De Bolsonaro y otras bolsas..
Yo no creo tampoco
que el voto a Bolsonaro en Brasil, haya sido necesariamente un voto “castigo”;
creo que fue, fundamentalmente, un voto “decepción”.
Y ese mismo voto que tumbó las
esperanzas de Lula y Dilma en Brasil, tumbó a Cristina en Argentina; va a
tumbar (y él ya lo sabe) a Maduro en Venezuela, tumbó a Correa en Ecuador, y va
a tumbar también a Ortega en Nicaragua en las (ojala próximas) elecciones. No
me atrevo a opinar sobre Chile.
En Uruguay no tumbó a Mujica porque, pese a su
pésima gestión presidencial, logró mantener una credibilidad suficientemente
alejada de la corrupción, y a pesar de los gruesos errores por complicidades
ideológicas, y otros, contó con un vicepresidente que, siendo Ministro de
Economía en el gobierno a anterior de su mismo partido y el posterior, le
aseguró al país la estabilidad económica para sustentar el modelo de
crecimiento con inclusión social. Algo similar, quizá, al porqué de la permanencia de Evo Morales,
en Bolivia.
El politólogo Óscar
A. Bottinelli, director general de Factum, se refirió a la votación que tuvo en
Brasil Jair Bolsonaro y se preguntó cómo es posible que nadie lo haya acusado
judicialmente del delito que comete: hacer apología de los delitos de lesa
humanidad.. “Explícitamente defendió la
tortura, brinda por los torturadores y lo que objeta de Pinochet es que debió
matar más gente”, agregó. “Lo que hay
que entender es que en todo acto de seguimiento político las causas son
múltiples, no son univariadas -dice
Bottinelli. “Y el robar es hoy, para toda
o una buena parte de una mitad de Brasil, que no vuelva el PT. No importa si el
PT robó más, o menos, o lo mismo que los otros partidos, porque metió la mano
en la lata gente de todos los partidos. Lo que importa es que ello se asoció al
PT y sus entornos, y que esto lo cree más o menos medio Brasil”. Y que no cree
una falsedad; cree algo cierto; lo falso es creer que fueron los únicos”.
¿Y acaso no éste también, hoy, el sentimiento argentino?
Bolsonaro ha
destratado públicamente a las mujeres y a los negros, y sin embargo, "Las
mujeres votaron más a Bolsonaro que a Haddad; los negros votaron más a
Bolsonaro que a Haddad, y una cantidad enorme de gays votó a Bolsonaro. Pero
además, con un alto índice de voto entre el electorado masculino y las personas
con educación superior, su porcentaje sube hasta un 62% en las familias que
ganan más de diez salarios mínimos (954 reales, unos 250 dólares). “Bolsonaro obtuvo los votos que obtuvo porque
evitamos a toda costa mirar nuestros errores y cambiar la forma de hacer
política", escribe Gustavo Bertoche, un doctor y profesor de filosofía
brasileño.
Gustavo Bertoche
Guimarães, realiza un descarnado
diagnóstico sobre el Partido de los Trabajadores (PT) y la izquierda brasileña,
el cual rápidamente se viralizó por las redes sociales. A la pregunta "¿De
dónde surgió Bolsonaro", Bertoche responde: "de nuestra propia incapacidad de hacer la necesaria autocrítica”. ”La inmensa mayoría de los votantes del
candidato del PSL no es machista, racista, homofóbica ni defiende la tortura -aclara - La mayoría de ellos ni siquiera son
bolsonaristas”. Bolsonaro surgió de aquí mismo, del campo de
las izquierdas ( ).. y lo que nos llevó a demonizar, sin intentar comprender, a
los que piensan y sienten de modo diferente”.
¿Qué nos indica
entonces esta mescolanza humana tan diversa y cuál es el gran secreto de este
nuevo Trump sudamericano, para recibir tanta aprobación? "El brasileño debe elegir entre dos
modelos que no le gustan, pero tiene que escoger cuál es el menos malo",
concluye Gustavo Segré, socio de la organización Center Group. Y sin duda que
el gran catalizador de voluntades, y reprobador de sentimientos, fue la
corrupción!. Que dio paso a la decepción. Porque no hay nada peor que una
mentira defendida, o una promesa no cumplida.
Y yo personalmente,
voy a tratar de buscar las explicaciones por el lado de las percepciones; creo
que el mentir, o el robar, es para el electorado, como la infidelidad en una
pareja; siempre producirá una herida, una decepción, y un rechazo! Por más que
ayer hubieran rosas y besos. Porque este mismo sentimiento de decepción, generado
por los hechos que todos conocemos dentro del Frente Amplio, es lo que ha
invadido a muchos frenteamplistas.
