¿Una victoria de mierda..?
La reforma que "deforma"..
Lamentablemente, el Presidente Venezolano ha decidido sacar a luz su poca educación, su lamentable malcriadez, y su poco edificante sentido del respeto a sus propios compatriotas.
Y esto fue lo que mostró al mundo entero cuando, una vez más, no encontró mejor forma de reconocer su derrota ante quienes le dijeron NO a su proyecto de reforma constitucional, que la descalificación y la grosería: “Sepan administrar su victoria pero ya la están llenando de mierda, es una victoria de mierda y la nuestra, llámenla derrota pero es de coraje, es de valor, es de dignidad” –dijo ante las cámaras tragándose su propia …¿bilis?
Evidentemente, las derrotas le caen mal; y aunque ello es algo que a nadie satisface, cuando se es líder, uno tiene la obligación de aprender de los propios errores, modificar el rumbo, aplicar los correctivos y –con la mayor gallardía posible –agradecer a quienes le hicieron ver su error, que en este caso, son nada menos que un 77% de los electores inscriptos del país! Porque, si vamos a la profundidad de los números y lo que ellos nos dicen más allá de las cifras difundidas por el CNE, el Presidente logró el 49 % de los votos a favor pero con casi un 44 % de abstención, lo cual significa que obtuvo apenas el 27 % de los votantes inscritos!
Nadie se explica tampoco donde quedaron los votos de los 5 millones 700 mil, o 6 millones de inscritos en el PSUV, de los cuales se pavoneaba el Vicepresidente.
De hecho, el Presidente, al afirmar que quien votara el SI votaría por él, y quien por el NO votaría contra él, convirtió el referéndum de su reforma constitucional en un peligroso plebiscito el cual –si hubiera sido revocatorio – habría anulado su mandato. En esta oportunidad, 7 millones de electores dejaron de participar en el referendo. Y el Presidente perdió por partida doble; pues en el Bloque A del proyecto de Reforma Constitucional, 50,7% de los electores rechazaron, entre otras propuestas, la posibilidad de permitir que el Presidente pueda presentarse indefinidamente a la reelección; mientras que en el Bloque B, 51.05% de los votantes no avalaron restringir la libertad de expresión durante los estados de excepción, ni la posibilidad de disminuir la edad para votar hasta 16 años.
Por otra parte, no estuvo tan lejos de estas cifras la votación para la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Carta Magna vigente desde 1999, la cual fue elegida con una abstención de 62%; lo que equivale a la ausencia de unos 6.850.747 electores. Y ni que hablar del referéndum para aprobar esa misma Carta Magna, la cual fue aprobada por apenas tres millones de personas, lo que significa que dejaron de expresar su opinión 6.041.743 personas, equivalentes al 55,5% de los venezolanos votantes. Sin contar con que los diputados que aprobaron someter a referendo la actual reforma propuesta, fueron elegidos por apenas un 25% de los electores! Así que yo sugeriría dejar de andar hablando pistoladas; de que casi un 50% de los ciudadanos está de acuerdo con el Socialismo, que más del 50% de los venezolanos son “pitiyanquis”, que el pueblo votó contra si mismo, que son flojos, que los estudiantes opositores son “hijos de papi y mami” (como si los otros fueran hijos de “burro y burra”) y que votar por algo distinto al Presidente es votar por Bush.
Y esto fue lo que mostró al mundo entero cuando, una vez más, no encontró mejor forma de reconocer su derrota ante quienes le dijeron NO a su proyecto de reforma constitucional, que la descalificación y la grosería: “Sepan administrar su victoria pero ya la están llenando de mierda, es una victoria de mierda y la nuestra, llámenla derrota pero es de coraje, es de valor, es de dignidad” –dijo ante las cámaras tragándose su propia …¿bilis?
