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Monday, November 12, 2007

Una Cumbre a la altura de una Cumbre..

“Ni quedarnos con “empachitos” en el buche, ni transformarlos en vómito permanente y sin sentido”.


Ni tan mal estuvo Chávez ni tan mal estuvo Ortega, en esta XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. Para mi, una de las más auspiciosas de todas ellas. Creo que tanto mi buen amigo y compatriota Enrique Iglesias, a cargo de la Secretaria Iberoamericana, como José Luis Rodríguez Zapatero en representación del Gobierno español, como el propio Rey Juan Carlos a quien esta vez se le escapó más el “Bocón” que el “Borbón”, y toda la comunidad Iberoamericana, deben sentirse más que reconfortados por una cumbre que sin duda marcó caminos, más allá de los estilos, para identificar de una vez por todas “quienes somos”, “dónde estamos”, “a donde vamos” (o por lo menos a dónde queremos ir) y si de verdad “nos integramos”. Todo ello aderezado con la proverbial simpatía y especial carisma de la Presidenta Michelle Bachelet; una gran anfitriona!

Y es que quizá lo más sabroso y nutritivo de esta Cumbre, está precisamente en lo que para algunos puedan haber sido las notas disonantes –o como titularon tontamente algunos medios –“altercado ensombrece cumbre”..o “monumental bronca en la cumbre”, etc. etc.
Porque, perdón, pregunto yo; ¿para quien son estas cumbres? ¿Para el deleite y la infaltable manipulación de la prensa buscando titulares vendedores? ¿Para el permanente ejercicio de la verborragia buscando aplausos entre las empatías asistentes? ¿O para realmente atender, analizar, desnudar y comprometerse con las necesidades mas que postergadas de nuestros pueblos? Lo que había que decir se dijo y es muy bueno que se haya dicho. Y es muy bueno que el mundo todo se entere de que al manifestar y debatir lo que nos ha separado, estamos dejando atrás el pasado, y preparando la fortaleza del futuro que construiremos juntos. Terapia grupal, lo llamarían algunos…¿y por qué no, si da resultados?

Una de las ideas a recoger de esta Cumbre fue, sin duda, la de haber destinado un espacio para que los presidentes pudieran debatir y analizar sus diferencias fuera de la “diplomacia de micrófonos”, que convierten en poco serio, aquello que si lo es. Creo que es bueno que nos vayamos olvidando de las tradicionales Cumbres para el periodismo, y pensemos de verdad en las Cumbres para el beneficio de nuestros pueblos.

Cada quien defiende su rebaño…

Las diferencias ocurren, en todo caso, porque al fín y al cabo cada quien defiende su rebaño. Y esto queda claro en las posteriores declaraciones de el portavoz parlamentario socialista Diego López Garrido, al expresar: "El jefe del Estado y el presidente del Gobierno unidos, sin fisuras, han demostrado una vez más como se defienden los intereses de España y los españoles (...) incluyendo a quienes como el ex presidente del Gobierno Aznar no se comporta precisamente de esa forma cuando va a al extranjero".

Ok; si aceptamos que José Luis y el Rey Juan Carlos defendía los intereses de España y los españoles, porqué no aceptamos que Chávez y Ortega defendían los intereses latinoamericanos cuando denunciaron las sucias tramoyas de la empresa Iberia que llevó a la ruina a la venezolana Viasa, o al apoyo del Gobierno español en la figura del Sr. Aznar cuando el golpe de Estado de 2002 en Venezuela? ¿O porqué no aceptamos las atendibles reclamaciones de Daniel Ortega en contra de las prácticas no necesariamente solidarias de la empresa Unión FENOSA en Nicaragua, o cuando proponía crear una Organización de países Iberoamericanos dejando afuera a su socio de la actual OEA, los Estados Unidos, recordando que La Haya condenó a EEUU en 1986 por su intervención a favor de estos "contras" (1980), un ejército clandestino que luchó contra el Gobierno sandinista? ¿Y acaso no fueron estos mismos “socios” quienes metieron descaradamente sus manos en el derrocamiento y asesinato del constitucionalmente electo Presidente Allende? ¿Era tan disparatada la propuesta de Ortega cuando todos sabemos que estamos “durmiendo con el enemigo” que se hace pasar por amigo?

El Rey Juan Carlos y Chávez: como debe ser!
Claro que cada quien defiende sus intereses; pero lo que es muy saludable a estas alturas en que las relaciones con la gran España están en un magnífico punto de encuentro para entendernos, reconocernos y potenciarnos como la gran comunidad Iberoamericana que somos, es ni quedarnos con estos “empachitos” en el buche, ni transformarlos en vómito permanente y sin sentido. Hacer lo que hay que hacer –dijo Rodríguez Zapatero –con honestidad y seriedad; y ese debe ser nuestro lema común.

