Todo lo que tú tocas, Putín, se vuelve mierda..

Podías haber esperado Putín. Podías haber esperado a recomponernos de la puta pandemia para largar tu puta invasión a Ucrania. Y no te creo Putín. He vivido los suficientes años y experiencias como para volverme un poco escéptico y descreído de las actitudes humanas. Tampoco creas que yo creo que tú eres peor que la potencia norteamericana. No señor; son una mierda los dos, en su afán de conquistar, y poseer y dominar, a quienes tengan algo que valga la pena ser arrebatado.

¡Sabes cual es el problema para que yo no te crea, Putín, pues que todo lo que tu país y su ideología han desparramado por el mundo, ha sido un fracaso!  Porque tu apoyas, justamente, a quienes han hundido a sus países en ese fracaso. Tus socios, por lo menos aquí en nuestra familia latinoamericana, han producido la mayor miseria y la más indigna calidad de vida de todos los tiempos.

Y te cito a los pocos y más conocidos y que a su vez están más jodidos: Venezuela, Cuba y Nicaragua. Fíjate que, por algo, todos los Estados independientes de América (34) son miembros de la OEA. (Incluyendo, inicialmente, a Cuba y Venezuela). Los pilares de la organización son la democracia, los derechos humanos, la seguridad, y el desarrollo.  Y yo creo que esos cuatro pilares de la OEA, Vladimir, son los que representan los deseos y aspiraciones de toda la humanidad. ¿Y a tí te parece que esos tres socios tuyos andan por esos lados?

¿Se respetan los derechos humanos en un país que ha sido denunciado en los informes de la OEA por sus prácticas de terrorismo de estado y delitos de lesa humanidad, como Venezuela? Donde se revelan asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, tortura y abusos sexuales bajo el régimen de Nicolás Maduro. Y donde se critica y reclama que la CPI (Corte Penal Internacional) no haya tomado ninguna acción, siendo que Jared Genser, autor del reporte de la OEA explicita que, entre 2014 y 2020, confirmó 18.093 asesinatos perpetrados por las fuerzas de seguridad del Estado y los grupos paramilitares, incluidas ejecuciones extrajudiciales y asesinatos de manifestantes.

¿Y éste es el socio al cual tú ayudas, Putín, vendiéndole armamento para defenderse -no de la invasión extranjera -sino de las reclamaciones de su propio pueblo? ¿Enviándole, además, asesores para producir armas mientras que lo que Venezuela necesita es saber y poder producir alimentos para una población desnutrida que huye por hambre y necesidad? ¡Apropiándote de su oro y sus recursos naturales, que pagan la indignidad de malvender, sin autorización y por un gobierno circunstancial sin legitimidad parlamentaria, los bienes de todos los venezolanos! ¿Ese es tu socio, Putín?

Y entre otras cosas que quizá tu no sabes Putín, y por eso te vuelves putón, es que la maravillosa revolución venezolana hoy en manos del inútil Maduro (que de maduro tiene solo el apellido) nos sigue debiendo -a la pequeña República Oriental del Uruguay, - más de treinta millones de dólares por compras de leche y productos lácteos que en su momento (2015) alimentaron a la población venezolana. Y que recién ahora, luego de siete años de espera, los productores lecheros uruguayos le están haciendo un juicio al Estado para tratar de cobrar ese “negocio ideológico”. ¡Y tienen toda la razón, y ojalá que ganen la demanda, porque nadie es dueño de comprometer esfuerzos e inversiones privadas con aval y garantía del Estado, si luego los destinatarios -elegidos por el gobierno de turno -no cumplen con sus obligaciones!

¿Por qué no les envías tú la leche y los productos lácteos y los alimentos que la población venezolana necesita para no caer en un default alimentario? ¿Por qué nos les envías medicamentos, tractores, semillas, fertilizantes, para que los venezolanos puedan producir ellos mismos su propio alimento, sin necesidad de ser inútiles cómplices y alcahuetes de una ideología que los obliga a depender de su miseria permanente, para justificar la existencia de una dictadura autoritaria y prepotente? ¿O también podrías enviarles los dólares necesarios para pagar esa vergonzosa deuda alimenticia a los sacrificados productores lecheros uruguayos?

¡Y también apoyas al ayer guerrillero y hoy dictador Ortega, de Nicaragua, que no encontró forma más democrática para asegurarse una nueva reelección, que encarcelar a todos los candidatos opositores! Y de paso matando a algunos compatriotas que osaron hacer valer sus derechos ciudadanos. ¿Y quieres que te hable de Cuba, Putin? País al cual tu país, cuando era parte de la URSS apoyó abiertamente desde la revolución, pero al cual dejó colgado y abandonado cuando ya no le servía y le resultaba muy caro. Y que hoy no produce nada como para alimentar suficientemente a su población. Te repito el caso de Finlandia, a quien también apoyaban en la misma época y hasta que se disolvió la Federación, y hoy es un ejemplo mundial de progreso y evolución sin tu ayuda.

Pero la Cuba de hoy, ante las nuevas generaciones y nuevas decepciones, y frente a las nuevas realidades y exigencias de un mundo totalmente evolucionado, reprime y encarcela a sus jóvenes por exigir sus derechos a reclamar ser oídos, castigándolos por no seguir aferrados a un modelo de más de 60 años atrás.

No se, Putín; no me voy a meter a juzgar tus socios europeos, dado que, te guste o no, tu también eres parte de Europa. Pero, ¿y quienes te apoyan en Europa?  ¿Y en el resto del mundo? Siria y Bielorrusia. Y ahora te decidiste a hacer mierda a Ucrania, país cuya gran mayoría de ciudadanos optó por vivir en democracia y asociarse con los países europeos para no ser esclavos de autoritarismos que le impidan decidir que hacer, que comer, que pensar, como vivir, a quien votar, y hacerse cargo -para bien o para mal -de su propio destino.

¡Por eso insisto Putín, que tarde o temprano, todo lo que tú tocas, o apoyas, o invades, se vuelve mierda!