Evidentemente, las derrotas le caen mal; y aunque ello es algo que a nadie satisface, cuando se es líder, uno tiene la obligación de aprender de los propios errores, modificar el rumbo, aplicar los correctivos y –con la mayor gallardía posible –agradecer a quienes le hicieron ver su error, que en este caso, son nada menos que un 77% de los electores inscriptos del país! Porque, si vamos a la profundidad de los números y lo que ellos nos dicen más allá de las cifras difundidas por el CNE, el Presidente logró el 49 % de los votos a favor pero con casi un 44 % de abstención, lo cual significa que obtuvo apenas el 27 % de los votantes inscritos!
Nadie se explica tampoco donde quedaron los votos de los 5 millones 700 mil, o 6 millones de inscritos en el PSUV, de los cuales se pavoneaba el Vicepresidente.
De hecho, el Presidente, al afirmar que quien votara el SI votaría por él, y quien por el NO votaría contra él, convirtió el referéndum de su reforma constitucional en un peligroso plebiscito el cual –si hubiera sido revocatorio – habría anulado su mandato. En esta oportunidad, 7 millones de electores dejaron de participar en el referendo. Y el Presidente perdió por partida doble; pues en el Bloque A del proyecto de Reforma Constitucional, 50,7% de los electores rechazaron, entre otras propuestas, la posibilidad de permitir que el Presidente pueda presentarse indefinidamente a la reelección; mientras que en el Bloque B, 51.05% de los votantes no avalaron restringir la libertad de expresión durante los estados de excepción, ni la posibilidad de disminuir la edad para votar hasta 16 años.
Por otra parte, no estuvo tan lejos de estas cifras la votación para la Asamblea Nacional Constituyente que redactó la Carta Magna vigente desde 1999, la cual fue elegida con una abstención de 62%; lo que equivale a la ausencia de unos 6.850.747 electores. Y ni que hablar del referéndum para aprobar esa misma Carta Magna, la cual fue aprobada por apenas tres millones de personas, lo que significa que dejaron de expresar su opinión 6.041.743 personas, equivalentes al 55,5% de los venezolanos votantes. Sin contar con que los diputados que aprobaron someter a referendo la actual reforma propuesta, fueron elegidos por apenas un 25% de los electores! Así que yo sugeriría dejar de andar hablando pistoladas; de que casi un 50% de los ciudadanos está de acuerdo con el Socialismo, que más del 50% de los venezolanos son “pitiyanquis”, que el pueblo votó contra si mismo, que son flojos, que los estudiantes opositores son “hijos de papi y mami” (como si los otros fueran hijos de “burro y burra”) y que votar por algo distinto al Presidente es votar por Bush.
Porque otra lectura señala que -como bien lo editorializó el semanario The Economist, analizando la derrota del 2D - “al afirmar que votar SI por la reforma era votar por él, mientras que votar NO era "un voto por George W. Bush", los resultados del referendo indican que en 9 años en el poder, el logro fundamental de Chávez ha sido convertir a Venezuela en el único lugar del mundo donde el presidente de Estados Unidos podría ganar una elección popular”. Quizá el Presidente, antes de juzgar la victoria de sus opositores como “una victoria de mierda” debiera contemplar la posibilidad de que su propuesta pudiera ser “una reforma de mierda..”
La verdad de la reforma.
La verdad de la reforma es que no “reforma” nada, sino que “deforma” todo lo existente, hasta el punto de que nadie tiene idea de lo que podría quedar en pie y lo que caería bajo los caprichos presidenciales. Caprichos presidenciales que, además, vienen montados sobre muy dudosos antecedentes, como la paternidad ideológica y sentimental concedida por el Presidente al hombre aquel de la barba -que no es por cierto ningún Santa -ni santo de la devoción de los venezolanos, pese a sus “altruistas” ayudas a los marginados. Por endiosar a este amigo, el Presidente se atrevió a jugar con fuego, y se quemó algo más que las pestañas..
La verdad de la reforma.
