Cuando la pobreza vota por
más pobreza.
Les juro,
hermanos argentinos, no los entiendo. Ahora, en medio de esa payasesca lucha de
poderes entre los dos payasos mayores que han transformado a la Argentina en un
vergonzoso circo mediático, acordaron -burlándose una vez más del pueblo
argentino -cambiar un par de muñequitos para, supuestamente, consolidar el
maravilloso modelo económico implementado por el presidente, pero rechazado por
la vicepresidenta, como si no fueran parte los dos del desastre en curso. Y
cambian un ministro de economía con la prontitud de quien se cambia un
calzoncillo.
¡Absurdo!
¡Ridículo! Ni en una novela del más bajo estilo de suspenso, se puede creer en
esa estirada de la ineficiencia gubernamental que sigue empobreciendo a la
Argentina. ¿Acaso la nueva ministra de Economía trae poderes mágicos como para
cambiar, en apenas un año y poco, el fracaso estructural de la decadencia socio
económica arrastrada durante años?
Matías De
Luca, economista de LCG (London Capital Grup) advirtió que “El mercado no
recibió con buenos ojos la renuncia de Martín Guzmán. Significó que
prevaleció la política por sobre la economía y la pérdida de uno de los
ministros más ‘racionales’ dentro de la coalición gobernante”. En
consecuencia, el riesgo país se disparó. Y como era de esperarse, el índice que
elabora el JP Morgan pegó un salto de 200 unidades y se
posicionó en ¡2.574 puntos básicos! (+8,4%). Y es que era lógico. ¿Qué hacia un
hombre considerado como “racional”, en esa irracionalidad gobernante?
Recientemente,
un informe del Observatorio de la Deuda Social de Argentina, advertía sobre
la existencia de un 40% de argentinos con privaciones sociales
permanentes, tanto por la ausencia de ingresos como por la falta de derechos
sociales fundamentales, como vivienda, sanidad o educación. Agustín
Salvia (Sociólogo, Investigador Principal del CONICET, y director del
Observatorio) afirma que solo la transferencia de ingresos, han impedido que
esas cifras sigan creciendo. Aclarando a su vez que, “La pobreza, la
desigualdad y la marginalidad tienen carácter estructural”,
El informe
señala que, a lo largo de los últimos diez años, 7 de cada 10 argentinos
fueron pobres en algún momento, mientras que más de 3 de cada 10 lo fueron
de forma permanente. “Es como si a Argentina le sobraran 20 millones de
habitantes”, se lamenta. Y refiere a “el fin de un ciclo”, no porque se
vislumbre una mejora, sino porque no hay lugar para una caída mayor, aunque
salir de esta situación “llevara 20 o 30 años”. Esa pobreza extrema está
alrededor del 6-7%, -aclara -y sin los programas sociales se triplicaría,
estaría por arriba del 20%.
Y concluye
asegurando que, “esos programas sociales no permiten salir de la pobreza en
sí, lo que hacen es que la pobreza no sea más extrema”. Pero si
consideráramos no solo los ingresos, sino otras carencias sociales básicas como
una vivienda digna, no vivir hacinados o tener cloacas, un servicio de agua o
vivir en un área no contaminada, o tener servicios de salud o de educación, ahí
la situación es mucho peor. Si lo medimos ya no en términos de ingresos, los
niveles de pobreza, de quienes tienen al menos dos de esas carencias sociales
fundamentales que no tienen que ver con el ingreso, llegaríamos al 47-48%”. ¡Casi un
50% de los argentinos!
Y esta es
la Argentina del siglo XXI. De acuerdo con datos del Indec, el segundo semestre del 2021 la pobreza fue
del 37%, es decir alcanzó a 10,8 millones de personas; con una suba al
39% habría 500 mil pobres más en este primer semestre del año. Esto quiere decir que 2.800 personas a
diario engordan las filas de la pobreza o, lo que es lo mismo, que hay 83
mil al mes que dejan de pertenecer a la clase media que históricamente representó
el ascenso social en Argentina.
En un
artículo anterior, del 07 de junio, yo advertía que “Argentina está en su mejor
momento”. Si; en su mejor momento para desnudar mentiras y evaluar falsas
promesas, de quienes han vivido y usufructuado de esta situación, erigiéndose
en protectores de los más necesitados y manteniéndose en el poder gracias a
ellos. ¿Más de 70 años de peronismo, y más de 15 de Kirchnerismo, han resultado
en esto?
¿Será que
los argentinos más necesitados -y quizá más confundidos -no logran darse cuenta
que votando a quienes viven de los pobres, siguen dándoles el voto para que los
mantengan en su pobreza? Que los únicos que pueden vivir de las dádivas, son
los curas de las iglesias. Aterra pensar que pese a todo esto, y mucho más, hay
quienes siguen vitoreando a la pitonisa argentina, al grito de Presidenta,
Presidenta…profetizándole a la nación un nuevo reinado esplendoroso de decadencia
y miseria!! ¡Con lapicera recargada!
Nota: Y hablando de lapiceras; ¿notaron ustedes en las imágenes televisivas durante la firma de asunción de la nueva ministra de Economía, que todos los firmantes usaron una simple birome Bic, de las más baratas que se compran en cualquier quiosko callejero? ¿Será que le tomaron miedo a las lapiceras de verdad? ¿O que estaban todas descargadas?
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