¡Que lo parió al paisito..!
En octubre del 2022, El
periodista norteamericano Noah Gallagher Shannon, de The New York Times, visitó
nuestro país y se quedó maravillado con algunas características de lo que
definió como “un pequeño país latinoamericano” que “existe como una especie
de anomalía, atrapado entre sus vecinos más grandes y más rutinarios, Brasil y
Argentina”. Y en un artículo del periódico norteamericano, elogia a nuestro
país por su “clase media” y su innovación en “energías renovables”.
En
noviembre, 2022, Brian Winter, quien dirige la revista Americas Quarterly, visitó
Uruguay, país que, según él, representa “la mayor
historia de éxito en América”, y en esto incluye a Estados Unidos y
Canadá. Asegurando,
también que "Es la democracia más fuerte de las
Américas" y tiene los mejores indicadores sociales del
continente, Según él, el éxito de
Uruguay “Trasciende
totalmente los gobiernos. Es un proyecto que lleva décadas de construcción. No
le pertenece a un gobierno ni a una ideología. No es algo de izquierda, centro
o derecha. ( ) Uruguay ha evitado lo peor de la polarización que vemos en gran
parte de América Latina y del mundo en su conjunto.( ) Por eso hay que
conmemorar casos como el de Uruguay, por más imperfectos que sean”.
En
septiembre de 2022, la calificadora de riesgo Moody's Investors Service destacó
a Uruguay, una vez más, como un país que es “un destino atractivo para la
inversión extranjera directa” destacando su “estabilidad política y
social”. Y también en setiembre, 2022, según encuesta de la
publicación Euromoney Uruguay fue elegido como el país más seguro para invertir
en América Latina, “es un refugio de estabilidad en una región volátil”,
aseguraba la publicación.
Y
quiero destacar, especialmente, los reconocimientos del editor Brian Winter, al
asegurar que somos la democracia más fuerte de las Américas, y que el éxito de
Uruguay trasciende totalmente a los gobiernos y a las ideologías. Que hemos
evitado esa diabólica y vergonzante polarización enquistada en democracias que
han demostrado ser tan endebles, en países tan ricos como poderosos. Basta
observar los últimos y recientes acontecimientos ocurridos en nuestra hermana
Brasil, donde unos fanáticos partidarios del expresidente Jair
Bolsonaro ingresaron al Congreso, en Brasilia, ocuparon el
techo, las instalaciones, los jardines adyacentes al palacio presidencial de
Planalto, destruyeron despachos e incendiaron muebles, no queriendo reconocer el
triunfo democrático de Lula da Silva.
Al más fiel estilo y similitud
del circo montado por los seguidores de “El Aprendiz”, Donald Trump, que
avergonzaron al país supuestamente más democrático y poderoso del mundo,
haciendo las mismas estupideces. (¡Oh! casualidad; para no tener que entregar
personalmente los símbolos del poder, Bolsonaro fue a refugiarse al complejo
Mar a Lago, donde también está refugiado Trump). Y ni que hablar de las
payasadas gubernamentales de nuestra querida hermana, Argentina, inventando
magnicidios vicepresidenciales, y ahora con el presidente enviando al
Congreso, un pedido de juicio político ¡contra
la Corte Suprema de Justicia!
Y bueno; por algo Brian Winter
nos ve como “la mayor historia de éxito en América”, ¡Y nos destacan
frente al resto del mundo con méritos que no son para cualquiera! No sé cómo lo
hicimos. Pero lo hicimos. Quizá porque nadie nos advirtió que no se podía
hacer. ¡Qué paisito!
Alberto Rodríguez Genta
argentaster@gmail.com
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