¡Hay que pegarle al MIDES..!
Bueno, Laccalle Pou
dijo que “hay que pegarles a todos los del Frente Amplio”. Algo que, por otra
parte, ya lo han venido haciendo con mucho tiempo, amor, y dedicación.
Personalmente creo que, como uruguayo, le debo una disculpa al MIDES. Confieso
que luego de leer la entrevista publicada por el diario El País, el domingo 3
de marzo, 2019, a la responsable del MIDES, Marina Arismendi, y en la cual
enumeró y detalló los inmensos y conflictivos desafíos sociales enfrentados
desde ese organismo, y los logros alcanzados, me dije: ¡Joder! ¡Que ovarios tiene esta mujer! Y no
me importa si es comunista, o bolsonarista o Trumpista, por cuanto nunca juzgo
ni descalifico a nadie por su ideología política, sino por sus acciones, decisiones, y concreciones, a la
hora de lograr el bienestar de los
compatriotas!
Y comienzo por reconocer que yo también, en su momento, fui prisionero de
las percepciones ciudadanas -y con seguridad mayoritarias -de la población,
acerca de la eficiencia del MIDES. Lo
aclaro, porque en algún momento yo también le pegué, denunciando incluso ante
la prensa, la invasión de ciudadanos desconocidos que, en forma intermitente,
han ido apareciendo en nuestros barrios durmiendo en las aceras, confundidos
entre las bolsas de la basura -haciendo sus necesidades tras los contenedores, y
asentándose en las ochavas de los edificios, los espacios públicos, y hasta las
puertas de nuestras viviendas.
Algo muy fuerte, que alimenta el panorama de inseguridad -que tanto le
gusta promocionar a la prensa y la TV, diariamente - agudizando la sensibilidad reinante en la
población. Y que atenta -además de contra ellos mismos y su dignidad --contra todo
tipo de aceptable convivencia. Pero es
que esta doliente realidad que afecta a un considerable número de compatriotas,
lejos de crearla ni recrearla el Frente Amplio, si, tuvo que enfrentarla urgentemente,
apenas llegado al gobierno, con los pocos o muchos recursos existentes. Y que mientras
recibía los palos permanentes de una oposición egoísta e indiferente, fue
mostrando los exitosos resultados que nos convertirían en un país referente!
Así por ejemplo, mientras en un Editorial del año 2015, y al cumplirse
los diez años del MIDES, el diario El País dramatizaba bajo el título “El Mides
bajo la lupa”, “El artículo publicado
este domingo (por el mismo El País) era estremecedor”. Y en ese artículo, El País -quien nunca ha sido un fervoroso
adalid en la defensa de los más pobres y los niños, afirmaba que “se narraba allí el drama de los niños que
nacen en los hogares de menores recursos en Uruguay, una historia de exclusión,
desidia y abandono. Y la conclusión era implacable; existe una absoluta
orfandad en materia de apoyo estatal a estos niños”. Y más adelante, el
adalid de los más necesitados aclara: “Con
un agravante. Según los últimos datos estadísticos, casi el 50% de los
uruguayos que nacen cada año lo hacen en los hogares que se encuentran en el
20% más pobre de la sociedad.
En contraste, voy a recordar, simplemente, algunos datos de la exposición
de la Ministra Marina Arismendi, al conmemorar los 10 años del MIDES, y cuyos
logros han sido reconocidos por todos los organismos internacionales. Decía la
Ministra: “En el universo de 3,3 millones
de uruguayos en 2005, el 2,2 % de ellos eran analfabetos, 40,8 % tenían
primaria completa, 22 % secundaria completa y 9,4 % terciaria completa. También
tres de cada 10 personas estaban en situación de pobreza y la tasa de empleo
era de 51,4 % y el desempleo se ubicaba en 12,2 % de la población
económicamente activa”.
Tras las políticas que implementó el Mides - agregaba - como el Plan de
Emergencia (2005-2007), En el país de
Varela, yo sí Puedo; Programa de
alfabetización de adultos; la Operación
Milagro; Rutas de Salida; Trabajo por
Uruguay; Uruguay Clasifica; Mejoramiento del Hábitat; o la oportunidad de
participar en cooperativas sociales, la realidad de muchas personas cambió.
En tal sentido, recordó que en 2014 los indicadores básicos mejoraron, porque
1, 2 % de la población era analfabeta, 32,9 % había completado educación
primaria, 25,6 % terminó secundaria y 10,7 % culminó la educación terciaria.
Asimismo, una de cada 10 personas estaban en situación de pobreza, mientras que
la tasa de empleo se ubicó en 60,4 % y la tasa de desempleo en 6,9 %.
