Tratados de integración; juntos, pero no revueltos.
Los 60 países de dos continentes —33 de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y 27 naciones de la Unión Europea (UE)— se encontraron durante dos días, 17 y 18 de julio, en Bruselas, Bélgica, y después de casi una década, para retomar tratados pendientes, renovar compromisos y llegar a acuerdos multilaterales. La cumbre trató sobre cooperación entre ambos bloques mundiales, en temas como la paz y la seguridad del planeta, el comercio y las inversiones entre ambos continentes, la lucha contra el cambio climático y la justicia y seguridad para los ciudadanos. Temas de los acuerdos entre 60 países. Si; ¡60 países!
Los mandatarios
presentes manifestaron su esperanza en que la consolidación de la CELAC
pueda suponer la liberación de los países latinoamericanos de la tutela
tradicional de Estados Unidos y Europa, posibilitando el avance en la
integración de los pueblos, la resolución de sus conflictos, así como la
promoción del desarrollo económico. Pero
analicemos, primeramente, la enorme diversidad de sus sistemas políticos,
geopolíticos, económicos, financieros, y sociales.
Unión Europea: La Unión Europea es
una asociación económica y política formada por 27 países de Europa (a partir
de febrero de 2020 con la salida de Reino Unido), que han delegado parte de su
soberanía en instituciones comunes para tomar democráticamente decisiones
sobre asuntos de interés común. En esta cumbre, fue también un escenario para
la firma de acuerdos bilaterales, como el de materias primas críticas con
Chile, con énfasis en el litio; y los memorandos de entendimiento sobre energías
renovables con Argentina y Uruguay.
“Aportaremos 45 mil
millones de euros (50 500 millones de dólares) de inversiones europeas de alta
calidad para América Latina y El Caribe. Tenemos 135 proyectos en camino y
corresponde conformar la agenda de inversiones y decidir qué sectores priorizar”.
dijo Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión
Europea, en su mensaje de cierre.
Celac: CELAC es un mecanismo
de concertación e integración regional creado el 3 de diciembre de 2011, en respuesta
a la necesidad de realizar esfuerzos entre los Estados de América Latina y el
Caribe con el fin de avanzar en la unidad y en la integración política,
económica, social y cultural; aumentar el bienestar social, la calidad de vida,
el crecimiento económico de la región, y promover el desarrollo independiente y
sostenible, sobre la base de la democracia, la equidad y la más amplia justicia
social. El organismo quedó constituido excluyendo a los países
norteamericanos, mayoritariamente a Estados Unidos y Canadá.
Integrada por los 33
países soberanos que integran América Latina y el Caribe, (¡pero recordemos
que algunos países del Caribe como Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Granada,
Jamaica y San Cristóbal y Nieves, tienen a su jefe de Estado en Reino
Unido!) la organización está compuesta por 18 hispanohablantes, 12 de habla
inglesa, 1 de habla portuguesa, 1 de habla francesa, y 1 de habla neerlandesa, y
dentro de los cuales aún muchos habitantes conservan sus lenguas indígenas
americanas como el aimara, guaraní, mapudungún, náhuatl, quechua, quekchí,
entre otros.
Cuenta, asimismo con,
33 tipos de moneda distintas, e incluso en alguno de ellos (caso Argentina) la
misma moneda referente (el dólar norteamericano) tiene 18 versiones diferentes
(no se si al día de hoy no habrá alguna más) y está próxima a un nuevo default.
Tiene, asimismo, diferentes modelos de gobierno; desde dictaduras reconocidas
por los organismos internacionales, con casos de torturas, encarcelamiento y
proscripción de candidaturas opositoras (Cuba, Nicaragua, Venezuela) hasta
ejemplos de “democracia plena”. (Caso Uruguay)
Recordemos que la
delegación de Uruguay, participante de la XXIII Reunión Cancilleres CELAC, en
Buenos Aires, el 26.10.22, enfatizó en que el fortalecimiento de la democracia,
la vigencia del estado de derecho y el respeto de los derechos humanos
constituyen valores esenciales que se definieron en ocasión del establecimiento
del organismo. Asimismo, rechazó los atropellos a las instituciones
democráticas en algunos países de la región. ¿Y entonces, qué socios tenemos?
Mercosur: Y como si fuera poco, dentro
de este revuelto de países, idiomas, monedas, costumbres, culturas, ideologías,
y modelos - reivindicador de imperialismos y colonizadores - se metió, incluso,
el momificado tratado UE -Mercosur, entre Europa y cuatro países sudamericanos,
Uruguay, Brasil, Argentina y Paraguay, que, ¡pasadas más de tres décadas, no son
capaces -siquiera -de entenderse entre ellos mismos!
¡Difícil entonces, en
estos revueltos de países, discursos, buenas intenciones y expresiones, pero
tan disímiles en las acciones, tratar temas que involucren los intereses de 64 naciones,
logrando acuerdos que respeten los enunciados acordados, y que luego serán burlados!
Quizá una de las
promesas rescatables que dejó esta cumbre para el Mercosur, es que la presidenta
de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su mensaje de cierre, se comprometió
a concretar el viejo y muy añejo tratado de la UE, con los países
sudamericanos.
Amanecerá, y veremos,
Nota: En un reciente
artículo en El País, Carlos Loaiza-Keel, director
del Postgrado en Tributación Internacional (PTI) de la Facultad de Derecho de
la UM) nos recordaba la anécdota de aquel profesor de Oxford que,
caminando por los fantásticos jardines de la Universidad, le comentaba a otro
con escepticismo: “esta universidad no es lo que era”. Y el otro rápidamente le
replicaba con ironía: “es que nunca fue lo que era”. Al final, dice Loaiza, el
mundo lleva un ritmo de vértigo y cambia minuto a minuto, ¿que duda cabe? pero
también repite las mismas historias, con ligeras diferencias”.
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