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Sunday, September 19, 2021

 Argentina; el cáncer no se cura con aspirinas…


En declaraciones al canal América 24, (23, Febrero, 2016) el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández sostuvo que la ex presidenta Cristina Kirchner “dejó una Argentina enferma” de inflación y con un déficit fiscal “muy importante”. Y agregó que CFK “le inoculó un virus a la Argentina”, en referencia a la inflación. Y aparentemente ese virus (más fuerte y dañino que el actual coronavirus) se desparramó por la sociedad argentina, hasta derivar en un cáncer terminal, que nunca termina.

Porque el actual gobierno, supuestamente progresista, luego de haber fracasado en su momento por más de 12 años de gobierno progresista, y más de 70 años de peronista, y habiendo recuperado el poder luego de apenas cuatro años de un fracasado gobierno macrista, vuelve a mostrar su ineficiencia. ¡Y esta vez le bastaron solo dos años para demostrarlo!

 Cada vez lo siguen demostrando en menos tiempo. Y lo que es peor, demostrando que nunca estuvieron aptos para gobernar el país. ¡Lo cual quiere decir que, por más de medio siglo, han estado contaminando a la nación! Si; Argentina está enferma. Y una vez más, no sirvieron las aspirinas. El cáncer de la mediocridad y la corrupción han hecho metástasis en su sociedad.

¿Cómo recuperar ahora a la hermosa nación argentina, de más de un 47% de pobreza (y que entre los niños es más de un 50%,) de una inflación descontrolada que no baja del 51%, de un dólar “amo y señor de la economía argentina” que se tomó la libertad de subir hasta los más de 198 miserables pesos argentinos; de un desempleo brutal de más de 1.300.000 mil argentinos y también de una ocupación informal de más de 5 Millones; de una pérdida del poder adquisitivo de empleados y jubilados por igual, y de una economía que en lugar de producir beneficios para la nación, se ahuyenta y corre a producirla en los países hermanos?

Hace poco escribí un artículo citando la actual campaña de la UNICEF, en los canales por cable, en la cual se afirma que “la mayoría de los chicos y chicas de argentina son pobres”. ¡8 millones, para ser más exactos! Sin embargo, el economista Roberto Cachanosky, aclara que “..hay 21 millones de personas que pasan todos los meses por la ventanilla del estado para cobrar un cheque y  en el sector privado somos solo 6,5 millones que mantenemos a esos 21 millones, lo que estoy diciendo es que 6,5 millones tenemos que mantener todo el negocio que armó la política para obtener su renta y repartir subsidios a diestra y siniestra”.

Y por todo ello una vez más, en estas elecciones Paso, los argentinos le dijeron a la clase política dirigente otra vez “esta vez, paso”. ¡Y Paso a Paso, ya van varias “pasadas”!  “No hay nada que festejar” - sostuvo Esteban Bullrich, a pesar del triunfo electoral que obtuvo su espacio político en las elecciones de este domingo - “La gente la está pasando muy mal y es nuestra responsabilidad trabajar para cambiar el destino de nuestra patria. No somos un partido perfecto, una coalición perfecta ni personas perfectas, pero tenemos una misión que es perfecta: darle al país un futuro de paz y progreso”. Y por ello yo insisto en que ésta fue una nueva derrota más de la nación argentina.

El exministro de Economía y Finanzas de Uruguay, Fernando Lorenzo, se refirió en el podcast “Nominal” a la situación económica de Argentina, expresando “Argentina está en una situación muy caótica. Si alguien me preguntara qué hay que hacer en Argentina, yo no sé qué hacer. No sería capaz de irrumpir en otra cosa que no sea un diagnóstico, en darme cuenta de dónde están los problemas”. Pero, apuntó: “eso sí, hay que mirar en perspectiva, no te puede comer la urgencia de corto plazo. Si te come la urgencia de corto plazo en los procesos de tomas de decisiones, la conclusión es inmediata: llegás tarde, llegás tarde. A lo que haya que hacer, llegás tarde”.

