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Monday, March 07, 2011

Jeffrey Sachs lo advirtió...

Túnez, Yemen, Egipto y Libia lo confirmaron. Y ahora Wisconsin, Ohio, Michigan, Indiana, lo están haciendo realidad

¿Quien dijo que la esclavitud en EE. UU. había concluido? Pues permítanme decirles que, por lo que puedo apreciar, hay más de una forma de esclavitud..Pues si, porque si vamos a las definiciones que nos da el diccionario, “Esclavitud : estado en que se halla un individuo o un grupo social que ha sido sometido por otro individuo o grupo social a un régimen económico y político que..(sigue ) Y bueno , ¿no es esto lo que ha estado pasando y ahora se está develando con mucha mayor claridad a raíz del presupuesto que no se acaba nunca de aprobar en aquel país..? ¿Y por qué no se acaba de aprobar? ¿Acaso no es la misma historia repetida de “Salven a los ricos de pagar impuestos y que los paguen los pendejos que menos tienen” que ha sido denunciada hasta por el mismo Warren Buffet? Ahora como que a la discusión se le dado unos pocos días más de vida y los republicanos ¡¿hasta han amenazado con la posibilidad de cerrar el congreso..?!


Si, Jeffrey Sachs lo advirtió muy claramente en su artículo del 27 de diciembre del 2010 “La lucha de clases política de Estados Unidos “ (*) y yo resumí sus conceptos en mi anterior artículo “El “efecto Túnez”: ¿hasta dónde llegará?” en este mismo blog. En él, y refiriéndose al acuerdo alcanzado entre el presidente Barack Obama y los republicanos en el Congreso para extender los recortes fiscales -de cara a la crisis histórica que golpea al país - Sachs afirma: “Estados Unidos está en curso de colisión consigo misma”. Y aclara: “El déficit presupuestario de EE.UU. es enorme e insostenible. Los pobres son exprimidos por los recortes en programas sociales y un mercado laboral débil. Uno de cada ocho estadounidenses depende de cupones de alimentación para comer. ( ) Sorprendentemente, los más ricos del 1 por ciento de los hogares estadounidenses tienen ahora un valor neto más alto que la parte inferior del 90 por ciento. La renta anual de los 12.000 hogares más ricos es mayor que la de los 24 millones de hogares más pobres”( ) Y luego predice: “.. cuando el proyecto de presupuesto se haga realidad, habrá una reacción cada vez mayor. Con la espalda contra la pared, predigo, los estadounidenses pobres y de clase trabajadora comenzarán a manifestarse a favor de una mayor justicia social”.

Y Sachs finaliza profetizando que, aunque llevará su tiempo: “.. el tiempo para el cambio vendrá. Los republicanos creen que tienen la ventaja y se puede pervertir más el sistema a favor de los ricos. Creo que se demostrará que están equivocados”.
Por mi parte, yo me limité modestamente a expresar Mi opinión: Si bien Estados Unidos no tiene ideologías para dividirse, cada día tiene más pobres y excluidos con una causa para unirse.. ¿A que viene todo esto? Los expertos que han opinado sobre los sucesos que sacudieron últimamente a países como Túnez, Egipto y Yemen (y ahora a Libia) estiman que "se terminó la preocupación por la ideología islamista", y ahora se protesta contra los gobiernos autoritarios y por la falta de empleo. ¡Vaya que es un gran cambio! Y es que así como estos sucesos me llevaron a las advertencias de Sachs, hoy los sucesos que están ocurriendo en Wisconsin, Ohio, Michigan, e Indiana, en EE.UU., me devuelven a él.

