EE.UU. y Europa: 20 años de crisis.
Egidio Luis Miotti es un economista argentino doctorado en Ciencias Económicas en la Universidad de París. Su tesis doctoral se centró en las crisis económicas, y es consultor de gobiernos y organizaciones. Vive en París, y desde allí disparó para la revista argentina Noticias (25/02/2012) sus conclusiones sobre la actual crisis mundial, y las razones y derivaciones por las cuales asegura que esta es una crisis “estructural” que va a durar 20 años.
Su análisis me parece muy interesante para quienes como yo, sin ser economista, buceamos desesperadamente en busca de respuestas frente al hecho consumado de esta impúdica estafa mundial, que ha sembrado las semillas de lo peor de la humanidad. Por ello intentaré compartir con ustedes parte de las conclusiones de este especialista, las cuales nos ayudan a entender los alcances del “quien es quien” en este nuevo panorama mundial.
“Cuando se traban el sistema institucional político y el funcionamiento del sistema económico, es evidente que no existe ningún mecanismo en esa estructura que permita superar el bloqueo ni contar con herramientas económicas internas susceptibles de forzar una salida”- comienza explicando Miotti. “Tanto consumidores como inversores se encuentran paralizados. Este tipo de crisis estructurales marca el fin de una época, mientras que una simple crisis cíclica no define una fractura entre dos períodos. Es evidente que hoy estamos en una crisis estructural: el sistema institucional no encuentra soluciones alternativas y la única salida es cambiar el sistema institucional”.
En otro momento de la entrevista, Miotti sentencia: “Todas las políticas económicas se limitan hoy a que “no hay que perder la triple A”. El sistema financiero ejerce una dominación institucional. Eso demanda una modificación de las instituciones y lo que puede facilitar las cosas es que la crisis estructural obligue al cambio”. Y para ejemplificar estas afirmaciones acerca de como el sector financiero logra imponer sus objetivos, luego de recordar las experiencias ocurridas durante la crisis de 1923 para el Bundesbank (Banco Central Alemán) y la de 1930 para la FED (Reserva Federal de los Estados unidos), Miotti vuelve a nuestros días concluyendo: “Fíjese que los dos primeros ministros que fueron expulsados del poder (Giorgios Papandreu en Grecia y Silvio Berlusconi en Italia) fueron remplazados por dos dirigentes no elegidos, ambos ex funcionarios de Goldman Sachs, muy potables para los bancos”.*
Su análisis me parece muy interesante para quienes como yo, sin ser economista, buceamos desesperadamente en busca de respuestas frente al hecho consumado de esta impúdica estafa mundial, que ha sembrado las semillas de lo peor de la humanidad. Por ello intentaré compartir con ustedes parte de las conclusiones de este especialista, las cuales nos ayudan a entender los alcances del “quien es quien” en este nuevo panorama mundial.
“Cuando se traban el sistema institucional político y el funcionamiento del sistema económico, es evidente que no existe ningún mecanismo en esa estructura que permita superar el bloqueo ni contar con herramientas económicas internas susceptibles de forzar una salida”- comienza explicando Miotti. “Tanto consumidores como inversores se encuentran paralizados. Este tipo de crisis estructurales marca el fin de una época, mientras que una simple crisis cíclica no define una fractura entre dos períodos. Es evidente que hoy estamos en una crisis estructural: el sistema institucional no encuentra soluciones alternativas y la única salida es cambiar el sistema institucional”.
En otro momento de la entrevista, Miotti sentencia: “Todas las políticas económicas se limitan hoy a que “no hay que perder la triple A”. El sistema financiero ejerce una dominación institucional. Eso demanda una modificación de las instituciones y lo que puede facilitar las cosas es que la crisis estructural obligue al cambio”. Y para ejemplificar estas afirmaciones acerca de como el sector financiero logra imponer sus objetivos, luego de recordar las experiencias ocurridas durante la crisis de 1923 para el Bundesbank (Banco Central Alemán) y la de 1930 para la FED (Reserva Federal de los Estados unidos), Miotti vuelve a nuestros días concluyendo: “Fíjese que los dos primeros ministros que fueron expulsados del poder (Giorgios Papandreu en Grecia y Silvio Berlusconi en Italia) fueron remplazados por dos dirigentes no elegidos, ambos ex funcionarios de Goldman Sachs, muy potables para los bancos”.*
A esta altura, la pregunta obligada que nos hacemos todos, llegó de parte del periodista: ¿Por qué el poder político acepta el hecho consumado de los mercados?
