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Location: Cordón, Montevideo, Uruguay

Tuesday, March 11, 2025

¿Los argentinos son menos inteligentes que los uruguayos?


No; no me lo creo. Pero es bueno preguntarse cosas como ésta, cuando Uruguay ha tenido un relevante crecimiento económico con inclusión social, en las últimas décadas, mientras que nuestros hermanos argentinos se han desbarrancado, han tocado fondo, y han presentado los peores índices macro y microeconómicos de la región.  Y todos sabemos, sin embargo, que Argentina es un país tremendamente más rico que Uruguay.

Argentina tiene petróleo, tiene enormes reservas de gas, tiene litio, tierras que le permiten formidables producciones agrícolas de exportación (ha sido considerada como “el granero del  mundo”) y criar millones de cabezas de ganado que les proporciona una excelente carne de exportación, para alimentar a buena parte del mundo. Tiene, además, en su haber, tres premios Nobel, que hacen una distinción. ¿Y entonces qué? ¡A los argentinos nos les hace falta nada para progresar y ser una de las naciones más relevantes el mundo! Lo tienen todo, pero, si, evidentemente algo les falta. ¿Dónde están las fallas o las faltas, que lo han hecho un país inviable e invivible para sus mismos compatriotas, a lo largo de tantos años?

A mayores riquezas naturales, tangibles y comprobables, les faltan valores intangibles pero también comprobables, que los hagan creíbles y confiables. Les falta confianza entre ellos mismos, y credibilidad frente al resto del mundo.  Por ejemplo; uno de sus últimos genios constructivos, y que convirtió a su empresa de servicios, en la empresa más valiosa de Latinoamérica, se vino a vivir al Uruguay. Alguien dijo, creo que fue Macri, refiriéndose al autodestierro de Marcos Galperín, el CEO de Mercado Libre, “perdimos a nuestro Steve Jobs de la Argentina”. Y lo malo para cualquier país, es que la gente que se va, no son lo políticos fracasados, sino los emprendedores que hacen posible la existencia del Estado.

Hoy, muchos argentinos se preguntan ¿Y si Steve Jobs hubiese abierto su empresa en Argentina? Interrogante que dio lugar a un interesante artículo en infobae, de Antonella Marty, y con este título, en el cual la periodista reflexiona sobre que, “teniendo talentos incluso de la misma talla, nos sobra algo que nos tiene anclados: regulaciones, gobierno grande, sindicatos mafiosos y políticos que si ven a un emprendedor teniendo éxito lo castigan con impuestos, burocracias y leyes que frenan el progreso”.  Poco podría haber logrado un Steve Jobs, por ejemplo, en países como Argentina o Venezuela (…) La pregunta es la siguiente, finaliza Antonella: ¿cuánto talento, empleo y éxito nos estaremos perdiendo?”  Y bueno, sin duda que Galperín es uno de ellos.

Y entonces, llegó Milei.

Y si; es entendible que una gran mayoría de argentinos votaran a Milei. A mi me recuerda cuando, estando viviendo en Venezuela, en plena crisis socioeconómica de los años ‘90, los venezolanos votaron a Chávez.  Otro país al cual, en materia de recursos naturales, no le faltaba, ni le falta nada. Pero en gobernanza política, le faltaba y le falta todo. Y los venezolanos decidieron un salto al vació, cansados de tanto hastío. ¿Quién conocía a Chávez, y que garantías ofrecía, más allá de una nueva revuelta (no confundir con revolución) utilizando los mismos argumentos nacionalistas, reivindicadores y prometedores, que siempre utilizó la política? Fue hábil, muy hábil, sin duda, en la forma de aprovecharlos. ¡Y así le va hoy, a Venezuela!

Y es que cuando la gente ha llegado al máximo de su capacidad de paciencia y resiliencia, frente a personajes que volverán a repetirles una historia harto conocida de fracasos y decepciones, es capaz de tirarse a un abismo, con tal de rescatar su necesidad de creer y soñar, con algo distinto. Si; la gente necesita creer, y necesita soñar. Aunque se equivoque; siempre que la equivocación, sea su decisión.

