La Tercera Opinion
Friday, December 26, 2025
Tuesday, December 23, 2025
Tuesday, December 16, 2025
Matar un ruiseñor...
Al finalizar un año más, y comenzar uno nuevo, me permitiré solicitar, tanto al Santa Claus de los regalos navideños, como a los generosos Reyes Magos, que traerán aún más regalos para nuestros hijos y nietos (me gusta llamarlos nuestros ruiseñores) que además de tantos regalos para ellos, nos traigan, a los mayores, unos minutos de reflexión, sobre nuestra responsabilidad para traerlos al mundo, y criarlos.
Un ruiseñor
es un ave pequeña, famosa por su canto melodioso y hermoso,
que ha inspirado mitos y literatura, simbolizando amor, anhelo y compasión,
aunque también simboliza un ave común que enfrenta amenazas por la alteración
de su hábitat. E inspirado en él, nace una novela de 1960 de la
escritora estadounidense Harper Lee, “Matar un ruiseñor”, más tarde
llevada al cine, donde el ruiseñor simboliza la inocencia y la injusticia.
El
título de la novela remite a una frase de uno de los principales protagonistas,
dirigida a su hijo, para expresar lo valioso de la vida y le dice “que no
emplee su escopeta para matar a seres vivos que no han hecho ningún
mal ni lo pueden hacer, puesto que es un pecado «matar a un sinsonte”. (En
alusión a un ruiseñor) Y es que, lamentablemente, cada vez que matamos a un
niño en nuestras sociedades, matamos un ruiseñor; un ser vivo que no ha hecho
ningún mal ni lo puede hacer, porque ni siquiera tiene la capacidad ni los
motivos para hacerlo. Pero que, al igual que el ruiseñor, enfrenta las amenazas
de la alteración del hábitat en el cual se cría.
Y
quiero hoy referirme a dos últimos casos, en especial. Lamentablemente, en
nuestro pequeño y hermoso Uruguay, tenemos demasiados ruiseñores muertos,
debidos a la alteración de ese hábitat en el cual les ha tocado vivir.
Alteraciones injustas, desmedidas, desproporcionadas, producidas por quienes
les dieron la vida, y deberían protegerlos pese a todo, y contra todo; menos,
contra ellos mismos.
Hemos
tenido varios casos de compatriotas que -pretendiendo demostrar su apego hacia
ellos -y a su vez tomándolos de rehenes de un conflicto familiar mal resuelto, son
sus ruiseñores los que pagan las consecuencias. En septiembre, del 2025, tuvimos
quizá el último y doloroso caso de un padre que -enojado con la madre de sus
ruiseñores – los raptó y los mató. “No me puedo ir del mundo sin
ellos”, fue el grito de guerra contra su excompañera y madre, con quien
había estado durante 13 años, y tratando de exculpar su miserable venganza.
El
asesino violó la restricción de acercamiento a su ex pareja para llevarse a los
niños, en su auto, y hundirse junto a ellos en un arroyo. Un hombre
joven, quien en un audio de WhatsApp contó que se intentó suicidar varias
veces. El caso fue catalogado como violencia vicaria, que se da cuando
un hombre daña a sus hijos para generar un dolor a la madre. Y bueno por
lo menos descubrimos un nuevo virus para ponerle un nuevo nombre “violencia
vicaria”. Andrés Morosini, el padre de los dos niños, tenía 28 años. Sus
ruiseñores, Alfonsina y Federico, tenían seis y dos años.
Las
pericias muestran que el padre había frenado el auto antes de llegar al arroyo
y se tiró con las ventanillas abiertas, permitiendo
que ingresara agua al vehículo y que los menores no pudieran escapar. ¡Fue una
especie de ejecución ilegal, sin juicio previo, ni defensa, ni oportunidad de
expresar sus derechos y sus voluntades!
Los hijos, en estos casos, son como bienes materiales utilizables a
discreción, según las motivaciones personales del ejecutor.
