A la caza del gato y el ratón.
¿Trump es más
inteligente que Putín?
El 14/03/2025 -AFP, EFE -nos informan que la pieza que faltaba para negociar el alto al fuego en Ucrania, se movió ayer jueves, aunque solo un poco. El presidente ruso, Vladimir Putin, se mostró favorable a una tregua de 30 días con Ucrania pero con “matices” y dijo estar dispuesto a abordar la cuestión directamente con Donald Trump. El presidente estadounidense ha propuso un alto el fuego en Ucrania de 30 días, una idea aceptada por su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski el miércoles, que ayer puso en duda que Putin realmente quiera la paz. Y así van, para adelante y para atrás, mes a mes y año tras año, una vez más, logrando protagonismo mediático mundial, estos dos supuestos líderes que dominan gran parte de la humanidad.
¿Y
es que acaso Donald Trump pretende reemplazar las estrategias del gran
mediador/negociador Henry Kissinger, con el alcahuete cubano-americano Marco Rubio?
¿Y acaso alguien pudo imaginarse que militarmente, Ucrania podría vencer a
Rusia? Lo cierto es que, pacientemente,
como es recomendables en estos casos, Putín está haciendo, e imponiendo, su
juego. Como en un partido de fútbol, Putín, lo deja hacer; para luego saber con
qué y cómo responder. Lo conoce suficientemente bien. Es el eterno juego del
gato y el ratón. Putin lo escucha (o por lo menos lo oye, que no
es lo mismo) se saca fotos con él para ayudarlo a mantener su show, y
alimentarle su ego. A él también le sirve, para estar en el candelero mundial. Y
porque en definitiva no perderá nada, y ganará algo.
¿Quién fue Henry Kissinger? Henry Alfred Kissinger, fue un
internacionalista, diplomático, académico, estadista, de origen judeoalemán, que
tuvo una enorme influencia internacional, con una política exterior firme -pero
a su vez, negociadora - siendo defensor de la “política de distensión”, o détente,
tanto con la Unión Soviética, como en especial con China, y siendo
artífice de las relaciones entre este país y Estados Unidos, en 1972. Debió
hacerse cargo de poner fin a la vergonzosa guerra de Vietnam (una
vergüenza para los Estados Unidos) y
gestionar la crisis de la guerra de Yom Kippur, al colocar como último
recurso la intervención militar, lo cual lo llevó a obtener el Premio
Nobel de la Paz, en 1973. ¡Cuánta falta le haría a Trump, Henry Kissinger!
Quien es Marco Rubio.
Marco
Rubio, el actual Secretario de Estado de los Estados Unidos, nombrado por
Trump, nació en Miami, Florida, como segundo hijo de los inmigrantes cubanos
Mario Rubio y Oria García, quienes emigraron de Cuba a los Estados
Unidos en 1956. Y Marco, a su vez, se casó en 1998 con Jeanette Dousdebes, nacida
en la Florida de padres colombianos que habían emigrado, siendo
cajera de un banco y animadora de los Miami Dolphins. Rubio tiene cuatro
hijos de (¡esa mezcla diabólica de cubanos y colombianos!) y viven en la Florida.
¡Caramba; esto es inmigración descarada y declarada! Y ahora que Trump quiere
quitarles la nacionalidad a los hijos de inmigrantes nacidos en Estados Unidos,
¿qué será de Marco Rubio, y su demonizada familia?
Es
un senador que, además de ser el candidato favorito del Tea Party (lo más
recalcitrante de la extrema derecha estadounidense)
más dinero ha recibido de la Asociación Nacional del Rifle, que le ha
donado 3.303.355 de dólares, y por lo cual, en febrero de 2018, luego del tiroteo en la Escuela Secundaria
Stoneman Douglas en un evento del ayuntamiento celebrado por CNN, cuando
fue interrogado por un sobreviviente sobre los millones que había recibido en
donaciones de la Asociación Nacional del Rifle, respondió: “Siempre aceptaré
la ayuda de cualquiera que esté de acuerdo con mi agenda”. ¡Todo dicho!
¿Quién es Donald Trump ? Trump es un showman brillante, y un
político incompetente. Le gusta fotografiarse (además de con Putin) con el
norcoreano Kim Jong-Un, el “hombre cohete”, según él; con Xi Jinping, el
presidente del otro país enemigo de su país, y con quien sea, para demostrarle
al mundo que él es la estrella del protagonismo mundial. Y
ahora ha logrado tener su propio “hombre cohete”, con la incorporación de Elon
Musk, el genio empresarial que está en todas, mientras que a sus varias
empresas les está yendo muy mal.
Según datos
biográficos, Donald Jhon Trump MacLeod, es hijo de Friedrick (Fred) Trump
(constructor, de raíces alemanas) y Mary Anne MacLeod (ama de casa de
procedencia escocesa). ¡Vaya! ¡Otros
inmigrantes! Una investigación del periódico The New York Times concluyó
que Trump recibió del patrimonio de su padre cerca de US$400 millones a lo
largo de su vida, y también, que encontró suficientes evidencias como para
concluir que Fred había evadido una enorme cantidad de dinero —varios
millones de dólares— teniendo que comparecer ante el Senado en 1954. ¿La
corrupción será hereditaria?