-“Porque estos países están endeudados y para refinanciarse deben acudir a los mercados, que son reticentes frente a gobiernos que no inspiran confianza”, responde Miotti.
Otra de las pistas que nos da el economista argentino, está referida a la perdida de influencia de los Estados Unidos como motor de la economía mundial. ¿Por qué?
-“Principalmente porque no tiene sistema productivo para soportar el volumen excesivo de sus importaciones. Por una parte, tiene un capital financiero y gente muy rica. Y por el otro, un sistema productivo que no alcanza para responder a sus necesidades, dado que deslocalizó gran parte de su sistema industrial. Ya no son una potencia industrial. La gran pregunta actual es cómo reindustrializar el país”.
Y más adelante, Miotti aclara aún mejor este nuevo paradigma mundial. “Antes de la crisis del ´30, la economía dominante de la época, Gran Bretaña, estaba en declinación, pero había otra de un tamaño enorme: la de Estados Unidos, que iba en camino de transformarse en motor mundial. Hoy la economía que se desindustrializó es la de los Estados Unidos, y el nuevo motor todavía no nació”.
Esta afirmación de Miotti nos lleva casi en cascada, a una pregunta generalizada: ¿Por qué no China? -“Todavía no – responde el economista –Puede ser un motor para la soja u otras materias primas”. ¿Y entonces? ¿Cuál es el problema, si tiene 1.300 millones de habitantes?
-“Tiene 1.300 millones de habitantes, pero en poder de compra equivale a 60 o 70 millones de personas” –aclara Miotti. “El tamaño de su economía es similar a la de Francia. Es muy pequeña. Domina el mercado de materias primas, pero no tira la economía mundial. Para eso debería tener salarios elevados y convertirse en importador neto, no en exportador neto como es ahora. Para que China pueda comenzar a comprar, el salario de un obrero chino no puede ser de 200 dólares por mes sino de 2.000 dólares”.
Pero cuidado: porque al analizar en definitiva el porqué de Miotti hace esa temeraria afirmación de que esta crisis va a durar 20 años, nos remite a un caso muy concreto:
-“Hay un ejemplo emblemático de un país que sufrió este tipo de parálisis: Japón. Medida entre 1953 y 2011, su economía tuvo una tasa de crecimiento promedio de 10% hasta la crisis de l973. A partir de ese momento creció a un promedio de 5% hasta 1985 y desde entonces su tasa de crecimiento es 0. En 1989 sufrió una tremenda crisis inmobiliaria, de la cual todavía no se repuso. Para completar ese cuadro dramático, el país tiene un endeudamiento equivalente al 220% del PIB. Japón está parado desde hace 20 años. Han ensayado todas las herramientas posibles y ninguna funcionó. El caso de Japón es solo un ejemplo para explicar como una economía desarrollada puede demorar 20 años o más en superar una crisis. No es una abyección decir que Europa y los Estados Unidos pueden necesitar 20 años para salir de este pozo”.
Y la pregunta más obligada, como también quizá la respuesta más arriesgada a toda esta endemoniada situación, también fue contestada por Miotti, en peligrosa coincidencia con otros especialistas que han manifestado su impotencia ante la necesidad de formular recetas profesionales que posibiliten soluciones antes de ese nefasto período de 20 años.