El segundo
caso, y el que me motivó hoy, a insistir en el tema, refiere a un desgraciado
evento ocurrido recientemente (10.12.2025) en nuestra querida
República Argentina, y la escalofriante carta de un padre antes de matar a su
hijo de 4 años, aclarándole a su madre, que “Nos vamos con Fran”. En la
localidad argentina de Coronel Suárez, Gustavo Suárez, de 48 años, paró su
camión sobre la banquina, llamó a su esposa, Daiana García, para decirle
que asesinaría al hijo de ambos, y, cumpliendo su amenaza, le dio un balazo a
su ruiseñor, y luego se mató.
La
mujer llegó a llamar a la Policía, que ubicó el vehículo, pero al ingresar
notaron que Suárez ya estaba muerto, y
Francisco herido de gravedad. El niño llegó a ser internado en un centro
hospitalario, pero falleció pocas horas después. Antes del hecho,
Suárez había dejado una carta que fue encontrada por los efectivos policiales
dentro del camión. “Nos vamos con Fran, así estás tranquila como lo decidiste”,
dice el comienzo del texto dirigido a la madre del menor. A su vez, Suárez indicó: “Lo único que quería era
ver a mi hijo crecer feliz con su mamá y papá y con un hermanito”. “Me
voy con mi bebé Francisco [porque] le prometí cuidarlo siempre y así lo
haré”.
Bueno,
¡vaya forma de cuidarlo; simplemente matarlo, sin siquiera darle la oportunidad
de poder decir un “te quiero, pero no me mates, porque estás demostrando que
en lugar de quererme a mi, te querés más a vos mismo, y a tus errores”. Lo más lamentable, es que Gustavo Suárez,
expresaba a su esposa, que “Vos no lo vas a volver a ver nunca más, vos te
lo perdiste”, e incluyó, en varias ocasiones, “el que ríe último, ríe
mejor”. ¡Vaya! ¿Reír mejor por matar a un ruiseñor?
¡Cruel;
verdaderamente cruel! Es evidente que, en cualquiera de los dos casos citados,
eran mentes alteradas por conflictos familiares entre parejas que ellos mismos
crearon. No pretendo hacer una crítica
ni una acusación personal a esos seres desequilibrados. Sería inútil. Ellos no
lo entenderían, ni tampoco lo aceparían. Además, ya no están. Nos dejaron su
doloroso legado, y pretendieron liberarse de culpa, eliminándose ellos también.
En
todo caso, estas reflexiones pretenden ser, también, además de un llamado desesperado
a quienes cegados por su resentimiento, cobran la vida de sus inocentes, una
advertencia a nuestras sociedades, para que, recordando lo que el abogado Atticus
Finch, en la novela, le aconsejaba a su hijo, “no empleen su escopeta -cargada
de odio e intolerancia - para matar a seres vivos que no han hecho
ningún mal ni lo pueden hacer, puesto que es un pecado «matar a un ruiseñor”.
Y lo pido especialmente, recordando también, a aquellos genocidas que mataron
miles de niños inocentes durante el holocausto judío, en Alemania, como a quienes
hoy matan a otros miles de niños inocentes durante el holocausto palestino, en
Gaza.
Matar
un inocente ruiseñor; ¡es reivindicar la vergüenza humana, por no saber, ni
querer, ni aceptar, convivir entre seres humanos! ¡Que los perdone Dios; yo no
puedo!
Friday, December 12, 2025
¡La dictadura sindical debe finalizar!
¡Los ciudadanos de este
país, estamos absolutamente podridos y cansados, del abuso y la dictadura
sindical!
Hoy, 11 de diciembre,2025, a pocos días de las festividades en las cuales los uruguayos nos permitimos relajarnos, juntarnos, abrazarnos, y disfrutar en familia y amigos de momentos de paz, de tranquilidad, de regocijo, y de especial alegría, la prensa nos informa que -una vez más – y como para amargarnos el día, hay un nuevo Paro en el puerto de Montevideo. Que El Sindicato Único Portuario (Supra) anunció la paralización total de las actividades en la Terminal Cuenca del Plata (TCP) hasta el viernes a la mañana, advierte por nuevas medidas, y que una vez más los camioneros denuncian quedar de "rehenes".
