¡Con el monstruo adentro!
Los uruguayos hemos
llegado a la frustración de Kimberly Snead, la enfermera de 49 años e
integrante de la familia que acogió como a un hijo en su casa de Florida (USA),
a Nikolas Cruz, de 19 años, y autor de la reciente matanza que dejó 17 muertos en
un instituto de Florida, cundo expresó: "Teníamos a este monstruo en casa y no lo sabíamos". Pues
en Uruguay nos pasó lo mismo; teníamos y tenemos, a estos monstruos en casa, y
no lo sabíamos! ¡O no queríamos darnos cuenta!
Y es que no puedo
dejar de indignarme ante este verdadero cáncer social que en forma de violencia irracional
y criminal, ha hecho metástasis en la convivencia de la sociedad uruguaya, haciendo
que muera lo mejor de nuestra sociedad, mientras queda viva la peor expresión
de su maldad! ¡Y porque no hay justicia que pueda devolvernos esas inocentes vidas
que ya no están! Como la de Florencia Cabrera, esa joven muchacha, y madre, que
trabajaba como cajera en un supermercado, para ganarse apenas un modesto sueldo
con el cual sustentar su situación social y familiar, y a cuyo hijo de siete
años, habrá que explicarle ahora que ya no la espere más, porque ya no la volverá
a ver! Y porque a su madre la mató de un tiro por la espalda un monstruo
enfermo para llevarse un enriquecedor botín de 2.000 pesos!
¡Mierda; hijo de tu
madre; me hubieras pedido a mí 100000 veces más, y yo me endeudaba hasta las
pelotas para dártelos, con tal de salvarla! Con tal de salvar a una madre; con
tal de salvar una vida inocente que creaba vida, mientras vos las destruís!
¡Les juro que se me hace un nudo en la garganta! Y por más que alguna vez me
han tratado de machista, les aseguro que a los machistas también se nos
humedecen los ojos, y se nos estruja el alma!
¿Y nos conformaremos con
unos años de cárcel para su asesino, el “Kiki”, Christian Damian Pastorino
Pimentel, que, ahora se sabe, había ultimado hace muy poco tiempo también a su
joven pareja, de 20 años, y en presencia de su hijo? ¿Unos años separándolos
del resto de la sociedad, pero alojado gratuitamente bajo un techo digno (ahora
en una cárcel modelo), alimentándolo, y brindándole todos los servicios
sociales que a muchos de nuestros honestos y trabajadores ciudadanos, no hemos
podido concederles?
A esta mente tan enferma, que tenía amenazada de muerte, incluso, a su propia
madre!
Tan enferma como esos “machos” desquiciados, resentidos y frustrados,
que no soportan que los deje una mujer, y la matan, por no animarse a ser
hombres!
Estamos enfermos;
estamos ante un virus cada vez más resistente, que se resiste a los
tratamientos convencionales, destinados a salvar la vida y mejorar las condiciones
de vida de un ser humano. Y parecería que se reproducen cada día con mayor
virulencia, sin que nada ni nadie del mundo social, que invierte enormes
recursos en ofrecer mejores oportunidades a quienes no las han tenido, sea
suficiente para ellos.
Por algo hoy los
hermanos chilenos, hartos ya de su cuota
de paciencia contra la maldad, acaban de manifestarse en un porcentaje de al
menos un 65% de la sociedad, para restaurar la pena de muerte! ¡Triste, patético,
vergonzoso para la humanidad; pero es la misma humanidad la que reclama su
defensa! Y una reciente encuesta de la empresa Opción Consultores, indica
que el 78% de los uruguayos apoya la aplicación de la cadena perpetua para los
delitos excepcionalmente graves, y el 43% apoya la pena de muerte.
Y esto no se
resuelve, y lo sabemos, acudiendo una vez más a interpelar a Bonomi en el
parlamento nacional! Por favor..! Si somos puro “parlamento” político
partidario, y cada vez menos compromiso
nacional! Ni tampoco con medidas más efectistas que efectivas, y para lograr
protagonismos, sugiriendo sacar los militares a las calles! Bien lo dijo el
Diputado Fernando Amado, "Después
hablan de populismo y demagogia. Lo peor, el enorme desconocimiento de la
profundidad del problema; y ni hablar de la ignorancia de la diferencia entre
preparación/formación/mentalidad militar y policial. No a militares en la calle
haciendo trabajo policial".
¡Yo me avergüenzo,
como hombre y como uruguayo, de estas
atrocidades humanas que no deberían existir en Uruguay! Y porque me duele
doblemente, ya que también afectaron gravemente a un guardia de seguridad
venezolano, que vino a este país perseguido por la vergonzosa e indignante
realidad de un gobierno corrupto e inmoral que está matando de hambre y
necesidades sanitarias a su gente. ¡Y porque yo conviví dieciocho años con
ellos!
Ni tampoco lo solucionaremos,
con recetas más efectistas que efectivas como hacerle el negocio gordo al ex
Alcalde gringo Giuliani, quien por sus
supuestos éxitos en Nueva York creó una Consultoría (pregúntenle a López
Obrador, en México) cuando en realidad los méritos fueron de William Bratton!
Amen.
Nota: Quizá el único gesto humano que tuvo el Kiki en su vida,
y que yo se lo agradezco, fue dispararse recientemente él mismo un tiro en la
cabeza, evitándonos que la justica -injustamente -lo confinara en una cárcel
para recordarnos con su vida, día a día, que los monstruos existen, y hacen
mucho daño. Y que no podemos seguir aceptando
pasivamente, la muerte de inocentes!
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