Uruguay; la otra cara del socialismo.
Muchos pensaron que el presidente socialista uruguayo, Tabaré Vázquez, iba a seguir el jueguito de los destratos, los insultos y las descalificaciones, tan propias de ciertos presidentes caribeños, en su alocución realizada en la sede del Mercosur el martes 14 de julio. Durante dicho evento, el presidente rebatió las temerarias y poco acertadas recomendaciones del candidato opositor a la presidencia, exorcizando al partido de gobierno y exhortando a los inversionistas extranjeros a posponer sus inversiones hasta después de conocerse los resultados de la elección presidencial. Pero el presidente Vázquez hizo todo lo contrario. Aprovechó la oportunidad para mostrar una vez más – y esta vez nada menos que ante 300 connotados empresarios extranjeros que vinieron especialmente a escucharlo -porqué su gobierno ha logrado que Uruguay esté considerado hoy en día por distintos analistas y organismos internacionales, uno de los países más serios y confiables de la región.
Para quitarle a la polémica la trascendencia y el componente de beligerancia que la prensa ha pretendido capitalizar, el presidente Vázquez decidió no entrar en la trampa de las personalizaciones, y al mejor estilo Obama con Chávez, se dirigió a saludar con una sonrisa al candidato oponente, rodeado de reporteros, cámaras y flashes, antes de centrarse en mostrar las cifras que valen más que el millón de palabras.
Sin duda, las palabras del presidente estaban bien fundamentadas. Hace un par de meses la Cepal dio a conocer su informe respecto a la evolución de la Inversión Extranjera Directa (IED) en nuestra región durante el último ejercicio, así como las proyecciones respecto a lo que sucederá este año en el marco de la actual crisis sistémica global.
En este marco –y aunque con leves diferencias en los períodos de tiempo tomados -destaca el desempeño de nuestra economía, destacando que la IED en Uruguay tuvo una importante evolución. De tan sólo 148 millones de dólares al año, entre 1994 y 1998, pasó a promediar 283 millones entre 1999 y 2003. Pero el verdadero salto se da a partir de 2004 a 2008, cuando pasa a promediar U$S 1.188 millones. Si nos detenemos en el comportamiento de la inversión extranjera en el país durante los últimos dos años, se observa que la magnitud continúa incrementándose, ya que en 2007 trepa a los 1.223 y en 2008 explota hasta llegar a los 2.044 millones de dólares. Esto supone un incremento en 821 millones, lo que representa un 67% más.
Es jabón, pero tiene gusto a queso..
Sin personalizar ni seguirle el juego a la polémica, el presidente Vázquez tan sólo remarcó que “Cada uno es dueño y prisionero de sus palabras”, lo cual más tarde, en un momento de distensión y sonrisas, dio lugar a que el candidato a vice de la oposición le comentara que las cifras no eran tan buenas como se esperaba, ya que el nivel de inversión en 2008 fue de 18,6% sobre el PBI, cuando una década antes era de 16,5%.(..¡!¿?..) "El gobierno esperaba más de 20% al final del gobierno", ironizó el vice opositor. O sea, parafraseando el viejo cuento que termina reconociendo la verdad pese a la obstinada negación del antagonista, “Es jabón, pero tiene gusto a queso”.. Posteriormente, y siguiendo esta misma interpretación, el propio candidato opositor presidenciable, declararía ante la prensa: "Me resultaron particularmente gratas las noticias positivas sobre el país, me alegró –aclaró, no sin tratar de opacar los méritos gubernamentales - Muchas de esas medidas se deben al entorno internacional favorable", dijo mientras se retiraba del lugar rodeado de cámaras y micrófonos, advirtiendo que el presidente omitió "la otra cara".
Coincidentemente, la sensación general entre los representantes de la prensa y del principal partido opositor, es que no hubo durante la intervención de Vázquez un ataque contra su contendiente político, ni un discurso duro como algunos preveían. Algunos analistas señalaron que el presidente Vázquez estuvo a la altura de su cargo y de su responsabilidad ante el país.
Pero para que el evento tuviera su verdadera razón de ser, trascendiendo la conflictividad intestina, hacían falta las apreciaciones de quienes representaban los intereses supuestamente amenazados por el partido de gobierno. En este aspecto, el homenaje al empresario argentino Julio Werthein, fundador del Grupo Werthein, organizado por la Cámara de Comercio Uruguayo-Argentina, y durante el cual el presidente recibió de manos de éste el obsequio de un reloj de oro, puso la mesa para despejar dudas y expresar inquietudes. Entre los asistentes había representantes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y de empresas como Telecom y Ferrylineas. También el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati y Luciano Miguens (ex titular de esa misma sociedad y actual asesor agropecuario del PRO de Mauricio Macri), así como Alejandro Bulgheroni, socio dueño de la empresa petrolera Pan American Energy (PAE), y del Grupo Werthein, entre otros.


El presidente de Agroland y Nuevo Manantial en Uruguay y director de la empresa proveedora de servicios e infraestructura a petroleras y exploración de gas, Allis-Chalmers Energy, Alejandro Bulgheroni, señaló que espera que el próximo gobierno "por lo menos iguale y si no que mejore el actual en toda la seriedad que ha tenido este, en el interés de desarrollar la economía y llevar adelante los proyectos". Consultados respecto a las declaraciones de que si fuera un inversor esperaría a diciembre para decidirse a invertir, en alusión a la incertidumbre que le genera al candidato opositor el candidato del partido de gobierno, un empresario comentó que "en lo personal, que una persona como don Pepe Mujica sea presidente de Uruguay no me genera ningún tipo de incertidumbre". Otro empresario declararía a una radio uruguaya que "Tienen plataformas distintas, pero todos tienen un gran compromiso con generar un Uruguay bueno para todos, y en ese marco, de respeto de las políticas de Estado de fondo, no vemos que las distintas alternativas generen ningún tipo de riesgo, si uno lo quiere poner de ese lado”.
Mujica y Lacalle, presidenciables en conflicto.

Finalizado el evento, un simpatizante del partido de gobierno le comentó al presidente Vázquez al retirarse entre abrazos y saludos: "Uno a cero, Tabaré". Yo pienso que más que ganar Vázquez, Lacalle o Mujica, ganó el país y ganamos los uruguayos todos!
Argenta
Julio, 2009
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