¿Con
qué motivo, esta vez, y ya son demasiadas? Pues con motivo de la negociación en el
Consejo de salarios. ¿Para presionar, será? ¿Para seguir órdenes del Partido Comunista,
que hoy rige la famosa Central de trabajadores PIT-CNT, y que, además hoy
cuenta con la presencia de uno de sus históricos Secretarios, al frente del Ministerio
de Trabajo? Ahora, el secretario general del Supra, Álvaro Reinaldo,
dijo a El País que, "de no avanzar en la negociación, el gremio tomará
medidas".
¿Qué
tal? Así nomás; más allá de las instancias legales y acordadas a través de los
Consejos de Salarios, el sindicato tomará medidas sin importarle lo que ha
significado y significa, perder negocios portuarios, por los armadores que, sin
pena ni gloria, se van a operar a Brasil, o Buenos rentable Aires, ¡y entonces perdemos la
destacada posición lograda -tras muchos años de esfuerzos y sacrificios, como
el hub logístico portuario más confiable dentro de la competencia en nuestra
región!
Y
en lugar de ganar, perdemos salarios; perdemos negocios portuarios y todo
aquello que lo alimenta, y que son miles
y miles de trabajadores de distintas actividades que participan; entre ellos,
esos camioneros que hoy advierten nuevamente, quedar de rehenes, de unos caprichosos
y obstinados que pretenden dictaminar lo que se hace, como se hace, y quienes
lo hacen, dentro de ese oscuro mundo sindical portuario. Esto es una especie de atropello de fanáticos
futboleros que, sin importar el resultado que arroje la competencia, dentro de
la cancha, pretenden prepotear y ganar protagonismo por fuera, según sus
viscerales emociones.
Y
es que yo, como simple ciudadano, tengo todo el derecho del mundo y el que me
concede mi país, para decir ¡YA BASTA! Terminemos con esta dictadura sindical
que lo único que ha hecho siempre, y los sigue haciendo, es trabar
ideológicamente los que tanto esfuerzo producimos entre todos. Pero es que hay
que ser loco, desviado, irresponsable, o hijo de puta declarado, para tomar decisiones
suicidas para nuestra sociedad.
Y
es que si fuera por ellos, ni siquiera tendríamos hoy los beneficios - gracias a
las inversiones extranjeras - de ser ese hub portuario confiable y rentable,
para la actividad portuaria internacional, que hoy es uno de nuestros diferenciales.
Ni tampoco tener uno de los mejores y
más reconocidos y aplaudidos aeropuertos del mundo. ¡Siempre trancaron todo
aquello que no fuera el resultado de una inversión estatal, al mejor ejemplo
del fracasado comunismo de nuestros países hermanos!
¡Tengo
todo el derecho el mundo, y en especial el que me brinda mi país, para exigir
la inmediata remoción del comunismo intolerante que hoy domina el PIT-CNT, y
los sindicatos envalentonados por esta permisividad gubernamental! Los uruguayos, con sangre y lágrimas, hemos apostado demasiado
a la reconciliación social, como para que un pequeño grupo de intolerantes resentidos,
pretendan marcarnos el rumbo de lo que ya sabemos que no queremos aceptar. Si es necesario
juntaremos firmas e invitaremos, a uno de esos plebiscitos que tanto le encantan al PIT.-CNT,
y de los cuales siempre salieron perdiendo. ¡Pero esta joda sindical, debe finalizar!
Tratemos de finalizar el año como nos merecemos; con un gran abrazo entre familiares, amigos, y hermanos; ¿y porque más allá de nuestras mediocres -o mejores -apetencias personales, lo que vale, es la sociedad que pretendemos construir entre todos!
¡NO AL SINDICALISMO DEPREDADOR! ¡SI,
AL SINDICALISMO ENRIQUECEDOR! (SI ES QUE PUEDE HABERLO)
Nota: La paciencia y la complacencia, son dos cosas bien distintas. Podemos y debemos ser pacientes y aceptar nuestras diferencias; pero no ser complacientes aceptando los abusos de una intolerancia destructiva y permanente.
Thursday, December 04, 2025
Padre rico, padre pobre.
