de
sentimiento nacionalista - a la cual debemos tantas frustraciones regionales -y
es a la que siguen apelando algunos compañeros uruguayos, y también es a la que apelan gobernantes como
Maduro, en Venezuela, cuya promesa encendida, voluptuosa y enardecida, y vacía
absolutamente de contenido, han destruido la sociedad de uno de los países más
ricos del mundo! Me dan ganas de llorar, cada vez que pienso en Venezuela, país
por el cual abandoné el mío por dieciocho años, y me tuve que volver más pobre
(económicamente) de lo que me fui.
Y ustedes se
preguntarán, ¿pero por qué entonces estas diferencias entre nosotros mismos, si
los uruguayos nos hemos identificado
ante el mundo entero como un país culto, civilizado, y ejemplo incluso, de
mayor crecimiento con la mayor inclusión social, que hasta los más sanguinarios
organismos financieros mundiales hoy nos reconocen y admiran? Bueno, voy a
intentar, como en esos cursos de inglés “Repeat
after me”, aclarar algo más.
*Primero, porque
siguiendo aquellos descubrimientos de Freud y Maslow, el ser humano necesita
ser socialmente aceptado y reconocido, dentro de ese éxito colectivo, como
protagonista especialmente destacado de los cambios y los éxitos! (¡Nunca de
los fracasos!)Y por eso y para eso, se han abierto dentro del Frente Amplio,
esos otros tantos partidos minoritarios que captan distintas insatisfacciones y
ambiciones.(Me dicen que ya son como 34!)
*Segundo, porque bajo
esos nuevos liderazgos, que son los que
siempre capitalizan descontentos, se logra reunir una cierta cantidad de ciudadanos,
como para formar una fuerza común con cierto peso político. Esto es lo que en
las técnicas de Marketing (término insultante para la izquierda) se denomina
como identificar “nichos de mercado”.
Y entonces, aunque seamos pocos,
aportamos algunos votos y tenemos alguna fuerza.
*Tercero, porque a
través de nuestra presencia (aún con insolvencia) demostramos ante el resto de
la ciudadanía, nuestra voz, nuestra opinión y nuestra fuerza, separados del establishment mayormente aceptado, y por
los revolucionarios de siempre, permanentemente negado. ¡Claro, para seguir manteniendo
votantes!
*Cuarto, porque si no
producimos y alimentamos esa conflictividad, perdemos protagonismo. Y con ello,
los espacios políticos, ideológicos, y fundamentalmente económicos, para
sustentar nuestra razón de ser. (Que por cierto, es bastante redituable!)
O sea, todas estas
reivindicaciones nos llevan a un identificador que converge en un mismo sentido
común- la necesidad de aceptación del YO, y mis necesidades de
autorrealización, ante el resto de la
sociedad! Y porque YO para existir, como ser humano, necesito protagonismo, y
si no me rebelo contra algo/alguien y hago oír mi voz, no puedo adquirir el
suficiente protagonismo como para que algunos ciudadanos me oigan, y me
comprendan, y me voten, y así pueda yo conservar mi puesto y mi sillón en el
lugar donde se deciden los destinos de la nación. ¿Ok?
Y es que a los seres
humanos -no tengo claro aún de dónde salimos - no se nos construyó ni menos aún
se nos identificó con un determinado y único modelo de supervivencia, ante un universo que -sin duda -fue creado
por realidades que nadie se imaginó, ni mucho menos pudo haber planificado!
Esto es lo que sigue sucediendo, tanto en ese Universo cruel y despiadado que
según su conveniencia mata a miles de niños, madres, ancianos y civiles -y
mucho menos a los responsables - como aún dentro de la pequeñez territorial y
demográfica de nuestro pequeño Uruguay.
¿Y cómo se explica entonces, que desde
esta pequeñez territorial geográfica, geopolítica, y demográfica, uruguaya, salen
tantos ejemplos de creatividad empresarial innovadora que suele llamar la
atención del mundo entero?!
¡Ah.! eso, amigos
míos, es un secreto muy bien guardado por los uruguayos! Tan o mejor aun celosamente
guardado, que la famosa y exitosa fórmula de la Coca -Cola, que se dice,
permanece guardada y blindada, en algún lugar del mundo, no identificado!
Y si; y porque en
última instancia, y a esta altura, según algunos compatriotas, no tenemos nada
que envidiar a nadie! ¡Porque somos, la Coca-Cola del mundo!
Amen.