Cardama II; ¡una vergüenza compartida!
Es imprevisible hasta ahora, imaginar en qué va a terminar esta telenovela. Pero hay que reconocer que estuvo muy mal escrita, muy mal dirigida, y que ha sido una historia vergonzante, desde su inicio.
Desde aquel inicio en donde se hizo
lo que se debía hacer, llamar a una licitación internacional, seria y con
garantías, hasta que se pudríó todo, luego de que la oferta china -la mejor
punteada - fuera rechazada por un supuesto temor al cuco de que a los gringos ¡nos
les gustara la injerencia! Y esto ya, de por sí, ¡debería avergonzarnos! Lo
cierto es que, a esta altura, aún con alguna de las otras ofertas presentadas, ya
podríamos tenerlas operativas.
Lo
que siguió de ahí en más, fue definido por el periodista Andrea Guidugli, “infodefensa.com”,
(un portal español) en 26 de octubre de 2025, como “¡Una
historia de errores, silencios, y sombras, que muchos prefirieron no ver!”
“Hace
dos años escribí -con prudencia -recuerda
Guidugli - con datos y con la esperanza de estar equivocado que el proceso
de adquisición de las OPV (patrulleros oceánicos) para la Armada
uruguaya olía a irregularidad. Señalé las sombras del astillero elegido, los
riesgos de una oferta anormalmente baja y la ausencia de experiencia técnica
real en la construcción de naces de ese tipo. Advertí también que el proyecto
podría naufragar antes de tocar el agua. Hoy, con la escisión del contrato por
parte del nuevo Gobierno, solo podemos repetir lo que nadie quería escuchar: lo
dijimos a tiempo, pero prefirieron el silencio”.
Han
sido muchas las referencias -además de ésta -que han afirmado que el bendito
Astillero Cardama, no estaba preparado para asumir este millonario contrato.
Recientemente Natalia Roba, en El Observador, nos recuerda que “el almirante
Jorge Jaunsolo había inspeccionado a Cardama en 2016 y advirtió que lo
recordaba como un astillero de menor porte que el Dique Nacional, sin dique
seco y destinado a barcos de pesca. Y
que el entonces jefe del Estado Mayor de la Armada, Gustavo
Musso, realizó un informe escrito en el que evaluó a las empresas que
habían ofertado considerando que la propuesta de Cardama era la peor, por
lo que la ubicó en el quinto y último lugar, y que, al ser elegida, Musso
pidió su pase a retiro.
Advertía
que es necesario evitar que la compra de las patrulleras se transforme en “un experimento a costa de los recursos del Estado”.
¡Joder! ¡Por ser el mayor referente de la Armada, era lapidario! Finalmente,
se cumplieron, tanto la advertencia del jefe del Estado Mayor de la Armada
Gustavo Musso“, como la del periodista
Andrea Guidugli, “infodefensa.com”, al anunciar:
¡Una historia de errores, silencios, y sombras, que muchos prefirieron no ver!
¡Una
lástima! ¡El embajador español en nuestro país, Santiago Jiménez, estaba
tan contento al disertar en el evento de cierre del año de la Cámara
Española Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Uruguay, afirmando
que “con esta compra, España se convierte en el principal proveedor de
material de defensa de Uruguay”! “Creo que es muy importante; primero,
porque supone un voto de confianza en la industria de defensa
española, y segundo también porque creo que va a aportar unas capacidades
al Uruguay que son muy necesarias”, agregó.
Conclusiones. Por otra parte, quizá no todo sea tan
negativo: un informe de avance de obra del Ministerio de
Defensa, elaborado por militares uruguayos en Vigo (Galicia, España), si bien
da cuenta de un importante atraso en los hitos que Cardama, también muestra
evidencias, de que algo se ha avanzado, por más que “Nunca se llegó al 60%” de
la obra, como ha señalado el exministro de Defensa Javier García. Ni mucho
menos que, como aseguraba el senador nacionalista Botana y recogido en un X
del diputado de Cabildo Abierto, Álvaro Perrone, “las lanchas están
casi listas”.¡Vaya fantasía!
Para
finalizar, ahora que Cardama anda buscando desesperadamente otra garantía, y
Alejandro Sánchez, deslizara, a su vez, que el contrato establece “la posibilidad
de mediación” y “se va a utilizar -y aun cuando esto no supliría las
incompetencias técnicas reconocidas del astillero -sería muy bien recibido que la propia
Embajada de España, le diera su mano garante y solidaria, al astillero de Vigo,
ya que, como afirmara el embajador, “supone un voto de confianza en la industria
de defensa española, y segundo también porque creo que va a aportar unas
capacidades al Uruguay que son muy necesarias”.
Y
porque en última instancia -y como conclusión -si esta nueva pérdida sería un
deplorable fracaso para las tareas de
soberanía que cumple nuestra Armada
Nacional, también lo sería para las declaraciones del embajador español. Y porque, más allá, ¡aquí hay muchas
responsabilidades compartidas!










