¡Suéltanos,
pasado…que el mundo ha cambiado! Son
ellos o nosotros. .¿estamos claros?
Los uruguayos tenemos
una especial relación patológica que nos sigue manteniendo prisioneros/aferrados,
a nuestro pasado. Nos cuesta enormemente darnos cuenta que el mundo ha
cambiado. ¡Y cuánto ha cambiado! Pero nosotros seguimos aferrados a nuestros
odios y rencores del pasado, en lugar de preocuparnos por los grandes desafíos
del futuro! Seguimos recordando emocionados los títulos futbolísticos del 28,
del 30 y del 50. Y también, las cruentas cuentas que pagamos en la dictadura de
los 60 y los 70. Es que somos un país de viejos; y queremos -egoístamente
-seguir legándoles a nuestros hijos y nietos los recuerdos de nuestros éxitos y
errores del pasado, para que ellos construyan su futuro.
Nos deleitamos
festejando y sufriendo con nuestro pasado. Y no nos damos cuenta que a nuestros
jóvenes, hoy, no les interesa demasiado. Si, bueno, claro, les seguimos inculcando
a nuestros estudiantes la rebeldía de luchar contra las injusticias e
ignominias nuestras y del mundo entero. ¿Pero, y que mensajes y valores nuevos
les estamos dando para incentivarlos a insertarse en un futuro que ya no es
nuestro? Sobre todo en un tiempo
en el cual el país ha crecido lo
suficiente, como para que los ayer reivindicadores ya estemos cobrando
buenos sueldos y dividendos, estamos más gordos y complacientes, y entramos en nuestra zona de confort. Y es
que si bien hemos avanzado mucho, no hemos aprendido nada!
Y todo este preámbulo
para entrar en el tema que hoy nos convoca a todos, más allá de las sentencias
de Sendic, o el último intento de asalto con gas a los cajeros electrónicos, o
el último y quizá más emblemático caso de la cajera Claudia Sánchez en Pinamar,
asesinada por las dudas, por si en su bolso llevaba algo; más allá de los 100
pesos que llevaba! Y si, coincido con Layera, ésto puede llegar a ser la destrucción
de la sociedad uruguaya! Y si; Coincido
con Yamandú Orsi, en el sentido de que ya, a esta altura, esta es una guerra
declarada, y debemos aceptar que “Acá
sí, son ellos contra nosotros. La mala gente existe”.
La sociedad uruguaya
está sufriendo una metástasis cancerígena en sus valores. Y nosotros, a través
de nuestros medios de comunicación somos los mejores publicistas y difusores de
la actividad de la delincuencia. Ellos miran televisión como el resto de
nosotros; leen las noticias, se enteran de las nuevas modalidades y técnicas en
otros países y las adoptan; se asocian, se reúnen y planifican, saben
diariamente quienes fracasaron y quienes triunfaron, cuanto se llevaron, y toda
la investigación necesaria para irse profesionalizando y tomando los “nichos”
del mercado, allí donde a la autoridad le cuesta más estar presente. Saben dónde
están las mayores debilidades de la población; los horarios, los días, y
lugares de pago; cuando entregan las remesas a los supermercados, y gracias a colegas
profesionales internacionales regionales, están perfeccionando permanentemente
sus técnicas. Bueno; ellos disfrutan del rating tanto como las televisoras!
¡Ojo! No sólo
nosotros estamos tratando de mejorar nuestros conocimientos, nuestros medios de
producción y nuestros estudios de mercado; la delincuencia también lo está
haciendo! Y además, estos ejemplos debidamente difundidos están sirviendo de inspiración permanente
para quienes, criados en ambientes marginales en donde el delito no es una
elección decidida, sino una forma de vida, Mientras nosotros miramos los informativos,
luego de venir del trabajo planificado
las nuevas metas y objetivos empresariales para que el país y nosotros mismos,
podamos seguir creciendo, de hacer las compras, ocuparnos de los chicos y
programar nuestra actividad para el día siguiente seguir trabajando y
produciendo, ellos están trabajando y planificando a quién, donde y como, asaltarán, y si es necesario matarán, esta
noche, o en la tarde, o en la mañana, o en la madrugada. Si; como dijo Orsi;
son ellos contra nosotros.
Y cada vez que ellos leen
y oyen las diatribas de nuestros representantes políticos, diputados,
senadores, jueces, abogados y fiscales, que son los que deberían encargarse de
la protección de nuestra sociedad, y no son capaces de ponerse de acuerdo en principios
y valores tan elementales que hasta mi nieta los pueden interpretar, se van a
festejar "muy sonrientes" a Punta del Este, según testimonio de la fiscal que atendió el
caso de esa lacra humana, que bajo las directivas de unos chilenos y un
argentino, intervino en los asaltos y explosiones de 7 de los cajeros
vandalizados. ¿Y saben qué? la sacó barata, en la oferta judicial por la cual
en esas promociones tipo supermercado -te regalo tres por uno, a cambio de que
me pagues con algo -le cobraron con 3 años y tres meses, la factura de su
sinvergüenzura!