-“Hay algunos economistas, como Patrick Artus-director de Estudios de Natixis -que, sin ser marxista, apeló a las teorías de Marx para ver si ofrecen una forma de entender la actual situación” – aclara Miotti. “Según ellas, en los últimos años hubo una sobretasa de ganancia que no se distribuyó como salario, sino que generó un exceso de inversión financiera y probablemente un exceso de inversión de capital productivo. En términos marxistas, una crisis de sobreacumulación. Por lo tanto, se sale mediante la destrucción de capital”.
¿Y cómo se lo destruye? es la pregunta obligada del 99% de la humanidad:
-“Con una crisis financiera mayor que todavía no vimos, y con 20 años de recesión que destruyan inversión y capital productivo. Esa es la forma lenta; pero también hay una forma rápida: la guerra”. Y refirió que en uno de sus artículos en el The New York Times (10/11/2008) el Premio Nobel de Economía Paul Krugman recordó - en tono sarcástico -que se salió de la crisis del 29 con un “gigantesco programa de trabajadores públicos que se llamó Segunda Guerra Mundial”. Peligroso pensar en ello, ¿verdad?
Esta afirmación de Miotti nos lleva casi en cascada, a una pregunta generalizada: ¿Por qué no China? -“Todavía no – responde el economista –Puede ser un motor para la soja u otras materias primas”. ¿Y entonces? ¿Cuál es el problema, si tiene 1.300 millones de habitantes?
-“Tiene 1.300 millones de habitantes, pero en poder de compra equivale a 60 o 70 millones de personas” –aclara Miotti. “El tamaño de su economía es similar a la de Francia. Es muy pequeña. Domina el mercado de materias primas, pero no tira la economía mundial. Para eso debería tener salarios elevados y convertirse en importador neto, no en exportador neto como es ahora. Para que China pueda comenzar a comprar, el salario de un obrero chino no puede ser de 200 dólares por mes sino de 2.000 dólares”.
Pero cuidado: porque al analizar en definitiva el porqué de Miotti hace esa temeraria afirmación de que esta crisis va a durar 20 años, nos remite a un caso muy concreto:
-“Hay un ejemplo emblemático de un país que sufrió este tipo de parálisis: Japón. Medida entre 1953 y 2011, su economía tuvo una tasa de crecimiento promedio de 10% hasta la crisis de l973. A partir de ese momento creció a un promedio de 5% hasta 1985 y desde entonces su tasa de crecimiento es 0. En 1989 sufrió una tremenda crisis inmobiliaria, de la cual todavía no se repuso. Para completar ese cuadro dramático, el país tiene un endeudamiento equivalente al 220% del PIB. Japón está parado desde hace 20 años. Han ensayado todas las herramientas posibles y ninguna funcionó. El caso de Japón es solo un ejemplo para explicar como una economía desarrollada puede demorar 20 años o más en superar una crisis. No es una abyección decir que Europa y los Estados Unidos pueden necesitar 20 años para salir de este pozo”.
Y la pregunta más obligada, como también quizá la respuesta más arriesgada a toda esta endemoniada situación, también fue contestada por Miotti, en peligrosa coincidencia con otros especialistas que han manifestado su impotencia ante la necesidad de formular recetas profesionales que posibiliten soluciones antes de ese nefasto período de 20 años.
-“Hay algunos economistas, como Patrick Artus-director de Estudios de Natixis -que, sin ser marxista, apeló a las teorías de Marx para ver si ofrecen una forma de entender la actual situación” – aclara Miotti. “Según ellas, en los últimos años hubo una sobretasa de ganancia que no se distribuyó como salario, sino que generó un exceso de inversión financiera y probablemente un exceso de inversión de capital productivo. En términos marxistas, una crisis de sobreacumulación. Por lo tanto, se sale mediante la destrucción de capital”.
¿Y cómo se lo destruye? es la pregunta obligada del 99% de la humanidad:
-“Con una crisis financiera mayor que todavía no vimos, y con 20 años de recesión que destruyan inversión y capital productivo. Esa es la forma lenta; pero también hay una forma rápida: la guerra”. Y refirió que en uno de sus artículos en el The New York Times (10/11/2008) el Premio Nobel de Economía Paul Krugman recordó - en tono sarcástico -que se salió de la crisis del 29 con un “gigantesco programa de trabajadores públicos que se llamó Segunda Guerra Mundial”. Peligroso pensar en ello, ¿verdad?