Yo le recordaría al inteligente y buen Presidente Rodríguez Zapatero -sin ánimo de excusar las descalificaciones groseras que en otros artículos he criticado al Presidente Venezolano -que así como el fulano Aznar fue elegido democráticamente por su pueblo, también lo fue el Presidente Chávez, y por mayor cantidad de veces. Por lo cual nada ni nadie habilitan al pobre y triste personaje Aznar –que entre otras cosas le mintió vergonzosamente a ese pueblo que lo eligió –para andar hablando pistoladas cada vez que le brindan un espacio para descalificar al Presidente Venezolano o a cualquier otro, pretendiendo ganarse cuotas de credibilidad entre lo más rancio de la derecha mundial, entre ella, su socio y compinche el Sr. Bush. Aznar es un triste personaje de la política española.

Por otro parte, y con todo el respeto, la estima y el cariño que me merecen tanto José Luis Rodríguez Zapatero como el magnífico pueblo español, les recordaría que el Rey Juan Carlos es “su Rey”, más no el nuestro. En todo caso, recordar también que tanto el jefe de Estado como el jefe de Gobierno de España, estaban ahí como representantes del pueblo español y no como representantes del Señor Aznar. Y finalmente, algo que ha reconocido parte de la opinión española: que el Rey no tiene autoridad para hacer callar a un presidente dentro de su propio país, ni menos para hacerlo con otro -Iberoamericano -fuera de su trono. Como afirma el diario israelí Maariv la reacción del monarca fue "no demasiado real".

Lo positivo de la Cumbre

1500 millones de dólares destinará España para financiar al Fondo Iberoamericano del Agua Potable, que espera cumplir uno de los Objetivos del Milenio de la ONU contra la pobreza, además de la transferencia tecnológica para el aprovechamiento de los recursos hídricos y la posibilidad de reducir a la mitad en el 2015 la cantidad de personas sin acceso al agua potable en la región. Eso si es un aporte “real”.

También lo es el convenio multilateral de seguridad social, el cual garantizará los derechos sociales de millones de trabajadores que trabajan fuera de sus países de origen, con el objetivo de que reciban pensiones "justas y adecuadas", impulsando el desarrollo de sistemas de protección social integrados, con cobertura universal, para beneficiar a los pueblos de la región "sin barreras ni exclusiones". Y el programa de Red de Bancos de Leche Humana para que los niños nacidos prematuros puedan superar los riesgos asociados. Como también los acuerdos para facilitar la movilidad de estudiantes de pos-grado y la igualdad de género, y adoptar la Carta Iberoamericana de Gobierno Electrónico para consolidar la modernización de la gestión pública y combatir la corrupción. ¡Todos son aportes!

Para Enrique Iglesias –alguien que sabe bastante de cumbres - la reunión que concluyó en Santiago de Chile es "la cumbre con mejor cosecha" en su experiencia. Y yo me atrevo a afirmar que sin esos “altercados” o “monumentales broncas” que según el sensacionalismo de la prensa “ensombrecen la cumbre”, la cumbre hubiera terminado ensombrecida, gris, triste y vacía, al no contar con los necesarios sinceramientos - requisito indispensable para avanzar siguiendo el ejemplo, por que no - sin complejos, pero con voluntad de inteligentes aprendices, de la mano de quienes tienen hoy tanto para enseñarnos, como nosotros tuvimos ayer para alimentarlos. Más que la historia común de luchas y sufrimientos a recordar, los desafíos implícitos en estas Cumbres deben ser el motivo de un abrazo iberoamericano que selle el compromiso indeclinable, de un futuro promisorio para celebrar.

Bienvenidas estas Cumbres y bienvenidas las diferencias que nos enriquecen, porque nadie puede pretender que seamos clones de nadie ni soldaditos de plomo a la orden de ningún monarca. Ya estamos grandes. Al que no le guste escuchar como dirimimos nuestras diferencias en estas Cumbres –que también para eso son –o pretendan asistir a ellas para recoger los chismes en los magazines, pues se equivocan de lugar. ¡Es nuestra manera de hacer Cumbres para atender las necesidades de nuestros pueblos! Y si alguno más allá, presidente, rey o lo que sea, piensa hacer de estos “empachitos” un motivo de rupturas o retaliaciones diplomáticas, es porque simplemente, no esta maduro para estas Cumbres..!

Argenta Noviembre, 2007

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