Las virtudes ocultas de la lucha electoral.
Lo bueno de las luchas electorales no está tanto en lo que los candidatos prometen, sino en que es el momento en que cada quien desnuda sus debilidades a través de los discursos radicalizados que los obliga a mostrar, tanto sus grandezas, como también sus torpezas y sus mediocridades. Es el desnudamiento verdadero del quién es quien. Frente a ello, las propuestas de gobierno -profusamente difundidas en librillos impresos que se parecen a una nueva Constitución –adolecen, tanto de credibilidad, como de tiempo real para el análisis. Unas, son las ideas impresas; otras, las ideas expresas. En este sentido, y pese a una civilizada campaña que ha tenido la virtud, en todo caso, de hablar bien del Uruguay, tanto el candidato Mujica como el candidato Lacalle han mostrado su vida “tal cual es”, con sus errores y sus virtudes, mediante sus dichos, sus desdichos, y sus “desdichas”. Tanto el uno como el otro han dicho lo más sustancioso que podían decir, y también lo que no debían decir. Como los exabruptos, producto de sus reacciones, cuando sus emociones escapan del control de la “inteligencia emocional”.

En definitiva, en algún momento todos tenemos algo de genios y también algo de torpes.. Es parte de la naturaleza humana. Pero aprendemos algunas técnicas para mostrar de nosotros lo mejor, no lo peor. El problema con la política, es que nos hace olvidar quienes queremos ser, y nos obliga a mostrarnos como somos en realidad. Alguna vez afirmé, estando en Venezuela, que más importante que ser oposición, es ser “opción”. Oposición, la puede hacer cualquiera; ser “opción”, sólo aquel que tenga algo mejor para ofrecer. Algo mejor que exabruptos, claro..
Tabaré Vázquez ha sido el hombre que le ha dado credibilidad real a la izquierda uruguaya. Credibilidad y coherencia. Y también a una inédita forma de gobierno socialista en Uruguay. Tabaré en Uruguay, Bachelet en Chile, y Lula en Brasil, han logrado en tan solo un período de gobierno de cinco años, (solo Lula tiene una reelección) recrear la fórmula mágica de un socialismo con verdadera inclusión social, priorizando al mismo tiempo la necesidad de mas y mejor inversión privada, para hacerla posible y sostenible. Resultado: son los países que hoy muestran los mejores desempeños socio-económicos en la región. Además, han logrado el increíble récord de estar finalizando sus períodos de gobierno con porcentajes de aceptación popular superiores al 70%. Y más curioso aún: no buscan la reelección! Un curioso socialismo.
Claro, los más radicales los acusan de haberse amoldado al capitalismo. Y los opositores, de ser representantes del comunismo. Con lo cual podríamos afirmar entonces que han sido, a la vez, capitalistas exitosos y socialistas exitosos..Lo cierto es que han logrado un mix difícil de equilibrar. Pero que sin duda, ha funcionado. Mientras que otros gobiernos socialistas - uno con mas de cincuenta años en el poder enfrenta hoy una de sus crisis más severas de los últimos veinte, y otro, con diez, decrece aceleradamente sin lograr ser creíble, ni rentable ni sustentable- siguen apostando a su reelección, ellos no. ¿Dónde están las diferencias?
Sin duda, hay algo de verdad en lo que afirma Tabaré: son distintas formas de gestión. Luego de estos cinco años de gobierno socialista, muchos afirman que ya todos han tenido la oportunidad de estar en el gobierno. Bueno; siguiendo este criterio también podríamos afirmar que Uruguay ha competido en todos los campeonatos mundiales de fútbol desde su inauguración –que curiosamente ocurrió en Uruguay - pero lo cierto es que en 60 años, ha ganado sólo en dos! Y que los mejores datos en inversión privada, sustentabilidad y desarrollo, los ha logrado en estos cinco! Según el reciente Índice de Prosperidad 2009, recopilado por el Instituto Legatum -del Grupo Legatum, una firma de inversión mundial privada centrada en invertir y promover el desarrollo sostenido, Uruguay es el segundo país con mayores niveles de prosperidad de América Latina, ubicándose en el puesto 33 a nivel mundial, antecedido por Costa Rica (32º) y precedidos por Chile (36º) y Argentina (38º). Por el contrario, los países peor posicionados son Ecuador (71º), Nicaragua (72º), Bolivia (73º) y Venezuela (74º).(*)
El indicador clasificó a 104 países que albergan al 90% de la población mundial. El índice se basa en una definición de prosperidad que combina crecimiento económico con el nivel de libertades personales y democracia en un país, así como mediciones de felicidad y calidad de vida.
Los mejores veinte países
1. Finlandia.
2. Suiza.
3. Suecia.
4. Dinamarca.
5. Noruega.
6. Australia.
7. Canadá.
8. Países Bajos.
9. Estados Unidos.
10. Nueva Zelanda.
El ranking de América Latina
32. Costa Rica.
33. Uruguay.
36. Chile.
38. Argentina.
40. Trinidad y Tobago.
41. Brasil.
42. Panamá.
43. México
49. Jamaica.
52. Belice.
54. República Dominicana.
57. Paraguay.
60. El Salvador.
61. Perú.
65. Colombia.
66. Honduras.
67. Guatemala.
71. Ecuador.
72. Nicaragua.
73. Bolivia.
74. Venezuela.
Después de haber oído las fortalezas y las torpezas de los distintos gobernantes y candidatos presidenciables uruguayos, y de otros en la región que ayer prometían a sus ciudadanos ser el país más poderoso del mundo, y hoy les dan lecciones de baño con totuma en tres minutos, para ahorrar agua y energía, cada quien formará su propia opinión recordando que, mas allá de que “por sus disparates los conoceréis”..es "por sus obras que los juzgareis"..
Argenta, Noviembre, 2009
(*) AmericaEconomía.com Oct. 29, 2009
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