¿Y acaso no es esto lo que le pasa hoy, una vez más y siempre, a la Argentina? ¿Acaso podrá el actual gobierno, luego de haber perdido estrepitosamente en las elecciones Paso, en tan sólo dos meses para las próximas elecciones legislativas recuperar la credibilidad perdida? ¿Cómo y con qué recursos? ¿Con los insultos groseros con que una diputada oficialista demostró su mediocridad intelectual refiriéndose al actual presidente de la nación? ¿Con la hipocresía de una carta de la vicepresidenta de la república victimizándose y descargando (¿Sinceramente?) las culpas de un reiterado fracaso personal en un presidente elegido por ella, y con un congreso dominado por ella, para manejar a su antojo?

¿Con una nueva entrega de un presidente fracasado y toda su culpa, por haber aceptado algo que estaba destinado, más temprano que tarde, a su humillación? Pero él dijo que la comprendía, y luego ella dijo que lo perdonaba. Y él aseguró en su momento que “Cristina es cínicamente delirante, y luego pasó de asegurar que "Cristina Kirchner es una psicópata" a decir que "ella puede ayudar mucho a sacar el país adelante"; que dejó atrás su "corrupción perversa" y ahora valora "su experiencia". Además, había dicho que "Kicillof es el culpable del descalabro en la economía", pero ahora señala que le "hubiera gustado trabajar con él en el pasado". Del "nunca voy a estar del lado de CFK" a ser su compañero de fórmula presidencial”. ¡Vaya lavamanos de Pilatos, recomendada contra el coronavirus!

Después de "semejante catástrofe política", en referencia a los resultados del domingo, la vicepresidenta argentina le refregó en las narices al presidente, que fue ella quien lo postuló como candidato a la Casa Rosada en 2019. Y además, se permitió acosnsejar; “hay otras ocupaciones además de ser ministro, ministra, legislador o legisladora. Vayan a buscar otro laburo, pero necesitamos gente en los sillones que ocupen de ministro, ministra, de legislador o legisladora”. Está bien, vicepresidenta; pero, por la vergüenza de la Argentina, ¿por qué no comienza usted, siendo la primera?

Ultima noticia: Hoy, para conservar esa corrupta, ineficiente y destructiva agrupación política que tanto daño le ha hecho a la nación, están, al igual que los fariseos en el templo, repartiéndose las vestiduras (en este caso los cargos de ministros, secretarios, embajadores y demás cargos políticos de la nación). Agregaron un Fernández más a la familia; uno de los más desprestigiados colaboradores del kirchnerismo, y ¡al canciller Solá ni siquiera lo dejaron llegar a su destino; lo cambiaron en el camino como quien se cambia el calzoncillo!

¿Están acaso esos argentinos pensando en planes para reactivar la producción, la economía, el empleo, la pobreza, la estafa y la corrupción en Argentina? No lo creo; creo que se están burlando una vez más de los argentinos. ¡De los más pobres y de los más ricos! Pero principalmente de los más pobres, porque son los principales herederos de todo fracaso colectivo.

Esto no se arregla con parches, cambiando muñequitos, para llegar a noviembre, ni menos para llegar a las elecciones del 2023. El peronismo y el kirchnerismo implosionaron. ¡Fracasaron una vez más y seguirán fracasando! Y mientras se extienda esta metástasis, la argentina se seguirá enfermando, empobreciendo, endeudando, y siendo el bochorno de una gran nación que, teniéndolo todo, no tiene nada. Lo lamentable de todo este circo, es que todos sabemos que mientras existan los virus de este cáncer social que padece la argentina, la depredación social seguirá creciendo.

 ¡Argentina no se merece este bochorno! ¡Son el hazmereir de la región!  Ahora, para salvar la derrota total, se habla de aumento del gasto público, de beneficios sociales, de aumento del poder adquisitivo y el consumo, y alguna que otra perlita demorada. Pero ya es tarde. Porque el fracaso de años de promesas incumplidas y expectativas deslucidas, que han llevado a un empobrecimiento mayor, gobierno tras gobierno, no se arregla confundiendo una vez más a la población con medidas populistas repetidas. Y ya no tienen más tiempo. El cáncer no se cura con aspirinas.

Porque la mayor riqueza de una nación no son sus recursos naturales, sino el recurso humano de su gente; su credibilidad y su confianza. ¡Y Argentina, cuando más lo necesita sigue sin explotarla, aun cuando la tiene, y de sobra!

 

Alberto Rodríguez Genta

argentaster@gmail.com

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