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Sunday, November 13, 2016

Ganó El Aprendiz.
¡God Save América! 



El Aprendiz se las ingenió para patear el tablero de la política tradicional norteamericana, tal y cual la conocíamos. Bueno; no estoy seguro si tan sólo la norteamericana. Puso en la centrifugadora los valores, las convicciones, y el raciocinio de los norteamericanos. Tiró por la borda el supuesto equilibrio entre las tan distantes pero a su vez equilibrantes, concepciones políticas que sustentaron la historia de la nación más poderosa del mundo! 

Borró las barreras entre lo racional y lo emocional. Y le demostró al mundo entero que la super potencia Americana tiene, entre sus fortalezas, muchas debilidades. Mensaje peligroso, por cierto, para un mundo confundido, radicalizado, conflictuado y desesperanzado, que sigue perdiendo las referencias y ve desdibujarse las creencias, las convicciones y los valores. Pero bueno; ¿acaso algo de esto mismo, y de esta expresión de inconformismo -aunque con distintas orientaciones - no ha sucedido también al iniciarse el Nuevo Siglo, en nuestras naciones sudamericanas? Es que asistimos a un mundo en el cual día a día, las vidas humanas valen menos que las de una hormiga. Y El Aprendiz, tomando ventaja de toda esta confusión le ganó, aunque con 200.000 votos menos, pero gracias a esa antigüedad de Consejo Electoral, precisamente a quien ha sido una exitosa Senadora, primera dama, y más exitosa aún Secretaria de Estado, durante el reinado del Gran Obama. 

Sí; el Obama que heredó las suciedades y las sociedades del gobierno de George Bush Jr. , y que definitivamente avergonzaron la imagen de los Estados Unidos de Norteamérica ante el mundo entero. Aún cuando George Bush, Jr, se enorgullecía en profetizar “Están conmigo o contra mí, con el bien o con el mal..” -algo similar a lo que profetiza hoy Donal Trump, y un montón de pajas difíciles de asimilar. Yo les deseo fervientemente a los norteamericanos, que una vez más no se hayan equivocado! Porque ya les costaron - y nos costaron -muy caros los errores republicanos, y en especial los Bush, con las invasiones a Iraq y a Afganistán, las vergüenzas hechas públicas de las torturas a los prisioneros de las cárceles de Abu Dabi y otras montando la gran mentira de las armas químicas, que costó billones de dólares a la nación, ocasionando cientos de miles de víctimas en el medio oriente, y sembrando ese odio tan profundo y visceral nacido de la violación de la dignidad humana a los países musulmanes. 

 Y cuyas consecuencias más evidentes se materializaron en la destrucción de las Torres Gemelas (2001). Dando origen, además, al nacimiento de los extremistas asesinos de ISIS, y otros radicalizados. Sin contar la peor estafa - montada esta vez contra la dignidad del propio pueblo norteamericano - de la mano de George Bush Jr., desde que asumió la presidencia, iniciando el Nuevo Siglo, con la inmoral crisis de las hipotecas sub-prime (2008) considerada la peor catástrofe económica después de la gran depresión de los año 30, y con cuya complacencia - dejó a millones de ciudadanos endeudados y sin hogar. Y al país hipotecado. ¡Vaya herencia la de los republicanos! Y es que, bueno, después de todo esto, uno se pregunta ¿será capaz Donald Trump de empatar tantos desastres..?! 

Es increíble la reacción de los norteamericanos! Después de estos desastres, que costaron nada menos que miles de muertos en la destrucción de las Torres Gemelas, volvieron a votar a Bush como al Chapulín Colorado, para que los defendiera de la violencia que él mismo había creado! Y quizá por ello, es que hay quienes afirman que lo de Donald Trump fue otra estrategia de los propios republicanos, quienes al comprobar que en los últimos años no lograban rescatar su credibilidad ante el pueblo norteamericano, urdieron la opción de delegar en un individuo que, rompiendo los moldes tradicionales de los dos partidos y del sistema, se presentara como el extraño Mesías elegido, que toda sociedad espera. Y de esa forma, sin demostrar el apoyo inicial que podría ser perjudicial, terminarían en un gran abrazo final logrando las mayorías parlamentarias para seguir decidiendo, imponiendo, y gobernando. ¿Acaso esto es algún disparate? ¿Acaso no se cumplió? 

Algo que quizá nadie quiere recordar es que los republicanos siempre serán los republicanos, los mismos que ahora, de la mano de Donald Trump, han logrado las mayorías parlamentarias en ambas cámaras! No se cuánto de realidad pueda haber en estas afirmaciones; pero me permito recordar que ante la opinión de muchos analistas extranjeros, e incluso la de muy respetados profesionales, las Torres Gemelas no se derrumbaron por el ataque de los avioncitos que la bombardearon desde arriba, sino que, para que realmente se desplomaran, era necesario instalar explosivos en los distintos pisos más bajos, calculadamente planificados para socavar su estructura. Imposible, me han afirmado, que esas estructuras de hierro y cemento tan bien amalgamadas, puedan debilitarse por el impacto en las zonas más elevadas y de ahí implosionar sobre su propia infraestructura. Lo cierto es, verdad o mentira, que valió la reelección de Bush Junior. 

Y definitivamente, algo que me sigue haciendo dudar -y de por vida -sobre la pulcritud de la sociedad norteamericano, lo constituye la vergonzosa y desubicada intervención del FBI anunciando, una vez más, investigaciones sobre supuestos correos de Hillary Clinton, sembrando dudas sobre su persona, en plena campaña electoral, y sin nunca haber sido confirmados. Algo que la propia constitución americana prohíbe, durante períodos electorales! Y por lo cual luego, y cuando ya era tarde, repetidamente trataron de exculpar a la Secretaria de Estado. ¡Vergüenza tras vergüenza para la nación norteamericana! 

