Uruguay y Argentina: entre huevos y canastas.
Para quien nos
mire desde afuera de la región, Europa, Estados Unidos, Asia, todos ellos sumidos en sus procesos de
integración, debe resultarles ridículo que una vez que la América del Sur tiene
las mejores oportunidades históricas para hacer valer sus fortalezas naturales
de cara al crecimiento y el desarrollo, se encuentre en un estado tan infantil
de acusaciones, reproches y
obstaculizaciones, que inhibe la visión
del esfuerzo integrador y neutraliza el desafío de ser la 5ta. economía mundial,
como se anunció pomposamente durante la reunión del Mercosur, en Mendoza,
Argentina.
Tratando de
poner al servicio de estas reflexiones lo mejor de mi intelecto, resulta
inconcebible la actitud del gobierno argentino cuando, primero reconoce este
gran desafío, y luego pone en juego esta gran alianza regional, dificultándole
la vida a su hermano menor, Uruguay, como si este fuera en verdad más que su
socio, hermano y amigo, su enemigo. Y en buena medida también intenta hacerlo con
Brasil, aunque el trato es muy distinto.
Wáshington Burghi
En una
entrevista de prensa al Director de la Cámara de Industrias del Uruguay,
Wáshington Burghi, y preguntado sobre la opinión que
le merece la resolución que tomó Argentina de poner trabas a productos
uruguayos, Burghi reveló: “Mire, yo acá tengo un comunicado que
me llegó hoy por la mañana de vendedores mayoristas que dice: “Señores mayoristas,
de acuerdo a lo comunicado en oportunas reuniones por el secretario de comercio,
a partir de febrero no pueden existir a la venta productos importados que
puedan ser reemplazados por productos argentinos, salvo los procedentes de
Brasil”. Entonces
¿de qué integración y de qué 5ta.economía mundial estamos hablando?
Canciller Timerman
¿Qué perjuicio puede representar el
comercio exterior con Uruguay para esa gran potencia económica que fue –y
debería volver a ser – Argentina? Es ridículo oír las declaraciones del
canciller Timerman afirmando que ellos tienen listo el tratado para la firma
del dragado de Martín García desde mayo, escudándose ahora en la necesidad de
un pronunciamiento de la Suprema Corte de Justicia uruguaya frente a denuncias
de intentos de soborno por parte de una de las empresas involucradas. ¡Como si ellos no lo supieran! "Si, ya está listo –aseguró Timerman - Nosotros, el 9 de mayo mandamos una carta
diciendo que la delegación de la Argentina (de la CARP) adjunta el pliego de condiciones
de condiciones particulares. Ahora bien, nosotros esto lo anunciamos el 4 de
mayo. ¿Qué día salió la denuncia de posible corrupción? El 5 de mayo",
afirmó el canciller argentino. ¿Casualidad?
¿Causalidad? Júzguenlo ustedes..
¿Y que pasó con la planta regasificadora que se iba a construir con Argentina a través de la empresa ENARSA? Ramón Méndez, Director Nacional de Energía de Uruguay, nos lo cuenta: “Se habló mucho de la planta regasificadora; durante muchos años hubo una apuesta del país, del gobierno anterior y del actual de intentar hacer una planta conjunta con Argentina. Lamentablemente a pesar de los muchos esfuerzos siempre faltaba una cosita, algún papel para firmar para poder concretarlo y la realidad es que necesitamos esta planta, hubiera sido fantástico hacerla con Argentina, no nos bajamos de la posibilidad de que en un futuro Argentina participe, pero la tenemos que hacer sí o si”, afirmó. Y se va a hacer, sin Argentina.
¿Y que pasó con la planta regasificadora que se iba a construir con Argentina a través de la empresa ENARSA? Ramón Méndez, Director Nacional de Energía de Uruguay, nos lo cuenta: “Se habló mucho de la planta regasificadora; durante muchos años hubo una apuesta del país, del gobierno anterior y del actual de intentar hacer una planta conjunta con Argentina. Lamentablemente a pesar de los muchos esfuerzos siempre faltaba una cosita, algún papel para firmar para poder concretarlo y la realidad es que necesitamos esta planta, hubiera sido fantástico hacerla con Argentina, no nos bajamos de la posibilidad de que en un futuro Argentina participe, pero la tenemos que hacer sí o si”, afirmó. Y se va a hacer, sin Argentina.