Martín López, de Prensa Obrera, en su articulo “Despertar a un gigante”, lo relata así: “El medio oeste norteamericano se ha convertido en el escenario de una movilización de trabajadores sin precedentes -decenas de miles de empleados públicos y privados, estudiantes, bomberos, policías, jóvenes y amas de casa salieron a enfrentar un plan de recortes y ataques contra los sindicatos lanzado por el gobernador republicano del Estado de Wisconsin, Scott Walker. La Legislatura fue ocupada por los manifestantes durante más de dos semanas. El proyecto de ley presentado por el gobernador, liquida la negociación colectiva (paritarias) de los empleados públicos sobre temas referidos a jubilaciones y otros beneficios sociales, así como en el terreno salarial reduce la posibilidad de aumentos a una cifra no mayor a la inflación informada por el gobierno: o sea que anula la posibilidad de cualquier aumento en el salario real -a menos que sea aprobado en un referéndum por una mayoría de votantes. Además, autoriza a que se dejen de pagar sus cuotas sindicales y que la afiliación al sindicato sea renovada en forma anual. También establece que los empleados públicos realicen un aporte mayor para sus planes de pensión y seguros de salud. Se trata de un ataque brutal”.
Más adelante, López aclara: “La "batalla de Wisconsin" se ha colocado en el centro de la escena de la política norteamericana: proyectos de ajuste similares se debaten en otros estados como Indiana, Michigan y Ohio, donde también se desarrolla una resistencia sindical. El sábado 26 se realizaron manifestaciones solidarias en todo el país”. ¿Cuál es la explicación para todo esto? "De conjunto, los cincuenta estados norteamericanos enfrentan déficits presupuestarios por 125 mil millones de dólares para el próximo año", destaca The Economist (24/2). "Aún peor, los estados, condados, municipalidades y distritos escolares enfrentan pasivos previsionales no financiados de entre 700 mil millones y 3 billones de dólares, según cuán pesimista sea el cálculo".
Un reporte indica que esta quiebra previsional se debe en gran medida al crack bursátil de 2007-2009, que esfumó el aporte de millones de futuros jubilados yanquis, ya que fueron invertidos en la Bolsa o en títulos públicos. Wisconsin acusa un pasivo de tres mil millones y medio de dólares, pero el ajuste sólo reduce 30 millones de dólares en beneficios a los trabajadores. Para colmo, Walker pretende reducir impuestos a las grandes corporaciones. Y amenazó, incluso, con miles de despidos e incluso con convocar a la Guardia Nacional para reprimir a los trabajadores, algo que no sucede desde 1934.

Jorge Castro, de Clarín.com lo ve de esta manera: “La cuestión en Wisconsin, y en EE.UU., no es más la reducción del gasto público, sino el poder político : ¿quién tiene la última decisión en el sistema norteamericano? ¿Quién decide en última instancia? Esto sucede cuando la economía estadounidense ha dejado atrás la recesión 2008-2009 y creció 3,9% en el cuarto trimestre de 2010, con un aumento del consumo de 4,6%, semejante al boom 2006-2007. También la actividad manufacturera alcanzó niveles récord y trepó en enero a 60,1 (ISM), el máximo escalón desde 2004. Las empresas estadounidenses tienen el nivel de rentabilidad más alto de los últimos 50 años, como lo refleja Wall Street”.
Por su parte, el Nuevo Herald recoge las declaraciones de Robert B. Reich, profesor de política pública de la Universidad de California en Berkeley, y quien fuera secretario del Trabajo de Bill Clinton: "La estrategia del partido Republicano es poner a los estadounidenses de clase trabajadora unos contra otros --sindicados contra no sindicados, públicos versus privados, trabajadores de mayor edad cercanos a la edad de retiro contra los más jóvenes, que no creen que el Seguro Social existirá cuando ellos se retiren''. Sin duda, una jugada sucia..

Así las cosas, el New York Times llegó a preguntarse, a su vez, si no será Wisconsin “el Túnez de la clase trabajadora de Estados Unidos”. Y a mi me volvieron a la cabeza las sabias predicciones de Jeffrey Sachs: “.. cuando el proyecto de presupuesto se haga realidad, habrá una reacción cada vez mayor. Con la espalda contra la pared, predigo, los estadounidenses pobres y de clase trabajadora comenzarán a manifestarse a favor de una mayor justicia social”. Entre tanto, como decía la consigna de uno de los manifestantes del 26 de febrero: “Gracias gobernador Walker por despertar a un gigante: la clase obrera norteamericana”.

Argenta,
Marzo, 2011

(*) Originalmente publicado en Project Syndicate .

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