Este es el título de un muy consagrado libro sobre el mundo de las finanzas, que escribieron Robert Kiyosaki y Sharon Lechter (1997) que remarca las diferentes actitudes hacia el dinero, el trabajo y la vida de dos progenitores, y como ellos tuvieron influencia en la vida de ambos.
Uruguay es un país pequeño pero
reconocido por sus beneficios sociales. Es más, está considerado como uno de
los máximos creadores del modelo de “Bienestar Social”, por parte de un Estado
“padre rico”, que marcó fuertemente la impronta de los uruguayos políticamente,
dando origen a una verdadera revolución social latinoamericana. Por ejemplo: desde hace más de una década, el que
los niños acudan a clases escolares, es una exigencia para recibir la
llamada Asignación Familiar-Plan de Equidad (AFAM-PE), una prestación
económica, orientada a los más vulnerables.
Sin
embargo, a noviembre de 2025, más de 3.000 asignaciones familiares fueron
suspendidas por inasistencias a centros de enseñanza, después de un proceso de
revinculación, entre más de 5.000
estudiantes, que dejaron de asistir a los centros educativos. La pregunta
entones es, ¿porque motivo, estos últimos dejaron de percibir asignaciones
familiares? El BPS informó además que ejecutó el pago de un bono de apoyo
económico de $2.500 a más de 114.000 niñas y niños que asisten a escuelas
públicas en contextos vulnerables.
Pero
es evidente, que si no existe una conducta familiar responsable, asociada al
objetivo del beneficio social, este se vuelve absolutamente ineficaz. Por lo
cual redistribuir más recursos para combatir la pobreza infantil gravando a los
más ricos, como propone el PIT-CNT,
parece entonces tan ineficaz como
tratar de mejorar el mar, echándole baldes de agua.. sacados del propio mar.
Creo que no es necesario quitarle a
los más ricos, algo de su riqueza, para construir el país que queremos todos, y
que, entre todos, sin tener los enormes recursos naturales como petróleo, gas,
acero, aluminio, litio, diamantes, oro, y otras “tierras raras” que tanto le
interesan a Donald Trump, en Estados Unidos, los uruguayos hemos logrado
financiarnos con cada gota y neurona de nuestro esfuerzo, innovación,
investigación, y mucho trabajo. Nuestro modelo de crecimiento económico con
inclusión social, es un ejemplo para el mundo.
Y porque al mismo tiempo, estoy
leyendo una información reciente sobre la inauguración de un importante tomógrafo, en el novel Hospital
del Cerro, en Montevideo - construido por la anterior administración gubernamental
- opuesta políticamente al actual gobierno.
¡Qué lindos que somos los uruguayos, cuando nos ponemos de acuerdo!
Cada cual y cada quién, tiene que
identificar donde están sus fortalezas y sus debilidades. Como también sus responsabilidades. Estoy se
guro de que si hoy, Uruguay, a través de sus creíbles y confiables
instituciones, les pidiera un sacrificio fiscal mayor a nuestros residentes más
ricos, para eliminar la pobreza infantil, y también las otras, fundamentado en
un proyecto bien estructurado, planificado, y fundamentado, nadie le diría que
no. Hay muchos ricos que colaboran, voluntariamente, con obras sociales de gran
impacto, que mejoran la convivencia existencial, de nuestra nación. A ellos no
los obliga nadie a desprenderse de parte de su riqueza. Lo hacen porque se
sienten motivados a hacerlo.
Y porque así, ¡construimos todos, un
país mejor! Los recursos materiales simplemente pueden ser un aliciente, en
búsqueda de mejores oportunidades. Pero
¿de qué sirve redistribuir riqueza, entre quienes no están preparados para
utilizarla?
El
PIT-CNT subrayó que esta propuesta es “una prioridad para el movimiento
sindical”, porque es inadmisible que exista pobreza infantil en Uruguay y aún
más inadmisible que esta pobreza sea hija directa de la desigualdad, cuando en
el mismo país conviven mil millonarios. Sin duda, suena muy razonable. ¿Pero
así nomás? ¿Porque sea una prioridad
para el movimiento sindical, y no una prioridad para la colectividad nacional?
E
insiste, además, en que desde el punto de vista social, “permite que
nuestros gurises lleguen de otra forma al sistema educativo, se formen, y no
sigamos hipotecando, como hoy, la perspectiva de desarrollo del país”.