“¿Y ahora qué?” -se pregunta Montserrat Domínguez, Directora Editorial de El Huffington Post. “Desde la Casa Blanca, el primer objetivo de Trump será borrar todo rastro de los ocho años de presidencia de Barack Obama. De un plumazo: le basta firmar unas cuantas órdenes presidenciales para revocar su legado. Pero además, los republicanos seguirán controlando las dos Cámaras legislativas, el Senado y el Congreso, algo que no ocurría desde 1928 -un año antes de que se desatara la Gran Depresión-. Su poder es inmenso”.   ( ) La antipolítica ha venido para quedarse, porque apela a una población que se siente desencantada y abandonada por el sistema político”. 

 Paul Krugman, por su parte, el Premio Nobel de Economía, 2008, profesor de Economía y Asuntos Internacionales y columnista del periódico New York Times, en su reciente artículo “Estados Unidos, nuestro país desconocido”, confiesa su total ignorancia en conocer a sus compatriotas norteamericanos: “Lo que sí sabemos - dice Paul -es que la gente como yo, y probablemente como la mayoría de los lectores de The New York Times, en verdad no entendemos en qué país vivimos. Resulta que estábamos equivocados. -aclara Krugman -Resulta que hay un gran número de personas —blancas, que viven principalmente en áreas rurales— que no comparten para nada nuestra idea de lo que es Estados Unidos. Para esas personas, se trata de una cuestión de sangre y tierra, del patriarcado tradicional y la jerarquía étnica”. 

 Se sumaron, dicen los analistas, hombres blancos del cinturón industrial, que se sentían amenazados frente a los inmigrantes que les quitaban oportunidades, a los tratados comerciales que les quitaban empleos, a una economía que no mejoraba sus salarios, y todo ello montado en una fuerte reivindicación nacionalista. Y Trump les vendió la mentira reconfortante que ellos querían oír. Les hizo creer a esos norteamericanos, que ellos eran víctimas de todo esto. Y que él era el Chapulín colorado, dispuesto a salvarlos. 

Pero ¿acaso alguien medianamente cuerdo puede pensar que ahondando las diferencias sociales existentes entre los más ricos y los más pobres, desgravando más a los más ricos para impulsar la economía (cosa que nunca ha funcionado) -en un país tremendamente endeudado y que necesita urgente inversiones e ingresos, va a poder brindar más y mayores beneficios para los más necesitados? Un país en el cual, según nada menos que Warren Buffet -uno de los más poderosos inversionistas - ha declarado qué el paga menos impuestos que sus empleados y que debería cargarse más a los que más tienen. ¿Acaso alguien piensa que va a ir en contra de las grandes multinacionales que prefieren por razones de costos producir en otros países, como México, por ejemplo? 

¿Y él va a anular esos tratados y obligar a las empresas a producir en Estados Unidos restándoles rentabilidad?. Y él va a ir contra China desafiando y trancando el comercio con la segunda economía del mundo? (Y que muchos aseguran que ya es la primera). ¿Acaso él va a domar a los leones del partido republicano con su sed implacable de rebajas de impuestos a los más ricos, y eliminación de beneficios para los más pobres? Tengo ganas de reír, si no fuera porque se asegura que uno de cada cinco pobres que votaban al partido demócrata, lo abandonaron para votar al republicano Trump. 

Y dentro de las cosas increíbles que se le perdonan a este personaje, es que luego de haber dicho lo que dijo, y lo que denigró a las mujeres, posteriormente se lo veía abrazando y besando a abuelas y madres por igual, y a jóvenes y jovencitas en actitud paternal, como si él fuera el padre que las había retado, pero a su vez, las protegía misericordiosamente en su regazo. ¡Cuánta hipocresía! Creo que los estadounidenses quisieron creer nuevamente, en una nueva mentira! Lo necesitaban. Y es que con ello se pone en duda aquella repetida afirmación de que al votante hay que decirle lo que él quiere oír. Bueno, pero entonces, también algo de lo que supuestamente no querrían oír! Porque no creo que a las mujeres de cualquier sociedad -a no ser en los países árabes, donde valen menos que una escoba -le gustara oír los conceptos denigrantes que El Aprendiz deslizó hacia ellas! 

 En fín, es cierto que la gente necesita siempre creer en algo, y en alguien, y además que cada quien es libre de encontrar la mentira o la verdad, que le prometa la mayor felicidad! “No sé qué nos espera” -finaliza Paul Krugman -“¿Estados Unidos ha fallado como Estado y sociedad? Todo parece posible. Creo que tendremos que levantarnos y tratar de encontrar la forma de continuar, pero esta ha sido una noche de revelaciones terribles y no considero que sea un exceso sentir tanto desconsuelo”. 

 Y yo por mi parte les digo: prepárense para el sacudón; porque esto va a estar más movido que una samba brasileña! 

¡God Save América! 

Amen


 La historia del muro. La propuesta de Donald Trump no tiene nada de original. Y menos, de efectiva. La construcción de muros en la frontera entre Estados Unidos y México se ha mantenido a lo largo de los últimos 25 años como una valiosa promesa de parte de candidatos políticos, ansiosos de recaudar votos. El presidente Bush promulgó en octubre de 2006 la “Ley de Valla de Seguridad”, que autorizó la construcción de mil 100 kilómetros de muros y barreras a lo largo de la frontera. “Esta ley hará que nuestras fronteras sean más seguras. Es un paso importante hacia la reforma migratoria”, dijo Bush al firmar la iniciativa.

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