Alcatraz, una cárcel temida, y
un proyecto de vida.. Alberto Rodríguez Genta
Pero en
2003, nacía en Venezuela otro Alcatraz, destinado también a albergar
delincuentes y malvivientes; el Proyecto Alcatraz. Nacía como
respuesta a un ataque armado a uno de los guardias de seguridad de la empresa
Ron Santa Teresa. Pero la advertencia era muy distinta; algo así como “Si
rompes las reglas vas a prisión, pero si quieres recuperarte ven a la Hacienda Ron
Santa Teresa”. Su propulsor fue el presidente
ejecutivo de CARST, (Compañía Anónima Ron Santa Teresa) Alberto C. Vollmer.
¿Qué es el
proyecto Alcatraz? Proyecto
Alcatraz, es una iniciativa de C.A. Ron Santa Teresa (CARST) para erradicar la
delincuencia sin violencia. Su origen fue cuando tres jóvenes
delincuentes de la banda “La Placita”, (Municipio Revenga, Estado Aragua)
atracan una noche a mano armada a un guardia de CARST y le quitan el armamento
y radio. A raíz de este incidente, que normalmente suele finalizar con
balaceras, sangre y muertos, en Venezuela, el equipo de seguridad captura a los
atracadores y lo comunica a la empresa.
Ante el hecho consumado, y por iniciativa de su
presidente ejecutivo, se les ofrece a los atracadores dos opciones: 1) entregarlos
a la policía; y 2) hacer trabajos de siembra y trabajos varios en la hacienda, sin
nada a cambio más que el sustento básico, para pagar la falta, y durante tres
meses. Y después de una breve negociación, los delincuentes escogen la segunda
opción. La sorpresa fue que, varios días después, los jóvenes solicitan incluir
al resto de la banda. Este primer grupo Alcatraz se constituye con 22 jóvenes. Pero
posteriormente, se sumará un segundo con 34 integrantes de la banda rival del
barrio “El Cementerio”. En agosto de 2004, ya existían por lo menos cuatro
bandas cuyos miembros aspiraban a integrar el Proyecto Alcatraz. Y ello daría
lugar a una iniciativa de inversión comunitaria, que se transformaría en
“bandera” de la compañía, como iniciativa de “Responsabilidad Social
Empresarial”.
“Yo escuché hablar a los delincuentes; les oí
decir que tenían miedo -relata Alberto Vollmer en una entrevista - así
que les presenté dos opciones. La primera era ir a la prisión y la segunda era
trabajar por tres meses a cambio de nada”.
Durante tres meses los jóvenes
se mudan a una localidad remota en
Trabajan desde las 6:00am hasta las 2:00pm. Tres
veces por semana bajan de su lugar de trabajo por las tardes para compartir
charlas de valores, autoestima, sesiones con psicólogos y prácticas de Rugby. A
partir de octubre de 2003, el entrenador de rugby es un profesional costeado
por la Corporación Andina de Fomento (CAF, hoy Banco de Desarrollo de América
Latina)). (Alberto Vollmer es un ex -rugbier, convencido de la importancia
de este deporte para fomentar el trabajo en equipo)
Al término de estos tres
meses, los egresados de Proyecto Alcatraz pueden optar por insertarse
socialmente en un empleo formal, o continuar su formación. Para ello se creó el
Taller del Constructor Popular –uno de los seis proyectos de inversión social -en
donde aprenden técnicas alternativas y convencionales de construcción de
viviendas. Del mismo modo pueden optar por Café Alcatraz - otro de los
proyectos - en donde participan de todas las etapas del proceso de producción
de café gourmet, y luego participarán en la distribución y venta del producto.
El trabajo comunitario lo realizan cambiando la imagen de las casas de los
vecinos, y logrando de esta forma, que estos cambien la imagen que tienen de
ellos.
Alcatraz, explica un documento aportado por sus
creadores, tiene la finalidad de “neutralizar” a los jóvenes infractores o
delincuentes y transformarlos en “líderes del cambio” a través del trabajo.