Pero, frente a las experiencias ya vividas en diferentes gobiernos ¿qué
garantías tenemos de que, obteniendo mas recursos financieros de los que más
tienen, estos cumplirán su objetivo? Lo que no pudieron lograr los sucesivos
gobiernos, de una y otra orientación, ¿será capaz de lograrlo ahora el PIT-CNT,
por su sola disposición?
¿Una
respuesta sindical y sectorial, cuando -en todo caso- debería ser una respuesta
nacional, ante un tema existencial? En todo
caso, el tema ha estado muy mal planteado: viniendo de un sindicato que
permanentemente, pretende negar y exorcizar a los productores de la riqueza,
bajo consignas como; "Mientras las patronales acumulan
ganancias récord gracias al esfuerzo diario de nuestra clase, pretenden seguir
profundizando la precarización laboral, imponiendo condiciones indignas y
negando derechos conquistados". ¡Siempre la exclusión social!
Por otra
parte, “solo el 15% de los uruguayos se siente representado por el
PIT-CNT”. Incluso “La mayoría de los
frenteamplistas (63%) no se siente representada por la central sindical
mientras otro 11% no tiene opinión formada sobre el tema”. (Factum -El Observador, 2002) “La gran mayoría de la población en edad
de trabajar no se siente representada por la central, ni tampoco la gran
mayoría de los trabajadores en relación de dependencia”.
Por
otra parte, al PIT-CNT no le ha ido bien en otras propuestas presentadas, como
el plebiscito contra la LUC (durante el cual manipuló artículos, mintiendo,
para ponerlos en negativo) Ni contra la Reforma de la Seguridad Social, durante
la cual en un exceso de populismo ideológico pretendió congelar la edad
jubilatoria en los 60 años, contra las evidencias que exigen mínimamente cinco
años más de trabajo, para poder financiar las jubilaciones a futuro.
Tampoco
se ha vuelto muy simpático para la población, patrocinando la cantidad de
paros, huelgas, manifestaciones, que han inquietado al país recientemente
-causando daños y perjuicios -por luchas sindicales imposibles de justificar.
El pesquero, el lácteo, y el portuario, son ejemplos elocuentes. El país pierde
puntos en confianza institucional, a pesar de que hoy tenemos Consejos de
Salarios, acordados entre obreros y empresarios, y reconocidos por la propia
OIT (la mayor expresión internacional representante de los obreros y
trabajadores del mundo) para alinear sus conveniencias.
Conclusiones. Uruguay es hoy un país
suficientemente fuerte, creíble, y confiable institucionalmente; por lo cual
estoy seguro de que, si en caso de una emergencia social -como fue la pandemia del
COVID - nuestras instituciones nos pidieran un especial esfuerzo a “todos”, para
llevar a cabo un plan consensensuado, para erradicar la pobreza infantil, no lo
negaríamos. ¡Y hasta lo aplaudiríamos! El problema está en quién, cómo, y con
que fundamentos, lo exige. Y en manos de quiénes caerán esos rubros. ¡Que no
serán los niños! Y repito mis conceptos anteriores: “a nadie debería gustarle
vivir en un país de pobres; y menos, de niños pobres.”
Y
si; aunque el PIT-CNT y sus asesores lo nieguen, es motivo para que los
inversores, tanto nacionales como extranjeros, desconfíen de ese poder
autoritario e irracional. Digo desconfiar; no hablo de ahuyentar, pero…cada
quien, y cada cual, sacarán sus propias conclusiones.
Tuesday, December 02, 2025
Ser o no ser; ¿quitar el 1% a los más ricos, o tratar de hacer más ricos?
Pretendo opinar, hoy, sobre esa disruptora, incómoda, y para muchos -seductora -propuesta del PIT-CNT, la mayor sindical obrera del Uruguay, de quitar un 1% de sus recursos improductivos a los más ricos, para arrasar con la pobreza infantil en nuestro pequeño y hermoso país. Según el PIT-CNT, y expertos de la Universidad de la República que respaldan la propuesta de gravar con un 1% al 1% más rico, no es solo una medida fiscal; se trata de “abrir un debate profundo sobre cuánta desigualdad está dispuesta a tolerar la sociedad uruguaya”.
