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Monday, December 26, 2022

 ¿La democracia es para los chetos, o para los  chotos?


Marcos Galperin, fundador y CEO de Mercado Libre, la empresa  Argentina que integra el ranking de las 100 más valiosas el mundo, y quien vaya a saber por qué designios vive en Uruguay desde diciembre de 2019, pocas semanas después de que Alberto Fernández ganara en las PASO, escribió irónicamente esta mañana (23.12.2022) en Twitter, que "la democracia es para los chetos". Y según el medio argentino Infobae, el tuit se refirió a la decisión del presidente Alberto Fernández de no acatar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que le ordenó al gobierno nacional devolverle a la Ciudad de Buenos Aires el porcentaje de coparticipación que le había quitado, para dárselo al Gobernador alcahuete del Kirchnerismo.

(Aclaro que el término cheto se utiliza en varios países sudamericanos para aludir a aquello que resulta muy costoso, elegante o distinguido).  ¿Será esa la definición de Galperín? Y bueno; cuando Alberto se pone bravo, es así. Yo, gobierno, y me paso por el culo las decisiones de la Corte Suprema de Justicia de mi país. ¿Tamos? Y entonces a mi me ha dado por pensar que la democracia, más que para los chetos, como dice Galperín, ¡es para los chotos!

Porque no entiendo como un pueblo culto y de inmensas riquezas naturales y también humanas, como Argentina, tiene una inflación de un 100%, un riesgo país de 2.400 puntos, un índice de pobreza de casi un 40%, y unas reservas netas de apenas U$S 3.300 millones! Según se desprende de un informe elaborado por Idesa (Instituto de Desarrollo Social Argentino) hoy la Argentina no solo es triple Campeón Mundial en futbol, sino que también es Campeón Mundial en Inflación. Y las evidencias muestran que no es solo mérito de este gobierno, sino que en los últimos 62 años, varios se han repartido el mérito.

Los peronistas gobernaron el país aproximadamente la mitad del tiempo, con un déficit fiscal promedio del 3% del PBI anual y la inflación del orden del 78% anual. Los militares gobernaron un cuarto del período con desequilibrio en las cuentas públicas de 4% del PBI anual e inflación del 132% anual. Y los radicales, solos o en alianza, gobernaron el otro cuarto del período con déficits fiscales del 7% del PBI anual y una inflación del 386% anual.

Porque tampoco entiendo como ahora Brasil, integrante del anquilosado MERCOSUR, creado allá por los ’90, por cuatro países de la América del Sur, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con celosas y lapidarias exigencias en materia de derechos humanos, defensa a ultranza de la democracia, y otras cositas más, ahora se apresta (al igual que Alberto Fernández) a pasarse por donde no le da el sol, los postulados del bloque regional, e impulsar el reintegro de Venezuela al bloque regional.

Siendo el MERCOSUR una comunidad bien intencionada desde los aspectos socioeconómicos, pero prostituida por la complicidad ideológica con quienes no supieron mantener la dignidad de sus compromisos. Ni tampoco abrirse al mundo, durante sus treinta años de un paradigma retrógrado, en busca de nuevas oportunidades frente al resto del mundo.

Pero nada mejor se le ocurre al gobierno brasileño, el lugar de mirar alianzas y oportunidades futuras con los principales países del mundo, en un mundo cada vez más exigente y competitivo, que volver a aliarse con uno de los países más atrasados y empobrecidos del mundo. ¡El país que, debido a su fracaso económico y social, le quedó debiendo más de 30 millones de dólares al Uruguay, por envío de leche y productos de primera necesidad para su población! ¡Qué socio como para avanzar antes las exigencias y acuerdos del resto del mundo!

Recordemos que, en 2006, Venezuela firmó el Protocolo de Adhesión al Mercosur, completando el proceso en 2012, momento desde el cual se convirtió en miembro pleno.  Y que, en 2017, sin embargo, los países miembros del bloque económico decidieron suspenderla por tiempo indefinido, exigiéndole que restaure la democracia de inmediato. El canciller de Brasil, entonces, Aloysio Nunes, dijo en una conferencia de prensa en Sao Paulo que los países fundadores, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, decidieron aplicar la "cláusula democrática", es decir, el Protocolo de Ushuaia.

Esta permite la imposición de sanciones incluso de tipo económico y comercial a los países en los que se rompa el hilo institucional. Nunes argumentó que se trata de una "suspensión de naturaleza política, por consenso, una sanción grave contra Venezuela". "Estamos diciendo: Detengan esto, basta de muertes, basta de represión. No es posible infligir tanta tortura al pueblo", dijo el canciller tras la reunión de emergencia que convocó el bloque para abordar el tema de Venezuela. Además, el Mercosur sumó presión internacional al presidente Maduro, instando al gobierno venezolano a que desmantele la recién creada y anticonstitucional Asamblea Nacional Constituyente.

A lo cual Nicolás Maduro, presidente de Venezuela (hombre ma duro que una piedra cuando se enoja) respondió altivo, altanero y en alta voz: "A Venezuela no la van a sacar nadie del Mercosur -“Es como que nos cortaran del mapa y nos expulsaran de América Latina. Somos Mercosur de alma, corazón y vida. Y unas oligarquías golpistas como la de Brasil o unas miserables como la que gobierna Argentina podrán intentarlo mil veces, pero siempre estaremos ahí", dijo. ¡Así, nomás, a lo puro macho! (¡O a lo puro Alberto!)

Pero la expulsaron. Y Venezuela hoy sigue siendo una dictadura, no hay respeto a los derechos humanos, siguen habiendo prisioneros políticos y torturas, los venezolanos siguen pasando hambre y necesidades, y se van en bandadas del país (unos 7 millones) a donde puedan encontrar un mejor destino. (¡Bienvenidos los tantos hermanos venezolanos que han llegado a Uruguay!) Sin embargo, ahora, el canciller designado del próximo gobierno de Brasil, que asumirá el 1 de enero, Mauro Vieira, y el mismo presidente electo, Lula da Silva, luego de ser liberado, tras 19 meses de prisión, y vuelto a ser reelegido, anuncian que alentarán el regreso de Venezuela al Mercosur. (¿¿ ¿?) ¿Es esto una joda? ¿Es que nadie aprende nada?

Un país (o mejor dicho, un gobierno) porque este gobierno no representa el real sentir ni el verdadero espíritu de solidaridad y hermandad del pueblo venezolano, condenado por las Naciones Unidas en informes firmados nada menos que por la socialista Michelle Bachelet, y cuando, a noviembre del 2022, el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, pidió reanudar la investigación por los crímenes de lesa humanidad del chavismo.

Entonces, ¿será que tiene razón Galperín con lo de los chetos? ¿O que tengo razón yo, con lo de los chotos? Digo, porque la noble y bella democracia da para todo..!

 

 

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