Piel de Judas…y algo más.
“Es una mujer ácida y
frontal, tildada tanto de "perversa" como de "camionera", y
según la discusión, a lo largo de la puesta, será la de si Marion es una mujer
extraordinaria o "una flor de hija de puta". Se lo enuncia así y no
hay cómo suavizarlo. (El País, Uruguay, 14.07.2022. Y Susana Giménez, con su particular e
innegable estilo propio, se da un baño de risas cuando se despacha con un
lenguaje insolente y chabacano; cuando se llena la boca con cada insulto e
improperio, que aparecen en momentos precisos. Eso conducirá a situaciones que
empujan a Marion a replantearse su vida y mejorar su actitud, al punto de que,
decide operarse de la vesícula.
Y esto me lleva,
inconscientemente a imaginarme una obra teatral llamada “Piel de asfalto”,
surgida de los hechos recientes de la realidad argentina, protagonizada por la
diva de las obras de vialidad de aquella nación, la vicepresidenta Cristina
Fernández de Kirchner, y actualmente en exhibición. No se si Cristina está dispuesta a operarse
de la vesícula, pero que la tiene comprometida, no hay duda alguna. Porque al
igual que Marion Bruker, hoy Cristina debe apelar al ingenio y el sentido del
humor, para enfrentarse a la infidelidad de tantos judas.
La infidelidad de
tantos ayer colaboradores y beneficiados durante la gestión presidencial de su
esposo, Néstor Kirchner, y que luego fueron fieles seguidores durante sus
gobiernos, hasta que la manzana pudrió el cajón. ¡Y entonces, increíblemente,
muchos fieles se volvieron infieles, y muchos infieles se volvieron fieles!
¡Vaya, que es complicado este peronismo -kirchnerismo! Porque más allá de las
confesiones de los innumerables fieles – hoy arrepentidos -que incluso
mostrando anotaciones en cuadernos celosamente guardados, exorcizaron sus
pecados, también sucedió que algunos ayer infieles que hablaron pestes contra
la Marion Bruker argentina (Cristina) hoy se declaran celosamente fieles a ella,
contradiciendo sus anteriores afirmaciones!
Tal es el caso del hoy
presidente, que ayer hablaba pestes de la hoy vicepresidenta, que a su vez lo
propuso y puso como presidente, y ahora se ha vuelto más creyente que el
apóstol Tomás, quien negaba la Resurrección de Cristo mientras no viera y
tocara personalmente las heridas inflingidas a Jesús, en la cruz, y metiere su
mano en su costado. (¿Acaso Cristina metió la mano en el costado de Alberto?)
(¿O al revés?)
Porque recordemos tan
solo, y no quiero abundar, lo que en un video del 8 de noviembre de 2019, Alberto
expresa sobre Cristina: “toda su accionar institucional es deplorable; todo
lo que hizo en materia judicial es deplorable, toda su intromisión en la
justicia es deplorable, lo que hizo con el consejo de magistratura y con la
designación de los jueces subrogantes, lo que inició con la llamada
democratización de la justicia, todo eso
es deplorable, lo que hizo con el tratado de Irán es deplorable, la muerte de
Nisman es deplorable, la no resolución de la muerte e Nisman es deplorable. En
el segundo mandato de Cristina a mí me cuesta muchísimo, muchísimo, encontrar
un elemento valioso”.
Pero Cristina,
consciente de sus ambiciones y también de sus limitaciones, lo nombra presidente,
en diciembre de 2010, ya que su propia imagen estaba suficientemente devaluada
como para presentarse directamente, y como forma de evitar los golpes y las
acusaciones de la justicia en su contra, por actos de corrupción en la obra
pública. Actos que denunciaría recientemente el fiscal Diego Luciani, acompañado
por el también fiscal Sergio Mola, afirmando que “Al asumir
Néstor Kirchner la Presidencia de la Nación y luego su esposa, Cristina
Fernández, instalaron y mantuvieron en el seno de la administración nacional y
provincial de Santa Cruz una de las matrices de corrupción más extraordinarias
que lamentablemente y tristemente se hayan desarrollado en el país”.
También es extraño el
caso del fiel apoyo a la vicepresidenta de los peronistas, cuando, según la
página 72 de la desmitificadora biografía "Cristina Fernández", la
protagonista pronuncia -ante su interlocutor de entonces - Antonio Cafiero (quien
buscaba la firma de la gran dama para construir un monumento al General Perón),
una frase lapidaria: "Yo, para ese viejo de mierda, no pongo mi
firma". (Por curiosidades de la historia, esa estatua terminó
levantándola Mauricio Macri, ubicada en la plaza Agustín P. Justo).
Y también se recuerda
cuando una tarde, y ante un importante miembro de su gabinete, que huyó hace
años de su lado, la ex presidenta le soltó a quemarropa: "Yo no soy
peronista; el viejo fue un hijo de puta. Nos dejó a Isabel y se cagó en el
trasvasamiento generacional". ¡Vaya peronismo, pues..! Y claro, es
difícil imaginarse a peronistas con cartera Luis Vuitton, depositando millones
de dólares en un banco a nombre de su hija, o comprando estancias cuya
extensión superan en 20 veces la ciudad de Buenos Aires
Sin embargo, mientras
la sociedad argentina se caga de frío, los agricultores y los camioneros no
tienen gasoil para echar a andar la economía, y se pagan millones de dólares
diarios para importar el gas que le sobra a una Vaca Muerta que no resucita, ya
se gastaron los reales para inmortalizar el apellido erigiendo un ambicioso
Centro Cultural Kirchner; poniendo el apellido en un publicitado y nunca
terminado gasoducto en construcción, bautizado Néstor Kirchner, y también en
otra publicitada pero eternamente postergada central hidroeléctrica bautizada también
Néstor Kirchner, que no avanza ni aun teniendo financiación china.
Mientras que sobre las
obras motivo de la acusación a la vicepresidenta, el fiscal dio algunos datos.
Las empresas de Báez (el empresario socio de los Kirchner) recibieron el 78 por
ciento de las obras que de 2003 a 2015 se adjudicaron a Santa Cruz. Solo tres
fueron finalizadas en tiempo y forma y no eran obras viales. Solo 27 de las 51
fueron culminadas, de las cuales 24 tuvieron demoras severas con retrasos
injustificados. “Lo peor, inexplicable, 24 obras adjudicadas al grupo Báez
fueron abandonados, quedaron inconclusas. Esto deja al descubierto la falta de
capacidad técnica de las compañías”, describió. ¿Y es que no terminan nada, che,
aunque lo cobran todo, y por adelantado?
Frente a estos hechos, sin
ponerme a juzgar a nadie, no creo que ni la carismática, rica, perversa o
camionera, Marion Bruker, en su Piel de Judas, tuviera tanta ambición como la
protagonista de la Piel de asfalto, quien, aun teniendo algunos de esos
atributos, en asfalto invirtió muy poco, y casi coloniza a su país llamándolo
República Kirchnerista de Argentina. ¡Ni San Martín tuvo ese privilegio!
God save Argentina…!
Nota: Perdón, Susana,
que no vaya a verte al Enjoy…me dijeron que estás mejor que nunca, pero es que
se me pinchó la bicicleta que me regaló Cristina..
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