Mi opinión: Se afirma que el costo de esta crisis ha sido, hasta ahora, de un 25% del PIB mundial, y que en los países desarrollados se destruyeron más de 20 millones de empleos. Parecería ser que las crisis inmobiliarias se han convertido en las últimas décadas en uno de los caminos más idóneos para que el sistema financiero se imponga por sobre el poder político, quitándole su autoridad legitimada por la elección democrática de los pueblos. Esto constituye un lamentable y bochornoso fracaso institucional que permite que el destino de las sociedades quede en manos de quienes –sin contar con la aprobación popular –son impuestos como gobiernos de facto, significando un golpe a la institucionalidad. En todo caso, mi reprobación no va contra las personas designadas –no soy yo quien para juzgarlas - sino contra los hechos consumados y quienes los permitieron. Y a éstos si, me permito juzgarlos.
Personalmente –como uruguayo y latinoamericano - esto me retrotrae a la jugada financiera que dio lugar, en la década de los ’80, a la famosa “década perdida de Latinoamérica”, con la tenebrosa “deuda externa” que amenazaba con convertirse en “deuda eterna”, sembrando la pobreza, el atraso y la pauperización, en nuestros pueblos latinoamericanos. Celebro que hoy –mientras Miotti y otros especialistas le auguran esos mismos 20 años de sufrimientos a los países desarrollados -no sólo la hemos derrotado, sino que somos referente mundial en el manejo de crisis financieras.
Personalmente –como uruguayo y latinoamericano - esto me retrotrae a la jugada financiera que dio lugar, en la década de los ’80, a la famosa “década perdida de Latinoamérica”, con la tenebrosa “deuda externa” que amenazaba con convertirse en “deuda eterna”, sembrando la pobreza, el atraso y la pauperización, en nuestros pueblos latinoamericanos. Celebro que hoy –mientras Miotti y otros especialistas le auguran esos mismos 20 años de sufrimientos a los países desarrollados -no sólo la hemos derrotado, sino que somos referente mundial en el manejo de crisis financieras.
Como ser humano y pensante me resisto a creer, tanto en las recetas extremas y destructivas de Marx, como en el vergonzante fracaso que significaría otra guerra mundial. Sería simplemente, negarnos como humanidad. Aunque no dejo de preguntarme: ¿Pero y es que acaso con estos hechos, no nos estamos negando ya?
Como conclusión, me permito citar nuevamente a Henry Mintzberg, cuyos comentarios fueron publicados en mi artículo “Davos 2012; más despelote que soluciones”:
-“Muchos piensan que fue una crisis económica y que tiene que ser resuelta por economistas, pero ellos no pueden solucionar problemas de management, no los entienden, piensan que se trata de una cuestión de reservas o tasas de interés. Los economistas no arreglan la economía porque la economía está hecha del éxito de las empresas y si estas están enfermas, los economistas no pueden curarlas. El problema debe resolverse a nivel de las empresas, pero siguen dándole poder a los economistas”.
Claro; es difícil con “capitalistas estúpidos”, al decir de Stiglitz, empresas enfermas, según Mintzberg, y banqueros cómplices asumiendo de facto el management político, a falta de líderes eficientes.
Argenta
Abril, 2012
Nota: *Los remplazantes de Papandreu y Berlusconi, son Mario Monti (Presidente de la Comisión Trilateral Europea, miembro de la directiva del Grupo Bilderberg y ex asesor de Goldman Sachs) y Lucas Papademos (ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE).
Nota: *Los remplazantes de Papandreu y Berlusconi, son Mario Monti (Presidente de la Comisión Trilateral Europea, miembro de la directiva del Grupo Bilderberg y ex asesor de Goldman Sachs) y Lucas Papademos (ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE).
1 Comments:
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