Y
creo que se está partiendo de un mal enfoque inicial; una cosa es gravar a los
más ricos para obtener recursos con los cuales erradicar la vergonzosa pobreza
infantil reinante en Uruguay. Que si, la hay. Pero otra cosa es abrir un debate
profundo involucrando a toda la población uruguaya sobre su desigualdad social. En principio, me atrevo a reconocer que no
deja de ser una interrogante interesante, de esas que -cada tanto -nos obligan
a replantear nuestros paradigmas existentes, y cómodamente instalados en
nuestras zonas de confort, aceptados y ya dictaminados. Pero en todo caso, y
por más argumentación económica e ideológica disponible, el PIT-CNT no es un
movimiento sindical creíble, más allá de su inclinación populista y sesgada con
la cual mucha gente no estamos de acuerdo.
A nadie debería gustarle vivir en un
país de pobres. Y menos, de niños pobres. Salvo a aquellos que, por egoísmo
extremo, parecen impenetrables. Y sin embargo los hay. Y los hay entre muy ricos
que viven en países muy pobres, y entre muy pobres que viven en países muy
ricos. Por ello también creo que nadie
debería estar en contra de redistribuir la riqueza. Pero digo la riqueza, y no
la pobreza. Porque incluso entre países muy pobres, hay ricos que, camuflados entre
los pobres, han hecho de la pobreza, un negocio personal para mantenerse en su
riqueza.
Y entonces esto, ya no es solo un
problema de pobreza o de riqueza, sino de dignidad nacional, y aún personal. “Ser
o no ser, esa es la cuestión”, la
famosa frase de Shakespeare, vuelve, una vez más, a interrogarnos a todos. Porque, por ejemplo, acabo de leer en
un medio titulado Cuba debate, que me llega entre varios otros (sin que yo los
haya solicitado, y lo agradezco) que actualmente el Hospital Materno Infantil Doctor
Ángel Arturo Aballí en La Habana, está infectado de chinches y cucarachas, poniendo en riesgo la salud de los
pacientes. La falta de higiene
y recursos, agrava la situación
CUBANET,
otro informativo, informa que un padre de familia afirma que “Estamos
sin dormir vigilando que las cucarachas no le entren en los oídos a nuestros
hijos, andan como les da la gana". ¡Mi Dios! ¿En qué
mundo estamos viviendo?
¿Esto es socialismo? ¡Y
no puedo concebir que el PIT-CNT, ese PIT-CNT que ahora expropiarle un 1% a los
uruguayos más ricos, se solidarice con el gobierno cubano! Acaso estos niños, por nacer bajo un Estado
Comunista, ¿deben obligatoriamente soportar su miseria para servir de
referentes ideológicos a quienes se aprovechan de ellos, viviendo mucho mejor
que ellos?
Insisto
enfáticamente en que este tipo de gobernantes que obliga a sus pueblos a
soportar suficientes humillaciones, ¡por un simple sentimiento humano de
dignidad personal, tendrían que renunciar! Porque confirmo mi reflexión: “tanto la
riqueza económica financiera, como la riqueza ideológica manufacturera, sirven para mantener
en el poder a unos seres humanos más ricos que a otros”. Sin que
les importe mayormente, en verdad, los pobres que quedan por detrás.
Thursday, November 27, 2025
Danza con lobos en Uruguay.
Bueno, los Sioux, directamente cortaban las
cabelleras de sus enemigos, como una práctica guerrera y ceremonial,
relacionada con la guerra, la venganza y la demostración de destreza
militar. Los descendientes de los charrúas, en cambio, como somos mucho
más pelados y no hay mucho pelo pa’cortar, nos cortamos las venas con
descalificaciones y acusaciones, para demostrar a nuestros seguidores políticos
nuestra destreza e inteligencia emocional.
Y cuando mucho nos tomamos un whisky Dunbar. ¡Pero nada de confiar en
John! Ni menos en la oposición.