Y
claro, a partir de ese dinero recibido, Donald comenzó a levantar un imperio
empresarial; Casinos, Hoteles, Edificios, empresas de Entretenimiento, y hasta
una Universidad. Pero, según nos relata
Cecilia Barría –(BBC News Mundo -6 noviembre 2024) con el paso del tiempo, seis
de las empresas de Donald Trump fueron declaradas en bancarrota porque no
estaban en condiciones de pagar sus deudas: Casino Trump Taj Mahal en Atlantic
City, Nueva Jersey, 1991. Casino Trump Castle en Atlantic City, 1992. Trump
Plaza y Casino en Atlantic City, 1992. Plaza Hotel Nueva York, 1992. Trump
Hotels y Casinos Resorts, con propiedades en Atlantic City e Indiana, 2004. Trump
Entertainment Resorts, la empresa sucesora de Trump Hotels and Casinos Resorts,
2009. También el cierre de su equipo de fútbol New Jersey Generals y una ahora
extinta Trump University.
En
1992, Donald, llegó a un acuerdo con los bancos acreedores para reestructurar
sus deudas. Tuvo que vender su yate, su jet, su participación en el Grand Hyatt
y en su aerolínea, Trump Shuttle. Más tarde, volvió a enfrentar problemas
financieros y evitó la bancarrota alcanzando un acuerdo con los bancos
para reestructurar sus deudas. Es el
primer exmandatario y presidente convicto en la historia del país, luego de que
en mayo de 2024 fuese declarado culpable de los 34 delitos que se le imputaron
por falsificar documentos, y en otros casos, ha tenido que pagar millonarias
multas, por ejemplo, tras ser acusado de mentir sobre su patrimonio para
parecer más solvente de lo que era. ¡Vaya! ¿Herencia paterna? Y tuvo que
indemnizar a estudiantes de su extinta Universidad Trump en 2018 que lo
acusaban de haber sido engañados.
Recordemos
que durante 2024, además, un juez de Nueva York los condenó -a él y a sus
hijos, a pagar U$S 355 millones de dólares, en un caso por fraude, por
sobrevaluar indecentemente dos de sus propiedades para recibir más créditos de
los bancos. ¡Parecería que la herencia maldita se perpetúa! Aún, así, en 2024
fue reelecto presidente, reeditando lo que ya consiguió en 2016, cuando entró
en la Casa Blanca, superando en los estados clave a otra mujer, Hillary
Clinton (¡quien obtuvo, personalmente, más de 3 millones de votos más que
él!) Esto es difícil de entender, ¿verdad?
Como
también es difícil de entender que el presidente más corrupto de los Estados
Unidos, ahora pretende ahorrarle dineros al Estado, más allá de los que él le
ha robado, jodiendo a los menos beneficiados, a través del alcahuete
multimillonario, Elon Musk, quien lo está utilizando para lograr resultados personales.
Vladímir Vladímirovich Putin.
Putin, nos guste o
no, es un hombre inteligente. Es abogado, político, y exagente de
inteligencia ruso, líder de facto del partido
político Rusia Unida. Actualmente, es el presidente de la Federación
de Rusia; tras la renuncia de Boris Yeltsin (1999). Y Rusia es la otra
cara, y defensa, contra los intereses de los abusos de occidente. Entre su
país, y los EE.UU., se juega la suerte de gran parte de la humanidad, y su
gente. Y los dos son tan invasores, asesinos, y depredadores, como de lo que se
acusan mutuamente. Pero en 2005, Putin pone en marcha los “Proyectos de
Prioridad Nacional”, para impulsar la salud, educación, vivienda y agricultura.
Entre otras medidas, subió los salarios en educación y salud.
Todo
lo contrario, a lo que está proponiendo Trump, hoy, para el pueblo
norteamericano. En febrero de 2022, Putin ordenó invadir Ucrania (ya antes
había invadido Crimea) a través de la denominada “operación especial en
Ucrania”, lo que provocó la condena y el aislamiento de parte de la comunidad
internacional. Félix Badia, en su sitio HISTORIA Y VIDA (LA VANGUARDIA) nos
aclara que “al margen de la ideología de quien gobierne en el Kremlin, su
política exterior es muy similar. La estrategia expansionista de Putin es muy
parecida a la de Stalin, tiene los mismos objetivos y obedece a iguales
motivos. Incluso los argumentos públicos son idénticos: la seguridad nacional y
la grandeza histórica. En el fondo, el zarismo nunca ha terminado de
desaparecer”. ¿Y acaso es muy distinta a la de EE.UU.?
El
17 de marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió una orden
de detención contra Putin, bajo la acusación de crímenes de guerra, durante el conflicto con
Ucrania. Pero en noviembre del 2024, también ordenó el arresto del
primer ministro de Israel, el genocida Benjamín Netanyahu, y su exministro de
Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra y de lesa humanidad. Así como contra el comandante terrorista de
Hamas Mohammed Mohammed Deif (presuntamente muerto), por cargos que
incluirían crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos
durante la conflagración entre Israel y Hamas iniciada el 7 de octubre de 2023.
Y
entonces me pregunto ¿en qué manos está nuestra humanidad? ¿Invasores,
genocidas, terroristas, torturadores, asesinos, depredadores, es necesario algo
más para destruirnos entre nosotros mismos como sociedad? Algunos me dirán que
la humanidad siempre ha sido y seguirá, siendo así. Estos señores, supuestamente
líderes, a quienes les interesa únicamente su protagonismo personal, y quienes
deberían protegernos -tanto frente a nuestros excesos como también ante
nuestras debilidades - nos utilizan para jugar con nosotros a la caza del gato
y el ratón.
Ellos
ponen el queso, y también la trampa. Los ratones los ponemos nosotros.