Por otra parte, los técnicos de ambos países integrantes de la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay), se encuentran trabajando desde el 20 de junio de 2011, pero de acuerdo a lo informado por las autoridades uruguayas, es por negativa de la delegación argentina que un total de trece informes científicos no han visto la luz. Y ahora se anuncia que la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú solicitará al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, que reactive la causa contra UPM (ex Botnia), mediante la citación de los funcionarios que aseguraron públicamente tener información acerca de la contaminación de la planta de celulosa instalada en Fray Bentos. Y que además, comienzan a pensar nuevamente en La Haya porque sienten que el gobierno uruguayo viola sistemáticamente los acuerdos binacionales. ¿Quién les puede creer algo a estos señores?
La credibilidad argentina.
Argentina está
pasando por su filtro interno de
búsqueda de soluciones a través de mecanismos de protección, a sus hermanos de
la región. Y no son ellos, ni los culpables ni los protagonistas del desfasaje
económico y político que sufre la nación. Lo triste es que no comprenden que no
es solo la presidente Cristina hoy, quien arroja sombras sobre la credibilidad
y la confianza del país; son décadas de luchas intestinas por el poder
económico y político que no han dejado avanzar a la Argentina. Aunque el empresariado
más sano quisiera hoy creer en la política
económica de reindustrialización de la nación, e invertir en ella,
¿quien les asegura cuánto y cómo se va a mantener en el tiempo esa política?
En nuestro caso está claro que la Argentina se ha enseñado con Uruguay. Tanto cuando la actitud cómplice del trancado de los puentes, la dilación para impulsar las obras del dragado del Martín García, las no renovaciones automáticas de los permisos de importación de productos uruguayos (una clara violación a la esencia del Mercosur), las dilaciones para dar a conocer los informes de la CARU sobre la no contaminación de Bosnia, y algunos más, son una especie de ensañamiento cruel y mezquino de un hermano mayor que tendría que estar tomando actitudes de liderazgo en ese proceso de integración regional, en una lógica y fructífera relación ganar-ganar.
¿Cómo pretenderemos entonces competirle al resto del mundo –montados en esa supuesta 5ta. economía mundial de la cual nos jactamos -cuando no somos capaces de conciliar la mediocridad de nuestros intereses particulares, frente a una debilidad externa que nos regala una inmejorable oportunidad?
En nuestro caso está claro que la Argentina se ha enseñado con Uruguay. Tanto cuando la actitud cómplice del trancado de los puentes, la dilación para impulsar las obras del dragado del Martín García, las no renovaciones automáticas de los permisos de importación de productos uruguayos (una clara violación a la esencia del Mercosur), las dilaciones para dar a conocer los informes de la CARU sobre la no contaminación de Bosnia, y algunos más, son una especie de ensañamiento cruel y mezquino de un hermano mayor que tendría que estar tomando actitudes de liderazgo en ese proceso de integración regional, en una lógica y fructífera relación ganar-ganar.
¿Cómo pretenderemos entonces competirle al resto del mundo –montados en esa supuesta 5ta. economía mundial de la cual nos jactamos -cuando no somos capaces de conciliar la mediocridad de nuestros intereses particulares, frente a una debilidad externa que nos regala una inmejorable oportunidad?
Si; sin duda,
el único referente confiable que nos ofrece hoy el Mercosur es Brasil. Aún con
sus amagues y sus juegos de cintura, Brasil es lo más creíble para forjar
alianzas de futuro. Para Brasil, Uruguay no es ni siquiera una molestia. Para Argentina si, porque es la otra cara del
fracaso de sus políticas y el receptor de las inversiones de quienes no confían
en su país. Son ridículas, de todas formas,
considerando los capitales argentinos depositados en otros países, pero duelen
porque por estar tan cerca, son el recordatorio permanente de los errores y los
desentendimientos sociales.
El presidente José Mujica dijo
recientemente que Uruguay debe diversificar su comercio y construir "diplomática y políticamente la mayor
cantidad de acuerdos posibles para flexibilizar las direcciones del Mercosur".
Recalcó la necesidad que tiene el país de buscar nuevos mercados y socios
comerciales, porque el proceso en el que se encuentra Argentina puede
afectarnos en el futuro y "no hay
que poner todos los huevos en una sola canasta", una vieja receta del
sistema norteamericano. Totalmente opuesta -por cierto -a lo que pretende hacer
Argentina, que pretende incubar todos los huevos en el mismo nido.