“Busca convertirlos en multiplicadores de la visión del municipio y transformar
el peor problema que existe en la comunidad (la mezcla de desempleo con
inseguridad) en una fuente de bienestar para todos”.
“La empresa del siglo XXI está llamada a
invertir agresivamente en el tema social -aclara Vollmer- Las empresas
no se desarrollan en un ambiente de pobreza. Si no inviertes en el tema social,
serás víctima del tema social. Mi mundo
empresarial se encuentra en el Municipio Revenga y uno quiere lo mejor para el
ambiente donde se halla su empresa. Por eso creo que el destino de esa
localidad es que se convierta en el sueño turístico y creo que Proyecto
Alcatraz es el gran catalizador para esa transformación, es el motor para
romper la barrera del miedo y la inseguridad, haciendo así de este lugar lo
mejor y ejemplo de otros”.
Nota: El 3 de
octubre de 2006, y durante el Congreso
organizado por la Asociación de Recursos Humanos de la Argentina (ADRHA)en
Buenos Aires, cuarenta ex -peligrosos delincuentes venezolanos tomaron la sala
del Auditorio de Telecom, en la Planta Baja, y se hicieron con el micrófono de
quien coordinaba las ponencias. Pero aquello no era ni un asalto ni una
amenaza; habían sido invitados a exponer ante los asistentes, uno de los casos
mundiales más resonantes de erradicación de la delincuencia, sin violencia. El
Proyecto Alcatraz. ¡Y quien mejor que ellos, para contarlo! Un dato curioso:
Proyecto Alcatraz estuvo jugando entre el 27 de septiembre y el 1 de octubre de
2006, un torneo de rugby en Tucumán, Argentina.
Actualmente, se han desarticulado sin violencia un total de 11 bandas criminales
y se redujeron de 114 a 12 los homicidios por cada 100 mil habitantes. Se han
reclutado más de 2000 niños para el rugby evitando ser reclutados por la
delincuencia. Y recientemente, un grupo de alcatraces acompañados por Alberto Vollmer,
estuvieron presentando el proyecto en un conocido restaurante de España, y
preparando ellos mismos los cocteles para maridar los platos. El respeto, la disciplina, el trabajo en
equipo, el espíritu deportivo, y la humildad, son los cinco pilares que dan
soporte al proyecto, aclaró Alberto Vollmer.
Reconocimientos. El Banco Mundial lo calificó como “proyecto
modelo”, a ser replicado en otras localidades, durante la segunda conferencia
sobre Juventud, Paz y Desarrollo, celebrada en Sarajevo.
Asimismo, fue presentado como caso de estudio en la Escuela de Negocios de la
Universidad de Harvard, y su red de 10 universidades iberoamericanas. El Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) se interesó en replicarla para disminuir índices de
delincuencia e inseguridad en América Latina. La Universidad de San
Diego, les concedió el Premio Beyond Sport. Entre 2004 y 2009, el
proyecto ocupó la primera página del Wall Street Journal, artículos
en el Financial Times, y otros reconocimientos.
Conclusiónes. Alberto Vollmer -el joven presidente de la Hacienda Ron Santa Teresa, una empresa y una familia muy conocidas en Venezuela –sabía que los métodos tradicionales no iban a resolver las cosas. Mandar a la cárcel a aquellos 3 jóvenes delincuentes integrantes de una banda, a quienes lograron capturar, solo tendría el efecto de una anestesia temporal. Había que decidirse a inventar algo distinto; algo que apuntara al futuro y no al presente. Algo que cambiara radicalmente los paradigmas existentes. Había que desactivar el problema para poder entenderlo. ¡Compartirlo, para poder resolverlo! Y para que no se repita. No era solo la seguridad de la Hacienda y de la familia Vollmer la que estaba en juego; era todo el Municipio Revenga con sus 43.000 residentes, y unos índices de delincuencia alarmantes. Hoy, más de 200 jóvenes venezolanos han podido cambiar su vida gracias al rugby y al Proyecto Alcatraz, de Ron Santa Teresa.
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