El país de los ratones gigantes.
Había una vez, un ratón grande como un toro..!
Parece un cuento para niños, pero no lo es. En los primeros días de este recién iniciado año 2008, mi amigo y ex compañero de la Directiva Vecinal Asodonbosco, Elías Moreno, a quien no veía desde hace muchos meses, me paró en la calle saliendo de mi residencia en la Avenida Principal Los Ruices, y con su proverbial simpatía me lanzó a manera de saludo: ¡Oye, encontraron en Uruguay el ratón más grande del mundo..!
Me detuve, lo saludé con un abrazo, y luego de interesarme por él y su familia deseándole un buen año, me dispuse a averiguar de que se trataba aquello, no sin cierto recelo, puesto que en Venezuela “ratón” también se le llama a los efectos posteriores de una desmadrada borrachera –muy común al iniciar un nuevo año - y a su vez, en Uruguay, una persona muy pagada de si misma es cataloga por “tener muchos ratones”. –“Lo vi en un canal por cable –me repitió –dicen que pesaba más de 1000 kilos; era grande como un toro”. Al oir la palabra toro - y dado que Elías es Veterinario –volvió a invadirme la duda ante una posible broma. Le seguí la corriente, asegurándole que en nuestro pasado todo había sido grande, y que, a pesar de lo pequeño del país, aquello demostraba la grandeza de nuestros antecesores. -“Búscalo en la Internet –me insistía Elías –dice que existieron hace como 4 millones de años y allá encontraron un cráneo”.
Me di cuenta de que iba en serio, y al volver a mi apartamento lo primero que hice fue conectarme a la Internet. Y si, en varias páginas noticiosas, referían el hecho con grandes titulares. Algunos no dudan en emparentarlo con el famoso personaje de Walt Disney, asegurando que se trata del bisabuelo del Ratón Mickey, mientras que los más nostalgiosos afirman que “todo ratón pasado fue mejor..” Lo cierto es que a través del ratón del Mouse de mi computadora pude llegar al conocimiento de este otro ratón gigante, cuyos restos fueron encontrados por los científicos Ernesto Blanco y Andrés Rinderknecht, del Museo Nacional de Historia Natural de Montevideo, Uruguay, y cuyo hallazgo documentan en la revista Proceedings de la Sociedad Real Británica, adelantada en online.
Parece un cuento para niños, pero no lo es. En los primeros días de este recién iniciado año 2008, mi amigo y ex compañero de la Directiva Vecinal Asodonbosco, Elías Moreno, a quien no veía desde hace muchos meses, me paró en la calle saliendo de mi residencia en la Avenida Principal Los Ruices, y con su proverbial simpatía me lanzó a manera de saludo: ¡Oye, encontraron en Uruguay el ratón más grande del mundo..!
Me detuve, lo saludé con un abrazo, y luego de interesarme por él y su familia deseándole un buen año, me dispuse a averiguar de que se trataba aquello, no sin cierto recelo, puesto que en Venezuela “ratón” también se le llama a los efectos posteriores de una desmadrada borrachera –muy común al iniciar un nuevo año - y a su vez, en Uruguay, una persona muy pagada de si misma es cataloga por “tener muchos ratones”. –“Lo vi en un canal por cable –me repitió –dicen que pesaba más de 1000 kilos; era grande como un toro”. Al oir la palabra toro - y dado que Elías es Veterinario –volvió a invadirme la duda ante una posible broma. Le seguí la corriente, asegurándole que en nuestro pasado todo había sido grande, y que, a pesar de lo pequeño del país, aquello demostraba la grandeza de nuestros antecesores. -“Búscalo en la Internet –me insistía Elías –dice que existieron hace como 4 millones de años y allá encontraron un cráneo”.
Me di cuenta de que iba en serio, y al volver a mi apartamento lo primero que hice fue conectarme a la Internet. Y si, en varias páginas noticiosas, referían el hecho con grandes titulares. Algunos no dudan en emparentarlo con el famoso personaje de Walt Disney, asegurando que se trata del bisabuelo del Ratón Mickey, mientras que los más nostalgiosos afirman que “todo ratón pasado fue mejor..” Lo cierto es que a través del ratón del Mouse de mi computadora pude llegar al conocimiento de este otro ratón gigante, cuyos restos fueron encontrados por los científicos Ernesto Blanco y Andrés Rinderknecht, del Museo Nacional de Historia Natural de Montevideo, Uruguay, y cuyo hallazgo documentan en la revista Proceedings de la Sociedad Real Británica, adelantada en online.
Rinderknecht y Blanco relatan que se toparon con el cráneo de 53 centímetros del ratón gigante en las costas del Río de la Plata, y que el cráneo logró conservarse extraordinariamente bien y casi entero. Bautizaron su descubrimiento como Josephoartigasia monesi en honor al prócer uruguayo José Artigas y al paleontólogo local Álvaro Mones.
Recreación artística del roedor
gigante (Foto: Royal Society)
La estimación de su peso corporal arroja unos mil 211 kilos, con un margen de error de +/- 753 kilos. Se supone que estos fósiles vivían hace entre 2 y 4 millones de años, en los periodos plioceno y pleistoceno; pertenecen a una especie de roedores hasta ahora desconocida, y es el más grande jamás encontrado en el mundo, de acuerdo con los especialistas.
El hallazgo de este impresionante fósil brinda nuevos detalles que permitirán reconstruir la aparición de este tipo de animales gigantes ya extinguidos. Recordemos que los roedores que existen actualmente no suelen pesar más de un kilogramo, pero en esos tiempos vivían en Sudamérica enormes pájaros cazadores con picos de más de 40 centímetros de largo, felinos con dientes de sable y mamíferos con caparazón.
El hallazgo de este impresionante fósil brinda nuevos detalles que permitirán reconstruir la aparición de este tipo de animales gigantes ya extinguidos. Recordemos que los roedores que existen actualmente no suelen pesar más de un kilogramo, pero en esos tiempos vivían en Sudamérica enormes pájaros cazadores con picos de más de 40 centímetros de largo, felinos con dientes de sable y mamíferos con caparazón.
Escala de la rata actual contra el cráneo encontrado.
El hallazgo de los restos fósiles del cráneo, de más de medio metro de longitud, ha tenido lugar en San José, Uruguay, en lo que fue un ecosistema de estuario y delta con comunidades boscosas. En el caso del 'Josephoartigasia monesi', se han encontrado prácticamente casi intactas ambas mandíbulas y todas las cavidades craneales, a partir de las cuales se ha podido determinar el tamaño y el peso del roedor.
Una muestra más de que en el paisito.. ¡hubieron y hay, grandes cráneos..!
Argenta
Enero, 2007
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