Y esto es lo que ha pasado, últimamente, en Argentina. Estaban hartos de todo y de todos. Inclusive de aquellos personajes que, por mucho tiempo, representaban una idea/nación tan arraigada, que era parte de su identidad; el peronismo. Y bueno, tuvieron que entender la decepción de que Perón hubo uno sólo, por más que peronistas hubieran muchos. Y muchos de ellos, peronistas por conveniencia, más que por conciencia. Hubo un momento en la política argentina, que si no eras peronista, no eres nada. Hoy, si eres peronista, no eres nada. Porque el problema, desde hace tiempo ya, no es Perón; es de los argentinos que jodieron todo, hasta el recuerdo de Perón. Y entonces se engolosinaron pensando que, tirándole unos pastelitos cada tanto, a los seguidores de Perón, ellos podrían llenarse de guita los bolsillos del pantalón.

Y entonces, se dedicaron a la orgía; parte es tuya, y parte es mía. Convertibilidad, default, inflación, corrupción, todo era válido para seguir exprimiendo a la nación. Lamentable, todos, con algunos picos de excepción, hipotecaron el país hasta el calzón. Cambiaron cinco presidentes en once días. Y vino la era, de Cristina la pistolera; “quiero lo mío, y también lo de afuera”. ¡Claro!; los pastelitos gustaron a aquellos que pensaron en la facilidad de la multiplicación de los panes y los peces, que tan milagrosamente hizo Jesús, en la montaña! Y que cuando los repartió a todos lo que quisieran pescado, les dijo «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».   

Y cuando todos estaban hartos, llegó el Mesías Milei, y les advirtió: “soy libertario, y que nadie espere de mi un milagro. A joderse todos, porque hay que salvar al erario”. Y hasta ahí iba bien. Y lo que empezó a hacer el Toto Caputo también. ¡Pero Javier abre la boca, y el saneamiento se desboca! Insulta a los contrarios, y a los que no son libertarios; se besa con Trump y Netanyhau, y lo peor del vecindario. Ataca a las mujeres y a aquellos del medio pelo, diciendo que sin machos no hay caramelos. Que son los mismos derechos, para quienes tienen pelos en la entrepierna, que en el pecho.

No se que le pasa con las mujeres; le inventan idilios con las más hermosas, pero no se le conoce una actuación decorosa.  Odia a la Cristina y ama a la Kristalina. Las mujeres son su encierro y por eso, prefiere vivir con sus perros. Un perro muerto lo asesora y lo aconseja; y no cree en diferencias entre los viejos y viejas. No se; les juro que yo quiero y necesito, al igual que la mayoría del pueblo argentino, creer en Javier Milei. Pero me cuesta. Al igual que los norteamericanos necesitan creer en Trump. Aquel por ser corrupto, y este por ser inconducto.

Lo cierto es que, mientras Javier Milei afirma que “el Estado es una organización criminal…peor que la mafia”, al exitoso empresario Marcos Galperín, desde Uruguay, esto no le preocupa. Ha desarrollado sus actividades, a afincado a su familia, y se han integrado al país, sin ningún inconveniente, ni exigencias especiales. Simplemente porque en Uruguay, a los genios, cuando aparecen, los invitamos a quedarse, para seguir desarrollando nuestros deseos.

Y porque la culpa no es del Estado; ¡sino de los gobernantes inescrupulosos, corruptos, e ineptos, que aprovechan las prebendas que les concede el Estado, en nombre del bienestar de la nación, para consumar sus más mezquinos actos de enriquecimiento y corrupción! ¿Qué es esa estupidez de que se puede mantener la estabilidad de una nación, sin una autoridad, elegida libremente, que haga prevalecer los derechos de la mayoría?

Y además, mientras el admirado Trump insiste en castigar a México con nuevos aranceles, el gigante de comercio electrónico Mercado Libre anunció la mañana de este viernes (07.03.25) una inversión de US$ 3.400 millones en México en 2025. La inversión es 38% más que el año anterior, para fortalecer su ecosistema tecnológico y financiero, así como para generar 10.000 nuevos empleos en el país azteca, su segunda mayor operación en América Latina, donde está presente en 18 países. Mercado Libre habrá invertido en los últimos cinco un total de US$ 35.000 millones en México, dijo su vicepresidente senior de Marketplace Hispanos, David Geisen.

 (América Economía, 07.03.25)

PD: ¿Y mientras tanto, que pasa hoy en Argentina, con esta aventura que comenzó hace 25 años en un garaje del barrio de Saavedra, en la ciudad de Buenos Aires? 

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