A mí, personalmente, me calientan mucho todos aquellos que no
hacen más que culpar a la derecha, al capitalismo, al imperialismo, a los estadounidenses o los rusos, de ser los
culpables de nuestras desgracias, de nuestros errores y de nuestras
imbecilidades. Porque ya asumí, desde hace mucho tiempo que la mayoría de
nuestros fracasos y errores son por culpa de nosotros mismos, y no de los
demás. Sin embargo en Uruguay, los simpatizantes del régimen venezolano siguen
regurgitando junto con Maduro aquellos fundamentos ideológicos que no pueden
llegar a digerir porque no pueden asimilar los resultados, y entonces expulsan
por la boca las manidas consignas contra la derecha, el imperio, el capitalismo,
las oligarquías, y otras yerbas.
Hay una frase
magnífica del General Líber Seregni con conceptos que muchos repiten pero muy
pocos los usan, haciendo referencia a la necesidad de asumir la responsabilidad
de los propios errores. Decía el General que “constituye muchas veces un escape fácil frente a nuestros errores,
achacar, repito, todo al imperialismo y a la oligarquía. Y no es así. Debemos
medir cuidadosamente nuestros errores
como la única forma de superarlos y de marchar por la buena senda.
Porque no es la derecha la culpable de nuestros errores, sino nosotros mismos”.
Y yo insisto en que no han sido ni el socialismo ni las ideas de
izquierda en sus conceptos, los que han hecho fracasar a algunos países
hermanos en el camino progresista. Ese camino que iniciamos juntos casi todos,
a partir del nuevo Siglo, recogiendo los errores, las miopías y las exclusiones
de los políticos históricos de la región. Han sido la misma miopía y estupidez de
querer atornillarse en el poder a toda costa, cometiendo los mismos horrores
que ayer combatieron. A Dilma,
en Brasil, le tocó ser la ficha señalada de un sistema corrupto y perpetuado,
que encontró en ella y en su partido la debilidad política suficiente para
intentar limpiar la cara de un gigante con pies de barro, y de paso, devolver
su lugar a viejos apetitos desplazados. Así de simple, y no nos
compliquemos buscando explicaciones de si fue un golpe de Estado parlamentario,
una traición partidaria, o lo que sea. Porque fue todo ello junto! Y fue el
propio Lula, el gran referente social, quien entrando en el jueguito de las
compras de votos y la corrupción histórica en Brasil, le dejó a Dilma la cancha
suficientemente embarrada, como para que ella patinara.
En Venezuela, país
donde el petróleo representa el 90% de
los ingresos del gobierno, y teniendo las mayores reservas petroleras del
mundo, aplicando el obsoleto modelo comunista cubano, se nacionalizaron y expropiaron las empresas
productivas, se invirtieron más de 250 mil millones de dólares desde 2001 hasta
2015, en diversos programas sociales, como la importación de alimentos, y nada en producirlos. Y hoy, su gente
emigra, desesperada, aún arriesgando su vida
tratando de cruzar a pie los ríos
limítrofes, o entregándose a contrabandistas que les quitan sus últimos recursos.
Y es curioso: los venezolanos ayudan a
Cuba con abundante petróleo barato, a cambio de médicos, asesores,
inteligencia, ideología. Y hoy Cuba les
enseña a ellos, además, a ser balseros.
Ahora, los venezolanos se van, y los cubanos se quedan! Y lo que los cubanos no
pudieron mediante la pretendida invasión por las playas de Machurucuto, en el
64, lo lograron ahora mediante la vergonzosa entrega del país por Chávez y
Maduro, y las corrompidas fuerzas armadas venezolanas!
Y en Uruguay, los sectores
radicales izquierdistas, insisten en que hay en el continente americano
"un notorio avance de la derecha", cuyo ejemplo más marcado es
Brasil. ¡Y dale con el avance de la derecha! Por no querer admitir que cuando
uno arriba a las grandes responsabilidades que deben incluír a toda la
población, cada quien con sus debilidades y sus fortalezas, debe apartarse de
esa concepción infantil de pretender gobernar y mantenerse en el poder a través
del discurso descalificante, intolerante, de negación y de odio. Y debe
presentar hechos concretos que mejoren la calidad de vida de los habitantes. ¡Y
eso es lo hecho!
Y pienso que ante
tanta ineptitud en las izquierdas, la derecha no debe ni siquiera molestarse
demasiado en inventar sus avances, sino simplemente esperar que se produzcan más errores. El Uruguay es
hoy, pese a las diferencias entre las diversas interpretaciones de
izquierda, un ejemplo para el mundo todo! La Suiza de América, aún es una
realidad! Pero pagamos las facturas por habernos prendimos ideológicamente a
quienes no supieron -ni entendieron, ni quisieron entender -como se hace una
revolución "en serio" y no "en serie. Y no supieron priorizar la
izquierda racional, sobre la izquierda emocional. Aún así, el pequeño país
sigue manteniendo su credibilidad y su confianza intactas. Y no ha sido en base
a las prédicas radicales izquierdistas, ni a los repetitivos discursos
descalificatorios, y ya sin contenido!.
Amen.
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