Todo ésto, mientras que con su sensacionalismo genético El País recordaba
que “según el último Congreso Nacional de
Pediatría se concluyó algo tan evidente como indignante: "Los niños que
nacen en hogares pobres tienen problemas educativos y nutricionales, entre
otros, y no logran superarlos". Y seguía tirando golpes al MIDES,
preguntando: “La gran pregunta que genera
todo esto es: ¿y dónde está el Ministerio de Desarrollo Social?”
Pero a su vez aclaraba algo bien
interesante, recordando ”su creación, a poco
de llegado el Frente Amplio al gobierno, y tras el temporal del 2002 como forma
de enfrentar la emergencia sobreviviente de la peor crisis vivida por el país
en un siglo..”. ¡Ah; o sea que todas las fuerzas políticas reconocieron la peor crisis en un siglo; lo cual supone, además, que durante el siglo hubieron otras tan
graves..!
Y es también muy bueno que El País internalizara en aquel momento que “casi el 50% de los uruguayos que nacen cada
año lo hacen en los hogares que se encuentran en el 20% más pobre de la
sociedad”. Porque yo le preguntaría ¿desde cuándo y desde quien viene ese
índice del 39.9% de pobreza y 11 de indigencia de la población uruguaya, que
recibió el Frente Amplio en el 2005? ¿Cuántos pobres se fueron creando durante
las anteriores décadas? Porque parecería que el Uruguay se había transformado
en una máquina de producir pobres e indigentes..!
Recordemos también, una vez más,
que el Frente Amplio recién tomo el gobierno a partir del 2005, y -o
casualidad - que desde allí en más todos los indicadores sociales mejoraron
abruptamente. Según el Reporte 2015, sobre
disminución de la pobreza, se reconoce que Uruguay "avanzó en los últimos diez años
más que en los cincuenta años anteriores". Hasta ser reconocidos por
los organismos internacionales (CEPAL, por ejemplo) que en su informe bien
fresquito, publicado a enero, 2019, asegura que “El país (Uruguay) registra una tasa de pobreza de 2,7 de acuerdo a la
metodología de ese organismo -diferente a la del INE que la sitúa en 7,9% --y
que es el único de la región que ya cumplió con el objetivo de ONU de reducir
la pobreza a la mitad y la indigencia a menos del 3%”. Y que la pobreza
extrema está en 0,1 %!
Destacando también que “El Uruguay
es el país que más gasta en protección social -16% del PIB -solo por debajo de
Chile, 16,1 %”, y que si Uruguay continúa con los esfuerzos que
está haciendo, podría pronto
erradicar la pobreza extrema, siendo
el primero del continente. Y es que entonces tiene razón la Ministra
Arismendi cuando afirma que "El
Mides es la transformación de la izquierda. ¿Qué es lo que el Frente tiene de
diferente? - se pregunta y pregunta la jerarca -“Lo distinto es lo que hacemos por y para la gente". Y bueno,
yo creo que cuando los números hablan, los discursos se callan!
Y porque analizándolo más con mentalidad de gestión empresarial privada, y
comparándolo en sus apenas catorce años de creado - con los cientos en Uruguay
y miles a nivel internacional - de empresas que debieron reconvertirse,
aliarse, transformarse, o cerrar sus puertas y desaparecer, valoro más aún sus
resultados! Y si me quieren convencer de
que durante esta joven y exigente experiencia vivida por el MIDES, no hubieron
errores…entonces sí, yo les diría que no sirvió para nada!. Porque entonces todos
los grandes emprendimientos mundiales que desafían, transforman, modifican,
modernizan, los desgastados paradigmas que impiden el desarrollo de la
humanidad, no sirven para nada!
Hoy por hoy, reconozco que el MIDES es un Ministerio tan vital y exigente
como el de Finanzas, o aún el del Interior! Porque no es, como se lo ha querido
identificar, el benefactor de los “piches”, los inútiles y los holgazanes; es
el sentimiento digno de un país que debe y puede, siempre, hacerse cargo de su
gente y su realidad social! Una realidad social lacerante, con cientos de casos
diferentes, de compatriotas humanamente arruinados, porque la sociedad pudiente
no los creyó suficientes!
Claro que también hay otras opciones: siguiendo los modelos sociales de
Hitler, Bolsonaro o Trump, por ejemplo, cerrando esa hermosa estructura de la
antigua central de AFE -hoy propuesta como la “Estación del futuro” -y haciendo
un convenio con los directivos y sindicatos de distribución del gas, en
Uruguay, podría servir como un horno de depuración
de la raza uruguaya dominante! ¡¿Ustedes
se imaginan los titulares mundiales?!
No sé; digo; porque con seguirle dando palos al MIDES, tampoco hemos
logrado mucho más allá, de algún show mediático para el lucimiento personal y
partidario. ¡El resto, es todo paja!
Amen.