Tres años y tres
meses; cuando a mi nieta le salgan los nuevos dientes del cambio, este
individuo va a estar nuevamente en la calle, jodiendo a todo un país. Pero nosotros seguimos atados, o a las
complacencias ideológicas partidarias, o
a las mierdas lacerantes del pasado. Seguimos removiendo la mierda de hace
cuatro décadas atrás, porque no tenemos ideas ni sabemos cómo enfrentar el presente,
ni menos el futuro.
En El País del sábado
2, de mayo, “se reproduce el fallo en contra del delincuente acusado de los siete
asaltos. Fruto de esas acciones, el botín en conjunto alcanzó las sumas de $
10.906.000 y 44.800 dólares. ¡Joder! No es mal negocio! Si ahora lo soluciona
con tres años y tres meses de “desocupado”. ¿No lo mandarán al Seguro de Paro? ¿Cuántos
de nuestros compatriotas honestos han debido esperar más de eso, para obtener
un trabajo? El compatriota uruguayo aseguró que "trabajaba" para
varios chilenos y un argentino. Dijo haber percibido, en cada oportunidad,
entre 100.000 y 150.000 pesos uruguayos, más $ 200.000 por su participación en
la explosión de un cajero de la calle Ejido y Paysandú. Y tras ese golpe, se
fueron a festejar con los chilenos a Punta del Este. Allí fue identificado
mediante una fotografía en la que aparece "muy sonriente", según
indicó la fiscal.
Y nosotros seguimos
aferrados a los abusos que cometieron los militares hace 40 años atrás, y nos
seguimos haciendo el hara kiri para encontrar justificación a los allanamientos
nocturnos -aún con orden judicial -en los lugares y hogares donde se tiene
información de venta y distribución de droga, o tenencia de artículos robados. Teniendo
en cuenta además de que, como lo informó el Fiscal Jorge Díaz, "Uruguay es
el único país de la región que no tiene allanamientos nocturnos". La norma
prevé que el ingreso de la Policía a una casa en horas de la noche solo es
posible si el "jefe del hogar lo permite". Por eso, si hay una
persecución y el delincuente se mete en una vivienda, la fuerza pública solo
ingresa si se lo permite su dueño. ¿Lobo; estás? Es que como para tomarlo a
risa. Hoy, cuando hemos visto que individuos con ametralladores y fusiles AK 47
son los que salen a robarnos y a matarnos!
Pero seguimos
desconfiando de nuestro presente, y de nosotros mismos, a pesar de que tantas
cosas, situaciones y personajes han cambiado! Y vale la pena leer el artículo
de Julio Fernando Gil Díaz, en Uypress de estos días, bajo el título ”El tiempo
es (IN)CONSTITUCIONA!!”, pues allí señala y destaca la curiosa dicotomía de los
catedráticos constitucionalistas Martín
Risso y Ruben Correa Freitas, quienes no hace tanto tiempo (mayo del año 2012),
fueron categóricos en afirmar la inconstitucionalidad de la iniciativa,
algo que ahora relativizaron ante la propuesta del senador Larrañaga. Seis años después (29 de mayo de 2018), en
nota de El Observador, afirman que ahora no es ni tan inconstitucional ni tan grave!
Y mientras Larrañaga va
recolectando firmas para modificar la Constitución, e imponer medidas para
combatir la inseguridad, su socio en el amor/odio del Partido Nacional, Luis
Lacalle Pou, quien en abril afirmaba que apoyaría y firmaría cualquier propuesta
en nombre de la seguridad nacional así fuera la del Senador Bordaberry o la que
pudiera surgir de su par Larrañaga, hoy, cuando más se necesitaba su apoyo, el
chico travieso, dijo que no firma nada! Y por ello, el blanco Larrañaga se
consiguió el protagonismo del colorado Germán Coutinho! ¡Joder; que no es fácil
de entender!
Y personalmente les
digo que, si ésto lo presentara un compatriota serio y creíble, y no representantes de lo que ayer fueron las
estafas, y la corrupción, y las oligarquías nacionales, capaz que yo la
apoyaba! Porque en algunos puntos estoy muy de acuerdo simplemente por ser un
ciudadano uruguayo más, preocupado por una situación que se nos ha ido de las
manos! Patricia Rodríguez, líder del Sindicato de Funcionarios Policiales de
Montevideo, advierte: "Hemos perdido autoridad frente al delincuente y eso
tiene que cambiar". ¡Y cuánta razón que tiene!
Porque ahora es frecuente,
además, que cuando la policía entra en algunos barrios, a pedido de la gente
honesta de la misma comunidad, son atacados con piedras y hasta con balas para
no interrumpir su acción delictiva. Y es que no sólo la policía ha perdido
autoridad frente a los delincuentes; la hemos perdido todos como sociedad
¿Estamos claros? ¿O
queremos seguir confundidos en nuestra cómplice oscuridad?
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