La verdad de la reforma es que no “reforma” nada, sino que “deforma” todo lo existente, hasta el punto de que nadie tiene idea de lo que podría quedar en pie y lo que caería bajo los caprichos presidenciales. Caprichos presidenciales que, además, vienen montados sobre muy dudosos antecedentes, como la paternidad ideológica y sentimental concedida por el Presidente al hombre aquel de la barba -que no es por cierto ningún Santa -ni santo de la devoción de los venezolanos, pese a sus “altruistas” ayudas a los marginados. Por endiosar a este amigo, el Presidente se atrevió a jugar con fuego, y se quemó algo más que las pestañas..
Que me digan ahora que el pueblo venezolano no estaba preparado para el socialismo; que no era aún el tiempo para impulsarlo; que no entendió los verdaderos alcances de la reforma; que las campañas mediáticas de la oposición apoyadas por el imperio, bla, bla, bla, todo ello se me ocurren cuentos chinos! El pueblo venezolano lo que quiere es vivir mejor, no peor, y dentro de este concepto figura un enorme aprecio por la libertad y la democracia que –si bien ha sido usado, abusado y manoseado, por los dirigentes políticos y empresariales –ello no le concede un cheque en blanco a nadie para implantar otro totalitarismo de tan dudosa factura.
El Presidente y el VicepresidenteLos errores del Presidente.
Fue un gran error del Presidente, aceptar el halago del Vicepresidente cubano Carlos Lage cuando afirmó, en octubre, 2005, que Cuba tenía dos presidentes: Castro y Chávez, y recoger el guante dos años más tarde, diciendo en plena euforia y regresando de la Isla: “Somos un solo gobierno o dos países con doble presidencia”. Dudo que esto les haya caído bien a los cubanos, pero estoy seguro que no les cayó nada bien a los venezolanos!
Fue otro error del Presidente buscar estrechas alianzas y amistades con gente que ni siquiera entiende nuestro idioma –y nosotros menos sus ideologías –disfrazando tratados comerciales cuyo cometido en realidad, no es otro que la búsqueda de apoyos ideológicos para alejar a la región de los eternos explotadores del norte. Aún cuando pudiera ser buena la intención, no veo futuro en estos acuerdos.
Y fue otro error del Presidente, abusar de los insultos y las descalificaciones hacia otros mandatarios porque, si bien en algún momento pudieron haber producido algún enamoramiento en algunos sectores radicalizados de la población, mas temprano que tarde, como bien dice la canción “se gastó el amor de tanto usarlo”. Como será otro error del Presidente insistir, por los medios que sea, en su capricho de implantar su proyecto de reforma, manteniendo al país en una permanente confrontación, cuyos límites hoy no podemos imaginar.
El Presidente no ha entendido ni quiere entender a su país; quiere manipularlo. Quiere hacer de él lo que ya nadie quiere para si. Quizá su intención, y desde su percepción, esté bien inspirada. Pero así como uno debe aprender a aceptar a sus amigos y a sus compañeros como son, y ayudarlos en lo posible a ser mejores, sin pretender cambiarlos, el Presidente debería aceptar a su pueblo con sus fortalezas y debilidades, y en lugar de comprar su conciencia con favores, enseñarle el camino de la superación potenciando sus habilidades.
Eso es lo que el pueblo quiere y necesita. Y esto fue lo que su pueblo le dijo con el NO a su reforma. Más que una “victoria de mierda”, creo que fue “una victoria de gloria”!
Eso es lo que el pueblo quiere y necesita. Y esto fue lo que su pueblo le dijo con el NO a su reforma. Más que una “victoria de mierda”, creo que fue “una victoria de gloria”!
Les deseo a todos mis buenos amigos venezolanos, y aún a los que no lo son, toda la paz, las bendiciones, la prosperidad y la felicidad, que realmente se merecen! Feliz Navidad y próspero Año Nuevo!
Argenta
Diciembre, 2007
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