Y bueno, ahora estamos nuevamente
en una verdadera danza con lobos, en la cual a Alvaro Danza, el presidente de
ASSE (un organismo del Estado) lo acusan de querer abarcar mucho y apretar
poco, con sus múltiples actividades médicas y profesionales. Hay quienes
afirman que Danza está danzando fuera de la Constitución Nacional, y otros que
aseguran que su danza es perfectamente constitucional. Y entonces, mientras
unos consultores profesionales (Estudio Delpiazo, e Integrantes del
Departamento jurídico del mismo MSP) concluyen en que puede seguir danzando,
otros le quieren cortar las patas para que no dance más.
Y es que si de algo no existen
dudas, es que Danza está danzando con lobos de la política uruguaya, con
dientes muy afilados y mucha sed de venganza. Y entre otras conclusiones, esto
ha dado lugar a que un fallo solicitado a la Jutep (Junta de Transparencia y
Etica Pública) es considerado para unos como un hijo de sus soberanas
decisiones (hijoejutep), y para otros,
hijos de mala madre (hijoeputez).
La hijoejutep ¿o hijoeputez? “Ya
nadie la toma en serio”, es el titular de uno de esos editoriales desde las
entrañas, del diario El País, de Uruguay (18/11/2025, 03:00) refiriéndose al
caso del escándalo armado en torno al
médico Álvaro Danza y su cargo al frente de ASSE. Y que le da para alimentar -además de sus
apetencias periodísticas - sus apetencias, político/partidarias, rechazando la
decisión de la Jutep, un organismo que -con su debilidades y fortalezas -fue
creado con la mayoría de nuestros representantes políticos, pero que, una vez
más, es y será rechazado cuando no nos convenga. Ni de uno, ni de otro lado. Y ya es ridículo.
¡Y es que, en política, somos
todos insaciables! Pero, en definitiva, ¡los que no nos tomamos en serio,
somos nosotros mismos! ¡Los uruguayos en su totalidad! Si esta
decisión hubiera salido favorable a los intereses políticos de la actual oposición,
dando elementos para pedir la renuncia de un soldado del gobierno, se hubiera
celebrado con bombos y platillos y grandes titulares en algunos medios de
comunicación. Pero no; resulta que para quienes no les favorece, las decisiones
de la Jutep se transforman en una hijoeputez!
¡Nos ha decepcionado! ¿Será que la verdad siempre esta del lado de la oposición,
como dice mi hermana Estela; una docente que ha dado su vida por la educación?
Pero bueno; recordemos, además, que
paralelamente a esta danza, se está llevando a cabo otra, de carácter no menos
ritual, combativa, y existencial. Me refiero al candente caso del astillero
español Cardama, y todas sus jodas - que aparentemente -nadie vio, ni se
interesó, ni previó, que podía venir. Y creo, por las evidencias,
que aquí alguien puso la cama, para que algunos de nuestros respetados
dirigente políticos, cayeran tan fácilmente en su trama.
Es un trago difícil de asimilar
para quienes pretenden acusar al gobierno de turno, cuando todo esto comenzó
antes de su turno. Muy feo; muy mal explicado, muy desprolijo, y
-fundamentalmente – muy mal aplicado, en esa danza diaria existencial en la
cual nos jugamos el futuro los “indios” uruguayos. ¿Será que realmente
seguiremos permitiendo que nos identifiquen como tales?
Conclusión: Reconozco que soy uno de esos idealistas
que cada tanto se suben a la casita montada sobre un árbol (como en los mejores
cuentos infantiles) y nos vamos a soñar con un mundo que aún no conocemos -pero
en cual todos quisiéramos convivir. ¡Es inútil; no insistamos! ¡Es un utópico
sueño, que nunca lograremos materializar!
¡Y aclaro, además, que no estoy a favor de la actitud del “indio”
Alvaro Danza, por más profesional que sea, tratando de acumular 48 horas de
trabajo, en 24! ¿Qué más le faltaba? ¿Poner una sanitaria?
Pero por lo menos no sigamos danzando y pidiendo las cabelleras
de nuestros compatriotas cuando, cuando con nuestras propias decisiones, ¡seguimos
jodiéndonos unos a otros!






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