Mujica justificó de esta manera la decisión adoptada días pasados, al solicitar la incorporación como país observador en la Alianza del Pacífico integrada por Chile, Perú, Colombia y México. "Hay que hacer un balance de la realidad; aquel Mercosur de los 90, nacido en pleno neoliberalismo, cambió. Hoy tenemos una crisis institucional y tendrá que haber cambios, en el orden de la flexibilidad", señaló. Sin duda tiene razón el presidente. Si algo nos muestra el mundo de hoy, es que lo único permanente, es el cambio.
Mujica justificó de esta manera la decisión adoptada días pasados, al solicitar la incorporación como país observador en la Alianza del Pacífico integrada por Chile, Perú, Colombia y México. "Hay que hacer un balance de la realidad; aquel Mercosur de los 90, nacido en pleno neoliberalismo, cambió. Hoy tenemos una crisis institucional y tendrá que haber cambios, en el orden de la flexibilidad", señaló. Sin duda tiene razón el presidente. Si algo nos muestra el mundo de hoy, es que lo único permanente, es el cambio.
Por ello, el presidente afirmó que estratégicamente Uruguay debe tratar de andar bien con todos los países de la región, para diversificar su comercio, porque allí está la base del éxito. Y fundamentó su afirmación citando como ejemplo de ello que, pese a ser un país pequeño, Uruguay es actualmente el quinto exportador de carne bovina "y estamos logrando los mejores precios promedio, porque nos hemos diversificado a más de cien mercados", explicó, reiterando: "Esto demuestra que no se pueden poner todos los huevos en una sola canasta”.
Lo que al presidente se le olvidó destacar -y vale la pena destacarlo -es que los mejores precios que logran hoy las carnes Uruguayas no lo son tanto por la diversificación de los mercados, sino por la inteligente estrategia de mercadeo de vender “calidad” más que “cantidad”, asegurándose así los mercados más exigentes, que son también los que mejor pagan. No olvidemos que gracias a la trazabilidad, la sanidad, y la excelencia de nuestros cortes, Uruguay es uno de los pocos países del mundo que puede vender sus carnes Hereford y Abeerden Angus directamente a las góndolas de los supermercados londinenses, lo cual, al decir del gerente de uno de nuestros frigoríficos “es como si Inglaterra le vendiera dulce de leche a Uruguay”..
Esto es un mérito indiscutible de los productores uruguayos que han apostado a mantener la calidad de las razas de excelencia y su mejoramiento continuo, mejorando las tasas de procreo y una mayor eficiencia alimentaria. Es el camino que ha seguido y debe seguir Uruguay. Y el que le va a seguir abriendo mercados. No olvidemos que desde 2008, Uruguay comenzó a superar a la Argentina en las exportaciones de carne al mundo, exportándole incluso, a la propia Argentina. No tengo dudas de que Uruguay tiene mucho camino por recorrer y muchos mercados más para ganar. Hasta ahora, lo ha hecho muy bien..
Mi opinión.
De todas maneras, no
debemos desestimar que Argentina era hasta julio el tercer principal destino de
las colocaciones uruguayas, después de Brasil y China, y actualmente ocupa el quinto lugar después
de la zona Franca de Nueva Palmira y Rusia. En todo caso, y más allá de la
manipulación política y mediática, vale la pena oír la opinión mas
experimentada y equilibrada del presidente de la CIU (Cámara de Industrias del Uruguay),
Wáshington Burghi, quien comentó que “es la misma situación de siempre; tampoco
creo que exista mucha cosa para hacer”, e ironizó: “Invadirlos no podemos”. Y
por ello adquieren más relevancia las declaraciones de Mujica cuando afirmó que Uruguay debe
diversificar su comercio y construir “diplomática
y políticamente la mayor cantidad de acuerdos posibles para flexibilizar las
direcciones del Mercosur”. En otras palabras, hoy el Mercosur no es lo suficientemente confiable como para
apostarle todos los huevos, cuando de esos huevos depende el futuro del país.
Debemos tratar entonces de no
romperlos, cuidando asimismo de que no nos
los rompan los vecinos.
Argenta Agosto, 2012
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