¿Y quién es el dueño la rueda?

La rueda no es solo uno de los inventos más antiguos de la humanidad, sino también uno de los más importantes. Hoy día no podríamos imaginarnos un mundo sin ruedas, como tampoco un mundo sin Internet. Porque la rueda no es solo imprescindible para los vehículos, como los coches, o las motos, o las bicicletas, sino también para que por ejemplo funcione un reloj, una noria, u otros elementos y equipos que, desarrollados empresarialmente, contribuyen al desarrollo de una nación.

Se supone que se inventó en Mesopotamia hace más de 6000 años, y que fue inspirada luego de que los seres humanos utilizaran troncos cilíndricos de árboles para transportar o mover cosas de mucho peso; pero no se sabe quién fue el inventor. ¿Increíble, no? Así que nadie pudo patentar el invento, ni tampoco cobrar los estipendios por su utilización, pese a los enormes beneficios que hoy reporta a la humanidad. Y hoy son muchos los que logran beneficios moviendo la rueda, sin tener en cuenta quien la inventó.

En este sentido, el Sr. Marcelo Abdala, que ha dado muy malos ejemplos en los últimos meses dio, el 1º. de mayo, celebrando el Dia de los trabajadores, un discurso desafiante y excluyente, dirigido a “Los que movemos la rueda”. Porque aparentemente, para el PIT-CNT, los únicos que mueven la rueda en el país son los 370.000 trabajadores afiliados a su organización, más allá de los 1.700.000 trabajadores activos del Uruguay.

No son trabajadores que mueven la rueda los cientos y miles de pequeños productores rurales que se levantan diariamente en las crudas madrugadas, con lluvias y fríos bajo cero, a ordeñar las vacas que nos dan el mejor alimento del mundo como es la leche.  No son tampoco, trabajadores, los productores agrícolas que se levantan temprano y trabajan hasta la noche cosechando los cultivos con los cuales alimentarnos y -además -producir las divisas e ingresos necesarios para sustentar los beneficios sociales de la nación a través de las exportaciones.

¿No son trabajadores los empresarios que todos los días abren las puertas de sus empresas, para que puedan ingresar miles de otros trabajadores y hacer funcionar una empresa que produzca bienes y servicios para toda la nación?  ¿No son trabajadores los creadores de las miles de empresas Pymes, que sustentan el 80% de la actividad laboral y productiva del país? ¿Las panaderías, las cerrajerías, las tintorerías, las carnicerías, las peluquerías, y tantas más, que nos suministran sus servicios día a día?

¿Y los médicos, y los profesionales que nos brindan sus servicios día a día, sin ser empleados?

Con la particularidad de que ellos no organizan marchas, ni huelgas, ni desconocen convenios salariales, ni piden aumentos, ni perjudican a la población haciéndoles faltar sus productos. ¿Así que quienes no son empleados u obreros afiliado al PIT-CNT no son trabajadores? Y yo le preguntaría a Abdala, entonces, cual debería ser el discurso de ese maléfico empresariado, tan demonizado, que, en su conjunto, crea y produce los bienes y servicios para que se mueva la rueda, produciendo los miles de empleos que lo alimentan a él y sus miles de afiliados. 

Sería: ¿Los que inventamos la rueda?

Ese empresariado que, para mantener la paz laboral, debe soportar los abusos sindicales de quienes pretenden, permanentemente, descalificar, obstaculizar, torcer, o imponer sus decisiones, por sobre la responsabilidad de los éxitos o fracasos, de sus directivos. ¿Y en todo caso, no son estos trabajadores quienes, más allá de moverla, ponen el palo en la rueda? En todo caso deberemos coincidir en que hay quienes inventan la rueda, quienes la mueven, y también quienes la trancan.

Reconozco que hay quienes se regodean y festejan anunciando el fin del capitalismo. ¡Pues yo creo, simplemente, que el día que se termine el capitalismo, se termina el mundo humano! Como también me atrevo a vaticinar que el día que desaparezca el buen sindicalismo, se empobrece el mundo humano. Lo cual no creo que justifique el permanente desconocimiento del otro, porque eso también es una forma de violencia. ¡Y de trancar la rueda! Que es “de naides y es de todos..” según las coplas Del Payador Perseguido, interpretadas por el gran Atahualpa..